Nutrición pediátrica PDF

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Nutrición pediátrica En la actualidad se tiene un gran entendimiento sobre la importancia que tiene la alimentación en los primeros años de vida, junto con un establecimiento de hábitos saludables, los cuales en un futuro ayudaran a prevenir el desarrollo de diversas patologías tales como obesidad, diabetes, problemas cardiovasculares o el cáncer. Se sabe que los hábitos alimentarios que se establecen en esta etapa podrían tener una permanencia a lo largo de su vida, influyendo mucho el tipo de alimentación que se tenga en casa, ya que los padres son el principal ejemplo a seguir de los infantes durante esta etapa. Una alimentación correcta durante la infancia es necesaria para permitir un desarrollo y crecimiento adecuado y tener un rendimiento físico y psíquico óptimo. El paciente pediátrico, dependiendo de su etapa de desarrollo, se clasifica en neonatos, lactantes y niños. Los neonatos son los recién nacidos de edad inferior a 1 mes, pueden ser a término o prematuros, cuya edad de gestación es inferior a 36 semanas; los lactantes son de una edad inferior al año y los niños son a partir de 1 año de edad. Los primeros meses de vida son considerados una etapa crítica, debido a que el organismo se encuentra en crecimiento y formación, por lo tanto, los efectos de los desequilibrios y algunos errores pueden llegar a ser graves y tener ciertas repercusiones a futuro (Jiménez, Martínez, Velasco y Ruiz, 2017). Las principales características de un lactante, visto desde el ámbito de la nutrición, es la inmadurez de diversos órganos y sistemas como el hígado, riñón, sistema nervioso y sistema digestivo; metabolismo endógeno incrementado, velocidad de crecimiento rápida y un desarrollo físico y social. Debido a estos puntos, el lactante se vuelve un individuo demandante desde el punto de vita nutricio. En un infante se deben cubrir las necesidades nutricias según el metabolismo basal y la actividad física, para asi poder cubrir las necesidades de crecimiento del niño. Un aporte excesivo de energía puede ocasionar una hiperglucemia, aumento de los depósitos grasos y otras complicaciones. Por otro lado, un aporte deficitario

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pude traducirse en alteraciones en el crecimiento y en la respuesta inmunológica. En los niños las necesidades energéticas pueden dividirse en subgrupos: termogénesis alimentaria, crecimiento, la actividad física y el metabolismo basal. En relación con las necesidades energéticas, sus necesidades por kg de peso van disminuyendo con el paso del tiempo. En los primeros 6 meses de vida la distribución de energía en macronutrientes será de 2g/kg/día en proteínas, en hidratos de carbono se debe tener del 30%-40% de la energía total consumida y en lípidos se debe considerar del 40% al 55%. Al año de vida los hidratos de carbono deben aumentar hasta los valores de un adulto que son en un rango del 55% al 60%, en cuestión a las proteínas se deben disminuir a 1,6 g/kg/día y en lípidos disminuyen a un rango del 30% al 35%. La nutrición pediátrica o infantil tiene una gran importancia que en cierto punto algunas personas no la llegan a tomar enserio, ya sea por diversas circunstancias o ideologías de las mismas. En la actualidad se ha visto un incremento del porcentaje en obesidad en niños, esto podría ser un efecto de una mala orientación alimentaria de los padres, ya que en la etapa infantil con quienes se trabajan principalmente es con ellos. Es por eso que es indispensable el tener una orientación adecuada de un nutriólogo desde el momento de la ablactación, para así poder tener una alimentación equilibrada y variada y asegurar un buen crecimiento y desarrollo del infante evitando un exceso o un déficit alimentario....