Ángel Maturino Reséndiz PDF

Title Ángel Maturino Reséndiz
Course Psicopatología Del Comportamiento Delictivo
Institution Universidad de Alicante
Pages 2
File Size 68.5 KB
File Type PDF
Total Downloads 58
Total Views 127

Summary

Exposición...


Description

Ángel Maturino Reséndiz, el asesino del ferrocarril, El asesino de las vías del tren o El asesino de los rieles ya que hacía uso de este transporte para moverse entre estados y encontrar a sus víctimas, fue un asesino en serie mexicano, vagabundo, responsable de al menos 23 homicidios a lo largo de Estados Unidos, y del que se tiene la sospecha, no comprobada, de que también efectuó asesinatos en México, durante la década de los noventa, algunos de los cuales involucraron agresión sexual. Fue hecho convicto por asesinato, y ejecutado por inyección letal casi siete años después de su aprehensión. Después de cada asesinato, permanecía por un tiempo en cada casa para alimentarse; tomaba objetos de valor sentimental y revisaba las licencias de conducir de sus víctimas para saber algo de las vidas que había tomado. El 21 de junio de 2006, un juez de Houston determinó que Reséndiz era mentalmente apto, y que procedía su ejecución. Después de haber escuchado el fallo del juez, Reséndiz dijo: «No creo en la muerte, sé que el cuerpo se pierde, pero yo, como persona, soy eterno, viviré por siempre». Él también se describió como mitad hombre y mitad ángel, y les dijo a los psiquiatras que no podría ser ejecutado porque no creía que pudiera morir. Resendiz confesó o fue vinculado por pruebas a los asesinatos de otras 13 personas durante un período de 16 meses que terminó en junio de 1999, así como a un asesinato en San Antonio en 1986. El doble asesinato del pastor Norman "Skip" Sirnic y su esposa Karen en Weimar, Texas, provocó una especial repulsión en el público. Fueron apaleados hasta morir con un mazo. Semanas más tarde, el cuerpo de Josephine Konvicka, de 73 años, fue encontrado en su casa en las afueras de la ciudad. Resendiz, que estaba en la lista de los 10 más buscados del FBI, fue en un momento detenido por las autoridades de inmigración de Estados Unidos, pero fue deportado a México sin interrogarlo debido a un error informático. Se entregó a la policía en julio de 1999 después de que su hermana Manuela lo persuadiera de que se entregara. Según los informes, temía que matara a más personas, posiblemente incluida ella. Declaraciones como las antedichas llevaron a los especialistas a concluir que Reséndiz no era apto para ser ejecutado. En un informe de su caso, se afirma que Ángel Maturino Reséndiz padecía esquizofrenia desde su juventud, y que en el tiempo de permanencia en el corredor de la muerte fue trasladado hasta en ocho ocasiones a un hospital psiquiátrico. Su “enfermedad” mental no fue controvertida por la fiscalía al momento del juicio. Indica asimismo que su condición empeoró significativamente durante los siete años en que permaneció en el corredor de la muerte. En dicho período el señor Maturino habría sido trasladado a un hospital psiquiátrico, como ya hemos comentado, y se habría mutilado al menos 28 veces, al cortarse varias partes del cuerpo con una hoja de afeitar. Asimismo, se le habrían proporcionado medicamentos antipsicóticos para controlar las alucinaciones, a excepción de dos años en los cuales la víctima se mutiló. La peticionaria alega que la asistencia letrada fue ineficaz; que la presunta víctima padecía una discapacidad mental; que el método de ejecución utilizado en Texas (inyección letal) causa un

sufrimiento excesivo y evitable; que el procedimiento de clemencia en dicho estado no cumple con los estándares mínimos del debido proceso; y que las condiciones de detención en el corredor de la muerte son inhumanas. La peticionaria manifiesta además que las condiciones carcelarias en el corredor de la muerte de la prisión de Polunsky, donde se encontraba recluida la presunta víctima, constituyen una pena cruel, inhumana y degradante En el caso del señor Maturino, el experto nombrado por el Estado durante el juicio habría admitido que la presunta víctima tenía una enfermedad mental, pero consideró que su situación no se ajustaba a la definición legal. A su vez, el procedimiento para probar dicha incompetencia en el Estado de Texas no cumpliría con el estándar de debido proceso exigido en los casos de pena de muerte de acuerdo a la peticionaria....


Similar Free PDFs