La carta de renuncia PDF

Title La carta de renuncia
Author edgar santos
Course Contab. Publica y Contral
Institution Universidad Tecnológica de Santiago
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La carta de renuncia Conocemos como renuncia laboral a la decisión de terminar tu relación de trabajo, con la empresa para la cual trabajas. La idea de renunciar a tu puesto de trabajo, tiene varias causas, generalmente quien decide renunciar, ya tiene algunas ofertas de trabajo con mayores beneficios, pero también se da el caso de que el ambiente laboral se haya vuelto hostil y eso produce desmotivación al trabajador.

Carta de renuncia formato Cuando ya has tomado esa decisión tan importante, el primer paso a dar, es notificar verbalmente al superior inmediato, tu renuncia; para ello es convenientes que preveas el momento más oportuno para entablar la conversación, ésta debe ser serena, amena y respetuosa, sea cual sea la causa de la renuncia. En dicha conversación debes tocar puntos muy importantes, tales como; explicar el motivo de tu renuncia (razones personales y/o mejor oferta laboral) y a su vez agradecerle por la oportunidad de haber laborado para esa empresa y de la confianza que depositaron en ti para desempeñar determinado cargo. De igual forma, en la medida de lo posible, deja claro que te vas en buenos términos con la empresa y con tus compañeros de trabajo; esto por si en un futuro se te presenta la oportunidad de trabajar nuevamente con ellos. Una vez notificado al jefe la decisión tomada, es donde aparece la figura de la carta de renuncia, la cual debe presentarse a la brevedad posible, tanto a tu superior como al departamento de recursos humanos (RRHH), puesto que cada país tiene su legislación laboral y allí se encuentra establecido con cuanto tiempo de anticipación se debe entregar la carta de renuncia, así como, tus deberes, derechos y obligaciones, en la relación laboral existente entre ambas partes

¿Qué es una carta de renuncia? La carta de renuncia, es el documento que se genera al tomar la decisión de dejar tu puesto de trabajo en una empresa. Por lo tanto, la carta de renuncia debe hacerse de forma clara, con buena ortografía, precisa, sencilla, breve y con un lenguaje formal y respetuoso. En la carta de renuncia, se debe establecer el motivo por el que estás renunciando, así como, dejar claro el tiempo en el que permanecerás en la empresa (legislación laboral) para que la misma pueda ajustar su situación de “puesto vacante” y “adiestramiento”, para el nuevo candidato a ocupar el cargo. Algunas empresas, aunque no es una ley mundial establecida; les parece que a la hora de

presentar una renuncia y lo harás de manera escrita, debe ser elaborada a puño y letra. Si no es el caso el de la empresa donde decides romper la relación laboral, debes tener en cuenta varios parámetros para de igual forma, concretar tú renuncia de una manera agradable y que convenza a ambas partes del cese de la relación contractual.

Partes y estructura de una carta de renuncia La elaboración de una carta siempre se rige por una estructura que debe incluir, información tanto del emisor, como del receptor, el cuerpo de la carta y la despedida, cada carta tiene sus propias características, de acuerdo al tipo de carta que se desea elaborar. La carta de renuncia si bien es un tema bastante delicado, porque es cuando tú por una mejor oferta laboral, por impedimento de realizar todas las tareas que se te asignan, o simplemente romper la relación para evitar conflictos a mayor en el futuro, necesitas dejar bastante en claro los puntos que te llevaron a tomar esa decisión y que deseas cerrar esa relación laboral de lo mejor posible. En tal sentido de responsabilidad que debes sentir a la hora de elaborar y entregar tu carta de renuncia, acá te mostramos la estructura que debe utilizarse para la elaboración de una carta de renuncia:

Fecha: Lugar, día, mes y año A quién se dirige la carta: (Nombre y cargo del receptor.) Departamento: Acá se va dirigir directamente a la empresa donde se labura, o también puedes optar por nombrar a tu supervisor inmediato o a la oficina de recursos humanos. Nombre de la empresa: Estar seguros del nombre fiscal que tiene la misma. Saludo cordial: “estimado (a)”, “apreciado(a)” Primer párrafo: Tu renuncia (mencionar el cargo), la fecha desde cuando lo ocupas y las razones por las cuales renuncias. Segundo párrafo: Acá se expresa el agradecimiento por la responsabilidad asignada y la confianza otorgada para desempeñarte en el cargo, también es conveniente hacer énfasis en los conocimientos que adquiriste dentro de la empresa y la experiencia que te deja haber trabajado con ellos. Despedida: en este párrafo, expones que estás dispuesto a colaborar con la empresa, para dar inducción a la persona seleccionada para cubrir la vacante. Asimismo, acá colocas la fecha hasta cuando trabajaras para ellos (previa revisión del contrato entre ambas partes y la legislación

laboral de tu país). Y finalmente incluyes frases de despedida, ejemplo: “Sin otro particular, me despido, Cordialmente y/o Atentamente”. Final de la carta: nombre, apellidos y número de identificación. Por último, según sea el caso, coloca en el margen inferior izquierdo, si la carta va dirigida con copia a otro departamento.

Tipos de carta de renuncia: Aunque luego verás que básicamente son el mismo formato y contenido, existen dos tipos de carta de renuncia para los dos tipos de situaciones que se presentan cuando se decide abandonar una institución. Carta de renuncia sin preaviso: Cuando las personas deciden abandonar la institución de un momento a otro y no están dispuestas a trabajar más en la institución. Carta de renuncia con preaviso: Algunas empresas adoptan en sus contratos este apartado, en el cual una persona debe avisar con tiempo su deseo de renuncia, y trabajar al menos 15 días más en la empresa para luego si tomar la decisión de cortar toda relación laboral.

El despido El despido es la forma en la que la se finaliza la relación contractual existente entre el trabajador y la empresa. Con esta acción, el empresario o empleador destituye a un empleado, que ya no volverá a ocupar el puesto de trabajo que tenía en la empresa. Sin embargo, un empresario no puede despedir a un empleado si no posee ningún motivo justificado. Depende de las causas que motiven un cese de actividad en la empresa podemos definir un tipo de despido u otro.

Tipos de despido Según la justificación que se acredite por parte del empresario para la destitución de un empleado, podemos encontrar diferentes tipos de despido. Cada uno de los despidos posee unos derechos y unas indemnizaciones propias para cada trabajador.

Despido objetivo Cuando una empresa reduce su plantilla por motivos económicos, por la disminución de su producción por cambios en la estructura de la organización se considera un despido objetivo. A

pesar de ello, el empresario debe justificar y acreditar el despido para que no sea declarado como improcedente.

Despido disciplinario El despido disciplinario lo ejecuta la empresa cuando considera que el trabajador no está cumpliendo con sus funciones básicas como trabajador y no cumple con la disciplina marcada por la empresa para el puesto de trabajo. Un ejemplo podría ser el despido de un trabajador por incumplir los horarios, faltar el respeto a los compañeros, o no seguir las medidas de seguridad exigidas.

Despido colectivo o ERE Los despidos colectivos se producen cuando la empresa destituye a un número de personas importante en relación a la cantidad de personas que se encuentran trabajando en ella. Esto es lo que se conoce como Expediente de Regulación de Empleo. Suelen ser bastante polémicos y, en muchas ocasiones, impugnados judicialmente.

¿Es obligatorio el preaviso de 15 días? En los despidos objetivos, el empresario está obligado a avisar al trabajador de que será destituido en un plazo de 15 días. Aunque la empresa no cumpliera estos plazos, deberá abonar al empleado el salario perteneciente a esos días en el finiquito. En el caso de los despidos disciplinarios, la empresa no está obligada a realizar el preaviso de la destitución. De esta forma, el despido se puede formalizar en el momento que se entrega la carta de despido al trabajador.

El procedimiento de despido Cuando se realiza un despido tenemos que ir con cuidado para cumplir todos los requisitos formales y legales para que no sea considerado como despido improcedente.

El procedimiento formal con el que se realiza un despido empieza con la comunicación de la decisión a través de la carta de despido. Con ella, se informa al trabajador de su destitución y los plazos en que se realizará.

Después, hay que estar seguros de que el trabajador ha recibido la comunicación. Puede servir cualquier firma, acuse de recibo o testigos. Durante el plazo de preaviso, es decir, desde que el empresario comunica el despido hasta la fecha en que se realizará, el trabajador tiene derecho a 6 horas para buscar un nuevo trabajo, sin que se toquen sus retribuciones. Según el convenio colectivo al que pertenezca cada trabajador, pueden exigirse otros aspectos formales en el procedimiento de despido.

La carta de despido Como ya hemos visto, la carta de despido es el primer paso para iniciar el procedimiento de despido. Es la forma de comunicar a un trabajador que continuará formando parte de la empresa. En esta carta el empresario, o la persona encargada de ejecutar la destitución deberá informar al trabajador de los motivos que justifican la decisión que se ha tomado. Debemos tener en cuenta, que los motivos que se escriban en la carta de despido, deben ser los mismos que se defenderán ante el juez, en caso de que el trabajador impugne la destitución porque no está de acuerdo. Además, el documento también incluirá la fecha en que se formalizará el despido, es decir a partir de qué día acabará su actividad en la empresa. Podemos encontrar diferentes tipos de cartas de despido según los motivos por los cuáles el trabajador deja de formar parte de la empresa. Evidentemente, no es igual la carta que se escribe a un trabajador destituido por causas objetivos que un despido disciplinario. El trabajador también puede escribir la carta de despido voluntario, en el caso que sea él mismo el que desea dejar la empresa.

La amonestación Una amonestación es un aviso o advertencia dirigida a alguien con la intención de corregir una actuación que se realiza de forma irregular.

Procedimiento general de la amonestación Dos son los protagonistas implicados: el individuo o la institución que impone la amonestación y la persona amonestada. El primero tiene generalmente una autoridad reconocida y legítima. Por otra parte, la persona que recibe la amonestación ha actuado de manera indebida. Entre el que sanciona y el sancionado debe existir un reglamento o normativa en el que se especifique qué conductas son censurables, por qué motivo y qué tipo de sanciones hay que

aplicar.

Distintos contextos relacionados con la idea de amonestación En el mundo del deporte existe la figura del juez o árbitro. Su tarea es evidente: que los deportistas desarrollen su actividad respetando unas reglas. Si durante la competición se producen actuaciones indebidas o muy próximas a la sanción, el árbitro puede imponer algún tipo de amonestación, que puede ser una advertencia verbal o una amonestación más explícita (por ejemplo, una tarjeta amarilla en el caso del fútbol). En el ámbito escolar los estudiantes deben cumplir con unas normas de convivencia. Si se producen conductas inadecuadas, los docentes aplican el régimen disciplinario e imponen algún tipo de amonestación. En el contexto laboral existen las amonestaciones cuando el trabajador comete alguna falta leve concreta (por ejemplo, un retraso en la hora de entrada o una falta de respeto a un superior). En estos casos el aviso de amonestación puede ser verbal o por escrito. Si se acumulan un número determinado de amonestaciones existe la posibilidad de ser despedido de la actividad laboral.

El respeto a las normas establecidas En la mayoría de actividades humanas hay algún tipo de norma que sirve como marco de referencia. El código de circulación, el régimen disciplinario de un centro escolar o la normativa laboral son ejemplos claros de normas que deben ser respetadas para el buen funcionamiento de la actividad. En cualquiera de estas circunstancias, las amonestaciones funcionan como un elemento de coerción y normalmente van acompañadas de multas, sanciones o castigos. El individuo amonestado ha incumplido alguna norma establecida y, en consecuencia, tiene que asumir algún tipo de castigo. Si el mecanismo de las amonestaciones no se aplica adecuadamente, la actividad a realizar se convierte en un caos donde impera la injusticia y el desorden.

El memorándum Un memorándum es, en su aceptación básica, un informe donde se expone algo que debe ser tenido en cuenta para un determinado asunto o acción. También puede ser un cuaderno o anotador donde se apuntan las cosas que un individuo debe recordar. En el mundo diplomático, un memorándum es una comunicación menos solemne que la memoria y que la nota, donde se recapitulan hechos y razones que deben ser tenidas en cuenta en los

asuntos más importantes. Generalmente, los memorándums diplomáticos no se encuentran firmados. Por último, la RAE también aclara que un memorándum puede referirse a una nota que se envía por mano a una persona dentro de una misma institución u oficina, o incluso a un resguardo bancario. Aunque la palabra correcta es memorándum, en la actualidad suele cambiarse por memorando, una derivación del plural del vocablo original (memoranda). Por otra parte, el término memorándum es usado muchas veces como sinónimo de oficio. Se trata de un documento o comunicación escrita de carácter oficial o protocolario que utilizan las autoridades. Su función es relacionar a los órganos administrativos de mayor jerarquía. Un oficio de este tipo se utiliza para comunicar disposiciones, consultas, órdenes e informes. También cumple funciones de invitación, de felicitación, de colaboración y de agradecimiento, entre otras. El oficio cuenta con varias partes ya estipuladas, como el membrete, la numeración, el asunto, la referencia y el cuerpo.

El informe El informe refiere a una declaración, escrita u oral, que describe las cualidades, las características y el contexto de algún hecho. Se trata, pues, de una elaboración ordenada basada en la observación y el análisis. La finalidad de elaborar un informe es sumamente variable, aunque siempre presupone la eventual necesidad de poner en conocimiento de otros algo sucedido. En el informe escrito debe primar el lenguaje formal e informativo, con una fuerte carga de objetividad derivada de la idea de que lo que se brinda allí se corresponde con la realidad, y podría ser utilizado para conocer a fondo hechos ya sucedidos, y anticipar lo que aún no ocurrió.

Suelen organizarse en torno a una estructura básica que incluye: Introducción: en la que se explica brevemente de qué se tratará el informe, con una anticipación de lo que se pensaba que ocurriría y los objetivos preliminares. Cuerpo: en el que se detalla la información principal, en muchos casos con subtítulos y elementos paratextuales, y eventualmente, los pasos que fueron orientando la investigación por cierto camino. Conclusión: que pondrá en consideración los resultados más importantes. Bibliografía: que detalla quienes aportaron los datos y de qué forma, con el fin de tener, además de los resultados, las fuentes que los proveyeron. Es incluida al final del informe.

En los informes orales, existen algunas diferencias importantes: El orador deberá conocer muy bien el espíritu del informe, a qué quiere llegar con esa minuta y cómo fue desarrollada la investigación. Deberá ser claro y breve, sin excederse en detalles, ni tampoco omitiendo partes importantes. Aquí entran en juego los conocimientos sobre oratoria, pero lo esperado es que con la misma estructura (introducción, cuerpo, conclusión), a medida que vaya avanzando en su exposición, el oyente pueda anticipar la conclusión.

El acta Se denomina acta al documento que durante una reunión es escrito por una persona presente en la misma, y a través de la cual se registran a que sus temas que han sido tratados, como así también las conclusiones o acuerdos que han resultado adoptados luego de dicha reunión. El acta tiene como finalidad otorgarle una certificación de qué ha ocurrido durante la reunión, y de esta manera validar dicho encuentro. Son variados los organismos u organizaciones que pueden realizar este tipo de reuniones en las cuales se elaborará un acta: desde asambleas en los parlamentos hasta una asociación de vecinos de una ciudad en particular de cualquier parte del mundo. En general, las actas suelen ser archivadas en lo que se llama un libro de actas, que recoge las actas labradas a lo largo de un período de tiempo determinado, de manera cronológica, y el orden esta dado por una enumeración de sus páginas. Existen algunos elementos en común que poseen todas las actas: por ejemplo, todas ofrecen una visión o estructura general de lo ocurrido en la reunión, quienes han sido los participantes o asistentes, el detalle de las diferentes cuestiones o temas planteados, cuales han sido los debates, y las conclusiones de los mismos, determinando si tanto los convocantes como los convocados han arribado a un acuerdo, o no, acerca de las cuestiones que han sido planteadas durante su celebración. Para registrar lo que va ocurriendo durante la reunión, suele designarse a alguna persona que toma nota de aquellos datos que deben ser especificados en un acta. En este sentido, la mayoría de las veces se designa a una persona que posea conocimientos sobre la redacción y la presentación de este tipo de documentos, que en general suele ser el secretario o secretaria de la comisión, sea cual sea el tipo de organismo u organización de la cual estemos hablando. Una vez redactada el acta, todos los participantes en la reunión deben dar el visto bueno acerca de lo que el acta expresa, sobre todo teniendo en cuenta que se especifican cuáles han sido las

conclusiones o los acuerdos a los cuales se ha arribado. Por eso, al finalizar la reunión, cada asistente y participante debe firmar el acta, dejando así constancia de su participación y de su conformidad respecto a lo que el acta expresa.

La Certificación La certificación es la garantía que se entrega o extiende sobre algo y que tiene la misión de afirmar la autenticidad o la certeza de algo, para que no queden dudas respecto de su verdad o que se está ante algo auténtico. Documento que emite una autoridad competente o entidad de alta credibilidad y que afirma la autenticidad o la certeza de algo Generalmente, la certificación es entregada por una entidad referente en una materia y que se encarga además de velar el cumplimiento de determinadas condiciones, incluso las estudia, y si las confirma positivamente sentencia dándole ese certificado. Cabe destacarse que la entidad deberá mantenerse independiente, autónoma, respecto de la persona o de la organización que estudia, si ambas disponen de interés en común perderá obviamente validez cualquier certificación que pueda emitir. Justamente la garantía es que no medie ninguna vinculación entre parte que haga esa certificación no sea realmente objetiva. Certificación es una palabra que se relaciona con certificado y que se utiliza para designar al acto mediante el cual una persona, una institución, una organización recibe un comprobante de alguna actividad o logro que realizó. Este documento podrá ser exhibido ante quien corresponda y servirá de suficiente garantía y demostración que tal o cual actividad se concretó correspondientemente. La certificación puede ser efectiva o simbólica: los certificados considerados efectivos son aquellos que son necesarios para probar que algo se cumplió (por ejemplo, la educación secundaria); otros son simbólicos y no tienen real valor más que para dejar un pequeño símbolo de que algo se hizo (por ejemplo, un certificado que se otorga luego de realizar un curso que no tiene valor académico). Siempre estaremos hablando de situaciones en las cuales algo ...


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