Código Ético Psicólogos Canadiense PDF

Preview

Summary

Prácticas Virtuales Psicología. Es uno de los documentos que se ha de consultar para la realización de una de las prácticas....

Description

Código de Ética Canadiense para Psicólogos Cuarta edición

Aprobado por la CPA Consejo de Administración Enero de 2017

Derechos de autor © 2017 Asociación Psicológica Canadiense Asociación Psicológica Canadiense Se concede permiso para copiar este documento para uso educativo. Asociación Psicológica Canadiense Asociación Psicológica Canadiense 141 Laurier Avenue West, Suite 702 Ottawa, Ontario K1P 5J3 Título: Código de Ética Canadiense para Psicólogos. - 4ª edición. ISBN 978-1-926793-11-5

[Código de Ética Canadiense para Psicólogos]

Código de Ética Canadiense para Psicólogos Cuarta edición Índice Preámbulo 3 Introducción y aplicabilidad 3 Estructura del Código 3 Toma de decisiones éticas 4 Usos del Código 5 Responsabilidad del psicólogo individual 6 Relación del Código con el comportamiento personal 7 Relación del Código con los organismos reguladores provinciales 7 Relación del Código con la Declaración Universal de Principios Éticos para los psicólogos 7 Definición de términos para los propósitos de este Código 8 Términos relacionados con personas y pueblos. 8 Otros términos 9 Revisar la lista

10

1

[Cuarta edición]

Principio II: Cuidado responsable

18

Código de Ética Canadiense para Psicólogos Cuarta edición 2

[Código de Ética Canadiense para Psicólogos]

Preámbulo Introducción y aplicabilidad Toda disciplina que tenga un control relativamente autónomo sobre sus requisitos de ingreso, capacitación, desarrollo de conocimientos, normas, métodos y prácticas, lo hace sólo en el contexto de un contrato con la sociedad en la que funciona. Este contrato social se basa en actitudes de respeto y confianza mutuos, en las que la sociedad concede apoyo a la autonomía de una disciplina a cambio de un compromiso por parte de la disciplina de hacer todo lo posible para asegurar que sus miembros actúen éticamente en la conducción de los asuntos de la disciplina dentro de la sociedad; en particular, un compromiso para tratar de asegurar que cada miembro coloque el bienestar de la sociedad y de los miembros individuales de la sociedad por encima del bienestar de la disciplina y de sus propios miembros. En virtud de este contrato social, los psicólogos tienen un deber de cuidado más elevado con los miembros de la sociedad que el deber general de cuidado que todos los miembros de la sociedad tienen entre sí. La Asociación Psicológica Canadiense reconoce su responsabilidad de ayudar a garantizar un comportamiento ético y actitudes éticas por parte de los psicólogos. Los intentos de asegurar un comportamiento ético y actitudes éticas incluyen: a) articular principios, valores y normas éticas; b) promover esos principios, valores y normas mediante la educación formativa y continua, la supervisión, la elaboración de modelos por homólogos y las consultas; c) elaborar y aplicar métodos para ayudar a los psicólogos a vigilar la ética de su comportamiento y sus actitudes; d) juzgar las denuncias de comportamiento no ético; y e) adoptar medidas correctivas cuando se justifique. Este Código articula principios, valores y normas éticas para orientar a todos los miembros de la Asociación Psicológica Canadiense, ya sean científicos, profesionales o científicos-practicantes. Aunque algunas de sus normas éticas son específicas para actividades o contextos particulares, sus principios y valores éticos son aplicables tanto si los miembros actúan en una investigación, servicio directo, enseñanza, supervisión, administración, gestión, empleador, empleado, estudiante, pasante, consultor, revisión por pares, editorial, testigo experto, política social o cualquier otra función relacionada con la disciplina de la psicología. Los principios y valores éticos también son aplicables independientemente de la modalidad de comunicación utilizada (por ejemplo, oral, escrita o impresa; en persona o a distancia por teléfono, texto, audio, vídeo, comunicación en línea u otros medios).

Estructura del Código El Código comienza con este Preámbulo, que introduce la filosofía subyacente del Código, incluyendo su naturaleza, propósitos, una explicación de la toma de decisiones éticas y una definición de términos. Siguiendo el Preámbulo, el Código se organiza en torno a cuatro principios éticos que deben considerarse y equilibrarse en la toma de decisiones éticas. Cada sección de principios comienza con una declaración de los valores que se incluyen en el principio y le dan definición. A continuación, cada declaración de valores va seguida de una lista de normas éticas que ilustran la aplicación del principio y los valores específicos a las actividades de los psicólogos. Las normas van desde las expectativas mínimas de comportamiento (por ejemplo, las normas I.28, II.29, III.30 y IV.26) hasta las expectativas más idealizadas, pero alcanzables, de actitud y comportamiento (por ejemplo, las normas I.12, II.12, III.9 y IV.6). En el margen, a la izquierda de las normas, se colocan palabras clave para guiar al lector a través de las normas y para ilustrar la relación de las normas específicas con la declaración de valores. Algunas normas son específicas para determinados tipos de actividades de psicología (por ejemplo, servicio

3

[Cuarta edición]

directo, investigación, enseñanza, supervisión); sin embargo, la mayoría de las normas son aplicables a todos los tipos de actividades de psicología.

Toma de decisiones éticas Es necesario tomar decisiones éticas cuando surgen cuestiones, asuntos o dilemas éticos. Tales elecciones implican la toma de decisiones éticas. El proceso de toma de decisiones éticas puede ocurrir muy rápidamente, lo que lleva a una fácil resolución de una cuestión o problema ético. Esto es particularmente cierto en el caso de las cuestiones o asuntos para los que existen directrices o normas claras y para los que no hay conflicto entre los principios, valores o los mejores intereses de las partes involucradas. Por otra parte, algunas cuestiones éticas (en particular aquellas en las que los principios, valores o intereses óptimos de la ética entran en conflicto) no se resuelven fácilmente, pueden ser emocionalmente estresantes y pueden requerir una deliberación prolongada. Los cuatro principios deben ser tenidos en cuenta y equilibrados en la toma de decisiones éticas. Sin embargo, en circunstancias en las que los propios principios éticos entran en conflicto, podría no ser posible dar a cada principio el mismo peso. La complejidad de muchos conflictos impide un ordenamiento firme de los principios. Sin embargo, los cuatro principios se han ordenado según el peso que generalmente se debe dar a cada uno cuando entran en conflicto, a saber: Principio I: Respeto a la Dignidad de las Personas y los Pueblos. Este principio, con su énfasis en el valor inherente, la no discriminación, los derechos morales, la justicia distributiva, social y natural, debe ser generalmente el más importante, excepto en circunstancias en las que exista un claro e inminente peligro de daño corporal para alguien. Principio II: Cuidado responsable. A este principio generalmente se le debe dar el segundo mayor peso. La atención responsable requiere competencia, maximización del beneficio y minimización del daño, y sólo debe llevarse a cabo de manera que se respete la dignidad de las personas y los pueblos. Principio III: Integridad en las relaciones. A este principio generalmente se le debe dar el tercer peso más alto. Se espera que los psicólogos demuestren la mayor integridad en todas sus relaciones. Sin embargo, en algunas circunstancias, los valores del Principio III (por ejemplo, apertura, franqueza) podrían tener que subordinarse a los valores contenidos en los Principios de Respeto a la Dignidad de las Personas y los Pueblos, y de Cuidado Responsable. Principio IV: Responsabilidad ante la sociedad. A este principio se le debe dar generalmente el cuarto peso más alto de los cuatro principios cuando entra en conflicto con uno o más de ellos. Aunque es necesario e importante considerar la responsabilidad ante la sociedad en cada decisión ética, la adhesión a este principio debe estar sujeta y guiada por el respeto a la dignidad de las personas y los pueblos, la atención responsable y la integridad en las relaciones. Cuando el bienestar de un individuo o grupo parece entrar en conflicto con los beneficios para la sociedad, a menudo es posible encontrar formas de trabajar en beneficio de la sociedad que no violen el respeto a la dignidad, la atención responsable o la integridad. Sin embargo, si esto no es posible, la dignidad, el bienestar y el interés superior de las personas y los pueblos, así como la integridad en las relaciones, no deben sacrificarse a una visión del bien común de la sociedad. Aunque el ordenamiento de principios mencionado anteriormente puede ser útil para resolver algunas cuestiones, asuntos o dilemas éticos, la complejidad de muchas situaciones requiere la consideración de

4

[Código de Ética Canadiense para Psicólogos]

otros factores y la participación en un proceso de toma de decisiones éticas creativo, autorreflexivo y deliberativo que incluya la consideración de muchos otros factores. Los siguientes pasos básicos tipifican los enfoques de ese proceso: 1. Identificación de los individuos y grupos potencialmente afectados por la decisión. 2. Identificación de cuestiones y prácticas éticamente pertinentes, incluidos los derechos morales, los valores, el bienestar, el interés superior y cualquier otra característica pertinente de los individuos y grupos involucrados, así como el contexto cultural, social, histórico, económico, institucional, jurídico o político u otras circunstancias en las que surgió el problema ético. 3. Consideración de la forma en que los propios prejuicios, las presiones externas, las necesidades personales, los intereses propios o los contextos y antecedentes culturales, sociales, históricos, económicos, institucionales, jurídicos o políticos pueden influir en el desarrollo o la elección de los cursos de acción. 4. Desarrollo de cursos de acción alternativos. 5. Análisis de los riesgos y beneficios probables a corto, mediano y largo plazo de cada curso de acción sobre las personas y grupos involucrados o que puedan resultar afectados, teniendo en cuenta los factores contextuales individuales y culturales, sociales, históricos, económicos, institucionales, jurídicos y políticos pertinentes. 6. Elección del curso de acción tras la aplicación concienzuda de los principios, valores y normas existentes (lo que incluye, entre otras cosas, las leyes y reglamentos pertinentes). 7. Acción, con el compromiso de asumir la responsabilidad de las consecuencias de la acción. 8. Evaluación de los resultados del curso de acción. 9. Asunción de responsabilidad por las consecuencias de la acción, incluida la corrección de las consecuencias negativas, si las hubiere, o volver a participar en el proceso de adopción de decisiones si no se resuelve la cuestión ética. 10. Medidas apropiadas, según se justifique y sea factible, para evitar que el dilema se repita en el futuro (por ejemplo, comunicación y solución de problemas con colegas y miembros del equipo u otros colaboradores; cambios en los procedimientos y prácticas). Se alienta a los psicólogos que participan en deliberaciones que llevan mucho tiempo y se espera que consulten con las personas y grupos afectados por el problema ético cuando sea apropiado. Además, se les alienta y se espera que consulten con colegas u otras personas pertinentes, incluidos los órganos asesores, cuando esas personas o grupos puedan añadir conocimientos u objetividad al proceso de adopción de decisiones. Si bien la decisión de adoptar medidas sigue correspondiendo a cada psicólogo, la búsqueda y el examen de esa asistencia refleja un enfoque ético de la adopción de decisiones éticas. Incluso con todo lo anterior, los psicólogos pueden enfrentarse a dilemas éticos que siguen siendo difíciles de resolver. En esas circunstancias, se alienta y se espera que los psicólogos participen en un proceso de adopción de decisiones éticas lo suficientemente explícito como para soportar el escrutinio público. En algunos de estos casos, la resolución puede ser una cuestión de conciencia personal. Sin embargo, también se espera que las decisiones de conciencia personal sean el resultado de un proceso de adopción

5

[Cuarta edición]

de decisiones que se base en un conjunto razonablemente coherente de principios éticos y que pueda soportar el escrutinio público. Si el psicólogo puede demostrar que se han hecho todos los esfuerzos razonables para aplicar los principios éticos de este Código y que la resolución del conflicto ha tenido que depender de la conciencia personal del psicólogo, se considerará que dicho psicólogo ha seguido este Código.

Usos del Código El presente Código tiene por objeto orientar a los psicólogos en su conducta, pensamiento y planificación cotidianas, así como en la resolución de cuestiones, problemas y dilemas éticos; es decir, aboga por la práctica de una ética tanto proactiva como reactiva. El Código también tiene por objeto servir de documento general para la elaboración de códigos de conducta u otros códigos más específicos. Por ejemplo, el Código podría utilizarse como marco ético para la identificación de comportamientos que se considerarían ejecutables en una jurisdicción, cuya violación constituiría una conducta indebida; o las jurisdicciones podrían identificar en el Código las normas que se considerarían de carácter más grave y, por lo tanto, notificables y sujetas a una posible disciplina. Además, los principios y valores podrían utilizarse para ayudar a las áreas de especialidad a elaborar normas específicas para esas áreas. Ya se han realizado algunos trabajos en este sentido en el marco de la APC (por ejemplo, las Directrices para Práctica no discriminatoria; Directrices para la práctica ética de la psicología con mujeres; Directrices éticas para la supervisión en la psicología: Enseñanza, Investigación, Práctica y Administración). Los principios y valores incorporados en este Código, en la medida en que lleguen a reflejarse en otros documentos que guíen el comportamiento de los psicólogos, reducirán la incoherencia y el conflicto entre documentos. Un tercer uso del Código es ayudar en la adjudicación de quejas contra psicólogos. Un organismo encargado de esta responsabilidad debe investigar las denuncias, juzgar si se ha producido un comportamiento inaceptable y determinar qué medidas correctivas deben adoptarse. Al juzgar si se ha producido una conducta inaceptable, muchas jurisdicciones se remiten a un código de conducta. Sin embargo, algunas denuncias se refieren a conductas que no se abordan directamente en un código de conducta. El código proporciona un marco ético para determinar si la denuncia es lo suficientemente preocupante, ya sea a nivel del psicólogo individual o a nivel de la profesión en su conjunto, como para justificar la adopción de medidas correctivas (por ejemplo, la disciplina del psicólogo individual; las actividades educativas generales para los miembros; la incorporación al código de conducta). Al determinar la acción correctiva para un psicólogo individual, uno de los juicios que debe hacer el órgano de arbitraje es si un psicólogo individual participó concienzudamente en un proceso de toma de decisiones éticas y actuó de buena fe, o si hubo un descuido negligente o intencional de los principios éticos. La articulación del proceso de toma de decisiones éticas que figura en el presente Código proporciona orientación para la adopción de esos juicios.

Responsabilidad del psicólogo individual El contrato de la disciplina con la sociedad compromete a la disciplina y a sus miembros a actuar como una comunidad moral que desarrolla su conciencia y sensibilidad ética, educa a los nuevos miembros en la ética de la disciplina, gestiona sus asuntos y sus miembros de manera ética, es lo más autocorrectiva posible y es responsable tanto interna como externamente. Sin embargo, la responsabilidad de la acción ética depende ante todo de la integridad de cada psicólogo individual, es decir, del compromiso de cada uno de ellos de comportarse de la manera más ética posible

6

[Código de Ética Canadiense para Psicólogos]

en cada situación. La aceptación de ser miembro de la Asociación Canadiense de Psicología compromete a los miembros a: 1. Adherirse al Código de la Asociación en todas las actividades actuales como psicólogo. 2. Aplicar concienzudamente los principios y valores éticos del Código a las áreas de actividad nuevas o emergentes. 3. Participar en el desarrollo y mantenimiento continuo de su sensibilidad y compromiso éticos, su conocimiento ético y su capacidad de tomar decisiones éticas. 4. Evaluar y discutir regularmente las cuestiones éticas y las prácticas con los colegas y otras personas apropiadas. 5. Señalar a la atención de la Asociación las cuestiones éticas que requieran una aclaración o la elaboración de nuevas directrices o normas. 6. Llevar las preocupaciones sobre posibles acciones no éticas de un psicólogo directamente al psicólogo cuando la acción parece ser principalmente una falta de sensibilidad, conocimiento o experiencia, y tratar de llegar a un acuerdo sobre la cuestión y, de ser necesario, sobre las medidas apropiadas que deben adoptarse. 7. Presentar las preocupaciones sobre posibles acciones no éticas de carácter más grave (por ejemplo, acciones que hayan causado o puedan causar daños graves; acciones que se consideren faltas de conducta en la jurisdicción) a la(s) persona(s) u organismo(s) más idóneo(s) para investigar la situación y detener o compensar el daño. 8. Considerar seriamente las preocupaciones de los demás sobre las propias acciones posiblemente poco éticas o los prejuicios no reconocidos y tratar de llegar a un acuerdo sobre la cuestión y, de ser necesario, adoptar las medidas adecuadas. 9. No ser vejatorio ni malicioso si se plantean o responden a preocupaciones sobre posibles acciones no éticas. 10. Cooperar con los comités debidamente constituidos de la Asociación que se ocupan de la ética y la conducta ética.

Relación del Código con el comportamiento personal El presente Código tiene por objeto orientar y regular únicamente las actividades que realiza un psicólogo en virtud de su condición de tal. No se pretende orientar o regular las actividades de un psicólogo fuera de este contexto, aunque un psicólogo individual podría tomar una decisión personal para guiarse por los principios y valores del Código fuera de este contexto. El comportamiento personal se convierte en una preocupación de la disciplina sólo si es de tal naturaleza que socava la confianza del público en la disciplina en su conjunto o si plantea dudas sobre la capacidad del psicólogo para desempeñar adecuadamente sus responsabilidades como tal.

Relación del Código con los organismos reguladores provinciales

7

[Cuarta edición]

En el ejercicio de su responsabilidad de articular los principios, valores y normas éticas para quienes desean convertirse en miembros de pleno derecho y seguir siéndolo, la Asociación Psicológica Canadiense reconoce las múltiples afiliaciones que tienen algunos psicólogos (tanto reglamentarias como voluntarias). El Código ha tratado de abarcar e incorporar los principios éticos más prevalentes en la disciplina en su conjunto, reduciendo así al mínimo la posibilidad de que haya diferencias con las reglamentaciones y directrices provinciales o territoriales. Se espera que los psicólogos respeten los requisitos de sus órganos reguladores provinciales/territoriales. Esos requisitos podrían definir conductas particulares que constituyen una conducta indebida, son notificables al órgano regulador y/o están sujetas a disciplina. Relación del Código con la Declaración Universal de Principios Éticos para los Psicólogos Uno de los acontecimientos ocurridos después de la publicación de la tercera edición del Código (2000) es la aprobación en 2008 por la Asociación Psicológica Canadiense de la Declaración Universal de Princ...