Caridad-cuento - cuento con reflexión PDF

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cuento con reflexión...

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Cuento sobre la caridad Martín estaba caminando por el parque, observando la naturaleza, las flores coloridas; admirando la creación de Dios. Decide sentarse en una banca ubicada en el medio, pero al hacerlo, observa algo brillante, es una moneda de gran tamaño. «¡Wow!, hoy es mi día» exclama con gran alegría, y decide ir a la tienda de Pedro, el vecino, a comprar un paquete de galletas de chocolate. Pedro lo recibe con una gran sonrisa, ya sabe lo que va a comprar, lo conoce, esas galletas son sus favoritas. «¿Algo más?» pregunta. «Sí —responde Martín—, me alcanza para un paquete de papitas». De camino a casa, Martín ve a un niño contando unas pequeñas monedas. Ya lo había visto en otras ocasiones pidiendo a la gente algo de comer, era un niño de una familia muy pobre, su nombre era Javier. Al verlo, Martín siente compasión de él y le entrega el paquete de papitas que acaba de comprar con el dinero que le sobró. Javier lo abraza agradecido. Al día siguiente, Martín pasa nuevamente a ver a su nuevo amigo. Javier, al verlo, sale corriendo a abrazarlo nuevamente. Esta vez, no se encuentra contando monedas, sino que trae dos bolsas, una en cada mano. «Hola, Martín, ¡tengo algo para ti! —le dice con una gran alegría en su rostro, mientras le entrega una de las bolsas que trae consigo—. Ayer compartiste conmigo de tu comida, hoy quiero compartir contigo estas crispetas con caramelo que son mis favoritas». Martín observa que en la otra bolsa trae crispetas de sabor natural sin la adición de caramelo. «¡Me entregó las mejores a mí!» pensó. Y en lugar de sentirse alegre por aquello que le estaban regalando, se sintió mal, «cómo es posible que un niño que tiene menos que yo y que debe luchar a diario para conseguir algo de comer, me dé a mí de lo mejor que tiene y que a diario le hace falta, mientras que yo le di a él de lo que me sobraba, fui egoísta». ¡Qué lección tan grande nos da Javier!, Jesús nos dice que hay más alegría en dar que en recibir. La caridad no consiste en dar de lo que nos sobra, pues esto es un deber de todos, la caridad es entregar lo mejor a los demás y tratarlos como quisiéramos que nos trataran a nosotros. El mayor acto de amor lo hizo nuestro amigo Jesús, quien dio su vida por nosotros en La Cruz sin merecerlo y sin quejarse. Él nos dice: «Nadie tiene un amor más grande que aquel que da la vida por sus amigos». Jesús tiene una misión para ti para empezar a practicar el amor al prójimo: Despréndete de algo a lo que estés muy apegado y que sabes que hay alguien que lo necesita más que tú....