Análisis - Aura -Carlos Fuentes PDF

Title Análisis - Aura -Carlos Fuentes
Course Literatura
Institution Universidad Pontificia Bolivariana
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Análisis literario de la obra Aura de Carlos Fuentes...


Description

ANÁLISIS DE LECTURA AURA – CARLOS FUENTES

PRESENTADO POR: RAFAEL DAZA MAESTRE

PRESENTADO A: BEATRIZ E. MONSALVE VÉLEZ

UNIVERSIDAD PONTIFICIA BOLIVARIANA LITERATURA

MEDELLÍN- ANTIOQUIA 9 DE MARZO

2018

1.

Leimotiv: Manipulación Hiperbólica. Theatrum Mundi: Este tópico literario lo vemos reflejado en todo el desarrollo de la historia, desde el inicio hasta el final comenzando por el anuncio del trabajo que lleva en realidad un fin manipulador y es el de adentrar a Felipe a la casa para que luego este encarne al señor Llorente; con la ausencia de iluminación, el personaje va siendo moldeado como una marioneta sin darse cuenta y comienza a sentir atracción hacia la joven Aura por medio de sus sueños, al verla a ella tan sumisa y reprimida. Poco a poco Felipe, al comenzar a revisar los escritos del general Llorente, va encarnándolo y dejando de tomar sus propias decisiones, para que todas tengan que ver con las aspiraciones de la Señora Consuelo. La atmósfera en la que se desarrolla la historia tiene un impacto tan relevante al manipularle la realidad al protagonista y no dejarlo ver quiénes son las personas con las que él está. Es así como Consuelo, se aprovecha de ambos para cumplir todas sus fantasías por medio de los hechizos y embrujos que son parte fundamental para mantener a Felipe enamorado de Aura y a ella viva. Omnia Vincit Amor: Vemos la fuerza creadora del amor al inicio de la obra manifestada en primera parte por el amor a la vocación de historiador y soñador; al poder Felipe idealizarse cumpliendo sus estudios sobre el descubrimientos de América. Un soñador apasionado e idealista como Felipe, al conocer a un personaje como Aura, tímida, misteriosa y reprimida, producto también de la manipulación de Consuelo, se enamora perdidamente de ella, de lo que él no es aún consiente es de que Aura es una fantasía creada por la anciana. Pero el amor que él cree sentir por ella, llega hasta el punto de entrar en sus sueño en donde le dice que la ama, que desea irse con ella y que a pesar de todo lo que pase iba a seguir amándola. Cuando él despierta se da cuenta de que Consuelo y

Aura lo escuchaban. Él sentía intranquilidad por lo que sucedía con ella, creyendo que el amor lo podía vencer todo incluyendo la relación extraña, misteriosa y sumisa que tenía Aura con Consuelo. En Felipe, encontramos un personaje que aunque se transfigura en el señor Llorente, priman para él las emociones y sentimientos. Es claro que cuando se enamora considera que eso es lo más importante, hasta superar su amor por la vocación. Lo paradójico es que todo esto lo llega a sentir como producto de una manipulación hiperbólica desarrollada por la viuda de Llorente. Spleen: La actitud manipuladora de la viuda de Llorente proviene de su soledad e incomprensión por la vida, ella misma se niega el avanzar de los años y a comprender que su esposo ya no está. Es la señora Consuelo, una persona solitaria y decepcionada de sí misma, vacía, deprimida, incomprendida, que reprime a su exterior lo que sucede en su interior y lo busca suplir con animales, rituales y brujería. Por falta de aceptación consigo misma, llega usar la manipulación especialmente para intentar sobrevivir emocional y físicamente, perjudicando el idilio con el que llego Felipe a esa casa, irrumpiendo su amor por la vocación de historiador e imponiendo un amor ilusorio producto de alguien que no existe. Aquí vemos como le desborda maldad a esta anciana de piel seca y arrugada. Amor Post Mortem: La raíz de la historia nace con el amor más allá de la muerte; ese recuerdo de su esposo que intenta mantener vivo Consuelo, es lo que la lleva a contratar a el historiador, a practicar la brujería para recrearse a ella joven y poder atraer a la nueva encarnación de su general y revivir el amor aunque sea fantástico. Esto lo logra por medio de la manipulación y, aunque éticamente no está bien visto, es la forma en la que ella decide mantener vivo su idilio de amor con él.

2. Entorno: Te sorprenderá imaginar que alguien vive en la calle de Donceles. Siempre has creído que en el viejo centro de la ciudad no vive nadie. Caminas con lentitud, tratando de distinguir el número 815 en este conglomerado de viejos palacios coloniales convertidos en talleres de reparación, relojerías, tiendas de zapatos y expendios de aguas frescas. Las nomenclaturas han sido revisadas, superpuestas, confundidas. El 13 junto al 200, el antiguo azulejo numerado «47» encima de la nueva advertencia pintada con tiza: ahora 924. Levantarás la mirada a los segundos pisos: allí nada cambia. Las sinfonolas no perturban, las luces de mercurio no iluminan, las baratijas expuestas no adornan ese segundo rostro de los edificios. Unidad del tezontle, los nichos con sus santos truncos coronados de palomas, la piedra labrada de barroco mexicano, los balcones de celosía, las troneras y los canales de lámina, las gárgolas de arenisca. Las ventanas ensombrecidas por lar-gas cortinas verdosas: esa ventana de la cual se retira alguien en cuanto tú la miras, miras la portada de vides caprichosas, bajas la mirada al zaguán despintado y descubres 815, antes 69. (Fuentes, 1962)

Escenario: Pruebas, con alegría, la blandura del colchón en la cama de metal dorado y recorres con la mirada el cuarto: el tapete de lana roja, los muros empapelados, oro y oliva, el sillón de terciopelo rojo, la vieja mesa de trabajo, nogal y cuero verde, la lámpara antigua, de quinqué, luz opaca de tus noches de investigación, el estante clavado encima de la mesa, al alcance de tu mano, con los tomos encuadernados. Caminas hacia la otra puerta y al empujarla descubres un baño pasado de moda: tina de cuatro patas, con florecillas pintadas sobre la porcelana, un aguamanil azul, un retrete incómodo. (Fuentes, 1962)

Atmosfera: El olor de la humedad, de las plantas podridas, te envolverá mientras marcas tus pasos, primero sobre las baldosas de piedra, enseguida sobre esa madera crujiente, fofa por la humedad y el encierro. Cuentas en voz baja hasta veintidós y te detienes, con la caja de fósforos entre las manos, el portafolio apretado contra las costillas. Tocas esa puerta que huele a pino viejo y húmedo; buscas una manija; terminas por empujar y sentir, ahora, un tapete bajo tus pies. Un tapete delgado, mal extendido, que te hará tropezar y darte cuenta de la nueva luz, grisácea y filtrada, que ilumina ciertos contornos. (Fuentes, 1962)

3. Felipe Montero – Amor manipulado: En Felipe montero encontré una persona curiosa que al sentir o ver oportunidades, va tras ellas como una verdadera pasión, lo que a él lo hace sentirse vivo, bien consigo mismo. Sacrificarse por un sueño como el de realizar obras sobre el descubrimiento de América es de admirar, es amor por su vocación de historiador, y aunque él tiene un carácter decidido por aguantar el tiempo necesario para terminar el trabajo y obtener el dinero, se ve confrontado por un amor extraño que comienza a sentir por Aura, al verla reprimida y misteriosa cuidando a la anciana todo el tiempo, despierta en él un deseo de liberarla, de irse lejos con ella. Solamente un idealista, soñador y apasionado como él lo vería tan fácil, pero Aura se metió en sus sueños y se enamoró producto también de los embrujos y hechizos de Consuelo. Aura – Vida Ilusoria: En Aura, antes de comprender la obra a profundidad, encontré un personaje colaborador, doméstico, tímido, tierno, amoroso y reprimido, cualidades muy lógicas para que una persona como Felipe sientiese atracción por ella, al verla todo el tiempo cuidando de su “Tía” con tanta paciencia llegando a creer que la tiene castigada o sumisa y como romántico que es, va por ella a intentar liberarla. Aunque ella aparentemente hace sus labores de buena forma, en realidad es usada por su tía como el mismo Felipe, hasta llegar al punto de encarnar al señor Llorente y enamorarse de ella misma. Pero entendemos al final de la obra que en realidad Aura no existe, su manifestación de vida es ilusoria, ella encarna la juventud de Consuelo producto de los hechizos y embrujos, ella es el rechazo vivo a la muerte y a la vejez. Consuelo de Llorente – Muerte Cohibida: En Consuelo de Llorente encuentro una persona misteriosa que al imaginarla causa un poco de terror. Una persona reprimida en sí misma, que le cuesta aceptar el avanzar de los años, la muerte y la ausencia de

su esposo, por lo que acude a rituales de brujería de una manera muy discreta con el fin de mantener viva su parte joven: Aura.

4. Tu mente recuerda, tu alma conserva: Aura, es una novela tan bien narrada y descrita paso a paso que uno más que leer vive una experiencia sensorial, se siente caminando por los pasillos de la casa con la vela en la mano, la pierna temblando producto de la ansiedad causada por lo que ha de venir, con imágenes literarias y descripciones tan precisas te dan la fuerza necesaria para generar la recordación y el cariño por la misteriosa historia. Aunque yo personalmente tengo fascinación por las obras de misterios y ésta al mezclarse con un poco de erotismo seduce mucho más al lector, considero que en ocasiones la publicidad debería ser como esta obra: corta pero sustanciosa, misteriosa pero deducible, seductora pero difícil, impositiva pero discreta. Al darnos cuenta que la publicidad se ha transformado con el avanzar de la tecnología y en gran parte por la saturación de información, nos damos que le hace falta misterio, uno por descubrir que atrape al consumidor a tal punto que siga el mensaje como nosotros a Felipe caminando por los pasillos de ese lugar, que le de pistas para que él vaya encontrando respuestas, porque hoy en día el consumidor es muy informado y educado, no le gusta lo fácil, le gustan los retos como al joven. Aura, mi mente la recuerda y ha Consuelo, mi alma la conserva, esto se vuelve posible cuando se construye de una manera muy precisa los personajes y más cuando los dos se transfiguran para ser uno mismo. Aura la novela, es para mí ahora mismo más que un referente literario es una fuente de inspiración que me deja entrever que los mensajes deben parecer normales, deben atraer como aquel anuncio y al adentrarse en ellos atraparte y no dejarte ir sin un recuerdo anclado a tu alma o tu mente.

5. Cronografía: La historia se desarrolla principalmente en un contexto colonial con un ambiente húmedo y frío, en el cual aunque sea de día o de noche siempre se mantiene oscuro, con una fuerte influencia de acontecimientos pasados, con presencia de humo, sonidos de campanas, con olores a sangre derramada, a madera húmeda y plantas podridas. Esto causa en el lector una sensación de misterio, de escalofrió, de terror; se involucra totalmente en un ambiente gótico, el cual es el encargado de generar las emociones de miedo, sorpresa y sobretodo la sensación de asco. Etopeya: 

Felipe Montero: un joven historiador, soñador, ambicioso, apasionado por sus estudios con metas claras, pero que las emociones y los sentimiento lo llegan a dominar, por lo que se entiende que es un enamoradizo. Es una persona curiosa pendiente a todo tipo de detalles con los que se va encontrando.



Aura: Es una joven tímida, callada, dedicada a las labores domésticas, ofrece la mayor parte de su tiempo a cuidar de su tía. Es una mujer de pocas palabras, de mirada esquiva, sumisa a las órdenes de ella. Es misteriosa deja entrever todo el tiempo que existe algo oculto e importante en su vida que no la deja estar tranquila.



Consuelo de Llorente: Es una anciana de carácter fuerte, de decisiones radicales, misteriosa, manipuladora, ambiciosa. También es evidente que tiene un dilema religioso,

puesto que se encontraban cuadros de Cristo y junto el uno de un

demonio sonriente. Es una persona solitaria, amante de los animales, cercana a las tentaciones, en ocasiones le falta algo de sentido por concebir lo que en verdad sucede. Zoográfica: En la historia nos encontramos la presencia de animales que contribuyen mucho a entender la personalidad solitaria de Consuelo, ella manifiesta que los gatos son

los mejores compañeros en la soledad, sin embargo los sacrifica como ritual y durante varios momentos se escuchan los dolorosos maullidos. Consuelo justifica la presencia de los gatos con la de las ratas que habitan en el centro de la ciudad. Estas ratas con ojos brillantes y una cola larga, dan impacto de asco tanto a Felipe, como al lector. Los conejos también hacen parte del grupo de animales que se encuentran en la misteriosa y colonial casa de la señora Llorente estos de piel gruesa, blanca afieltrada, ojos rojos y rosados....


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