Lectura 6. Posturas que fundamentan la ética y ética aplicada PDF

Title Lectura 6. Posturas que fundamentan la ética y ética aplicada
Course Ética
Institution Universidad Argentina John F. Kennedy
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1.3. Teorías éticas Fundamentación de la ética: Principismo y consecuencialismo Existen diferentes maneras de responder a la pregunta ¿por qué nos comportamos moralmente? Necesitamos justificar nuestro comportamiento moral y fundamentarlo, por ello, para argumentar qué decisión tomar se pueden utilizar dos maneras diferentes; una es principismo (argumentación en base a reglas morales) y otra es el consecuencialismo (argumentación en base a las consecuencias de aplicar uno u otro curso de acción). Ahora veamos cada una de las posturas en particular; recuerde al leer que esta materia se basa en autores diversos, de ellos hacemos referencia al pie de página y es importante que lea la biografía o reseña indicadas para una correcta comprensión de cada postura (esto también forma parte del contenido). Dentro del consecuencialismo se distingue (en una postura extrema) el utilitarismo, que consiste en buscar el mayor beneficio para el mayor número de personas. Siguiendo esta línea de pensamiento, es muy probable que en la primera situación elija priorizar su trabajo por sobre su mundo personal (que puede ser el estrictamente personal como el de la familia o ambos), porque en realidad el mayor beneficio sería el económico para el mayor número de personas (no sólo su familia que recibe la compensación económica, sino también el de los que reciben los beneficios de su trabajo). El riesgo de este criterio es que posiblemente deje de lado a las minorías, por ejemplo, a su familia. Esta postura utilitarista fue sostenida por Bentham1 y por Stuart Mill2 y su cálculo de máximas es criticado por aquellos que analizan la justicia desde una perspectiva distributiva. 1

http://www.eumed.net/cursecon/economistas/bentham.htm. Jeremy Bentham, 1748-1832. Jeremy Benthan es un filósofo británico fundador del utilitarismo. Amigo personal de James Mill y tutor de John Stuart Mill, influyó de forma extraordinaria en la teoría económica del siglo XIX y en los primeros marginalistas. En su Introduction to the Principles of Morals (1780) propone como objetivo de la actividad política la consecución de "la mayor felicidad para el mayor número" de personas. Bentham es el padre de la función de utilidad y conoce la tendencia decreciente de la utilidad marginal. Sin embargo, su concepto de utilidad era cardinal ya que consideraba que podía ser medida con precisión. Además consideraba posible hacer comparaciones interpersonales de utilidad, cosa que actualmente se rechaza. Estas ideas de Bentham fueron la base de una profunda crítica de la sociedad que aspiraba a comprobar la utilidad de las creencias, costumbres e instituciones existentes en su tiempo. Activista a favor de la reforma de las leyes, se enfrentó a las doctrinas políticas establecidas en su época tales como el derecho natural y el contractualismo. Fue el primero en proponer una justificación utilitarista para la democracia. Adelantándose extraordinariamente a su tiempo, luchó por el bienestar de los animales, el sufragio universal y la descriminalización de la homosexualidad. Benthan fundó el University College London donde, tal como lo solicitó en su testamento, su cuerpo embalsamado y vestido con sus propias ropas sigue expuesto en una vitrina en un pasillo muy concurrido a la vista de los alumnos. Hay muchas anécdotas relacionadas con esta curiosa excentricidad. La cabeza expuesta actualmente es de cera. La real fue robada en diversas ocasiones como una broma tradicional de los alumnos por lo que ahora está conservada en una caja fuerte de la UCL. El cuerpo, sin embargo, se traslada todos los años para presidir algunas reuniones en las que se le recuerda con la frase "Jeremy Bentham, presente pero sin derecho a voto". 2 http://www.biografiasyvidas.com/biografia/m/mill.htm “John Stuart Mill (Londres, 1806-Aviñón, Francia, 1873) Economista, lógico y filósofo británico. Hijo del también economista James Mill, fue educado de forma exclusiva por éste según los estrictos principios del Emilio de Rousseau. Dotado de una inteligencia extraordinaria, a los diez años

Materia: Ética y deontología profesional Profesora: Ab.Cristina González Unzueta

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Un ejemplo de esta postura sería si usted, como profesional, justifica el cobro injusto de sus honorarios “porque así lo hace la mayoría de los profesionales”, ¿y la justicia? ; “bien, gracias” diría Ud. Además constituye el origen del dicho sajón: “perdedores y ganadores”. Otro ejemplo de aplicación utilitarista se da en los casos de las empresas que atraviesan algún tipo de problema económico y deciden reducir costos. ¿Por dónde empiezan? Sí, ha adivinado: por el personal, generalmente. En un cálculo utilitarista, si tenemos 100 empleados, despedimos a 20 (la minoría) para sostener los otros 80. Éste es un cálculo de máximas, que no busca otras opciones más justas para resolver el problema. Otra postura es aquella que admite una más moderación (consecuencialismo moderado), que sólo analiza las consecuencias de la decisión y que las mide en el sentido del beneficio o daño que pueden producir; ésta posición sí contempla las minorías. Por ejemplo: si ante la necesidad de reducir costos decidimos bajar a todo el personal un porcentaje de sus salarios (luego de haber reducido otros costos ), entre todos estarán soportando la crisis de la empresa. En esta decisión se contemplan las consecuencias, que son mantener el puesto de trabajo, para todos porque las personas que ahí trabajan puedan tener la expectativa de continuar. Antecedente del utilitarismo fue el hedonismo (postura de los griegos), basada en la búsqueda del placer y la huída del dolor. Los hedonistas sostuvieron inicialmente como moral la mayor felicidad para el mayor número posible de seres vivos. Si su decisión fuera principista y continuáramos en la primera de las hipótesis, entonces su decisión se basaría en normas, en reglas, por lo tanto sólo quedaría aplicar las mismas y decidir según ellas; el problema aquí es qué reglas debe tomar en cuenta, debido a que la organización en la que está inserto tiene sus propias reglas y su vida familiar también las tiene. Esto tiene origen en una postura denominada deontológica, déon es la ciencia de los deberes y su precursor fue el filósofo, estaba versado en griego y latín y poseía un exhaustivo conocimiento de los clásicos. A los trece años su padre le introdujo en los principios de la lógica y de la economía política, centrándose en este ámbito en la obra de Adam Smith y David Ricardo. En 1823 ingresó en la Compañía de las Indias Orientales, donde llegaría a ocupar el cargo de jefe de la Oficina para las Eelaciones con los Estados Indios. Activo políticamente en defensa de la causa abolicionista durante la guerra civil estadounidense, desde 1865 y durante tres años ocupó un escaño en la Cámara de los Comunes, donde sería objeto constante de polémica a causa de su decidido apoyo a las medidas a favor de las clases menos privilegiadas y de la igualdad de derechos para la mujer. Sus primeros escritos aparecieron publicados en las páginas de los diarios The Traveller y The Morning Chronicle, y se ocuparon fundamentalmente de la defensa de la libre expresión. En 1824, la aparición de The Westminster Review, órgano de transmisión de la ideas filosóficas radicales, proporcionó a Mill un atrio privilegiado desde el que difundir su ideario liberal. En el campo de la ética, Mill defendió una suerte de matizado utilitarismo en el que pueden entreverse influencias de Bentham y en el que introdujo una constante preocupación por incluir en el concepto habitual de «utilidad» las satisfacciones derivadas del libre ejercicio de la imaginación y la conciencia crítica. Sobre las principales tendencias filosóficas de su tiempo, Mill se manifestó a favor del positivismo comtiano y contrario al intuicionismo de Hamilton. Políticamente mostró siempre un gran entusiasmo por la forma democrática de gobierno atemperado por el pesimismo sobre la incidencia real en el bienestar social de su práctica. Sus trabajos sobre lógica y metodología de las ciencias revistieron gran importancia en su tiempo, fundamentalmente mediante su búsqueda constante de un principio válido para la inferencia de leyes generales; tras los pasos de Hume, Mill definió la causalidad como un proceso empírico falsable que denominó «inducción por enumeración».”

Materia: Ética y deontología profesional Profesora: Ab.Cristina González Unzueta

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Emmanuel. Kant3. Este tipo de decisiones se denominan “ética instrumental” porque toma los derechos o deberes como base de las decisiones.

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http://www.nueva-acropolis.org.ar/Filosofia-moderna-Kant.386.0.html. “ Considerado por muchos como el más influyente filósofo de la era moderna, Inmanuel Kant nació en Kõnigsberg el 22 de abril de 1724, cuarto hijo de una familia humilde de once hermanos. Su pensamiento: La orientación crítica que el empirismo inglés había iniciado, reconociendo y señalando los límites de la razón humana, y que la Ilustración había hecho suya, se convierte en la obra de Kant en un hito decisivo de la historia de la filosofía. El objetivo de Kant es la creación de una filosofía esencialmente crítica, en la cual se establecen de un modo autónomo los confines y posibilidades efectivas de la razón humana. Este objetivo es el de un racionalismo que se proponga, en primer lugar, la elaboración del concepto mismo de la razón. Kant identifica este racionalismo con el iluminismo, y en realidad, el concepto de la razón a que él llega está en la línea que había comenzado con Hobbes y que el iluminismo había aceptado de Locke; es la línea que ve en la razón un órgano autónomo y eficaz para la guía de la conducta humana en el mundo, pero no una actividad infinita u omnipotente, sin límites ni condiciones. Se pueden distinguir tres fases en el pensamiento de Kant: - Primer período precrítico, hasta 1760. Prevalece el interés por las ciencias naturales, durante el cual sigue las huellas del pensamiento dominante en los primeros decenios del siglo XVIII. - Segundo período crítico, hasta 1781, año en que se publica su obra principal "Crítica de la razón pura". Prevalece el interés filosófico y se determina su orientación hacia el empirismo inglés y el criticismo. Esta obra, que contiene la crítica a la que Kant somete a la razón humana, producirá, pese al escaso interés que despierta inicialmente, un giro total, que marcaría un nuevo estilo de pensamiento, un cambio radical en la orientación de la filosofía. Se evidencia una tendencia a evitar el error, más que el descubrimiento de la verdad, siguiendo la tónica de Descartes y de Locke y Hume, quienes ponen en duda diversas posibilidades de conocimiento. Esto lleva a Kant a concentrarse sobre los objetos de razón y sus límites, sus posibilidades, es decir, la crítica de la razón pura. Se inclina por una concepción de la metafísica como la ciencia de los límites de la razón humana, y no como un sistema de saber. La filosofía crítica de Kant se halla en sus tres obras fundamentales: "Crítica de la razón pura", "Crítica de la razón práctica" y "Crítica del juicio". Los elementos de este sistema los denomina Kant "filosofía trascendental" o examen al que hay que someter a la razón humana para investigar las condiciones que hacen posible el conocimiento a priori. Kant afirma que para entender la experiencia (conocimiento a posteriori), es necesario tener conocimientos que no provengan de la experiencia (conocimiento a priori); aunque todo nuestro conocimiento empiece con la experiencia, no por eso procede todo él de la experiencia. Lejos del "sueño dogmático", sólo así el conocimiento empírico puede disponer de aquellas condiciones que exige el verdadero conocimiento (universalidad y necesidad) y que la sola experiencia no puede otorgar. Esto equivale a un cambio de método y a afirmar que no es el entendimiento el que se deja gobernar por los objetos, sino que son éstos los que se someten a las leyes del conocimiento, impuestas por el entendimiento humano. Dando por sentado que son posibles la matemática y la física puras, se pregunta Kant si es posible la metafísica, a lo que concluye que todavía no se ha encontrado un camino seguro. Esto le llevará a la reflexión de que el pensamiento no conoce las cosas tal como son, pues "las cosas en sí" no se pueden conocer, lo que se conoce es "las cosas en mí" o fenómeno, en oposición al noúmeno o "cosa en sí". Esto es justamente lo que explora la Crítica de la razón pura. - Tercer período postcrítico, desde 1781 hasta su muerte, que es el de la filosofía trascendental. Kant se encuentra con el problema de la metafísica, las grandes cuestiones que exceden a la experiencia: Dios, la libertad y la inmortalidad entre otros. En "Fundamentos de la metafísica de las costumbres" establece un hecho ineludible y es que el hombre es moral, se siente responsable y, por tanto, libre. Lo único bueno sin restricción es la buena voluntad, ya que es buena en sí misma, con independencia de los frutos que se logren al ponerla en acción. La guía de la buena voluntad es la razón, y no el instinto que busca siempre la satisfacción de sus propias necesidades; de aquí surge el núcleo de la moral en Kant: la moral consiste en la acción por deber. Define el deber como la necesidad de la acción por respeto a la ley. La ley, cuya representación tiene que determinar la voluntad, será que debo obrar sólo de modo que mi máxima pueda convertirse en ley universal, prescindiendo de mi sentir particular. Esta máxima será el principio subjetivo del querer, del mismo modo que la ley práctica será el principio objetivo de nuestra razón. Ante la pregunta de por qué causa la razón pura puede convertirse en razón práctica, donde se mezclan los dos mundos, el nouménico y el fenoménico, responde Kant que es porque todo concepto moral dimana de la razón, y porque las representaciones puras del deber y de la ley moral le llegan al hombre a través de la razón”.

Materia: Ética y deontología profesional Profesora: Ab.Cristina González Unzueta

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Kant básicamente sostiene que el hombre es un ser autónomo, un fin en sí mismo y que es capaz de dictarse sus propias leyes, libre de decidir; a estas leyes las denomina imperativos categóricos en el ámbito moral (porque son mandatos sin condición de castigo) o imperativos hipotéticos en el ámbito de lo jurídico (porque son mandatos con condición, con castigo). Una vez dictadas el hombre debe someterse a ellas para justificar una acción realizada. Una aplicación común de la Deontología es la que se hace al ámbito profesional, los códigos de ética de todas las profesiones se basan en esta postura y establecen obligaciones para cada una de ellas; una obligación o regla común para todas las profesiones es, por ejemplo, el “secreto profesional”. La violación de estas normas, su no cumplimiento, acarrea como consecuencia una sanción; estas sanciones en los colegios profesionales o en los tribunales de disciplina son graduales: van desde el apercibimiento (llamado de atención) hasta la cancelación de la matrícula. El problema que plantea este tipo de argumentación es que no todas las normas son justas, por lo tanto, se podrían utilizar siempre que no estuvieran en juego los derechos humanos, por ejemplo. Existe una postura intermedia que pertenece a Habermas 4 denominada “ética discursiva o dialógica”, que considera a todos los destinatarios de nuestras decisiones interlocutores válidos, es decir, seres autónomos (postura principista) y A los principios objetivos que constituyen la voluntad, Kant los llama mandatos, los cuales se expresan a través de la fórmula del imperativo, que es un deber ser sin inclinación. El imperativo categórico es aquel que ordena actuar sólo según una máxima que pueda tornarse ley universal. La clave para la autonomía de la voluntad, propia de los seres dotados de razón práctica, es la libertad; cuando el hombre se concibe como dueño de su libertad se incluye en el mundo inteligible, conociendo así la autonomía de la voluntad con su consecuencia: la moralidad. En "Lecciones de Lógica", al final de su vida, Kant dice que en la pregunta ¿Qué es el hombre?, se resumen las de ¿Qué puedo saber?, a la que responde la metafísica, ¿Qué puedo esperar?, a la que responde la religión, ¿Qué debo hacer? a la que responde la moral. En estas cuatro preguntas, y en la distinción entre filosofía escolar y el concepto mundano de la filosofía o filosofía para la vida, la más importante, desemboca la filosofía de Kant. “ 4

http://www.magma-net.com.ar/habermas.htm. · Filósofo y sociólogo alemán, nacido en Düsseldorf, en 1929. [...] se le considera el miembro más destacado de la segunda generación de filósofos de la escuela de Francfort y la última gran figura de la tradición filosófica que se inspira en Marx y Hegel para una interpretación sociohistórica del mundo actual. Tras una primera etapa en que sigue muy directamente los planteamientos de la teoría crítica según Horkheimer y Adorno, de quien fue discípulo, renueva esta misma teoría, manteniendo la perspectiva de oposición al cientificismo positivista y de intento de transformación de la sociedad mediante la reflexión crítica, apoyándose más que en la tradición idealista en la nueva filosofía del lenguaje. Formula, así, su doctrina de la «situación ideal de diálogo» como núcleo de su teoría. [...] La liberación-emancipación progresiva del hombre se lleva a cabo, ya según la teoría crítica de la primera escuela de Francfort, a través de la crítica a las ideologías -crítica a la ciencia y a la técnica- y del recurso al psicoanálisis; así la teoría deja de ser mera teoría y coincide con la praxis, pues en ambos casos coinciden el conocimiento (teórico) con el interés (práctico): la crítica a la sociedad no consiste en un mero comprender, sino en liberarse de las diversas formas injustas de dominación y, en la labor psicoanalítica, el simple comprender es ya liberación. Nunca ha de separarse la racionalidad del interés; la prueba de ello está en el mismo lenguaje. Éste supone esencialmente comunicación y el diálogo constituye la forma ideal de comunicación. Y no hay posible situación de diálogo si los sujetos no se reconocen mutuamente la plena igualdad de seres libres y responsables. La igualdad humana a que tiende toda la tradición del idealismo hegeliano y del materialismo histórico aparece exigida como situación radical y originaria del diálogo: en el diálogo de los seres libres y autónomos surge la idea. La situación real, sin embargo, el diálogo real en la sociedad, no manifiesta tal situación ideal; pero la comprensión de esta «situación ideal de diálogo» es el a priori del que hay que partir y algo que «todavía no» existe, pero que se percibe como lo único que posibilita la «vida buena» y que los sujetos humanos plenamente libres sean capaces de comprensión: de intersubjetividad. A la ciencia de esta intersubjetividad llama Habermas «pragmática universal».”

Materia: Ética y deontología profesional Profesora: Ab.Cristina González Unzueta

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además plantea el diálogo con los mismos para poder tomar decisiones y elaborar mandatos a cumplir, porque resultan mejor aceptados cuando son consensuados (postura consecuecialista). La ética dialógica posee dos racionalidades: la comunicativa, que se basa en lo planteado anteriormente sobre los interlocutores válidos y la estratégica, que se basa en la posibilidad que tiene quien decide anticiparse a las consecuencias y tomar una decisión, pero tomando a los otros como medios para sus fines. Esta es la postura que creemos más conveniente a la hora de elaborar reglas y mandatos, es decir, deberían ser confeccionadas teniendo en cuenta la opinión de aquellos quienes luego van a tener que obedecerlas (a esto llamamos “consenso”). Según Adela Cortina5 esta postura es esencialmente deontológica porque ofrece un procedimiento para elaborar reglas: el diálogo. Además de esas posturas existen dos más: Aranguren, citado por Adela Cortina6, sostiene que los hombres son estructuralmente morales, es decir, son necesariamente morales. No pueden ser “amorales”, a lo sumo “inmorales”. Eudemonismo: postura sostenida por Aristóteles que dice que la felicidad está dada, que no puede elegirse, lo que sí pueden elegir los hombres son los medios para alcanza...


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