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LITERATURA COMPARADA (ESTUDIOS INTERARTÍSTICOS) Código 102007 Manuel González de Ávila Comentario crítico a El retrato oval Lara Arribas Ramos 04 de Mayo del 2015

En las siguientes páginas se pretende realizar un exiguo análisis textual de una obra literaria, atendiendo en primer lugar a unos mínimos aspectos formales sobresalientes y centrándonos en las relaciones entre artes plásticas y artes visuales que él mismo ilustra y que se relacionan con los materiales explicados en las sesiones del semestre. El fragmento elegido para dicha disertación es uno de los relatos cortos del escritor romántico estadounidense Edgar Allan Poe, publicado en el año 1842 en el Broadway Journal de Nueva York. Esta obra se encuentra recopilada dentro de sus Narraciones Extraordinarias, junto a los cerca de sesenta cuentos de temática variada que escribió el autor. Algunos de ellos son El gato negro, La máscara de la Muerte Roja, El barril de Amontillado, El corazón delator o La caída de la Casa Usher. Comenzaremos explicando, a modo de resumen, que en “El retrato oval” observamos dos 1

niveles narrativos: extradiegético y metadiegético . En el primero de ellos, nos encontramos ante un relato escrito en primera persona por un hombre herido que se ve obligado a pasar la noche en una suntuosa mansión abandonada. Su rica pinacoteca despierta la curiosidad del personaje, que no duda en pasar la noche contemplando las pinturas y leyendo un pequeño manual que las describe. “Deseé que así se hiciera para poder al menos, si no lograr dormirme, consolarme alternativamente con la contemplación de las pinturas y la lectura de un pequeño volumen que había encontrado (…) y que contenía su apreciación y su análisis”2

Pronto, una obra capta su atención sobre el resto: el retrato de una joven con una técnica tan grandiosa, que parece traspasar los límites del marco, sobresaltando al incauto observador. “Había adivinado que el encanto de la pintura era una expresión vital absolutamente adecuada a la vida misma, que al primer momento me había hecho estremecer (…)”

El cuadernillo de terciopelo retoma la narración ahora. La primera persona desaparece y el relato comienza a tornarse interesante para nuestro estudio. El retrato representa la efigie de la joven esposa del pintor que, sumisa, consiente en posar durante semanas en una lúgubre torre para que su amado le realice el retrato que tanto ansía. Obsesionado con la perfección de su obra, el pintor no se da cuenta de que su esposa languidece ante él, expirando justo cuando el pintor ve su obra acabada, como si la vida de su amada hubiera quedado atrapada dentro de la pintura. CASTRO GARCÍA, ÓSCAR Y POSADA GIRALDO, CONSUELO (1994). Manual de teoría literaria, pps. 156-166. Antioquía: Editorial Universidad de Antioquía. 2 EDGAR ALLAN POE (2002). Cuentos completos. Prefacios de Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa. Madrid: Alianza Editorial S. A. 1

Una vez finalizada esta visión general del relato, nos centraremos con un poco más de profundidad, a partir de fragmentos de la narración, en ciertas líneas de trabajo o temas de análisis. “(…) volví a colocar el candelabro en su posición primera. Habiendo hurtado así a mi vista la causa de mi profunda agitación, busqué vivamente el volumen que contenía el análisis de los cuadros y su historia”. Se produce aquí una curiosa confrontación entre artes verbales y visuales. El cuadro, la imagen, es tan cercana a la realidad que, con solo mirarla, turba el ánimo del viajero. Éste intenta ocultarse de esa visión, pero sus sentidos la han captado con tal intensidad que le es imposible desviar la mirada: la solución es trasladar la luz del candelabro y dejar el retrato de nuevo en tinieblas. Solo cuando la imagen está oculta puede entregarse al razonamiento, a la palabra, a la lectura, y descubrir el porqué de su turbación. La vista puede engañar, y el observador debe tomar el camino de las palabras si quiere serenar su espíritu y hallar la verdad, pero nunca debe alejarse de la imagen. “(…) consolándome con la contemplación de las pinturas y la lectura de un pequeño volumen que había encontrado encima de la almohada y que contenía su apreciación y análisis”. Con tan solo estas palabras como referencia, el lector puede considerar erróneamente que dicho cuaderno se trata de un moderno Eikones (como el realizado por Filóstrato en el siglo III antes de Cristo), es decir, una obra poética que entiende la pintura como arte literaturizado y que alberga minuciosas descripciones de una colección de cuadros3. Es más adelante cuando nos damos cuenta de que, al menos en la obra que nos atañe, no es así: este volumen nos entrega la historia detrás de la obra de arte. “(…) no odiando (la joven) sino al Arte su rival; no temiendo sino a la paleta y los pinceles, y a los demás instrumentos enfadosos que la privaban de la imagen de su adorado” “Y no quería ver que los colores que ponía en la tela eran arrancados de las mejillas de la que estaba sentada cerca de él”

LIZCANO REJANO, SUSANA M. Pictura et poesis. Narración mítica, imagen y descripción iconográfica en las Imágenes de Filóstrato El Viejo. Director: García Gual, Carlos. Tesis doctoral inédita (2000). Universidad Complutense de Madrid, Facultad de Filología.

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De nuevo podemos observar una violenta confrontación por poseer al pintor, como lo harían dos esposas celosas. Por una parte el Arte con mayúscula, símbolo de perfección y poder, que saldrá victorioso de este conflicto; por otro, una joven sin nombre, símbolo de realidad, que se enfrenta por amor a lo que más teme y que acabará asesinada por la nueva creación, más real si cabe que la propia modelo. Este aspecto podría considerarse el hilo conductor de la historia, no hay que olvida que este cuento llevara por título originalmente La vida y la muerte, y ofrece numerosas lecturas: imaginación contra realidad o fantasía contra razón. Por último, es imposible, a partir del título, no hacer relaciones con otros relatos vivientes de la literatura. El tema, iniciado por Poe, influye poderosamente en una de las grandes creaciones de Óscar Wilde, El retrato de Dorian Gray, novela en que el retrato de un joven londinense va reflejando su degradación moral, hasta que al final, cuando éste, lleno de remordimientos, apuñala el cuadro, se invierte la situación: el cuadro refleja la imagen de la vida, mientras el modelo recibe la muerte4. Puede encontrarse este mismo motivo en la obra de Joyce Retrato del artista adolescente o en el Fausto de Goethe.

CASTRO GARCÍA, ÓSCAR Y POSADA GIRALDO, CONSUELO (1994). Manual de teoría literaria, pps. 156-166. Antioquía: Editorial Universidad de Antioquía. 4

- AGUDERO RENDÓN, PEDRO ANTONIO (2009). Estudios de Literatura Colombiana, nº 24: Los vacíos de la historia y el enigma del arte. Historia de un deseo de Pedro Gómez Valderrama, pps. 9-28. Colombia (WEB). - ALVAREZ GONZAGA, BRAULIO R. Terminología de Gérard Genette. - CASTRO GARCÍA, ÓSCAR Y POSADA GIRALDO, CONSUELO (1994). Manual de teoría literaria, pps. 156-166. Antioquía: Editorial Universidad de Antioquía. - EDGAR ALLAN POE (1989). Cuentos, I, trad. Julio Cortázar. Madrid: Alianza Editorial S. A. pps. 127-130 - EDGAR ALLAN POE (2002). Cuentos completos. Prefacios de Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa. Madrid: Alianza Editorial S. A. - KRATJE, JULIA (Junio 2013). AdVersuS. Revista de semiótica, nº 10 Transposición y supervivencia en pintura y fotografía p. 51-67. Buenos Aires (WEB). - LIZCANO REJANO, SUSANA M. Pictura et poesis. Narración mítica, imagen y

descripción iconográfica en las Imágenes de Filóstrato El Viejo. Director: García Gual, Carlos. Tesis doctoral inédita (2000). Universidad Complutense de Madrid, Facultad de Filología. - SAEZ DE IBARRA, JAVIER. Comentario a El retrato oval...