Los hijos de Facundo Resumen PDF

Title Los hijos de Facundo Resumen
Author Paula Sityar
Course Historia Argentina General I
Institution Universidad Nacional de Mar del Plata
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Los hijos de Facundo Introducción El objeto de estudio de los hijos de facundo es el caudillismo (estaba forjado por una variedad de fuerzas y experiencias) y la política en los sectores populares en la provincia de la Rioja durante el proceso de formación del Estado (la participación política de los gauchos en la argentina del siglo XIX). Después de la caída del gobierno federal de la confederación argentina en 1861, el nuevo gobierno nacional comenzó a imponer su control militar y político sobre las provincias del interior. Esta fase implico muchas disputas y violencia, en especial en la Rioja. Entre 1862 y 1868 se rebelaron seis veces contra los gobiernos nacional y provincial. La Rioja era la tierra de caudillos y montoneras por excelencia. Este estudio de caso se propone revisar el conocimiento convencional sobre el caudillismo y cuestionar las explicaciones actuales del tipo de contienda bipartidaria que definió la política en ese periodo. Comprender los conflictos y la resistencia que el proceso desencadeno en las áreas rurales de argentina y américa latina. Caudillismo Existen distintas concepciones del caudillismo, sin embargo a rasgos generales, el autor les critica que han ignorado a los seguidores de los sujetos políticos, pasando por alto el hecho de que el liderazgo caudillista fue también una construcción de quienes los seguían. El caudillismo debe verse a través de los ojos no solo de los líderes, sino también de los seguidores (las motivaciones de los gauchos fueron muchas y variadas, que no operaban en un vacío cultural o político), y para lograr esto, los historiadores deben concentrarse en las condiciones sociales y la cultura política de estos. La política en el siglo XIX La comprensión de la política en un país extenso con una geografía heterogénea, diversas economías rurales, fuertes identidades regionales y pocas y débiles instituciones federales requiere que los estudios tengan en cuenta estas especificidades, en especial, si se considera que la vida política cotidiana tuvo, en gran medida, un carácter local y regional. Esto no significa que se deban ignorar los procesos más amplios. También sostiene el autor que la política no se puede explicar exclusivamente a través de análisis económicos, sociales o institucionales. En consecuencia, sin ignorar estos contextos, se concentra en los actores y la forma en que su experiencia y su cultura forjaron conciencia e informaron sus acciones políticas. Presta atención además a las representaciones, el lenguaje, las acciones simbólicas, las prácticas cotidianas, la mentalidad. Considera a los gauchos como sujetos conscientes de la política e incorpora sus experiencias, cultura y conducta al estudio de la historia política. La política en las áreas rurales no fue una actividad monopolizada por las elites locales, en la Rioja por ejemplo, en la década de 1860, las identidades partidarias implicaban experiencias que se habían ido desarrollando a lo largo del tiempo, en distintos niveles y producto de varios fenómenos. La provincia de la Rioja: 1855 34341 hab 1859 1,3 millones de hab. Sociedad étnicamente diferente, dividida en seis departamentos (La rioja, Arauco, Famatina, Guandacol, Vinchina, Costa Alta y Costa Baja) con diversas geografías y economías. El poder político en la Rioja, tras el asesinato en 1835 de Quiroga siguió estando en manos de los federales, sin embargo en 1840 algunos se unieron a los unitarios en la Coalición del Norte. Entre ellos el Chacho, con la derrota de la coalición se exilió a Chile y volvió en 1842 y 1843 para liderar dos revueltas contra Rosas, ninguna tuvo éxito. Los federales siguieron en control hasta su derrota en 1863.

1862-1863: las rebeliones de Peñaloza: Después de la derrota de Urquiza en la batalla de Pavón en 1861, el nuevo gobierno nacional, controlado por los unitarios de Bs As lanzó varias expediciones militares al interior. Chacho Peñaloza (1798-1863) en marzo de 1862, se rebeló contra el gobierno nacional. El levantamiento abarco La Rioja, el oeste de Córdoba y el norte San Juan y San Luis. Terminó en mayo de 1862 con un acuerdo de paz, en el tratado La Banderita, estableció gobiernos unitarios en Córdoba, San Luis y San Juan y reconoció a Peñaloza como general. El acuerdo evidenciaba la habilidad del caudillo para resistir y las limitaciones económicas, políticas y militares de la gestión de Mitre. El acuerdo no funcionó. En marzo de 1863 Chacho volvió a rebelarse contra el gobierno nacional. Chacho peses a su aislamiento político se mostró como un serio obstáculo político para los unitarios. Su éxito militar tuvo corta duración, fue derrotado por el coronel Arredondo en San Juan y capturado por Irrazabal en Los Llanos donde fue asesinado en noviembre de 1863. 1865: la montonera de Aurelio Zalazar: La paz impuesta en La Rioja demostró ser precaria, en mayo de 1865 Guerra al Paraguay. El reclutamiento en las provincias encontró fuerte resistencia, a fines de junio unos gauchos encabezados por Aurelio Zalazar atacaron un contingente, liberaron reclutas y reunieron una montonera (500 gauchos) que trato de derrocar al gobierno provincial. A mediados de julio, derrotados en las afueras de la ciudad. Zalazar capturado en noviembre. 1866: Nuevas montoneras: Berna Carrizo se rebeló contra el gobierno provincial. Movilizo una montonera (entre 100-200 hombres), y luego marcho contra la ciudad de La Rioja. Derrotado en Los Llanos y ejecutado en la capital. En noviembre otro levantamiento, una pequeña montonera. 1867: La rebelión de Felipe Varela: rebelión federal líder Felipe Varela (1819-1870) quien regreso a la Argentina a fines de 1840, tras su exilio (por los mismos motivos que el Chacho). En 1863 tras su levantamiento con Peñaloza volvió a exiliarse en Chile. Desde allí, junto con Juan Saá (San Luis) y Juan de Dios Videla (San Juan), lanzo una rebelión a fines de 1866.en noviembre los federales de Mendoza se habían rebelado en lo que se llamó la revolución de los colorados y ya tenían el control de la provincia, lo que facilito la campaña de Saá y Videla, quienes debían tomar Mendoza, San Juan, y San Luis mientras Varela debía asegurar La Rioja y Catamarca, para luego controlar el resto del norte. Sin embargo, pese a que Varela logro controlar La Rioja en marzo, en abril fue derrotado en Pozo de Vargas. Tras esta derrota se exilió en Bolivia a donde llego a fines de 1867. 1868 intento una nueva revolución que fracasó. Murió en 1870 en Chile. 1868: La montonera de Sebastian Elizondo: el fracaso de Varela no significo el fin de la resistencia federal en La Rioja. 1868 tras el pedido de amnistía rechazado por algunos de los lideres federales, estos buscaron negociar por la fuerza. Bajo el mando de Elizondo, movilizaron a más de 500 gauchos y en agosto pusieron sitio a la ciudad. Este sitio termino con la renuncia del gobernador unitario, reemplazado por otro unitario, quien luego, al igual que el gobierno nacional no respeto la amnistía general. Capítulo 1 Caudillos, elites provinciales y la formacion del Estado Nacional: desde la independencia hasta 1862, las provincias habían vivido bajo un sistema que les permitía mantener la mayor parte de su soberanía y en el cual el único medio que tenían las elites del interior para gobernar y administrar eran los Estados provinciales. Bajo el proceso de formación del Estado nacional (década 1860) algunos miembros de la elite del interior declararon su apoyo al sistema federal de gobierno, mientras que otros se convencieron de que era necesario un sistema unitario o centralizado. El Estado provincial: terrible pobreza del tesoro provincial, los presupuestos en que se gastaban los escasos recursos. El problema fundamental era la pobreza de las economías regionales y la consiguiente imposibilidad de los estados provinciales de recaudar suficientes impuestos para mantenerse. No era un hecho exclusivo de la Rioja.

Estado, clientelismo y política: la consecuencia más importante de la falta de fondos estatales en La Rioja fue su incapacidad para ejercer un monopolio legítimo sobre la violencia. El estado no podía imponer límites a la rivalidad política y a los conflictos, ni tampoco imponer y sostener su autoridad. El ejercicio de la violencia privada era la única alternativa de los actores para garantizar sus derechos políticos y su participación. El factor decisivo en la vida política era en realidad, la gente, gran importancia del clientelismo. En la Rioja, la capacidad de movilización había transformado a los federales en árbitros de la política. Mientras las elites locales sufrían la debilidad de no poder movilizar a los gauchos. Este equilibrio de poder provincial fue significativo para definir la posición de ambos sectores de la elite de La Rioja en relación con el proceso de formación del Estado liderado por el gobierno central. Los federales, los temas principales de la resistencia en La Rioja fueron la soberanía provincial y la Constitución del 53, de la mano con una pronunciada hostilidad hacia Bs As. Los unitarios, con respecto a la formación del Estado nacional existieron diferencias entre ellos: 1-unitarios puros 2-liberales. Estas posturas solo diferían en los mecanismos que debían usarse en el proceso de centralización y hasta qué punto y a qué velocidad debían llevarse a cabo, ambas apoyaban el proceso y que Bs As tuviera el papel principal. Justicia y personal político: la debilidad de los estados provinciales y la consiguiente falta de un Poder Judicial independientemente eran comunes en el interior, y con frecuencia esto era usado por los unitarios como prueba de la imposibilidad de gobernar el país bajo un sistema federal. Otro problema para la administración adecuada de la justicia era la escasez de recursos humanos, de personal especializado, esta traía aparejada a su vez, la administración ineficiente y lenta de la justicia que derivaba de la mala preparación de los legos. La geografía de la política: en la Rioja, la mayoría de los federales eran habitantes de la campaña, aunque la lealtad federal era sólida en todos los departamentos. El partido unitario, que era minoría, tenía partidarios en la ciudad de la Rioja, la mayoría de ellos pertenecía a la ¨gente decente¨. Capítulo 4 Gauchos, montoneros y montoneras: perfil social y funcionamiento interno de las rebeliones: El autor usa el concepto de gaucho en un sentido denotativo, gauchos eran aquellos que vivían en el campo, sea que dependieran de la agricultura de subsistencia, sea que trabajaran en la cría de ganado o en la minería, como era el caso de esos departamentos riojanos. Por otro lado, el de montonero define, en las provincias del interior a aquel que se rebelaba por razones políticas contra las autoridades departamentales, provinciales o nacionales. En algunos casos revolucionario y montonero eran sinónimos (estas no son las únicas concepciones pero son las que el autor utiliza). Las montoneras eran las movilizaciones, grupos de gauchos que iban desde 6 hasta 4000- a nivel departamental, provincial o nacional- de rebelión contra las autoridades. Los caudillos y sus seguidores: además de su capacidad personal para movilizar, los líderes como Chacho o Varela, contaban con la ayuda de caudillos menores. En realidad una buena cantidad de los gauchos que se unían a las movilizaciones lo hacían en nombre de líderes federales intermedios (ponían a sus seguidores a servicio). En 1860 33 líderes federales, estos surgieron al demostrar sus capacidades políticas y militares en las luchas partidarias, y no por poseer una posición social importante. Tenían ciertas cualidades que les permitían movilizar y liderar a grandes grupos de gauchos en acciones de guerra, reconocidas por sus pares en el campo, reconocimiento que les ayudó a hacer alianzas y obtener apoyo. Sin embargo, las cualidades personales solas no garantizaban seguidores, estos querían saber por quién y por qué se estaban movilizando. Estos seguidores/montoneros, en su mayoría vivían en ciertos departamentos de la provincia, casi todos tenían una ocupación y la mayoría estaba casada y probablemente tenia familia. Esto implica que, excepto durante las movilizaciones, llevaban vidas estables y estaban lejos de ser criminales. Funcionamiento interno de las montoneras: su organización era similar a la de las milicias provinciales, era una organización jerárquica de naturaleza vertical (diferentes rangos significaban a su vez, diversos niveles de autoridad y de responsabilidad), con consejos de guerra (donde se juzgaba a enemigos políticos como a miembros de la rebelión). Dos preocupaciones eran siempre

fundamentales, definir los objetivos y métodos para lograrlos y la elección de un líder. El estilo de la lucha de las montoneras era el típico de guerrillas. Era una guerra de recursos, en donde los suyos siempre eran pobres (antiguas espadas, garrotes, lazos, cuchillos, piedras, otros), frente a los de las tropas nacionales. Las mujeres y la política: la política, incluidas las montoneras, estaba dominada por los hombres y las mujeres, salvo algunas excepciones, no solían seguir a los montoneros durante las campañas militares. La función de las mujeres que participaron consistió en general, en construir la lealtad de los clientes y/o para el federalismo, sin embargo en algunos momentos, su participación se volvió más audaz y militante, como fueron los casos de Carlota Recalde y Dolores Diaz. Capítulo 5 Los caudillos y sus seguidores: las formas de una relación: la gran y fiel clientela le permitía al caudillo sostener la guerra e involucrarse en la política no solo en La Rioja, sino en otras provincias como San Juan, San Luis, Catamarca y Córdoba. Ahora bien ¿Por qué los gauchos los seguían? Carne, ropa y trabajo: diversas motivaciones materiales inmediatas alentaban a los gauchos a unirse a las montoneras y constituían una parte importante de sus relaciones con los caudillos. Los gauchos creían que su dieta diaria seria carne, para lo cual la única forma de alimentarlos era matar el ganado hallado en los lugares por donde pasaban. Suponían a su vez, que los líderes les darían zapatos y ropa, provisión que cubriría las necesidades que el clima y el suelo les imponían, y entendían como su derecho/responsabilidad de los líderes (otra forma de obtenerlos era por medio del saqueo o el botín de guerra). Otra motivación era el incentivo material que se les ofrecia a cambio de la oportunidad de trabajar y complementar sus ingresos. Este último recurso fue también utilizado por los unitarios para reclutar gente, sin embargo aun cuando la promesa de un salario o la expectativa de recibirlo alentaba a las clases más bajas a incorporarse a las tropas, la pobreza de los Estados provinciales y del nacional, así como la inclinación de los gauchos por el federalismo y sus líderes, solían poner en peligro la movilización. Subsistencia y protección: los gauchos enfrentaban periódicamente serias dificultades para cubrir las necesidades de su economía doméstica, con frecuencia por consiguiente pedían ayuda a los criadores en mejor posición. La asistencia con respecto a las necesidades básicas no solo forjo las expectativas de los gauchos sino también la forma en que los caudillos entendieron la relación patrón-cliente. La protección, era por otro lado, la relación entre un líder y sus seguidores, en donde la intervención en representación de los gauchos cubría una amplia gama de situaciones. Muchas veces la protección se convirtió en una especie de derecho adquirido que los gauchos aprendieron a usar y manipular. Sociabilidad: los caudillos desarrollaban numerosas actividades (festivales, bailes, reuniones, carreras, juegos de cartas) en su vida cotidiana que les permitían sociabilizar con los gauchos y otros terratenientes: estas actividades, a su vez, reproducían y amplificaban la influencia de los líderes. La naturaleza misma de estos encuentros sociales implicaba una conexión emocional entre ambas partes. Esta intimidad era posible gracias a que la crianza y las costumbres de los caudillos no estaban tan alejadas de las de los gauchos. Aunque la sociedad de los Llanos presentaba una clara diferenciación social esto no implicaba una brecha cultural (la estrecha brecha estaba marcada por normas sociales). Caudillismo e identidad partidaria: en la Rioja en la década de 1860 existían simpatías políticas bastante homogéneas entre la gente. El federalismo predominaba entre los gauchos, aunque no era unánime. Los gauchos riojanos eran conscientes de que ser chachista también significaba ser federal o involucrarse en la lucha contra los unitarios. ¿Gauchos federales, líderes unitarios?: como decía anteriormente, el federalismo era una identidad política que mantenía cautiva la lealtad de la mayoría de los gauchos, esto afecto críticamente la capacidad de las elites identificadas con el unitarismo para conducir la política y el gobierno. Esta

falta de disponibilidad de los gauchos para cualquier líder, era una consecuencia de la politización de éstos. La identidad política de los gauchos estaba tan profundamente arraigada que en el intento de manipularlos algunos miembros de la elite unitaria debieron abandonar, al menos temporalmente sus propias tradiciones políticas para poder lograrlo. Capítulo 9 La desaparición del federalismo: el federalismo domino La Rioja desde la década de 1820 y todavía mostraba una notable capacidad para moldear la política provincial y regional en la década de 1860. Sin embargo la década de 1860 diezmó el liderazgo federal riojano, la capacidad de resistir y su voluntad política. Por ello a fines de 1870 había desaparecido como fuerza política. En realidad no solo el federalismo sino también el unitarismo como identidad política, desaparecieron y su destino fue una consecuencia de la formación del Estado nacional que, en aquellos años sesenta y setenta, reconfiguro fundamentalmente el paisaje político del interior y en realidad de la nación en su totalidad. Algunos de los cambios que la formación del Estado nacional llevó al interior fueron: la presencia decisiva del ejército, la justicia federal, el subsidio a la administración provincial, la división de los departamentos rurales en varios más pequeños lo que facilito la vigilancia del campo, la fundación de escuelas primarias, la recolección del folklore, otros. Sin embargo, el proyecto del estado nacional encontró ciertas limitaciones: ¨las tradiciones no se borran de un día para otro, y menos cuando vienen empapadas de sangre¨ Conclusiones Vista desde el interior del país, la centralización del poder no solo fue una consecuencia de las políticas implementadas por el estado nacional, también fue buscada activamente por ciertos sectores de las elites provinciales. Contrariamente a lo que se ha afirmado, el proceso de formación del estado genero mucha resistencia entre las clases bajas rurales (la movilización de las clases bajas en favor del federalismo y sus líderes) y esta resistencia afecto al ritmo y a la forma que tomo el proceso. ¿Qué eran las montoneras? No eran ni una expresión de bandidaje ni un modo de vida. Fueron una de las formas que tomaron las luchas partidarias y una de las formas en que los gauchos se involucraron en política. Las montoneras tenían una organización de tipo militar, con jerarquías o responsabilidades bien definidas. ¿Por qué los gauchos seguían a los caudillos? Motivaciones materiales inmediatas, como recompensas monetarias o acceso a diferentes tipos de bienes, las relaciones patrón-cliente, el carisma de los caudillos, lealtades partidarias (la identidad partidaria – desde las relaciones sociales agrarias, pasando por las identidades étnicas y religiosas, hasta la experiencia de los gauchos en el proceso de formación del Estado- dieron forma al federalismo en el nivel local), otras. Estas motivaciones no funcionaban en un vacío sociocultural y políticoideológico. La identificación personal y partidaria de los gauchos con los líderes también contaba en la decisión de unirse a una montonera. La política en las áreas rurales no era un terreno monopolizado por las elites locales, las luchas partidarias no eran un conflicto intraelite, sino que involucraban a lo más diversos sectores de la sociedad. Por lo tanto, el concepto de política facciosa es insuficiente para explicar el conflicto entre unitarios y federales durante el proceso de formación del Estado en la Rioja....


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