Rosario Sagrado Corazon DE Jesus PDF

Title Rosario Sagrado Corazon DE Jesus
Author Paty Gazpar
Course pensamiento c
Institution Universidad del Valle de México
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canto...


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ROSARIO SAGRADO CORAZON DE JESUS Damos inicio al Santo Rosario. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén VEN ESPIRITU SANTO Ven Espíritu Santo ven, ven por medio de la dulce y poderosa intercesión del corazón inmaculado de María tu amadísima esposa. SEÑAL DE LA CRUZ Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. +En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. Nos ponemos en Presencia de Dios y para que la oración llegue al cielo, pedimos humildemente perdón al señor por nuestras faltas. Te pedimos Espíritu Santo, que nos inundes con tu amor y te hagas presente en nuestros corazones al rezar este hermoso Rosario en reparación al Sagrado Corazón de Jesús. Amén SÍMBOLO DE LOS APÓSTOLES Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén PÉSAME Pésame, Dios mío y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido. Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí; pero mucho más me pesa porque pecando ofendí un Dios tan bueno y grande como vos; antes querría haber muerto que haberle ofendido, y propongo firmemente ayudado por tu divina gracia, no pecar más y evitar las ocasiones próximas de pecado. Amén PADRE NUESTRO Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén

3 AVEMARÍA

Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. GLORIA Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén Dulcísimo corazón de Jesús, tuyos somos y tuyos queremos ser, consagramos nuestra persona, nuestra casa, nuestra familia con todo lo que somos y todo lo que tenemos, reina en nosotros como en la casa que te pertenece y no permita que sea arrebatado lo que con todo corazón te hemos consagrado, derrama amorosamente sobre nosotros las bendiciones que has prometido a los que veneran tu sagrada imagen, enriquécenos con la paz de que gozan las familias que son de tu corazón. Compadécete de los que ingratos se alejaron de ti ilumina a aquellos que todavía no conocen la riqueza de tu amor, atráenos con la suavidad de tu gracia, santifica nuestra casa y familia para que acabando en paz la carrera en esta vida pasemos alabarte en la eterna mansión de la gloria. Amen Gracias te doy Señor y alabo tu gran poder que con el alma en el cuerpo me has dejado amanecer así te pido señor me dejes anochecer en gracia y servicio tuyo sin llegarte a ofender, los pasos que yo anduviere tú me puedes ayudar y si frágil cayere me ayudes a levantar. Levanta mi pensamiento a tu dulce contemplación no por mis merecimientos sino por tu santísima pasión. El Señor que me redimió hable y responda por mí, aleje los enemigos que viniere contra mí. Sagrado Corazón de Jesús en vos confió, en vos espero, y en vos me abandono amen. Mi amado, mi dulce amigo, cuatro cosas hoy te pido con mucha necesidad.    

Paciencia para sufrir Fuerza para trabajar Valor para resistir las penas que han de venir y me han de mortificar Temperamento sereno para poder resolver las cosas con santa calma y así tener en el alma perfecta tranquilidad.

Eso tengo que pedirte, oh, mi Jesús adorado para adorarte y servirte. Amen. Invocación al espíritu santo Ven, espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía tu espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra. Oh, Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del espíritu santo; haznos dóciles a tu espíritu, para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo. Por Jesucristo nuestro señor. Amén. Sagrado corazón de Jesús… en ti confio Confío el pasado a tu misericordia el presente a tu amor y el futuro a tu providencia. Señor, en el silencio de este día que comienza, vengo a pedirte la paz, la prudencia, la fuerza, la sabiduría y la humildad . Hoy quiero mirar al mundo con ojos llenos de amor, ser paciente,

comprensivo, dulce y prudente, ver por encima de las la apariencia a tus hijos como tu mismos los ves y así no ver mas que el bien que hay en ellos. Cierra mis oídos a toda calumnia guarda mi lengua de toda maldad, cierra mi corazón y mi imaginación a todo juicio y sospecha que solo los pensamientos caritativos permanezcan en mi espíritu, que sea tan benévolo y alegre, que todos los que se acerquen a mi sientan tu presencia Sagrado corazón de Jesús revisteme de ti y que a lo largo de este día y siempre yo te irradie. Corazón de Jesus confió, confiare siempre en tu bondad , por el corazón de tu madre, te pido que no desfallezca nunca esta mi confianza en ti a pesar de todas las contrariedades y pruebas que yo tenga para que siendo mi consuelo en vida, seas mi refugio en la hora de mi muerte y mi gloria por toda la eternidad… amen Alma de Cristo, santifícame. Cuerpo de Cristo, sálvame. Sangre de Cristo, vivificame. Agua del costado de Cristo, lávame Pasión de cristo, confórtame.¡ oh mi buen Jesús! Óyeme Dentro de tus llagas, escóndeme No permitas que me separe de ti.A la hora de mi muerte, llámame. Y mándame venir a ti. Para que con tus Ángeles y santos te alabe y te bendiga, Por los siglos de los siglos. Amen. Primer misterio Primer Misterio de dolor: la oración de Jesús en el Huerto. Dice el Sagrado Corazón de Jesús a Santa Margarita María de Alacquoque: “El dolor más grande me fue provocado por las almas que rechazaron el Amor de mi Sagrado Corazón y se condenaron. Quiero que participes de este dolor y de esta amargura”. Le dice también: “Tú, Margarita, vendrás a estar ante mi Sagrario todas las noches del jueves al viernes desde las once a la medianoche, y te haré participe de la mortal tristeza que padecí en el Huerto de Getsemaní, antes de la Pasión”. Pidamos como gracia, ante Jesús Eucaristía, tener los mismos dolores y la misma tristeza de muerte que Él experimentó por nosotros en el Huerto de los Olivos. La soledad más angustiosa oprime ahí y despedaza el Corazón del Divino Agonizante… Ha segregado con predilección a los tres favorecidos del Tabor, para que le consuelen… pero éstos, vencidos por la fatiga, más fuerte que su amor, duermen… ¡Oh, sí!, duermen, y entre tanto, a unos cuantos pasos su Maestro, abandonado… solo, lucha en las convulsiones de una horrenda agonía… Jesús solo y desamparado, sosteniendo el peso abrumador, mortal, de la congoja que provoca la visión espantable de todos los crímenes de la tierra… ¡Oh, dolor! Si los amigos del Señor duermen, porque flacos en el amor, no así los enemigos, celosos y resueltos en su odio… Esta vez la presa ansiada no escapará de sus manos sacrílegas, y para que esa misma noche el Rey divino caiga prisionero en sus redes, velan animosos, capitaneados y envalentonados por el único apóstol que no duerme… ¡Judas! Ofrezcámosle como un solemne desagravio por tantos amigos desleales, tibios, apáticos…, por tantos que se dicen amigos, que debieran serlo, pero que en vez de amar, viven de temor y de transacciones de cobardía… Son tantos los mezquinos en el amor y que están lejos, muy lejos de aquella medida de amor con que ellos fueron amados… No nos engañemos; la culpa que más lastima el Corazón del Salvador, es la que parte, como dardo de fuego, de un corazón amigo… ¡Cuán contados son los verdaderos amigos del Señor, los que lo conocen de veras, los que de veras le aman, en pago y en retorno del don gratuito, de la amistad divina que Él les brinda!… A menudo son los hijos de su propia casa los que más le hieren…

Pedimos humildad, almas de amor inflamadas, meditad con atención las promesas regaladas del divino corazón, al que Dios sirve medite si un estado eligió ya Cuantas gracias necesite mi corazón le dará ,haced el mio semejante al vuestro. Dulcísimo Jesús, manso y humilde de Corazón, en quien toda la santísima trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias: ¡Concédeme un corazón semejante al tuyo! Dios mío, te ofrezco todo lo que soy, y todo lo que tengo, por el Corazón Inmaculado de María. Te adoramos, oh Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús; creemos en tu Presencia Eucarística; a Tu Presencia Eucarística bendecimos; en Tu Presencia Eucarística te glorificamos y por tu Presencia Eucarística te damos gracias y te pedimos perdón por lo que no te adoraban, por los que no te bendicen, por los que no te glorifican y por los que no te dan gracias por el don inestimable de tu Presencia Eucarística. Amén. Jesús manso y humilde de corazón: Haced el mío semejante al vuestro 10 veces Manso corazón de Jesús ……. Sed vos la salvación mía Corazón sagrado de Jesús

tened piedad de nosotros

Corazón inmaculado de María Corazón de Jesús Corazón agonizante

rogad por nosotros misericordia tened piedad de los moribundos

Segundo misterio La flagelación. Jesús es flagelado por los soldados romanos. Recibe cientos de golpes de látigos, que provocarían la muerte por dolor, de no estar el Señor sostenido por la fuerza sobrehumana de su Persona divina. En pocos minutos, y a causa de los azotes y latigazos, todo su cuerpo santísimo queda cubierto de llagas y heridas abiertas, de las cuales mana sin cesar la sangre inmaculada del Cordero de Dios. En pocos minutos, su cuerpo Sacratísimo e inmaculado, queda reducido a poco más que un guiñapo sanguinolento, tanta es la cantidad de heridas que recibe. ¿Qué significan estas llagas dolorosas en su cuerpo sin mancha? Significan los dolores del cuerpo, como las enfermedades dolorosas, o los males del espíritu, ya sean los concedidos por Dios para la purificación del alma, o los que el hombre mismo se procura por su mal obrar. En su Pasión de amor, Cristo, por amor a mí, llevó todos mis dolores, todas mis penas, todos mis males, y todos mis pecados, y los hizo desaparecer en la hoguera de amor de su Sagrado Corazón. A Cristo Presente en la Eucaristía, agradezcamos tanto amor y tanta misericordia, con la adoración de reparación. ¡Nuestra Señora de la Eucaristía, haz que nuestros corazones sean como hierba seca, para que se incendien al contacto con el Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, brasa ardiente del Amor Divino! Amén. Pedimos la caridad fraterna, si discordia el enemigo en las familias sembró, no teman, vengan conmigo que la paz les daré yo, yo seré para el que acuda a mi amante corazón firme amparo, fiel ayuda, consuelo en la aflicción. Jesús manso y humilde de corazón: Haced el mío semejante al vuestro 10 veces Manso corazón de Jesús ……. Sed vos la salvación mía

Corazón sagrado de Jesús

tened piedad de nosotros

Corazón inmaculado de María Corazón de Jesús Corazón agonizante

rogad por nosotros misericordia tened piedad de los moribundos

Tercer misterio la coronación de espinas. Los soldados romanos trenzan una corona de espinas y la colocan sobre la cabeza de Jesús. Las gruesas espinas perforan su cuero cabelludo, y la sangre del Salvador comienza a correr, abundante, desde su cabeza, empapando sus ojos, la frente, su rostro todo. Aquel que en el cielo posee la corona de luz y de gloria, desde la eternidad, dada por su Padre, aquí en la tierra es coronado por los hombres con espinas. ¿Por qué Jesús deja que lo coronen de espinas? La cabeza es la sede de los pensamientos; allí se genera el pensamiento, producto del espíritu; Jesús se deja coronar de espinas para que nuestros pensamientos no solo no sean malos, sino para que sean santos y puros como sus propios pensamientos, como los pensamientos que Él tuvo en la cruz, en la Pasión, en la coronación de espinas. ¡Salve, Rey de los hombres y de los ángeles, ¡coronado de espinas por nuestra mano humana! ¡Salve, Dios bendito, que sufres la humillación suprema por amor a nosotros! Jesús se deja coronar de espinas para que nuestros pensamientos sean santos y puros, como los suyos. ¿Qué pensamientos dedicamos a Cristo en la Eucaristía? Sagrado Corazón de Jesús, que estás rodeado por una corona de gruesas y filosas espinas, las cuales se hunden en tu carne purísima a cada latido, provocándote dolores agudísimos; ten piedad de nosotros, pobres pecadores, porque esas espinas, que se hunden en las paredes del corazón cuando este se relaja y que lo desgarran cuando éste se contrae, para expulsar la Sangre preciosísima, de manera que no hay instante en que el que el Sagrado Corazón se encuentre sin dolor, esas espinas, ¡oh Sagrado Corazón!, son la materialización de nuestros pecados, y por eso es que te pedimos que te apiades de nosotros y nos concedas tu misericordia, para que sintiendo en lo más profundo de nuestras almas, un vivo dolor por nuestros pecados, seamos capaces de preferir la muerte antes de volver a ofenderte con el más ligero pecado. Pero no son los soldados romanos los que te coronan de espinas, sino el Amor, porque es el Amor el que te conduce a sufrir por nosotros; es el Amor el que te conduce a dar tu Vida por nuestro rescate. Entonces, por tu Amor, ten piedad y perdónanos, y por el Amor de tu Madre, Ven pronto, Señor Jesús. Amén. Pedimos pobreza espiritual… Quien en Mi cifre su suerte, en paz su vida tendrá y una dulce y santa muerte sus días coronara. De Mi fuerte amor, en prenda, gracias mil derramare sobre todo cuando en prenda con espíritu de fe. Jesús manso y humilde de corazón: Haced el mío semejante al vuestro 10 veces Manso corazón de Jesús ……. Sed vos la salvación mía Corazón sagrado de Jesús

tened piedad de nosotros

Corazón inmaculado de María

rogad por nosotros

Corazón de Jesús Corazón agonizante

misericordia tened piedad de los moribundos

Cuarto misterio Jesús lleva la cruz a cuestas. El madero de la cruz pesa sobre los hombros de Jesús, y lastima su cuerpo ya flagelado, aumentando el dolor, el cansancio, el sangrado de sus heridas. “Entregué mi espalda a los que me herían, y mis mejillas a los que me mesaban la barba; no escondí mi rostro ante los que me escarnecían y escupían” (cfr. Is 50, 6). ¿El Siervo sufriente de Yahvéh está en medio de nosotros? En la base del Sagrado Corazón hay una cruz, y esto es para significarnos que, para acceder al Sagrado Corazón, no hay otro camino que el camino de la cruz. La cruz en la base del Corazón de Jesús, significa que quien quiera acceder al Amor de Dios, no puede hacerlo sino es por la cruz de Jesús. El Amor de Dios se nos ofrece todo, sin reservas, en el Sagrado Corazón de Jesús, el cual es el fruto más exquisito del Árbol Santo de la Cruz; por ese motivo, quien desee probar el dulzor celestial de este Corazón Santo, Corazón que contiene todo el infinito y eterno Amor de Dios en sí mismo, todo lo que tiene que hacer es subir al Árbol de la Vida, el Árbol Santo de la Cruz, y tomar este Corazón, y gozar y deleitarse en Él, en el tiempo y en la eternidad. Pero no hay otro camino, para alcanzar al Corazón de Jesús, que no sea el Camino de la Cruz, y es por eso que la cruz está en la base del Sagrado Corazón. Por el misterio dela Eucaristía, Jesús, que por nosotros fue tratado como un malhechor, que por nosotros llevó la cruz sobre sus espaldas, que fue herido por nuestras rebeldías, está con nosotros Pedimos la gracia de saber obedecer, fuente y mar inagotable de clemencia y de perdón, el pecado miserable hallará en mi corazón y las almas fervorosas en a las de la oración se elevara presurosas a mas alta perfección. Jesús manso y humilde de corazón: Haced el mío semejante al vuestro 10 veces Manso corazón de Jesús ……. Sed vos la salvación mía Corazón sagrado de Jesús

tened piedad de nosotros

Corazón inmaculado de María Corazón de Jesús Corazón agonizante

rogad por nosotros misericordia tened piedad de los moribundos

Quinto misterio La crucifixión de Jesús. Los clavos de hierro traspasan las manos y los pies de Jesús, provocándole un dolor intensísimo, que se suma a los dolores de su cuerpo azotado sin piedad por los látigos de los romanos. En la cruz, Jesús realiza el supremo sacrificio: el don de sí, por amor a Dios y a los hombres, para salvar a los hombres de la condenación, para donar a los hombres su filiación divina y su Espíritu de amor. En la Eucaristía, Jesús continúa el don de sí que realizó en la cruz: allí, en el Calvario, Jesús donó su cuerpo y su sangre; en la Eucaristía, Jesús dona su cuerpo y su sangre, ya resucitados, ya habiendo pasado por la cruz, ahora gloriosos, pero siempre su cuerpo y su sangre, y con su

cuerpo y su sangre, dona su alma, su divinidad, su Amor. Jesús en la cruz nos dona todo su ser, su sangre, su cuerpo, su alma y su divinidad; Jesús en la Eucaristía, nos dona todo su ser, su sangre, su cuerpo, su alma y su divinidad. ¿Cómo respondemos al don de amor de Jesús? Por la herida abierta de tu costado, fluyen Agua y Sangre: Agua, que justifica las almas, quitando sus pecados, y Sangre, que santifica las almas, concediéndoles tu Vida divina. El Agua de tu Corazón limpia nuestras almas por el Sacramento de la Confesión; la Sangre de tu Corazón enciende nuestros corazones en el Divino Amor por el Sacramento de la Comunión. ¡Oh Jesús Eucaristía, ten piedad de los pobres pecadores, especialmente de aquellos que profanan tu Presencia Eucarística, y envía sobre ellos, por intercesión de Nuestra Señora de la Eucaristía, un rayo de tu luz, que disipe las tinieblas de sus mentes y de sus corazones! También te suplicamos, oh Amado Jesús Eucaristía, que aceptes, también por intercesión de María Virgen, nuestras humildes oraciones y reparaciones, al tiempo que te ofrecemos nuestros pobres corazones para que sean ellos los que reciban, en tu lugar, los sacrilegios, insultos y desprecios que a Ti te dirigen, para que así tengas aunque sea un mínimo consuelo. ¡Oh Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, sumérgenos en el abismo infinito de tu Divina Misericordia, abierto de par en par por la lanza que traspasó tu Sagrado Corazón! ¡Haz que vivamos, oh, Jesús, en el tiempo y en la eternidad, bajo los rayos de tu Amor Misericordioso, que brotaron de tu Corazón traspasado! Pedimos la gracia de aceptación a la voluntad de Dios, si mi imagen en tu casa honras con veneración, derramare ahí sin reserva los dones de mi corazón, quien mi culto haya extendido en mi corazón tendrá su nombre por mi esculpido jamás de él se borrara. Jesús manso y humilde de corazón: Haced el mío semejante al vuestro 10 veces Manso corazón de Jesús ……. Sed vos la salvación mía Corazón sagrado de Jesús

tened piedad de nosotros

Corazón inmaculado de María Corazón de Jesús Corazón agonizante

rogad por nosotros misericordia tened piedad de los moribundos

Amor del Corazón de Jesús abrasad mi corazón, Caridad del Corazón de Jesús, derramaos en mi corazón, Fortaleza del Corazón de Jesús, sostened mi corazón, Misericordia del Corazón de Jesús, perdonad a mi corazón, Paciencia del Corazón de Jesús, no os canséis de mi corazón, Reino del Corazón de Jesús, estableceos en mi corazón, Ciencia del Corazón de Jesús, enseñad a mi corazón, Voluntad del Corazón de Jesús, disponed de mi corazón, Celo del Corazón de Jesús, devorad mi corazón. Oración por los agonizantes: ¡Oh misericordioso Jesús, abrasado en ardiente amor de las almas! Te suplico por las agonías de tu sacratísimo Corazón y por los dolores de tu inmaculada Madre, que laves con tu sangre a todos los pecadores de la tierra que estén ahora en la ag...


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