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Title escasez de agua
Course Cultura Internacional del trabajo
Institution Universidad del Valle de México
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INTRODUCCIÓN. La escasez de agua. Algo tan cotidiano como abrir un grifo y que salga agua para que podamos beber cuando tenemos sed o queremos lavarnos, es muy complicado para millones de personas que sufren las consecuencias de la escasez de agua en el mundo. La escasez de agua se puede definir como el punto en el que el consumo de los usuarios afecta al suministro o calidad del agua, de forma que la demanda no puede ser completamente satisfecha.

¿Cuáles son las causas del escasez de agua? Existen diversas causas que producen la escasez de agua en el mundo, entre las que podemos destacar: 





La contaminación. Nos referimos tanto a la contaminación de aguas dulces como a la contaminación de la tierra o del aire, ya que la contaminación se puede filtrar al agua y también puede afectar al aire. La sequía. Debido al fenómeno del cambio climático se potencia la aparición o desarrollo de las sequías, que suponen que durante un tiempo prolongado no haya lluvia, por lo que causa escasez de agua tanto para el consumo humano como para los cultivos o la industria. Uso descontrolado del agua. Tanto a gran escala, en las fábricas, como a pequeña escala, en nuestras propias casas, en algunas ocasiones malgastamos el agua y no recordamos que es un recurso escaso.

¿Qué consecuencias tiene la escasez de agua en el mundo? La escasez de agua en el mundo es un problema que puede aumentar y que produce consecuencias graves como las siguientes:    

Enfermedades. La escasez de agua y la falta de sistemas de potabilización adecuados obliga a recurrir a fuentes de agua contaminadas que pueden provocar enfermedades. Hambre. La escasez de agua puede afectar a la agricultura, la ganadería y la industria y, por lo tanto, producir escasez de alimentos y hambre. Desaparición de especies vegetales. Las plantas necesitan una gran cantidad de agua para desarrollarse y cuando el agua escasea se secan y desaparecen. Conflictos. La escasez de recursos está en el origen de numerosos conflictos en el mundo y supone el desplazamiento de las personas a otros países para encontrar lugares seguros en los que vivir.

La escasez de agua es un problema mundial que tiene consecuencias muy graves tanto para el medio ambiente como para las personas. Está en nuestra mano cuidar y no malgastar este recurso tan necesario para la vida. Otra opinión extendida es que la cantidad total de agua dulce disponible está disminuyendo debido al cambio climático, el cual es responsable del retroceso de los glaciares, y la reducción del caudal de los ríos, lagos y estanques. Muchos acuíferos fueron sobreexplotados y no se recargan

suficientemente. Aunque no se agota el suministro total de agua dulce, una parte importante ha sido contaminada, salada, inadecuada o no disponible para el consumo humano, ni para la industria y la agricultura. Para evitar una crisis mundial del agua, los agricultores tendrán que esforzarse por aumentar la productividad para satisfacer las crecientes demandas de alimentos, mientras que la industria y las ciudades tendrán que encontrar maneras de utilizar el agua de manera más eficiente.

Escasez de agua a nivel mundial. Estamos acostumbrados a abrir el grifo y que salga agua. Sin preguntarnos más ni plantearnos por qué. Para beber, para ducharnos, para regar las plantas, para lavar la ropa, para llenar piscinas… ¿Sabías que la escasez de agua afecta a más del 40% de la población mundial? Imagina por un momento que abrieras el grifo y no hubiera agua, o que incluso no tuvieras ni grifo en casa. Todo un lujo al alcance de solo unos pocos. El agua salubre y fácilmente accesible es importante para la salud pública, ya sea que se utilice para beber, para uso doméstico, para producir alimentos o para fines recreativos. La mejora del abastecimiento de agua, del saneamiento y de la gestión de los recursos hídricos puede impulsar el crecimiento económico de los países y contribuir en gran medida a la reducción de la pobreza.

Demanda y uso del agua El uso del agua ha ido aumentando en todo el mundo aproximadamente un 1% por año desde la década de 1980 (AQUASTAT, s.f.). Este aumento constante se ha debido principalmente a la creciente demanda en los países en desarrollo y en las economías emergentes (aunque el uso del agua per cápita en la mayoría de estos países sigue estando muy por debajo del uso del agua en los países desarrollados, simplemente los están alcanzando). Este crecimiento es impulsado por una combinación de crecimiento poblacional, desarrollo socioeconómico y patrones de consumo en evolución (WWAP, 2016). La agricultura (incluida la irrigación, la ganadería y la acuicultura) es, con mucho, el mayor consumidor de agua, dado que representa el 69% de las extracciones anuales de agua a nivel global. Agua y salud Calidad del agua Los problemas de calidad del agua persisten tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo, e incluyen la pérdida de cuerpos de agua de calidad óptima, los impactos asociados con los cambios en la hidromorfología, el aumento de contaminantes emergentes y la propagación de especies invasoras (ONU, 2018a). La mala calidad del agua afecta directamente a las personas que dependen de estas fuentes como su principal suministro, limitando aún más su acceso al agua (es decir, la disponibilidad de agua) y aumentando los riesgos para la salud relacionados con el agua (sin mencionar su calidad de vida en general). El agua contaminada y el saneamiento deficiente están relacionados con la transmisión de enfermedades como el cólera, otras diarreas, la disentería, la hepatitis A, la fiebre tifoidea y la poliomielitis. Los servicios de agua y saneamiento inexistentes, insuficientes o gestionados de forma inapropiada exponen a la población a riesgos prevenibles para su salud. Esto es especialmente cierto en el caso de los centros sanitarios en los que tanto los pacientes como los profesionales quedan expuestos a mayores riesgos de infección y enfermedad cuando no existen servicios de suministro de agua, saneamiento e higiene. A nivel mundial, el 15% de los pacientes

contraen infecciones durante la hospitalización, proporción que es mucho mayor en los países de ingresos bajos. La gestión inadecuada de las aguas residuales urbanas, industriales y agrícolas conlleva que el agua que beben cientos de millones de personas se vea peligrosamente contaminada o polucionada químicamente. Se calcula que unas 842 000 personas mueren cada año de diarrea como consecuencia de la insalubridad del agua, de un saneamiento insuficiente o de una mala higiene de las manos. Sin embargo, la diarrea es ampliamente prevenible y la muerte de unos 361 000 niños menores de cinco años se podría prevenir cada año si se abordaran estos factores de riesgo. En los lugares donde el agua no es fácilmente accesible, las personas pueden considerar que lavarse las manos no es una prioridad, lo que aumenta la probabilidad de propagación de la diarrea y otras enfermedades.

Servicios de suministro de agua potable En los Objetivos de Desarrollo del Milenio, la meta de reducir la proporción de población mundial sin acceso sostenible a agua potable (ODM 7) se midió mediante el indicador de la población que utilizaba fuentes mejoradas de suministro de agua potable, pero sin tener en cuenta la ubicación, disponibilidad o calidad del agua. En la meta 6.1 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible se hace un llamamiento a lograr el acceso universal y equitativo al agua potable a un precio asequible. El seguimiento de la meta se realiza mediante el indicador de «servicios de suministro de agua potable gestionados de manera segura», es decir, agua potable procedente de una fuente mejorada de suministro de agua ubicada en el lugar de uso, disponible cuando se necesita y que no contenga contaminación fecal ni de sustancias químicas prioritarias.

Consecuencias económicas y sociales Cuando el agua procede de fuentes de abastecimiento mejoradas y más accesibles, las personas gastan menos tiempo y esfuerzos en recogerla físicamente, lo que significa que pueden ser productivos en otras esferas. Esto también puede redundar en una mayor seguridad personal, ya que reduce la necesidad de hacer viajes largos o peligrosos para recoger agua. La mejora de las fuentes de abastecimiento de agua también conlleva la reducción del gasto sanitario, ya que las personas tienen menos probabilidades de enfermar y de incurrir en gastos médicos y están en mejores condiciones de permanecer económicamente productivas.

Respuesta de la OMS Como autoridad internacional en materia de salud pública y calidad del agua, la OMS encabeza los esfuerzos mundiales por prevenir la transmisión de enfermedades por el agua y asesora a los gobiernos acerca del desarrollo de metas y normativas relacionadas con la salud.

La OMS elabora una serie de guías sobre la calidad del agua, en particular sobre el agua potable, el uso seguro de las aguas residuales y la salubridad de las áreas acuáticas recreativas. En las Guías

para la calidad del agua potable se aborda la gestión de los riesgos, y desde 2004 se incluye la promoción de planes de salubridad del agua para identificar y prevenir riesgos antes de que el agua se contamine. Desde 2014, la OMS ha estado probando productos de tratamiento del agua doméstica de acuerdo con los criterios sanitarios de desempeño establecidos en el Plan Internacional OMS de Evaluación de las Tecnologías de Tratamiento del Agua Doméstica. El objetivo del plan consiste en garantizar que los productos protejan a los usuarios de patógenos causantes de enfermedades diarreicas y en reforzar los mecanismos normativos, de reglamentación y de monitoreo en el ámbito nacional con el fin de respaldar la focalización apropiada de esos productos y su uso sistemático y correcto.

Datos y cifras según la OMS. En 2015, el 71% de la población mundial (5200 millones de personas) utilizaba un servicio de suministro de agua potable gestionado de forma segura —es decir, ubicado en el lugar de uso, disponible cuando se necesita y no contaminado. El 89% de la población mundial (6500 millones de personas) utilizaba al menos un servicio básico —es decir, una fuente mejorada de suministro de agua potable para acceder a la cual no es necesario un trayecto de ida y vuelta superior a 30 minutos. 844 millones de personas carecen incluso de un servicio básico de suministro de agua potable, cifra que incluye a 159 millones de personas que dependen de aguas superficiales. En todo el mundo, al menos 2000 millones de personas se abastecen de una fuente de agua potable que está contaminada por heces. El agua contaminada puede transmitir enfermedades como la diarrea, el cólera, la disentería, la fiebre tifoidea y la poliomielitis. Se calcula que la contaminación del agua potable provoca más de 502 000 muertes por diarrea al año. De aquí a 2025, la mitad de la población mundial vivirá en zonas con escasez de agua. En los países menos adelantados, el 22% de los centros sanitarios carecen de fuentes de agua, el 21% de servicios de saneamiento, y el 22% de servicios de gestión de desechos. La escasez de agua afecta ya a todos los continentes. Cerca de 1.200 millones de personas, casi una quinta parte de la población mundial, vive en áreas de escasez física de agua, mientras que 500 millones se aproximan a esta situación. Otros 1.600 millones, alrededor de un cuarto de la población mundial, se enfrentan a situaciones de escasez económica de agua, donde los países carecen de la infraestructura necesaria para transportar el agua desde ríos y acuíferos.

La escasez de agua constituye uno de los principales desafíos del siglo XXI al que se están enfrentando ya numerosas sociedades de todo el mundo. A lo largo del último siglo, el uso y consumo de agua creció a un ritmo dos veces superior al de la tasa de crecimiento de la población y, aunque no se puede hablar de escasez hídrica a nivel global, va en aumento el número de regiones con niveles crónicos de carencia de agua.

La escasez de agua es un fenómeno no solo natural sino también causado por la acción del ser humano. Hay suficiente agua potable en el planeta para abastecer a los 7.000 millones de personas que lo habitamos, pero ésta está distribuida de forma irregular, se desperdicia, está contaminada y se gestiona de forma insostenible.

Iniciativas de Naciones Unidas que ayudan a crear conciencia. Día Mundial del Agua 2007: Afrontar la escasez de agua El Día Mundial del Agua de 2007 se celebró bajo el lema «Afrontar la escasez de agua». De esta manera se quiso hacer hincapié en la cada vez mayor relevancia de la escasez del agua en el mundo y en la necesidad de una mayor cooperación e integración que permitan garantizar una gestión sostenible, eficiente y equitativa de los escasos recursos hídricos, tanto a nivel local como internacional. Día Mundial de Lucha contra la Desertificación 2013Disponible en inglés El tema del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación 2013 es la sequía y la escasez de agua. El eslogan de este año "¡No dejes que nuestro futuro se seque!" incita a que todos actuemos y promovamos la preparación y la resiliencia frente a la escasez de agua, la desertificación y la sequía. El eslogan nos trae el mensaje de que todos somos responsables de la conservación del agua y del suelo así como de su uso sostenible y de que hay soluciones frente a estos importantes retos.

Países afectados por la escasez de agua.

Fuente: Informe sobre el desarrollo de los recursos hídricos en el mundo. Programa Mundial de Evaluación de los Recursos Hídricos (WWAP), Marzo de 2012.

Según el World Resources Institute (WRI), Oriente Medio y el Norte de África son las zonas más afectadas del mundo por la escasez de agua. Pero no son las únicas. Analicemos los principales problemas por regiones. Asía y Pacífico, azotada por el cambio climático Más de la mitad de los países de esta región son inseguros desde el punto de vista de la escasez de agua, situación que se agrava, también, con los efectos del cambio climático. Los desastres naturales son cada vez más frecuentes en esta zona del planeta. Este hecho genera mayor inseguridad para la población, sin tiempo apenas para recuperarse entre una y otra catástrofe. Es por ello que la resiliencia sea una constante en los proyectos de cooperación en las zonas más vulnerables del mundo. La contaminación del agua en esta zona del mundo es alarmante, lo que repercute en la salud de las personas y en el empobrecimiento de las tierras, además de las consecuencias que ello tiene para el ganado. Oriente Medio y Norte de África, las zonas más vulnerables del mudo De los 33 países con más probabilidad de enfrentarse a los problemas derivados de la escasez de agua, 14 de ellos se encuentran en esta región del mundo. Mientras que en el mundo el promedio de recursos hídricos renovables asciende a 7 453 metros cúbicos por persona y año, a esta región del mundo le corresponden 736. Un total de 51 millones de personas no tenían servicio básico de agua potable, la mayoría de ellas en zonas rurales. A la escasez de agua se le une el aumento poblacional esperado en los próximos años. Y las consecuencias del cambio climático no juegan a favor de la situación. La existencia de conflictos en la zona desde hace décadas ha generado una fuerte presencia de asentamientos humanitarios formales e informales, que pueden derivar también en conflictos añadidos sobre la gestión de las fuentes hídricas. Por estas razones, la atención a personas refugiadas y desplazadas es crucial para asegurar la asistencia humanitaria pero también la paz. Africa Subsahariana, otro obstáculo para el desarrollo Dentro del grupo de palabras que nos salen cuando hablamos de África, seguro que entre ellas está la sequía. La escasez de agua es un continuum en la historia del África Subsahariana, donde los niveles de pobreza extrema son alarmantes y donde, a pesar de todo, la población sigue aumentando. Y no solo es un problema la falta de agua, sino también la ausencia de infraestructuras que aseguren una buena gestión de los recursos hídricos en el continente. En una región en la que agricultura y ganadería, aunque de subsistencia, son cruciales para el desarrollo de las sociedades, la escasez de agua se presenta como un verdadero drama. El aumento del precio de los alimentos a causa de las sequías y otros efectos del cambio climático están generando ya grandes movimientos de personas desplazadas a causa del hambre y la ausencia de un futuro digno. América Latina y Caribe, de lo rural a lo urbano Ni fuentes de agua potable ni saneamiento básico y seguro. El crecimiento de suburbios alrededor las grandes urbes latinoamericanas, donde la pobreza es protagonista, ha impedido hasta ahora dar una respuesta a los problemas derivados del agua para la población que lo sufre. En zonas rurales el problema también es importante debido a la falta de infraestructuras que lleven agua

limpia y segura. Guatemala, Nicaragua, República Dominicana, Perú y Paraguay son los países donde la desigualdad más determina el acceso (o no) a recursos hídricos. Europa y América del Norte, donde crece la desigualdad Dos de las zonas más enriquecidas del planeta, que sin embargo también son vulnerables a la falta de agua. Y los problemas se agravan allá donde más desigualdad existe, porque en esos casos, el acceso al agua puede peligrar. Hablamos de desigualdad socioeconómica pero también geográfica, ya que como ocurre en todo el mundo, la dificultad de acceso a fuentes de agua es aún más preocupante en las zonas rurales.

Escasez de agua a nivel nacional Hoy la seguridad hídrica en México enfrenta cinco retos principales: escasez, contaminación, conflictos por el agua, deterioro ambiental de cuencas y acuíferos. Para 2030 habrá escasez en las cuencas mexicanas, si la población sigue concentrándose en los principales centros urbanos del país, esto porque se sobrexplotarán aún más los mantos acuíferos, advirtió Polioptro Martínez Austria, durante su conferencia en línea ofrecida para la Secretaría de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial del Gobierno de Puebla. El doctor Martínez Austria, agregó que esta escasez será propiciada por factores como la demografía, producción de alimentos, demanda de energía, cambio climático, a que no hay una reforma hídrica en México, seria y profunda, que administre el líquido, que genere el capital económico necesario para su transportación, saneamiento, y potabilización. Asimismo, en la ponencia en línea titulada “La seguridad hídrica de México: retos principales”, Polioptro Martínez señaló que México es uno de los países más afectados por el cambio climático. “La temperatura ha aumentado al menos dos grados y en ciudades donde es común los 45 grados o más puede ser mortal. La contaminación de ríos y mantos acuíferos también ha aumentado. La precipitación pluvial tiene una disminución en un porcentaje relativamente bajo, pero ha subido la demanda; es decir, en una ciudad llueve un 16 por ciento pero ocupa agua en un 20 por ciento”. Si bien el panorama es desalentador, Polioptro Martínez Austria finalizó su ponencia recomendando que para para gozar en las próximas décadas de una cantidad suficiente de agua, “hay cuidarla, no desperdiciarla y pagar lo justo por ella. La solución existe, pero nadie lo puede hacerlo solo; tenemos que reunirnos: académicos, gobierno, sociedad civil, y cámaras de empresarios, para juntos resolver el problema a largo plazo”. Organismos internacionales apuntan a que la crisis de agua que enfrentará la humanidad rumbo al llamado Día Cero de la escasez de agua podrían intensificarse en países como México.

Además de las afectaciones ocasionadas por el cambio climático existen otros aspectos que ponen en riesgo el acceso al recurso hídrico en el país, como el desperdicio, la contaminación y la falta de políticas públicas para la protección de los mantos acuíferos nacionales.

Esta situación afecta a estados como Baja California y Jalisco, cuyas comunidades han sufrido el abuso de la actividad industrial adyacente a sus principales ríos; Morelos o Sonora, impactados po...


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