Código deontológico PDF

Title Código deontológico
Author Tamara Deza Martínez
Course Arquitectura Legal
Institution Universidade da Coruña
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Summary

Comentario personal de Código deontológico y El Manantial.
Profesor Santiago Sánchez....


Description

Reflexión

explicación es que ser humano, en ocasiones, ha dejado la ética en un segundo

Código Deontológico- LOE-El ManantialSociedad actual

plano respecto a otras circunstancias, corrompiéndose. Por ello en 1971 se crea el primer Corpus Deontológico que sufre numerosas modificaciones hasta la redacción del actual (2015). Era de gran necesidad su aplicación, o por lo menos concienciación, dados los condicionantes sociales de los últimos años en España:

El buen acto o ejercicio profesi profesional onal del arquitecto es lo equivalente a generar la respuesta adecuada a las necesidade necesidades s de un momento y lugar concretos, marco de unas condiciones naturales, sociales, históricas y culturales entre otras. La respuesta tendrá su base en la conjunción de dos conceptos: moral y conocimiento conocimiento; regulados mediante el Código Deontológico de los Arquitectos (Consejo Superior de Arquitectos de España, 2015) y LOE (Ley 38/1999, de 5 de noviembre, de Ordenación de la Edificación) respectivamente.

Actualmente, vivimos una época de aparente deshumanización y pér pérdida dida de sensibilizac sensibilización ión étic ética a y social social, de la superposición del yo por encima del nosotros. Permaneciendo en nuestra zona de confort de la que asusta salir y solo lo haremos por obligación, pero non negamos a reconocer lo y por ello el peor enemigo de esta sociedad es el auto autoengaño engaño y de la moral lo es su falsa promulgación pues, como dice un antiguo refrán: “no hay mayor ciego que el que no quiere ver”. Encontramos un ejemplo de ello en preámbulo del presente Código donde se dice: “Vivimos en un

En primer lugar, cabe aclarar que el Código Deontológico regula los aspecto aspectos s éticos de una profesión profesión. En el caso de la arquitectura, recoge como herramientas para el buen desempeño de sus funciones la independencia, imparcialidad, integridad, buen manejo de la colisión de intereses, honradez y confidencialidad.

momento caracterizado por la sensibilización pública hacia los comportamientos éticos en el desenvolvimiento de la vida social y, si atendemos a un marco político y geográfico más amplio, hay motivos suficientes para pensar que esta tendencia no es coyuntural, sino que deriva de una corriente de fondo”.

Uno, al ser graduado arquit arquitecto ecto, no solo adquiere un compromiso consigo y su integridad personal sino con la sociedad, el cliente y la profesión, tanto la profesión en sí misma como con los compañeros de profesión. Tendrá entonces el arquitecto como deber po poner ner el otro por encima del uno, pero sin olvidarse de la esencia del uno. Lo que significa, mirar por el bien común y del cliente siempre que ello no polarice con nuestros principios pues, en ocasiones, lo frecuente no es lo correcto; por ello debemos tener claras las concepciones del bien y del mal para tomar la decisión adecuada, no imponerla, sino educar en ella. Por ejemplo, ante una sociedad corrupta no debemos dejarnos corromper, debemos concienciar a la sociedad de que existe una alternativa.

Esta actitud conformista nos está relegando al mandato de aquellos que utilizan como ley que no es más apto el que más sabe sino el que más engaña ni más rico el que más trabaja sino el que más roba, convirtiéndonos en máquinas del no raciocinio. En el ámbito arquitectónico, sufrimos las consecuencias inmediatas de una época en la cual el arquitecto viene de perder todo su valor ante la sociedad, protagonista de una de las c risis económicas y de valores más grandes de nuestro país abandona su buen hacer y empatía social a cambio del beneficio económico. Las consecuencias son

Cualquier encuestado sería sabedor de estos conceptos, entonces ¿por qué son necesarias unas Norma Normas s Deontológic Deontológicas? as? La

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inmediatas, la arquitectura deja de ser una profesión de referencia y prestigio en favor

de la misma. En el Art. 2.01. a) del Código Deontológico se nos dice: “Deberes:

de su infravaloración e incluso del cuestionamiento de su necesidad. Ante esta situación, los nuevos arquitectos buscamos reinventarnos abriéndonos a modalidades y fronteras antes poco exploradas e intentando recuperar el valor original de esta profesión. El citado Código (2015) se establece poco después de la crisis lo que lleva a pensar que se trata de un intento de limpiar la imagen del profesional, pero no olvidemos que ya existía con anterioridad y ello no evitó una caída de los valores humanos y sociales. Se cue cuestiona stiona ent entonces onces su eficac eficacia ia real real. Fue interpretado como una norma que dicta lo correcto a modo bíblico y cuyo cumplimiento te llevará a la autocomplacencia, no como una ley de obligado cumplimiento, pero ¿cuáles han sido las consecuencias personales (que no sociales) de su incumplimiento? Supongo que no existe respuesta.

Conocer el presente Código Deontológico. Su ignorancia en ningún caso podrá alegarse en descargo del incumplimiento del mismo”. Proviene del principio “Ignorantia juris non excusat “(latín), también recogido en la Constitución Española y LOE. Por ello todo documento legal otorga un plazo de difusión previo a su entrada en vigor. En el caso del Código Deontológico será de un año y en el de la LOE de seis meses, recogiéndose ambos en sus disposiciones finales. El arquitecto debe caracterizarse por la curiosidad personal. El afán de formar formarse se cont continuamente inuamente inuamente, tanto de forma académica como experimental, lo llevará al conocimiento y este al buen ejercicio de su profesión, es la única forma de enfrentarse a los nuevos proyectos. Probablemente, el conocimiento académico no sea el problema principal en la sociedad actual que, precisamente, se caracteriza por estar sobre-for sobre-formada mada y malinforma informada da da. Sino la falta de oportunidad de experiencia, siendo las únicas opciones nacionales becas de prácticas “formativas” o empleos precarios con sueldos poco realistas. La situación provoca la fuga de jóvenes profesionales, en este caso arquitectos (recordemos sobre-formados), a otros países, o incluso a ocupar puestos relacionados con otras profesiones, donde sí son valorados. Entraría aquí de nuevo la auto-valoración moral de todo aquel que, a sabiendas, oferta y fomenta dichos puestos de trabajo con la creencia de que otorga una “oportunidad”.

Se nos viene encima un mundo dominado por los avances tecnológicos. Todo avance, como la propia palabra indica, conlleva unas consecuencias positivas que prevalecen sobre las negativas, pero eso no significa que no existan. La tecnología aplicada a nuestro día a día nos conduce a lo distante, superficial e inmediato. Ante esto, no debemos perder la cercanía ni olvidar que somos persona personas s que construyen, no para salir en la portada de una revista, blog o red social, sino para personas y juntos formamos la socie sociedad dad actual. En segundo lugar, aclararemos que la función de la LOE , junto con el CTE y los DB, es r egular el sector de la edificación y sus repercusiones repercusiones; desde el compromiso funcional, económico, de equilibrio medioambiental (urbano y rural) y patrimonial de la misma. Ello se basa en el conocimient conocimiento o, no solo académico, sino multidisciplinar del arquitecto y agentes que intervengan en el proceso de edificación.

El c onocimien onocimiento to o educ educación ación socia sociall es factor clave para el trabajo de un arquitecto, puesto que la sociedad de hoy en día carece de él, sobre todo en relación a temas como la propia arquitectura. Con anterioridad escribía que, ante diferencias con el cliente o sociedad, no debe imponerse nuestro punto de vista, sino asegurarse de que es el correcto y educar en él.

Desde la ley y, como primera aproximación, hablaremos del conocimiento

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Continuando una reflexión que trate moral y conocimiento son acordes las referencias a El Manant Manantial, ial, obra de Ayn Rand.

no se aleja mucho de una realidad reciente con ejemplos como la Ciudad de la Cultura en Santiago de Compostela donde una conjunción de egos construye un edifico por encima de cualquier lógica.

La novela, posteriormente adaptada a film, tiene como figura principal la del arquitect arquitecto o Howard Roark, un hombre íntegro que encuentra la solución adecuada para su lugar y tiempo, pero que es rechazada por una sociedad mal educada.

Un punto de vista presente en la arquitectura de hoy se asocia al diálogo:

“Ningún edificio es in insignificante. significante. Construiré para quien me lo pida en cualquier lugar, siempre y cuando construya a mi manera”. Debido a la escasez de

Trata desde el extremi extremismo smo dos puntos de vista: el individualis individualismo mo del arquitecto, cuyos principios están por encima de cualquier fin, defendiendo una arquitectura funcional y técnica y el colectivism colectivismo o una sociedad controlada por las altas clases mediante la influencia de la prensa alabando la arquitectura de ornamento clasicista.

encargos, tras la citada crisis, los profesionales se vieron obligados a interpretar cualquier obra como una oportunidad, es la mejor obra que tienes. Educándonos a no menospreciar el valor arquitectónico de las pequeñas cosas. La trama evoluciona en favor de Roark hasta el reconocimiento de su solución como la adecuada del momento, cuando proyecta en nombre de Keating con el único honorario de que se construya siendo fiel al diseño, incumplido por la personalidad influenciable de Keating. Este contrato verbal entre ambos incumple un gran número de puntos del presente Código Deontológico en cuanto a la propiedad intelectual, honorarios, engaño, etc

La int integridad egridad de arquitecto se presenta al espectador con la frase

“trabajaré de peón aun siendo arquitecto si es necesario” al negar un encargo de prestigio por sugerirle añadidos ornamentales a su proyecto y así lo hace, trabaja de peón cuando le es necesario, mostrando que sus ideales no se quedan en palabras.

El protagonista decide tomarse la justicia por su mano y demoler el edificio, poniendo por encima de la legalidad sus ideales que luego defiende en el juicio a través de un discurso apoteósico ganándose la inocencia. Habla del genio como incomprendido, de la propiedad intelectual y ensalza la corriente individualista.

Esta integridad se ensalza mediante la antítesis con otro personaje, el arquitecto Peater Keating, que es corrompido por el poder económico y social; aun siendo peor arquitecto que Roark, es el que más construye debido a su disposición para venderse a cualquier precio. Quizás Keating sea el que mejor representa la época actual y, sobretodo, la figura del arquitecto protagonista del boom de la construcción que trajo consigo la crisis. La presión constante de una sociedad que se mueve por el dinero y poder genera una puesta de la integridad en un segundo plano.

Nadie (o casi nadie) , en la actualidad, se enfrentaría a cargos judiciales de tal valor por un tema de defensa de principios, pero es curioso que, sí asumen el riesgo por saltárselos si eso conlleva una recompensa, normalmente económica. Vivimos por lo tanto en una sociedad educada para no tener idea ideales les les; si no tienes un ideal por el que luchar, no tienes que preocuparte de saltártelo. Repito, nos están convirtiendo en má máquinas quinas del no raciocinio raciocinio..

El protagonista solamente construye para sí mismo, no ve en su obra una función social sino individualista y de auto-complacencia. Posición que llamaríamos extremista (y lo es), pero que

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Es tarea de las nuevas generacion generaciones es de arquitec arquitectos tos r evertir la situación situación, poner en alza el buen hacer en todos los aspectos de la vida y educar a la sociedad en ello poniéndose a sí mismos como ejemplo. Un principio debería regir nuestro día a día: ser feliz ante el pensamiento de que puedo estar tranquila conmigo misma.

Tamara Deza

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