Jung, Carl Gustav, Obra Completa Vol.16 - La Práctica de la Psicoterapia PDF

Title Jung, Carl Gustav, Obra Completa Vol.16 - La Práctica de la Psicoterapia
Author Alejandro Surriable
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La práctica de la psicoterapia Jung CARL GUSTAV Obra Completa Volumen 16 editorial trotta C. G. JU N G OBRA COMPLETA OMPLETA VOLUMEN 16 LA PRÁCTICA DE LA PSICOTERAPIA Contribuciones al problema de la psicoterapia y a la psicología de la transferencia C. G. J U N G Traducción de Jorge Navarro Pérez E...


Description

La práctica de la psicoterapia

Jung CARL GUSTAV

Obra Completa Volumen 16 editorial trotta

C. G. JU N G A OMPLETA OBRA COMPLET

VOLUMEN 16

LA

PRÁCTICA DE LA PSICOTERAPIA

Contribuciones al problema de la psicoterapia y a la psicología de la transferencia

C. G. J U N G Traducción de Jorge Navarro Pérez

EDITORIAL TROTTA

ENRIQUE GALÁN SANTAMARÍA

La edición de esta obra se ha realizado con la ayuda de Pro Helvetia, Fundación suiza para la cultura, y de Erbengemeinschaft C.G. Jung

CARL GUSTAV JUNG OBRA COMPLETA EDICIÓN DE ENRIQUE GAL AN ´ (FUNDACIÓN C. G. JUNG)

TÍTULO ORIGINAL: PRAXIS DER PSYCHOTHERAPIE

© EDITORIAL TROTTA, S.A., 2006, 2013 FERRAZ, 55. 28008 MADRID TELÉFONO: 91 5430361 FAX: 91 5431488 E-MAIL: [email protected] HTTP://WWW.TROTTA.ES WEB: © WALTER VERLAG, 1995 © JORGE NAVARRO PÉREZ, PARA LA TRADUCCIÓN, 2006 © ENRIQUE GALÁN SANTAMARÍA, PARA LA INTRODUCCIÓN A LA EDICIÓN ESPAÑOLA, 2006 DISEÑO DE COLECCIÓN

GALLEGO & PÉREZ-ENCISO CUALQUIER

FORMA DE REPRODUCCIÓN, DISTRIBUCIÓN, COMUNICACIÓN PÚ-

BLICA O TRANSFORMACIÓN DE ESTA OBRA SOLO PUEDE SER REALIZADA CON LA AUTORIZACIÓN DE SUS TITULARES, SALVO EXCEPCIÓN PREVISTA POR LA LEY.

DIRÍJASE A CEDRO (CENTRO ESPAÑOL DE DERECHOS REPROGRÁFICOS) SI NECESITA UTILIZAR ALGÚN FRAGMENTO DE ESTA OBRA (WWW.CONLICENCIA.COM; 91 702 19 70 / 93 272 04 45). ISBN:

978-84-9879-477-9 (obra completa, edición digital pdf) 978-84-9879-478-6 (volumen 16, edición digital pdf)

ISBN:

VI

INTRODUCCIÓN

A

LA

EDICIÓN

ESPAÑOLA

CONTENIDO

Introducción a la edición española: Enrique Galán Santamaría ... I. PRÓLOGO

DEL AUTOR

...........................................................

IX 3

PRIMERA PARTE: PROBLEMAS GENERALES DE LA PSICOTERAPIA

II. CONSIDERACIONES DE PRINCIPIO ACERCA DE LA PSICOTERAPIA PRÁCTICA ............................................................................. III. ¿QUÉ

ES LA PSICOTERAPIA? ....................................................

25

ASPECTOS DE LA PSICOTERAPIA MODERNA ................

33

..................................................

41

.....................

57

Y COSMOVISIÓN ...............................................

79

....................................................

87

.....................................

97

FUNDAMENTALES DE LA PSICOTERAPIA .................

113

IV. ALGUNOS V. METAS VI. LOS

DE LA PSICOTERAPIA

PROBLEMAS DE LA PSICOTERAPIA MODERNA

VII. PSICOTERAPIA VIII. MEDICINA IX. LA

7

Y PSICOTERAPIA

PSICOTERAPIA EN LA ACTUALIDAD

X. CUESTIONES

SEGUNDA PARTE: PROBLEMAS ESPECIALES DE LA PSICOTERAPIA

XI. EL

VALOR TERAPÉUTICO DE LA ABREACCIÓN ...........................

VII

129

E N R I Q U E CGOANL T Á ENN ISDA O NTAMARÍA

XII. LA

......

139

XIII. LA PSICOLOGÍA DE LA TRANSFERENCIA ................................... Prólogo ............................................................................... Introducción ....................................................................... La serie de figuras del Rosarium philosophorum como ilustración de los fenómenos transferenciales .......................... 1. La fuente mercurial ..................................................... 2. El rey y la reina ........................................................... 3. La verdad desnuda ...................................................... 4. La inmersión en el baño .............................................. 5. La coniunctio ............................................................... 6. La muerte .................................................................... 7. El ascenso del alma ..................................................... 8. La purificación ............................................................ 9. El retorno del alma ..................................................... 10. El nuevo nacimiento .................................................... Epílogo ...............................................................................

159 159 162

APLICABILIDAD PRÁCTICA DEL ANÁLISIS DE LOS SUEÑOS

193 193 199 223 227 232 241 250 255 263 284 301

APÉNDICES

Glosario de términos latinos y griegos ......................................... Bibliografía .................................................................................. Índice onomástico ........................................................................ Índice de obras citadas ................................................................. Índice de materias ........................................................................

VIII

305 309 321 325 327

INTRODUCCIÓN

A

LA

EDICIÓN

ESPAÑOLA

INTRODUCCIÓN A LA EDICIÓN ESPAÑOLA Enrique Galán Santamaría

Como es sabido, la primera edición de la Obra completa de Carl Gustav Jung es su versión inglesa, Collected Works, iniciada en 1953, de la cual se publicarían diez de sus veinte volúmenes en vida de Jung1. La edición alemana, Gesammelte Werke, que comienza su andadura en 1958, se inaugura precisamente con este volumen, La práctica de la psicoterapia. El posible motivo de dicha elección nos lo brinda el mismo Jung cuando en el Prólogo a esta miscelánea de textos referidos a la psicoterapia recuerda al lector que su «contribución al conocimiento del alma se basa en la experiencia práctica con el ser humano. En efecto, el esfuerzo médico por comprender psicológicamente las dolencias anímicas es lo que me ha conducido en mis más de cincuenta años de práctica de la psicoterapia a todos mis conocimientos y conclusiones posteriores y lo que me ha llevado a examinar y modificar mis ideas a la luz de la experiencia inmediata»2. Es pues la consulta profesional origen y destino de todas las investigaciones que Jung se vería obligado a realizar, en claro contraste con una opinión muy difundida que haría de él más bien un teórico y un psicólogo filosófico que estudiaría asuntos muy alejados de la práctica clínica. Muy al contrario, tales estudios permiten objetivar los fenómenos psíquicos —emociones y representaciones ante hechos y personas— y su marco histórico en la propia consulta. Aunque obviamente menudean las referencias a la psicotera1. Los volúmenes publicados en CW por año y número: 1953 (12 y 7), 1954 (16 y 17), 1956 (5), 1957 (1), 1958 (11), 1960 (8 y 3) y 1961 (4). 2. Prólogo, p. 1.

IX

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pia a lo largo de toda la obra de C. G. Jung, con mayor frecuencia y densidad en sus escritos clínicos, psicoanalíticos y psiquiátricos, los textos aquí recopilados se centran específicamente en el contexto, las condiciones y dinámica de la psicoterapia tal como él la entiende. Su arco temporal cubre treinta años, desde 1921, cuando dicta su conferencia «El valor terapéutico de la abreacción», hasta 1951, año en el que publica en la revista Dialéctica «Cuestiones fundamentales de la psicoterapia». Treinta años de consolidación de una obra fundamentada entonces en la teoría de lo inconsciente colectivo (1912) y la tipología psicológica (1921), y que posteriormente complementaría con la descripción del proceso de individuación (1928) y la noción de sí-mismo (1929), cuya articulación de contrarios hacia un centro describirá Jung en paralelo con la alquimia a partir de la década de 1930. La investigación sobre el aspecto transpersonal del sí-mismo le conduce a la hipótesis de la sincronicidad, aludida en 1930 —«En memoria de Richard Wilhelm»3— y presentada en 19524. Si bien los escritos que componen este volumen revelan esa progresiva profundización de la obra junguiana en lo referido al ámbito clínico, también expresan la permanencia de su concepción de los aspectos centrales del acto psicoterapéutico, proceso dialéctico que tiene por objetivo «la autonomía moral del paciente», como señala Jung en 1913 a su corresponsal Loÿ.5 En su mayoría, los textos de este volumen son conferencias y ponencias preparadas con ocasión de Congresos y Asambleas profesionales, como la Sociedad Médica General de Psicoterapia, la Asamblea de Psicoterapeutas Suizos o la Sociedad de Medicina de Zúrich, como comprobará el lector en los capítulos correspondientes. El escrito más importante y extenso de este volumen es La psicología de la transferencia, publicado originalmente en 1946 como preludio de su obra magna Mysterium coniunctionis, que vería la luz diez años más tarde6. Históricamente, Jung es uno de los pioneros de la psicoterapia, pues como se verá en lo que viene a continuación, esta práctica médica es una respuesta a los callejones sin salida en que se fue encontrando progresivamente la psiquiatría en su primer siglo de existencia y se consolida precisamente en la época en la que Jung inicia su vida profesional. 3. 4. 5. 6.

Cf. OC 15, cap. 5. Cf. OC 8, caps. 18 y 19. Cf. OC 4, § 657. OC 14.

X

INTRODUCCIÓN

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EDICIÓN

ESPAÑOLA

Constitución de la psicoterapia La primera mención del término «psicoterapia» se encuentra en el texto de W. Cooper Dendy, «Psychotherapeia, or the remedial influence of mind», aparecido en el tercer número del Journal of Psychological Medicine and Mental Pathology de 1853, para ser retomado casi veinte años después como psychotherapeutics por D. H. Tuke en su obra de 1872 sobre los ejemplos de la influencia de la mente sobre el cuerpo, y fijado su significado actual diecinueve años más tarde en la obra de H. Bernheim, Hypnotisme, suggestion, psychothérapie, que marca el inicio de su uso común en la literatura médica. Podemos situar así el nacimiento explícito de la psicoterapia moderna en el último tercio del siglo XIX en tierras inglesas, de donde irradiaría al continente para desarrollarse en los países de habla francesa y alemana hasta sufrir un salto cualitativo en la Viena de Freud. Rastrear el origen de la psicoterapia nos lleva, sin embargo, mucho más allá. Como curación basada en los aspectos mentales, la psicoterapia forma parte del chamanismo y de toda práctica médica posterior. En cuanto explícita «medicina del alma», es tan antigua como la filosofía helenística, cuyas cuatro escuelas principales —estoicismo, epicureismo, escepticismo y cinismo— se presentan como tal. Su primera aparición en la esfera médica europea se debe a Paracelso en el siglo XVI. Mostrará su poder dos siglos más tarde con Mesmer y su «magnetismo animal». Aunque este fondo precientífico es fundamental y será operante como trasfondo de toda psicoterapia, sólo dentro de una psiquiatría ya constituida podrá encontrar esta psicoterapia el camino que ha seguido hasta hoy. Así pues, sólo retrocederemos hasta la formación de la psiquiatría como especialidad médica un siglo antes con el concepto de «neurosis» de W. Cullen, que hace operativa médicamente la vaga «enfermedad nerviosa» que venía estudiándose en la manchesteriana Inglaterra de la segunda mitad de siglo XVIII y que cambiaría en gran parte la noción galénica de las alteraciones psíquicas, dominante hasta entonces. Será Pinel quien siguiendo a Cullen inaugurará, en el marco de una medicina anatomopatológica, la perspectiva médica de la locura —su monografía sobre la manía marca el inicio oficial de la psiquiatría en 1800— y la puesta a punto de un «tratamiento moral», basado en la gentileza de trato con el paciente, represión de sus conductas desordenadas y destrucción de sus ideas patológicas mediante el trabajo, la reeducación y la autodisciplina. El XI

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lugar donde se llevará a cabo dicho tratamiento es el asilo, que permite el aislamiento del paciente de su entorno familiar, ocupando el médico, contra la anterior preeminencia de los religiosos, el papel dominante, con una conducta teatral y autoritaria para enfrentar la insania del loco, así como la observación de las conductas mórbidas, que da lugar a una progresiva delimitación de síntomas y rasgos que pueden ser agrupados en categorías nosológicas. La idea de un tratamiento moral encontrará entre los médicos románticos alemanes una teorización que integra las ideas cristianas —católica y protestantes—, el mesmerismo, el vitalismo y la filosofía de la naturaleza en el paradigma de Pinel. En este caldo de cultivo surge la idea del «tratamiento psíquico» (J. Ch. Reil en 1803), que no puede ir más allá del tratamiento moral y su intento finalmente confesional y autoritario de sacar al loco de su error. Así, al optimismo ilustrado que liberó al loco de sus grilletes le siguió el pesimismo por la cronificación que experimentaban los pacientes en los asilos, triste realidad que alimentó a partir de 1850 la idea de la «degeneración hereditaria». La respuesta fue doble: por un lado se intensifica la concepción somaticista y su programa de investigación neurológica universitaria que llega hasta hoy, y por otro se redescubre el magnetismo mesmerista y el fenómeno de sonambulismo. Comienza la psiquiatría dinámica. Son los autores en lengua francesa quienes profundizarán en la problemática de la hipnosis, privilegiando el paradigma fisiolopatológico sobre el anatomoclínico y centrando la atención sobre los fenómenos de sugestión inducidos por el médico. A partir de entonces la psicoterapia se ofrece como el tratamiento indicado para las neurosis —histeria, hipocondría, psicastenia y neurastenia— mediante sugestión o hipnosis y persuasión. El punto de inflexión viene marcado por la obra de Freud, que utiliza en un principio la electroterapia y la hipnosis antes de ofrecer una técnica basada en el diálogo con el paciente, el psicoanálisis. Presentado en un principio como técnica psicoterapéutica que a través de la asociación libre y el análisis onírico pretendía sacar a la luz los contenidos psíquicos inconscientes originados por la represión de los deseos sexuales infantiles, dio origen a la psicología profunda o psicología de lo inconsciente. Freud conceptualizó médicamente el concepto psicológico y filosófico de inconsciente, ofreció una dinámica psíquica herbartiana de fundamento afectivo, estableció una topografía psíquica e hizo de la histeria una enfermedad de origen infantil y etiología sexual. El joven psiquiatra Jung, alentado por su director en la clínica XII

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Burgöhlzli, E. Bleuler, encontrará en Freud el camino a seguir para tratar las enfermedades mentales7. «La transferencia es el alfa y omega del psicoanálisis»8 Este leitmotiv aparece varias veces en los textos de Jung. La cita que da título a este epígrafe está tomada de «El valor terapéutico de la abreacción», el escrito más temprano de esta selección, pero también puede leerse en su libro póstumo editado por A. Jaffé, Recuerdos, sueños, pensamientos, y en La psicología de la transferencia: «En mi primer encuentro personal con Freud en 1907, tras estar hablando durante varias horas, se produjo una pausa. De repente, Freud me preguntó: “¿Y usted, qué piensa de la transferencia?”. Le contesté, completamente convencido, que la transferencia es el alfa y omega del método analítico. Freud dijo: “Entonces usted ha comprendido lo fundamental”»9. Antes de presentar la concepción junguiana de la transferencia conviene conocer en términos generales sus planteamientos acerca de la psicoterapia, que en sus notas esenciales permanece constante a lo largo de su obra. Para calibrar hasta qué punto es eso cierto, podemos partir de su correspondencia con Loÿ10, mantenida durante el primer trimestre de 1913, donde puede leerse que «tras la maraña desconcertante y engañosa de las fantasías neuróticas se encuentra un conflicto que puede calificarse de moral»11, de ahí que «la verdadera solución del conflicto es sólo de carácter interno, pues consiste en llevar al paciente a otra actitud»12. Para ello, «mi única regla del oficio es considerar el psicoanálisis como una conversación completamente normal y razonable, evitando asimismo cualquier apariencia de conjuro médico»13, pues «el objetivo es educar al paciente de tal modo que cure por sí mismo y por su propia determinación, [según] los principios del tratamiento analítico, que quiere evitar cualquier violencia y dejar que todo

7. Cf. las introducciones a la edición española de los volúmenes 1 y 4 de la Obra completa para ampliar la información de este apartado. 8. § 276 (de no indicarse lo contrario, los números de párrafo corresponden a este volumen). 9. § 358. 10. OC4, cap. 12. 11. Ibid., § 583. 12. Ibid., § 606. 13. Ibid., § 624.

XIII

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salga del propio paciente»14, en «el camino hacia la libertad que el médico debiera indicar a su enfermo»15. Respecto a la transferencia, Jung responde a su corresponsal, director médico del Sanatorio L’Abri, de Montreux-Territet, que «es también actualmente el problema central del análisis»16. La transferencia toca a la «relación del paciente con la autoridad»17 y «ha de valorarse muy diferentemente según el tipo de casos»18, pues «no es un mero transferir fantasías erótico-infantiles (…) sino un proceso de empatía y adaptación»19 por el cual «la libido del paciente se apodera de la personalidad del médico en forma de expectativa, esperanza, interés, confianza, amistad y amor»20. De ahí que Jung señale que «no trabajamos con la “transferencia hacia el médico” sino contra ella y a pesar de ella. Por eso precisamente contamos no con la fe del enfermo, sino con su crítica»21. Eso exige al médico una determinada actitud, bastante más humilde, y arriesgada, que la del autoritario médico que impartía su «tratamiento moral», fuera el teatral psicoterapeuta sugestivo o el paternal psicoterapeuta persuasivo, eso sí, sin olvidar que «el médico actúa, nolens volens, mediante su personalidad, esto es, sugestivamente»22. En consecuencia, surge la necesidad del «análisis didáctico», por el cual el médico «se someta primero a un proceso analítico, pues su personalidad es uno de los factores de curación»23. Baste este condensado digest para percibir las notas principales de la psicoterapia junguiana: el conflicto es fundamentalmente moral y no una enfermedad en sentido estricto, la relación terapéutica debe ser lo más simétrica posible y dirigida al acrecentamiento de la libertad y autonomía moral del paciente, considerando la transferencia según el modelo de la relación infantil, «inmediatez humana más allá de los meros valores sexuales»24. Frente a cualquier idea de superioridad por parte del analista, Jung señala, como volverá a hacerlo innumerables veces, que «el analista llega siempre con su tratamiento justo hasta donde ha 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24.

Ibid., Ibid., Ibid., Ibid., Ibid., Ibid., Ibid., Ibid., Ibid., Ibid., Ibid.,

§ § § § § § § § § § §

639. 663. 656. 657. 660. 662. 663. 601. 584. 586. 662.

XIV

INTRODUCCIÓN

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EDICIÓN

ESPAÑOLA

llegado su propio desarrollo moral»25. El intercambio epistolar que Jung mantiene con su colega en el año de su ruptura con Freud presenta así las grandes líneas del pensamiento clínico que elaborará a lo largo de los textos que componen este volumen. Jung tiene muy clara la historia de la psicoterapia como práctica médica, aunque sabe que excede el campo de la Medicina. En su artículo de 1951 traza una peq...


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