Fermín Chávez, Una epistemología para la periferia PDF

Title Fermín Chávez, Una epistemología para la periferia
Author Noelia Claure
Course Teoría de las Relaciones Internacionales I
Institution Universidad Nacional de Lanús
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Texto: Fermín Chávez, Una epistemología para la periferia. Desentrañar las ideologías hegemónicas que representan fuerzas e instrumentos de dominación fue la principal tarea de los trabajadores de la cultura desde la periferia. El sujeto y el objeto fueron construidos históricamente intervenidas por las ideologías dominantes y fueron exportadas desde el centro hacia la periferia. La nueva toma de conciencia por los pueblos y sus líderes va a plantear el problema de la reelaboración del sujeto y del objeto. De ahí el reclamo de otra episteme que no sea desde la filosofía pura, ni exclusivo del sistema central del poder. Esa transformación del sujeto como a la construcción del objeto, es lo que va llamar el autor “Colonización pedagógica”. Fermín Chávez propone un nuevo eje cultural, donde hay que romper con el pensamiento eurocentrista, que nos hace pensar según la categoría de otros. Necesitamos una nueva ciencia del pensar, una epistemología propia. Propone que pensemos desde la periferia, es decir, de nuestra realidad. Plantea que para lograr esto se debe hacer una revisión histórica, ya que la historia debe ser la historia de la descolonización, y que la historia que nos contaron es una de colonización. Fermín no posee una postura nacionalista, sino que está a favor de importar ideas extranjeras, pero estas deben ser pasadas por el tamiz de la realidad local. El autor considera que somos un país dependiente, en términos económicos y culturales, “entendemos por cultura; una organización tradicional de ideas, creencias, costumbres y herramientas” (Leslie A. White, 1964) y que la dependencia económica es consecuencia de la cultural, es decir de ciertas ideas que fueron instaladas en el pensamiento de la gente (dependencia cultural), un concepto similar a la colonización pedagógica de Jauretche. Algunos de los elementos de la dependencia pueden ser el liberalismo cambiario, o la corriente del iluminismo. Fermín propone que aceptemos que somos países dependientes, y que debemos reformar toda nuestra historia cultural, con conciencia nacional y ruptura de dependencias, buscando la liberación cultural y económica. El trata un concepto de eurocentrismo, y argumenta que se usa para definir qué es y que no es civilizado, tomando al hombre europeo como medida racional de las cosas. Finalmente, Chávez define la “epistemología para la periferia”, como desentrañar las ideologías de países centrales que sean un instrumento de dominación (no todas ellas lo son), de forma que se pueda construir una nueva “forma de pensar” (Episteme), mediante la formación de conceptos propios, para llegar a una emancipación nacional. Fermín considera que es mejor la ignorancia que el conocimiento que se trata de colonización pedagógica, ya que este es un falso pensamiento, y es un pensamiento contra uno mismo, y lleva a la dependencia. Chávez también toca el concepto de la cultura de masas y la cultura de élite. Explica que la cultura es un árbol de dos raíces, donde una de ellas (la de masas) tiene un origen considerado bárbaro, y

la otra (la de élite) da flores que son reconocidas por el sistema, lo que significa que solo se toma en cuenta la cultura elitista, que es eurocentrista. Iluminismo e Historicismo Fermín considera el iluminismo como una ideología de dependencia, ligada a los conceptos de civilización y barbarie, que piensa que la única cultura es elitista, y la cultura popular no es tenida en cuenta. Explica también que esta corriente es la fuente de construcción de nuestro país, que lleva también a que este no tenga conexión con América ni con su mercado interno, sino que atienda solo mercados transoceánicos. El iluminismo pone lo racional antes que lo real (considera a la razón como un Dios), y hace que toda la cultura y pensamientos propios de nuestro país sean vistos como “oscurantismo”, y que todos deben dejar lugar a la razón, porque esta es universal, y es la negación de todas las subjetividades. Fermín considera que el iluminismo es antihistorico y va en contra de nuestra conciencia nacional. El iluminismo es el proyecto del 80 que vence al proyecto de las provincias, y lo sumerge en la colonización, negando toda la historia, y buscando borrar todas las huellas de esta, mediante un corte con toda tradición latinoamericana, reemplazando la cultura propia por ajena y yendo en contra de la generación de una conciencia nacional. En contraposición al iluminismo aparece otra corriente que es el historicismo, donde Dorrego es considerado el exponente de este. Esta corriente buscaba reivindicar el pasado, y afirmaba que se debía tener en cuenta este, y conocer las tradiciones culturales propias. Fermín Chávez era parte de este movimiento, el cual definía que “para estudiar a cualquier ser colectivo, se deben conocer todos los elementos de este, considerando también su vida anterior y su vida presente.” Chávez considera que este movimiento es importante para que lo real deje de ser considerado un producto absurdo de la historia. Uno de los elementos que también reivindica este movimiento es la poesía gauchesca, que no era considerada cultura por el iluminismo. Es el individuo quien resulta explicado por su organización cultural, y no a la inversa. En definitiva es la tradición cultural de un pueblo la que explica la Fe y la creencia de sus componentes individuales. Epistemología Para la periferia Fermín Chávez propone un nuevo eje cultural, donde hay que romper con el pensamiento eurocentrista, que nos hace pensar según la categoría de otros. Propone que pensemos desde la periferia, es decir, de nuestra realidad. Plantea que para lograr esto se debe hacer una revisión histórica, ya que la historia debe ser la historia de la descolonización, y que la historia que nos contaron es una de colonización. Fermín no posee una postura nacionalista, sino que está a favor de importar ideas extranjeras, pero estas deben ser pasadas por el tamiz de la realidad local. Fermín considera que somos un país dependiente, en términos económicos y

culturales, y que la dependencia económica es consecuencia de la cultural, es decir de ciertas ideas que fueron instaladas en el pensamiento de la gente (dependencia cultural), un concepto similar a la colonización pedagógica de Jauretche. Algunos de los elementos de la dependencia pueden ser el liberalismo cambiario, o la corriente del iluminismo. Fermín propone que aceptemos que somos países dependientes, y que debemos reformar toda nuestra historia cultural, con conciencia nacional y ruptura de dependencias, buscando la liberación cultural y económica. El trata un concepto que es el “Europometrismo”, para referirse al eurocentrismo, y argumenta que se usa para definir qué es y que no es civilizado, tomando al hombre europeo como medida racional de las cosas. Finalmente, Chávez define la “epistemología para la periferia”, como desentrañar las ideologías de países centrales que sean un instrumento de dominación (no todas ellas lo son), de forma que se pueda construir una nueva “forma de pensar” (Episteme), mediante la formación de conceptos propios, para llegar a una emancipación nacional. Fermín considera que es mejor la ignorancia que el conocimiento que se trata de colonización pedagógica, ya que este es un falso pensamiento, y es un pensamiento contra uno mismo, y lleva a la dependencia. Chávez también toca el concepto de la cultura de masas y la cultura de élite. Explica que la cultura es un árbol de dos raíces, donde una de ellas (la de masas) tiene un origen considerado bárbaro, y la otra (la de élite) da flores que son reconocidas por el sistema, lo que significa que solo se toma en cuenta la cultura elitista, que es eurocentrista. Iluminismo e Historicismo Fermín considera el iluminismo como una ideología de dependencia, ligada a los conceptos de civilización y barbarie, que piensa que la única cultura es elitista, y la cultura popular no es tenida en cuenta. Explica también que esta corriente es la fuente de construcción de nuestro país, que lleva también a que este no tenga conexión con América ni con su mercado interno, sino que atienda solo mercados transoceánicos. El iluminismo pone lo racional antes que lo real (considera a la razón como un Dios), y hace que toda la cultura y pensamientos propios de nuestro país sean vistos como “oscurantismo”, y que todos deben dejar lugar a la razón, porque esta es universal, y es la negación de todas las subjetividades. Fermín considera que el iluminismo es antihistorico y va en contra de nuestra conciencia nacional. El iluminismo es el proyecto del 80 que vence al proyecto de las provincias, y lo sumerge en la colonización, negando toda la historia, y buscando borrar todas las huellas de esta, mediante un corte con toda tradición latinoamericana, reemplazando la cultura propia por ajena y yendo en contra de la generación de una conciencia nacional. En contraposición al iluminismo aparece otra corriente que es el historicismo, donde Dorrego es considerado el exponente de este. Esta corriente buscaba reivindicar el pasado, y afirmaba que se debía tener en cuenta este, y conocer las tradiciones culturales propias. Fermín Chávez era parte de este movimiento, el cual definía que “para

estudiar a cualquier ser colectivo, se deben conocer todos los elementos de este, considerando también su vida anterior y su vida presente.” Chávez considera que este movimiento es importante para que lo real deje de ser considerado un producto absurdo de la historia. Uno de los elementos que también reivindica este movimiento es la poesía gauchesca, que no era considerada cultura por el iluminismo....


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