6.LOS Criados - características PDF

Title 6.LOS Criados - características
Author Laia Ruiz
Course Literatura
Institution Universitat de Barcelona
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Description

5) Los criados de Calisto: función y antecedentes. Los criados de Calisto y las pupilas de Celestina están trazados con innegable maestría y originalidad. Son personajes enteros y no simples y fieles servidores. Pármeno, Sempronio, Elicia y Areúsa representan la incorporación al teatro de toda una realidad social: el mundo bajo de los criados y las prostitutas, propio del ambiente de la gran ciudad. Sus intereses y conflictos van parejos a los de los personajes de alto rango: Sempronio es hábil y deshonesto desde el principio; Pármeno, en cambio, es el criado leal, que intenta elevarse por encima de sus orígenes miserables, pero que va cediendo ante los halagos y los razonamientos de la vieja alcahueta; Areúsa y Elicia encarnan el resentimiento; y Centurio, el egoísmo y la fanfarronería. En la tragedia clásica solo intervenían reyes, héroes e, incluso, dioses; sin embargo, en la obra de Rojas las gentes del pueblo entran a formar parte de la trama trágica, lo cual es una característica de la comedia humanística, y que parece justificar que la obra se denomine “tragicomedia”. La Celestina relaciona dos mundos: el de los señores con los jóvenes amantes y los padres de Melibea y el de los criados con Sempronio, Pármeno, Lucrecia, el mundo prostibulario Celestina, Elisa, Areúsa y Centurio. Ambos representan personajes de la tradición literaria de la comedia latina y a la vez son un vívido retrato de la sociedad del siglo XV, en plena crisis por el cambio de una sociedad feudal a la aparición de la incipiente burguesía. Los criados o esclavos que participan de los enredos amorosos de su amo provienen de la tradición de Terencio y Plauto y de la comedia elegíaca. Sempronio se inspira en el servus fallax de la comedia latina. Es un criado mentiroso, oculta la verdad y es el motor que interviene en el desarrollo del argumento. Enseguida muestra su carácter de desapego a Calisto, no le importa su estado, sino los problemas que a él pueda causarles. Su rasgo más característico es su conocimiento de las mujeres cuando aconseja a su amo. Tiene cultura como ayo pues toca el laúd y habla de personajes mitológicos. Es un misógino. Su actitud ante la locura de su amo es de distancia e ironía. Esa distancia provoca uno de los aciertos de la obra: los apartes, recursos teatral cómico donde se muestra lo privado a oídos de todos. Otro rasgo es su actitud interesada. Ayuda a su amo no sin buscar el beneficio propio y sacar el máximo provecho del incauto Calisto. Esto es una novedad para la época: Sempronio pretende prosperar porque la sociedad ya no es inamovible, se deja atrás la sociedad estamental y en las ciudades las relaciones humanas están cambiando. Se pasa del servilismo al interés económico. Por eso Sempronio es esencialmente individualista. Oculta siempre sus verdaderas intenciones y no le gusta su condición de criado. Por eso no está dispuesto a jugarse la vida por su amo y huye de su puesto de guardia la noche del primer encuentro. Su excesivo celo de prosperidad le lleva a la muerte. Pármeno se inspira en el servus fidelis, el esclavo fiel de la comedia latina, aunque va mucho más allá. Es un personaje rico en matices puesto que, como Celestina, posee un pasado y como Melibea, es engañado por ella. Al principio, es el criado opuesto a Sempronio, es joven e inocente. Su primera intención es ser fiel a Calisto. Pármeno advierte a su amo de los peligros de recurrir a Celestina pero dolido por la indiferencia de su amo para con su fidelidad decide distanciarse de él. Acaba por dudar de todo y acaba contando mentiras a Celestina. Ella, como es joven, lo seduce por el sexo y le promete que conseguirá a Areúsa. Pármeno se muestra muy inexperto en el encuentro pues trata a la prostituta con el código cortés. Cae pues agradecido en la trampa de la alcahueta. Así nace su amistad con Sempronio, que tiene doble cara: la amistad de las

parejas Elicia-Areúsa y el interés común de compartir las ganancias de Celestina. Pármeno acaba siendo cómplice del asesinato de la alcahueta y mantiene la amistad con Sempronio, al que espera en la huida. Ambos eran ejecutados públicamente. Elicia y Areúsa son las parejas respectivas de los criados. No responden tampoco al prototipo simple de la prostituta de la comedia latina, sino que cada una mantiene su personalidad. Elicia encubre a otro amante, Crito, cuando llega Sempronio, pero simula que está cansada de esperarle. Vive con Celestina y la ayuda en sus oficios. Esa convivencia la hace quisquillosa, recrimina a la anciana sus olvidos. Su rasgo más importante es su idea del goce de la vida, el carpe diem. También se muestra envidiosa de la belleza de Melibea, actitud no exenta de resentimiento social. Al morir Celestina desea venganza y cae en una depresión. Finalmente se sacará el luto por no perder el negocio. Areúsa es muy distinta. Su pareja, Centurio, se ha marchado y está sola al principio. Se queja de la vista y niega a Pármeno su carácter de prostituta pública. Es exagerado su sentido de discreción, no quiere ser notada por vecinos ni por Celestina. Celosa de su intimidad e independencia por ello se une a Elicia para vengarse de Melibea. Cuando ha muerto la alcahueta se muestra decidida y resolutiva. Es el único personaje que ante la tragedia afronta la situación y mover los hilos como Celestina: seducir a Sosia para conseguir información, reconciliarse con Centurio para que mate a Calisto y ver cumplido su deseo. Otros personajes secundarios son Lucrecia, criada de Melibea. Es fiel a sus amos y no se mezcla con las prostitutas. Le gusta ver a Celestina pues siempre está encerrada en casa. Es la primera que se da cuenta de la locura de Melibea pero una vez Melibea se entrega, se convierte en su confidente. Acaba sintiendo deseo al ver a los amantes. Se aburre y depende por entero de sus amos. Sosia y Tristán son los sustitutos de Pármeno y Sempronio. Sosia es mayor, mozo de caballos, pronto consigue ropas nuevas y asciende. Pronto cae en los brazos de Areúsa y también actúa como amante cortés paródico con ella. Gracias a ello Areúsa consigue la información que necesita. Tristán es muy joven. Se le llama “pajecico”, duerme a los pies de su señor. Al ser tan niño, no se deja arrastrar por las pasiones y conserva la lucidez advirtiendo a Sosia de los peligros. Por eso quiere evitar la deshonra de su amo a la hora de su muerte. Centurio tuvo mucho éxito como personaje porque da nombre a los actos finales. Es el descendiente directo de un fanfarrón, personaje de la comedia latina, soldado brabucón y pareja de Areúsa. Está ausente porque ha partido con su capitán de guerra, es un personaje muy secundario. Fernando de Rojas ha sabido captar la crisis social del siglo XV, señalando la situación socioeconómica del asalariado. El resultado ha sido que, con una audacia literaria inesperada, ha hecho intervenir en su obra a los criados y a las prostitutas como si se tratasen de personajes altos socialmente. Cada uno de los personajes constituye un mundo con sus problemas, preocupaciones y miserias, cosa que no se dio ni en el teatro anterior ni en el inmediatamente posterior, en el que el criado no es más que un intérprete de la voluntad del señor. En La Celestina , en cambio, los criados deciden, ponen condiciones, exigen, y a la vez son pieza clave sin la cual es inconcebible la marcha de la obra; hasta el punto de que, cuando Pármeno y Sempronio mueren

aparecen suplidos inmediatamente por Sosia y Tristán. Los criados y las prostitutas de La Celestina tienen su pequeño drama íntimo y su gran pasión: el interés y la avaricia. Actúan arrastrados por el interés y el ansia de medrar...


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