Pesismismo de Darío (Lo Fatal) PDF

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Tema General: Poemas del libro “Cantos de Vida y Esperanza” de Rubén Darío. Tema Delimitado: Análisis del contenido del poema “Lo fatal” Tesis: Pesimismo y preocupación existencial, elementos presentes en el poema “Lo fatal”. Cantos de vida y Esperanza es la obra otoñal de nuestro ilustre poeta Rubén Darío, llena de madurez y con el matiz reflexivo que le dan los casi cuarenta años ya vividos y sufridos por nuestro genio al momento de concebir el libro. Vida y Esperanza expresada y cargada de arte y belleza; de redención cristiana, de equilibrio armonioso del amor como fuerza universal

renovadora; sin faltar

también, la nota de la angustia, del desaliento, del temor a lo desconocido, a la desolación y la duda. El poema “ Lo fatal” es una clara expresión de esto, y ocupa el último lugar de la sección “Otros poemas” de ese gran libro “Cantos de Vida y Esperanza”. Según Jorge Eduardo Arellano, “Lo fatal” es el texto más profundo y memorable de Rubén Darío. Nuestro poeta (Darío) en “Historias de mis libros”, Él mismo comenta y justifica el título y plantea

una esencial contradicción: “Contra mi

arraigada religiosidad, y a pesar mío, se levanta como una sombra temerosa un fantasma de desolación y de duda”. En esta expresión que Darío manifestó en el documento citado, se evidencia un cuadro desolador, donde la conciencia del poeta desnuda sus últimas y persistentes preocupaciones relacionadas con el fin de la existencia, terror a lo ignorado, a la tumba, al cesar del corazón, buscando refugio en Dios con una fe un tanto vacilante por el enigma de nuestra existencia en la tierra. Precisamente la tesis de este trabajo está referida al pesimismo y preocupación existencial que presenta nuestro gran maestro en el poema “Lo Fatal”. Pretendo argumentar y así mismo demostrar mediante el análisis y comentarios de los versos del poema lo cargado de este sentimiento y estado de ánimo que en determinado momento como ser humano aquejó

a nuestro poeta y que nos

aqueja a todos de alguna u otra forma, aunque no lo queramos aceptar o nos cueste aceptarlo llevamos dentro cierto grado de pesimismo.

A pesar de que siempre nuestro poeta se mostró abierto a la esperanza, al amor, al entusiasmo y a la vida, en algunos de sus poemas, como es el caso de “Lo fatal”

de su libro “Cantos de vida y Esperanza” con el que logró

consagración, plena floración y maduración poética, encontramos a un Darío un tanto pesimista ante la vida, donde refleja de forma latente la angustia del dolor, el sufrimiento y la muerte. Y es que a Rubén, le correspondió vivir en un período histórico bien complicado, lleno de escenarios adversos, incluso desde antes de nacimiento: matrimonio acordado de sus padres, separación de los mismos, crecimiento sin presencia materna y paterna, períodos de dictaduras, desigualdades e injusticias sociales, falta de valoración del arte poético, enfermedades, fallecimiento de sus hijos y otros seres queridos y un sin número de situaciones que no solo aquejaban a nuestro poeta, sino a las sociedades en general. Todo esto de alguna forma permeó a nuestro genio como todo ser sensible, empático y cosmopolita, como muchos lo nombraron y calificaron. En primer lugar, si revisamos y analizamos el título del poema: “Lo fatal” ¿Qué nos advierte? ¿Qué nos sugiere? Nos insinúa lo doloroso de la vida, lo inevitable de algunas situaciones negativas, de tormento y sufrimiento al que estamos expuestos y que irremediablemente tenemos que enfrentar. Esa fatalidad ante la incertidumbre, Darío la manifiesta en los versos siete, ocho y nueve: Y el espanto seguro de estar mañana muerto/ y sufrir por la vida y por la sombra y por/ lo que no conocemos y apenas sospechamos. El poeta nos presenta en estos versos al ser humano como una criatura destinada al sufrimiento,

a la

incertidumbre y al dolor; esto es signo de pesimismo y muestra de una gran preocupación por nuestra existencia. De esta forma, el poeta manifiesta una actitud pesimista ante la vida, la cual supone que el hombre debe pasar por mucho dolor y lo hace notar como una condición humana. Si analizamos el tercer verso del poema claramente advertiremos tal afirmación, Darío manifiesta: “Que no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo. Esto lo refuerza en el verso número cuatro al expresar: “Ni mayor pesadumbre que la vida consciente”.

Por lo expresado en los versos citados, se nota que el poeta considera que la angustia, el dolor, la incertidumbre y el sufrimiento son consustancial con nuestra existencia; es decir van unidos con la existencia humana y forma parte de su vida; lo que también puede argumentarse con lo que el poeta expresa en el mismo verso tres: “El dolor de ser vivo”. Y por eso, lo impactante del inicio del poema porque se infiere el deseo del poeta de ser árbol o piedra, en lugar de ser humano. La razón de esto es por el hecho de tratarse de elementos carentes de conciencia y dolor. De igual forma, y como ya lo hemos explicado antes, el poeta como parte del pesimismo que manifiesta en el poema analizado, le atribuye mayor dicha a la existencia de otros seres de la naturaleza al expresar que el árbol es dichoso por el hecho de tener un nivel mínimo de sensibilidad que casi pasa desapercibida. Y a la piedra misma la califica con más dicha por no sentir del todo, lo que significa que no corre el riesgo de exponerse a la fatalidad de la angustia, el dolor y el sufrimiento. En cambio el hombre que si es sensitivo y tiene una vida y es consciente, está sujeto en determinado momento y por cualquier circunstancia a tener dolor, a sufrir y hasta dejar de existir. Por eso considera que todos los seres de la creación son dichosos, excepto el hombre por ser consciente de estar vivo, lo que supone un mayor dolor porque sabemos que en algún momento tenemos que morir, sabemos que nuestros seres queridos van a morir, sabemos cómo estamos en este momento, pero no sabemos cómo vamos a estar mañana y durante toda nuestra existencia. Estos sentimientos de pesimismo, Darío los expresa visiblemente en el verso siete: “Y el espanto seguro de estar mañana muerto” También hay otra manifestación clara del pesimismo y preocupación existencial de nuestro poeta; esta es el uso de la antítesis, que si bien es cierto proporciona expresividad al poema, también denota oposición de ideas; en este caso ante situaciones positivas, el autor menciona otras negativas. Por ejemplo el poeta expresa: por la vida, vida, que denota luz, felicidad, bienestar; pero sufrida y luego le agrega; por la sombra que revela ese sufrimiento, muerte y dolor.

Continúa contrastando otros elementos como sensitivo que lo contrapone con ya no siente; o frescos racimos con fúnebres ramos. Otros elementos importantes y necesarios de referir

para argumentar la

presencia del pesimismo y la preocupación existencia manifiesta en el poema son la gradación ascendente de términos que significan miedo, angustia, temor, terror, espanto y que abarcan los tres tiempos gramaticales: Presente (ser sin rumbo cierto) pasado (el temor de haber sido) y futuro (un futuro terror). En conclusión considero que al revisar cada palabra, cada verso del poema, encontraremos de forma latente la presencia de un profundo sentimiento de pesimismo y preocupación por la existencia humana, por de angustia y dolor ante lo desconocido, ante la fatalidad de un destino incierto en el que junto al goce y el placer están el sufrimiento y la muerte. Con seguridad puedo manifestar que la hipótesis planteada

al inicio de este

trabajo queda demostrada, pero no debe entenderse, ni calificarse, el pesimismo como un aspecto negativo en la vida de nuestro poeta ya que Darío, fue un escritor profundamente filosófico y así como le cantó y escribió al amor, a la mujer y a la vida misma; no dejo pasar por alto el tema del pesimismo, el sufrimiento y el dolor que de alguna u otra forma están y estarán presentes en nuestra existencia, no es algo ajeno a nosotros, les invito a revisarnos y preguntarnos ¿Cuántas veces hemos pasado por momentos de angustia y desesperación? ¿Cuántas veces nos ha invadido el pesimismo?, seguro que muchas. Entonces lo que nos queda es saber discernir y buscar el aliento divino para confrontar las diversas situaciones adversas de nuestro diario vivir. Al centenario de la muerte de nuestro genio, aún esa exquisita luz y brillo siguen vivas, gloriosas y victoriosas porque sin dada su arte y talento lo han resucitado e inmortalizado al punto de consagrarlo como el más grande e ilustre poeta. “Rubén Darío” hoy es una gloria Americana y el Príncipe de las Letras Castellanas. Prof. Luis Omar Pérez Tórrez...