Medios DE Fijación DEL Aparato RF PDF

Title Medios DE Fijación DEL Aparato RF
Author Julibek Perez
Course Anatomia
Institution Universidad Nacional Experimental de los Llanos Centrales Rómulo Gallegos
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Es solo un micro resumen...


Description

MEDIOS DE FIJACIÓN DEL APARATO GENITAL Sistema de sostén del útero Está constituido fundamentalmente por los músculos elevadores del ano y, muy particularmente, por sus haces puborrectales, complementados por el diafragma urogenital. Forman el suelo de la pelvis y constituyen, por lo tanto, el plano inferior de soporte del útero Músculo elevador del ano Se inserta en la pared pelviana, en la cara posterior del pubis y en la tuberosidad del isquion. Entre estos dos puntos, como el ilion está revestido por el músculo obturador, se inserta en la llamada línea blanca, que en realidad depende de la fascia del obturador. Desde allí forma una especie de hamaca, cuyos haces posteriores e inferiores terminan en la punta y en los bordes del cóccix, en el rafe anococcígeo y en la pared del recto. En conjunto, ambos músculos elevadores tienen forma de embudo, ya que sus inserciones externas están en un plano más superior que las internas, y con una hendidura en la porción anterior por donde pasan la uretra, la vagina y el recto. Los músculos coccígeos, insertos entre el cóccix y el isquion, y el piriforme contribuyen a cerrar la pelvis en su región posterior. Diafragma urogenital Complementa la acción de sostén de los músculos elevadores del ano. Está constituido por los siguientes músculos. Esfínter estriado externo del ano. Partiendo del rafe anococcígeo y del cóccix, rodea el ano y termina en el rafe medio. Es voluntario. Músculos isquiocavemosos. Se extienden desde los cuerpos cavernosos hasta el isquion, y cooperan en el mantenimiento de la erección del clítoris. Músculos bulbocavemosos. Rodean la terminación inferior de la vagina y se extienden desde los cuerpos cavernosos hasta el rafe medio del perineo. Músculos transversos del perineo. Se extienden desde la tuberosidad isquiática hasta el rafe medio del perineo, entre el ano y la vagina. Los músculos transversos constituyen dos planos: superficiales y profundos. Esfínter estriado y externo de la uretra. Rodea la uretra y se inserta en las paredes de la vagina. Sistema de suspensión del útero Lo constituyen formaciones mioconjuntivas que desde el cuello uterino se irradian a la pared pelviana. Forman, hacia los lados, los ligamentos cardinales de Mackenrodt o ligamento cervical transverso; hacia atrás, los ligamentos uterosacros, que terminan en las vértebras sacras, y hacia delante los pilares de la vejiga, quese continúan con los ligamentos pubovesicales. Estas formaciones mioconjuntivas constituyen el plano medio de soporte del útero y la vagina. Sistema de orientación del útero Está formado por los ligamentos redondos y los ligamentos anchos. Los ligamentos redondos son dos cordones de unos 12 cm que se insertan en ambos cuernos uterinos, por debajo de la salida de la trompa, y se extienden hacia la pared abdominal hasta el conducto inguinal; a través de él llegan a los labios mayores.

Los ligamentos anchos se extienden desde los bordes del útero hasta la pared pelviana. Están constituidos por dos hojas peritoneales que contienen tejido conjuntivo, vasos y nervios. El sistema de orientación constituye el soporte superior del útero y contribuye a la anteversión de este, de modo que el eje de este órgano forma un ángulo recto con el eje de la vagina. Medios de fijación de trompa la uterino La trompa uterina está contenida en el ligamento ancho. Esta formación peritoneal está tendida desde la pared pelviana hasta el borde lateral del útero. Está rodeada por el peritoneo, cuyas dos hojas, anterior y posterior, constituyen el mesosálpinx. La trompa uterina queda, sin embargo, móvil a pesar del ligamento propio del ovario en relación con el ovario y el útero, y también con las paredes pelvianas, en lo cual sigue los desplazamientos del útero: embarazo, retroversión. Medios de Fijación del ovario Cuatro ligamentos fijan al ovario: uno a la pared lumbopelviana y tres a otros órganos genitales internos. Ligamento suspensorio del ovario [infundíbulo-pélvico] Es el medio de fijación más eficaz del ovario. Está formado por un meso que contiene fibras conectivomusculares, los vasos principales del ovario y una envoltura peritoneal. Fijado a la fosa ilíaca por arriba y atrás, llega a la extremidad tubárica del ovario, y al mismo tiempo se fija en el infundíbulo de la trompa uterina y en el peritoneo del ligamento ancho, solidarizando esos tres elementos que quedan unidos al estrecho superior de la pelvis. Mesosálpinx Se extiende desde el borde mesoovárico, anterior, al infundíbulo de la trompa uterina, asegurando un contacto íntimo entre la trompa uterina y el ovario. Es un ligamento de coaptación y no un medio de sostén. Ligamento propio del ovario [útero-ovárico] Es un cordón redondeado, que une el borde anterior del ovariocon el ángulo del útero, donde se inserta, por detrás y por encima de la trompa uterina. Está tapizado por el peritoneo de la hoja posterior del ligamento ancho. Se relaciona con la rama ovárica de la arteria uterina. Asegura la orientación del ovario y lo hace solidario del útero. Mesoovario Está formado por la hoja peritoneal posterior del ligamento ancho, con el cual une al ovario. El peritoneo se detiene alrededor del hilio del ovario, donde se interrumpe bruscamente en contacto con el epitelio ovárico, siguiendo la [línea de Farre-Waldeyer]. Esta disposición es tal que el ovario es un órgano intraperitoneal no tapizado por peritoneo. Está, pues, desperitonizado, en contacto con los órganos intraabdominales tapizados por peritoneo. Las hemorragias que pueden originarse en su superficie caen directamente en la cavidad peritoneal. Las células cancerosas pueden partir de esa superficie o fijarse en ella provenientes de otros cánceres abdominales: estómago, intestino grueso. En el mesoovario se encuentran los vasos y los nervios del ovario. Estos diferentes ligamentos dejan al ovario móvil, pues convergen hacia su hilio. El ovario acompaña al útero grávido cuando este asciende hacia la cavidad abdominal y vuelve a su lugar después del parto. Quirúrgicamente, la tracción sobre el ovario permite llevarlo bastante lejos de su posición normal.

IRRIGACIÓN DEL APARATO GENITAL Las arterias uterinas y las ováricas irrigan el útero, las trompas y los ovarios. La arteria uterina es una rama de la hipogástrica. Incorporándose al ligamento ancho, alcanza el istmo uterino en su borde lateral después de cruzarse con el uréter. A este nivel cambia de dirección y asciende por el borde lateral del útero hasta las proximidades de la trompa, en donde se anastomosa con la arteria ovárica. Momentos Arteria vaginal antes de realizar el cambio de dirección señalado, da lugar a la rama cervicovaginal, que irriga el cuello y la parte superior de la vagina. Procedentes de la arteria uterina, parten las arterias arqueadas, que penetran en el miometrio y siguen después un trayecto horizontal paralelo a la superficie del útero. De ellas se originan una serie de ramas radiales internas que atraviesan el miometrio y el endometrio. Al llegar a la capa basal del endometrio se denominan arterias basales, y cuando penetran en la capa funcional, arterias espirales. Estos vasos son terminales y se distribuyen bajo el epitelio de superficie y en torno a las glándulas. El desarrollo de los vasos experimenta también cambios cíclicos. Parece demostrado que solo en la fase secretora las arterias espirales llegan a la proximidad del epitelio superficial. Es interesante destacar la existencia de anastomosis arteriovenosas, que parecen desempeñar un papel de cierta importancia en la producción de la hemorragia menstrual. La red venosa desemboca en grandes senos venosos que discurren paralelos a las glándulas para empalmar con las venas de la capa basal de menor calibre y, finalmente, terminar en la vena uterina, que sigue un curso paralelo a la arteria. La arteria ovárica se origina en la aorta abdominal. Sigue el ligamento infundibulopélvico, o ligamento suspensorio del ovario, que se extiende desde el polo superior del ovario hasta la pared pelviana, y se incorpora al meso de la trompa hasta llegar al ángulo formado por la trompa y el útero, donde se anastomosa con la arteria uterina. En su trayecto emite una serie de ramas que irrigan el ovario (arteria ovárica) y las trompas. La vagina recibe su irrigación de las ramas cervicovaginales (procedentes de la arteria uterina), de las arterias vaginales (ramas de la hipogástrica), de las vesicovaginales (ramas de las uterinas), de la vesical inferior, de la pudenda interna y de la hemorroidal media; las tres últimas son ramas de la arteria hipogástrica. Los genitales externos reciben su irrigación de la arteria pudenda interna (ramas de la hipogástrica) y de las arterias pudendas superficiales externas (ramas de la femoral). Las venas que drenan el aparato genital femenino acompañan a las arterias y tienen por ello un trayecto semejante, si bien forman plexos venosos importantes (plexo uterino, vaginal, ovárico o pampiniforme). Vasos linfáticos El estudio de la distribución de los vasos linfáticos procedentes del aparato genital tiene importancia clínica, ya que condicionan el tratamiento de determinados tipos de neoplasia. Los vasos linfáticos procedentes del cuerpo uterino desembocan en cuatro o cinco troncos, que siguen el trayecto del ligamento ancho para terminar en los ganglios linfáticos lumbares preaórticos y aórticos laterales, situados desde la bifurcación de la aorta hasta el diafragma. En su camino se anastomosan con los linfáticos procedentes del cuello uterino. En realidad, los linfáticos procedentes del fondo uterino llegan en su mayoría a los ganglios

preaórticos y aórticos laterales, algunos alcanzan los ganglios ilíacos externos y un pequeño número llega a los ganglios inguinales superficiales siguiendo el ligamento redondo. Los linfáticos de la parte baja del cuerpo uterino llegan a los ganglios ilíacos externos. Al igual que los del fondo uterino, los vasos linfáticos de la trompa drenan preferentemente en los ganglios aórticos laterales y preaórticos, y en menor proporción en los ganglios ilíacos externos e inguinales superficiales. Los linfáticos del ovario drenan en los ganglios aórticos laterales y preaórticos. Por otro lado, los linfáticos procedentes de la mitad superior del cuello uterino se reúnen en un tronco vertical, denominado vía principal, que se dirige a los ganglios interilíacos, situados en la bifurcación de la zona ilíaca primitiva, área que ha sido denominada axila de la pelvis. Desde allí se dirigen a los ganglios ilíacos primitivos y, finalmente, llegan a la cadena paraaórtica, donde establecen importantes anastomosis con otros linfáticos de la pequeña pelvis (parametriales, obturadores, hipogástricos, etc.). Los linfáticos procedentes de la porción inferior del cuerpo del útero se anastomosan con estos linfáticos cervicales. Los linfáticos que proceden de la porción inferior del cuello uterino se anastomosan con los que se originan en la extremidad superior de la vagina y se encaminan a los ganglios sacrolaterales, donde establecen comunicaciones con los linfáticos procedentes de la mitad superior del cuello uterino y, a través de ellos, con los ganglios pelvianos. Los linfáticos de la vagina terminan en los ganglios ilíacos externos, ilíacos internos, inguinales, pararrectales, presacros y del promontorio. Finalmente, los linfáticos procedentes de la vulva drenan en los ganglios inguinales superficiales y profundos y en los ganglios ilíacos externos Inervación del aparato genital Los genitales externos y el tercio inferior de la vagina están inervados por el sistema nervioso cerebroespinal a través del nervio pudendo, que procede del plexo sacro, y por las ramas genitales abdominogenital mayor, abdominogenital menor y genitocrural. El resto del aparato genital está inervado por el sistema nervioso vegetativo autónomo. La inervación vegetativa tiene lugar a través del sistema nervioso simpático y del parasimpático. Las fibras simpáticas proceden de los últimos segmentos dorsales de la médula y de los segmentos lumbares. Estas fibras, a través de las raíces anteriores y de los ramos comunicantes blancos, penetran en la cadena simpática paravertebral y de allí se dirigen a los ganglios paravertebrales, desde donde van a originar dos importantes plexos: 1. El plexo uteroovárico, originado fundamentalmente en los ganglios aorticorrenal y mesentérico superior, sigue el camino de la arteria ovárica e inerva el ovario, la trompa y el fondo uterino. 2. El plexo hipogástrico superior o nervio presacro, del que se originan los nervios hipogástricos que, acompañando a la arteria del mismo nombre, terminan en el plexo hipogástrico inferior o plexo de De Lee Frankenháuser, cuyas fibras inervan el útero y la extremidad superior de la vagina. Las fibras parasimpáticas se originan en el plexo sacro y dan origen al nervio pélvico, que también termina en el plexo de De Lee Frankenhauser y desde allí envía fibras al útero y a la extremidad superior de la vagina. En el plexo de De Lee Frankenhauser, situado a la altura del istmo, se unen, por tanto, las fibras simpáticas y parasimpáticas que inervan los genitales internos...


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