Reseña de el libro El Director de David Jiménez García PDF

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Reseña de el libro entero de El Director de David Jiménez García. Profesor Santiago Tejedor. Asignatura de Escritura Periodística. Primero de periodismo de la Universidad Autónoma de Barcelona....

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Reseña sobre el libro de un exdirector sin miedo y con ganas de hablar El director: secretos e intrigas de la prensa narrados por el exdirector de El Mundo, de David Jiménez. Publicado en 2019. Idioma original: español. Editorial: Libros del K.O. David Jiménez en este libro nos muestra, sin tapujo ni secreto alguno, las cosas buenas y malas que tiene el trabajar como periodista. Vemos el caso de un chico que empieza en este mundo y busca su lugar, uno donde él se sienta realizado y pueda exprimir al máximo sus potenciales. Sin ser consciente entra en un terreno que él desconocía y que él pensaba que podía cambiar, y ese es su error. Para su sorpresa no es así, acaba en un entorno que le sobrepasa en muchos sentidos y le acaba pasando factura. Está sobreexpuesto y sometido a mucha presión debido al cargo que tiene. Sencillamente, nos cuenta el caso de un hombre que no cree del todo en la malicia del mundo y que no es consciente de la inmensa corrupción que hay cuando entras en temas de economía y política. Reflexiona sobre su experiencia y lo cuenta con valentía. Además, el autor nos explica cómo es ser principiante en un trabajo de periodista, aburrido y monótono, y encima ves como tus compañeros más veteranos tienen historias interesantes que contar o que salen a la calle en situaciones más delicadas. Tú, el novato, te pasas el día escribiendo sobre cosas que probablemente no te interesen ni a ti o sencillamente te gustaría estar comentando algo que te emocionara más. Esto para mí es un buen aviso, ya que debes ser consciente de que lo más probable es que trabajar como periodista al principio no sea una cosa excitante o que lo seguramente en la primera empresa a la que entres a trabajar no te dejarán escribir sobre lo que tú quieras. Por tanto, creo que avisar de que la cosa mejora puede servir como motivo de conformación y razón para no abandonar en muchos casos. También, el hecho que los medios de comunicación no sean empresas púbicas, es decir, que dependan de la publicidad de otras empresas y, por tanto, del dinero que les den estas para promocionar sus productos, hace que las potencias económicas del país y las más influyentes, acaben teniendo también el control de estos medios. Por mucho que seas un medio que quiere ser independiente y no hacer favores a nadie, sino limitarte a informar porque así es como tú ves el hacer periodismo, no quita que necesites dinero para mantener abierto el medio. Los monopolios u oligopolios son muy peligrosos, ya que controlando la mayoría o la totalidad de un sector controlan más o menos parte de la economía, cosa que les acaba relacionando con la política. Por tanto, nuestro narrador entra en el mundo de periodismo pensando que todo el mundo tiene las mismas buenas intenciones que él y que será capaz de cambiar el sistema que los medios de comunicación han seguido y mantenido durante varias décadas o incluso siglos. No obstante, el poder adquisitivo de un medio condiciona directamente la capacidad de plantilla de este y la frecuencia de los despidos o las incorporaciones, relacionado directamente con el ambiente entre los empleados. Por otro lado, vemos hasta qué punto incluso entre los periodistas hay una gran rivalidad sin escrúpulos que puede generar grandes guerras dentro del propio medio. Esta rivalidad no deja de reflejar el amplio acceso al poder que puedes llegar a tener en el caso de que llegues a altos cargos. Los contactos y las cadenas de favores juegan un gran papel en la prosperidad de los medios. Estos contactos fácilmente se pueden convertir en fuentes de información y, por tanto, servirte para tener mejor contenido sobre el que escribir en tu noticia. O al revés, la negación a mantener relaciones con personajes influyentes por no caer en la corrupción, el favoritismo o el parcialismo puede hacer que te quedes estancado sin poder ascender laboralmente o que incluso seas despedido o cesado. Es decir, una buena o mala red de contactos con abogados, jueces, políticos, empresarios, en resumen, gente dentro del poder, puede limitar o impulsar tu vida laboral o la de tu negocio.

La compañía, los cargos que están a tu alrededor, quienes están trabajando para ti o para los que estas tú trabajando influyen en la marcha del periódico. Tener un equipo de currantes y de gente sensata facilita mucho el trabajo y la cooperación de los redactores, los investigadores y los dirigentes. Los trabajadores y altos cargos deben actuar como uno solo, con unos objetivos comunes y unas reglas que cumplir para poderlos conseguir. Se debe definir de antemano el criterio y las políticas que todos los integrantes del medio deben seguir y aplicar. Evitar o por lo menos intentar controlar las envidias, recelos o malas relaciones que hay dentro del personal es muy importante a la hora de poder cortarlos o que estos puedan llegar a afectar de manera severa el funcionamiento del diario. Por otro lado, conocer quién tienes trabajando codo a codo contigo, como he dicho, puede ser definitivo, pero sobre todo en el caso de tener topos en tus oficinas o redacciones, ya que eso puede definir tus ventajas o desventajas frente a la competencia. Los medios de comunicación públicos tampoco es que se salven, ya que estos están incluso más condicionados por la política, ya que estos dependen directamente del gobierno que esté vigente en ese momento. La incorporación de personas de confianza del gobierno en los medios es algo conocido por todo el mundo y en ello tenemos el claro ejemplo de que sí están condicionados por las personas influyentes en el ámbito de la gobernación. Además, estos están limitados por las subvenciones por parte del estado o de la institución política en la que esté organizo ese territorio.

Yo a un futuro periodista le daría básicamente estos tres consejos: que defina una política y la siga hasta el final, que mire bien quién tiene a su lado y que cuide qué escribe. La primera como he dicho sería plantear una política que seguir y asumir hasta la última de sus consecuencias, sea en el sentido que sea. Al final, cada uno tiene una idea de vida y una manera de entenderla, por tanto, el que quiere hacer el bien lo hace y el que no, pues no. Quien quiere ser corrupto y usar algo tan imparcial como sería la utopía del periodismo imparcial, apolítico y desinteresado para sacar tajada lo va a hacer, y muchos serán los que se encargarán de darle los medios. En cambio, en el caso de que alguien quiera hacer el bien e informar sobre las cosas positivas y las negativas de todo, sin tener en cuenta de qué o de quién se trata lo tendrá bastante más difícil, ya que en el caso de que esa información no interese lo tendrá bastante complicado para prosperar. Por eso, considero que es clave tener claro el proyecto que se quiere llevar a cabo y no dudar en seguirlo, porque lo fundamental es tener un proyecto al que ceñirse. El segundo es vigilar las compañías. Un buen contacto, una opinión sincera, unos compañeros leales es lo que puede convertir tu trabajo en tu pasión. En el caso de estar trabajando en una oficina, cubriendo noticias que quizás no te interesen o trabajar para jefes que no sientes que te valoren puede ser suavizado si tienes unos compañeros con los que disfrutas de la profesión. No hablo de contactos como fuentes de información, que también, pero estos pueden limitarte y convertirse en un compromiso a la hora de publicar según qué cosas. Sin embargo, yo me refiero a los que trabajan contigo, a los que disfrutan haciendo lo mismo que tú, investigar y contar tramas. Por último, pero no por eso menos importante, le diría, en el caso de que tenga la posibilidad y la capacidad, que mire bien sobre qué escribe, luego decidir si publicarlo o no, pero que sepa sobre qué o quién esté escribiendo y que se atenga a las repercusiones que pueda tener. Con eso no defiendo la autocensura, sino al revés, que siendo conscientes de lo que contamos decidamos ser honestos y servir a nuestros lectores. No vale de nada, destapar según qué secretos o contar historias sin saber el por qué lo estás haciendo o si no te excita el poder contarlo al mundo....