Paráfrasis de el principito DHP PDF

Title Paráfrasis de el principito DHP
Course Desarrollo de habilidades del pensamiento
Institution Universidad Autónoma de Nayarit
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Summary

Paráfrasis constructiva de "El principito"...


Description

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NAYARIT.

Paráfrasis del libro “El principito” (Páginas 37-46).

UNIDAD ACADÉMICA DE CONTADURIA Y ADMINISTRACIÓN. NEGOCIOS INTERNACIONALES.

Desarrollo de habilidades del pensamiento.

Nombre del facilitador: Augusto Rico Susarrey. Nombre del alumno: Javier Alejandro Mariscal Ortega.

16 de Septiembre del 2019.

Aparentemente el principito, el personaje principal, optó por aprovechar la migración de algunos pájaros que se había presentado. Eran pájaros silvestres y aprovechó la situación para así poder evadir y darle inició al viaje que tenía planeado. Llegó el día del viaje, en esa mañana se encargó de organizar y dejar arreglado su planeta. Entre sus actividades se encargó de limpiar los dos volcanes los cuales se encontraban activos, y en los cuales normalmente preparaba sus desayunos en la vida cotidiana. El principito tenia también un volcán que no estaba activo, pero se tomó el tiempo de limpiarlo de la misma forma diciendo que “Nunca se sabe”. Cuando los volcanes eran correctamente tratados y recibían un buen mantenimiento ardían de una mejor manera, esto, sin erupciones y de manera suave como lo es el caso de una chimenea de un hogar. De esta manera se dice que los hombres somos demasiado pequeños para tratar o deshollinar nuestros volcanes y por consecuencia estos nos traen bastantes problemas. El principito, quien se encontraba muy triste, arrancó algunos árboles baobabs y el creía no volver jamás al lugar. Las actividades que este llevo a cabo le eran y le parecían muy buenas y agradables. Dentro de sus actividades se encontraba el regar una flor, y esto por una última vez. El principito procedió a colocar la flor al cuidado y abrigo de una campana y se sintió muy triste, con ganas de llorar. El personaje comenzó una conversación con la flor diciéndole “Adiós”, y por parte de la flor no se dio ninguna respuesta, después de esto el principito volvió a repetir la misma palabra y dijo “Adiós”. Después de esto la flor tosió, aunque en realidad no se encontraba resfriada, y después le dijo al principito: “He sido una tonta, perdóname y procura ser feliz”. Se produjo un cierto desconcierto debido a lo anterior dicho y se quedó con un biombo en la mano sin lograr haber comprendido la situación presentada. Después, la flor volvió a expresarle algo y le dijo: “Si, yo te quiero”. Le explicó que la culpa había sido suya en caso de que el principito no se hubiera dado cuenta y le comentó que ya no tenía ninguna importancia. La flor también agregó un comentario diciéndole que había sido muy tonto, incluso en el mismo grado en el que ella lo había sido. Volvió a decirle que procurara ser feliz, además de mencionarle que dejara el biombo, ya que no lo necesitaba.

El principito le recordó que había mucho viento y le era necesario protegerse pero la flor le respondió que ya no estaba tan resfriada y que además, el aire fresco que se producía en la noche la iba a beneficiar. El principito le preguntó acerca de cómo iba a llevar la situación en cuanto a los animales y la flor le respondió que definitivamente se tendría que encontrar y tendría que lidiar con algunas cuantas orugas si es que quería llegar a conocer las mariposas. La flor consideraba que eran muy hermosas. La flor aceptó que las orugas la visitarían y que tendría a su compañero muy lejos, aunque ella estaría bien. En cuanto a otros animales como los más peligrosos o las fieras, la flor dejó en claro que se podía defender con las garras que tenía y que en realidad no sentía ningún temor. La flor, muy segura, mostró las espinas que tenía en ella, las cuales eran 4 y posteriormente dijo: “Y no prolongues más tu despedida. Has decidido irte, hazlo de una vez” Como la flor tenía una personalidad o carácter de orgullo muy alto no quería que el principito la viera llorar. El personaje se encontraba visitando regiones de distintos asteroides como los 325, 326, 327, 328, 329 y 330. El objetivo de llegar a estos lugares era el lograr instruirse y poder obtener algo con lo que pudiera ocuparse al mismo tiempo. Encontramos sobre el primer asteroide que en este se encuentra habitando un rey el cual estaba descrito por vestir prendas purpuras adornadas con pieles de piel de armiños. El rey que estaba establecido en este lugar se encontraba sentado encima de un trono. Este trono tenía como características el ser muy sencillo pero al mismo tiempo bastante majestuoso y especial. Una vez que el rey notó la presencia de el principito exclamo y expresó lo siguiente: “¡Ah!, aquí tenemos un súbdito” Esta acción provoco que el principito se preguntara el cómo era posible que aquel hombre le reconociera tomando en cuenta que nunca antes se habían visto. Él no sabía que para los reyes todos los hombres eran súbditos. El rey le pidió que se acercara a él para así poder verlo mejor. El rey pidió esto sintiéndose muy orgulloso porque por fin lograba ser el rey de alguien. El principito procedió a buscar un sitio en el cual tuviera forma de sentarse pero esto sería muy difícil debido a que el lugar estaba casi cubierto del manto. Esto provoco que se haya quedado parado y después de unos segundos bostezó debido a la gran fatiga que estaba experimentando.

El bostezo emitido por el principito provocó cierto disgusto en el rey de aquel lugar. Este estableció que la etiqueta no le permitía bostezar en su presencia, y claramente le prohibió el volverlo a hacer. El principito se encontraba bastante confundido y lo único que respondió hacia el rey fue que sentía mucho sueño y cansancio debido al largo viaje que había emprendido en el cual no había tenido oportunidad de dormir. Lo que hizo el rey después de lo comunicado por el principito fue el pedirle que bostezara, en una manera de orden. Dijo que habían pasado años desde que había visto bostezar a alguien y que esta acción tan común le parecía muy interesante y le generaba gran curiosidad, el rey exclamó: “¡Vamos, bosteza otra vez, te lo ordeno!”. Lo que provoco esta acción fue otra gran confusión en el personaje y esta vez respondió que ya no podía realizar lo que se le había pedido, puesto que había quedado completamente cohibido. Después de estos comentarios, el rey optó por pedirle al principito que bostezara así como ordenarle que no lo hiciera. El principito presentaba un tartamudeo notable y parecía demasiado inquieto puesto a que el rey se encontraba exigiendo respeto y obediencia hacia su autoridad. El rey era un monarca el cual en realidad era muy bueno y en las ordenes que daba se encontraba una razón muy comprensible. El rey menciona un punto muy importante en el que se expresa que si en un caso el le ordenara a un general el convertirse en ave y este no lo hiciera, la culpa no seria de ninguna forma del general en cuestión, si no en el mismo rey que dio la orden. El principito, quien seguía en un estado de mucha timidez se atrevió a preguntarle al rey del lugar si podía sentarse. La respuesta del rey fue nada más que el ordenarle que se sentara. Después de esto el principito estaba profundamente sorprendido debido a que este planeta era muy pequeño y era bastante difícil el imaginarse a quienes o sobre quienes se podía reinar. Consultó con el rey si era posible el hacerle una pregunta y después de esto el rey le ordeno el interrogarlo de una manera muy apresurada. La pregunta del principito era el sobre quién o que ejercía su poder el rey. El rey contesto esta pregunta de una manera muy fácil, natural, y espontanea diciendo simplemente que ejercía su poder sobre todo. Después de esta respuesta tan directa el principito le pregunto cómo confirmación sobre si era cierto que ejercía su poder en todo. Después de esto el rey le señalo su planeta, otros planetas, y también las estrellas alrededor del cielo. El principito volvió a hacerle una pregunta al rey

para poder confirmar lo que estaba diciendo, a lo que el rey le contesto que, efectivamente, todo eso señalado era regido por su poder. El rey no era únicamente un monarca absoluto, si no que era un monarca de nivel universal. El principito, interesado en el tema, le preguntó al rey acerca de si las estrellas le obedecían órdenes dadas, a lo que el rey le contesto que sí, que las estrellas le obedecían al instante, agregando que nadie desobedecía, y que no toleraba indisciplina alguna. Después de estas declaraciones presentadas por el rey, el principito había quedado definitivamente impresionado al tratarse de tanto poder universal. Se puso a pensar en diferentes situaciones que se le pudieron haber dado de haber contado con tales poderes como la de poder observar cientos de puestas de sol alrededor de diferentes lugares. Esto lo hizo sentirse bastante triste, pues extrañaba el pequeño planeta que había quedado abandonado y en el cual había iniciado su viaje. El principito se atrevió a consultar una situación con aquel rey con el que se había encontrado, tenía un deseo, con mucho interés por obtener. Le pidió al rey la oportunidad de ver una puesta de sol. Lo que respondió el rey ante esta petición fue bastante diferente a lo que el principito esperaba, pues le conto sobre como si se le pidiera a un general volar de flor en flor como una mariposa, o si se le pidiera transformarse en ave marina y este no obedeciera, la culpa seria únicamente del rey y no del general. Esto fue fácil, y concretamente confirmado por el principito y posteriormente el rey le explico que hay que exigirle a cada uno lo que puede hacer, esto explicando que la autoridad siempre debe estar basada en la razón. El rey le menciona otro ejemplo en el que, si se le ordenara al pueblo el tirarse al mar, esto solo provocaría un conflicto. Y es por eso que tiene un derecho a exigir obediencia, y es simplemente el tener razones coherentes y comprensibles. Después de estos comentarios, el principito trajo de vuelta el deseo que con tantas ganas ansiaba, pues era muy difícil que lo olvidara. Esta vez el rey le dice con seguridad que tendrá la puesta de sol requerida, únicamente tenía que llegar un momento en el que las condiciones fueran favorables. El principito, un tanto confundido, le pregunta el día u ocasión en el que esto pasaría, a lo que el rey le responde después de mirar un calendario considerablemente grueso que sería aproximadamente a las siete cuarenta.

El principito bostezó después de escuchar la explicación del rey, y como comenzaba a aburrirse prosiguió a decirle al rey que ya no tenía nada que hacer en ese sitio y que se iba a marchar. El rey, quien se encontraba muy orgulloso de por fin tener un súbdito, le pidió al principito que no abandonara el lugar y al mismo tiempo le asignó el puesto de ministro, y después de que el principito le preguntara sobre qué área se encargaba el ministro, se le respondió que en justicia. El principito expresó que no existía nadie a quien poder juzgar. Ante esto el rey le menciono que nunca se estaba seguro, y que incluso ni siquiera había estado en ciertos lugares ya que le fatigaba demasiado caminar, y no había espacio suficiente para una carroza. El principito, insistiendo, menciono que el si había visto diferentes sitios, y afirmaba que no había nadie. Ante esto, el rey le dijo que se juzgaría únicamente a sí mismo, comentándole que era un trabajo mucho más difícil que juzgar a otros. El principito le dijo al rey que en ese caso no era necesario de ninguna forma el permanecer ahí para juzgarse a sí mismo y que podía irse. El rey le comentó al principito sobre la existencia de una rata que había escuchado en los alrededores y le dijo que podía encargarse de juzgarla a ella, hablándole de condenas de muerte y sentencias, a lo que el principito respondió que no le gustaban en lo absoluto y que lo mejor sería retirarse de ahí. El rey le insistía en no hacerlo y el principito, aunque ya tenía todo lo necesario para dejar el lugar le dijo al rey que si quería ser obedecido se le podía presentar alguna orden razonable, y ante esto no se dio ninguna respuesta por parte del rey, así que el personaje siguió su camino fuera del lugar. Muy pronto, el rey le ofreció el ser su embajador, aunque esto solo hizo que mientras que el principito seguía su camino se dijera a si mismo que las personas mayores son muy extrañas....


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