Práctica análisis cuentos infantiles PDF

Title Práctica análisis cuentos infantiles
Author Anabel Quindós
Course Educación en Valores
Institution Universidad de Oviedo
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En el cuento tradicional de la “Cenicienta”: una chica llamada Cenicienta vive con su madrastra y sus dos hermanastras, las cuales no le trataban bien y le obligaban a hacer todas las tareas del hogar. Un día, el príncipe decidió organizar un gran baile en el que estaban invitadas todas las jóvenes del reino. Las hermanastras de Cenicienta la tuvieron todo el día ocupada realizando tareas del hogar y ayudando a las hermanastras a que se pudiesen preparar para el baile, por lo que ella no tuvo tiempo para poder arreglarse y asistir al mismo. Cuando sus hermanastras se marcharon, apareció un hada madrina que convirtió una calabaza en un carruaje y a los animales que le hacían compañía en caballos, un lacayo y un cochero, al mismo tiempo que cambió el vestido que usaba Cenicienta para realizar las tareas del hogar en un precioso vestido con unos zapatos de cristal y le dijo que tenía que volver antes de la medianoche que era cuando se terminaba el hechizo. Cenicienta acudió al baile y estuvo toda la noche con el príncipe hasta que sonaron las campanas de medianoche y tuvo que salir corriendo pues el hechizo se había terminado, durante esa carrera pierde uno de sus zapatos. Al día siguiente, el duque llevaba el zapato de cristal para probárselo a todas las jóvenes del reino y casarse con aquella a la que le sirviese el zapato. Cuando llegaron a la casa de Cenicienta, las hermanastras se probaron el zapato sin éxito, pero Cenicienta, con la ayuda de sus amigos los ratones, consiguió salir de la buhardilla en la que la había encerrado su madrastra y probarse el zapato que le cabía perfectamente. Finalmente, se casó con el príncipe. Se puede ver cómo el tema central del cuento se basa en la búsqueda del ideal del amor romántico mediante la espera de Cenicienta por el príncipe azul. En la “Cenicienta que no quería comer perdices”: una chica llamada Cenicienta se casa con un príncipe, después de haber podido entrar en un zapato de cristal. La Cenicienta no estaba contenta con la vida que estaba llevando pues tenía que cocinarle al príncipe perdices y ella era vegetariana y, además, los zapatos de cristal le resultaban incómodos y le hacían daño. Un día, aún después de hablar con sus vecinas y que estas respaldasen que no debía quejarse de su vida, se dio cuenta que no estaba siendo feliz y que no necesitaba a un príncipe ni a nadie para que la salvase, sino que con ella misma era suficiente. Después de darse cuenta de esto, conoce al “hada basta” la cual salió de dentro de ella cuando dijo basta y le ayudó a llorar para desahogarse de todo aquello que había estado aguantado: por las perdices muertas, los zapatos, el príncipe, el maltrato de su madrastra y su padre, etc. Después se dio cuenta que solo quería cosas bonitas en su vida y dejó al príncipe, se quitó los zapatos, dejó de cocinar perdices y se decidió apuntar a la danza libre. Además, se fue encontrando a personajes de otros cuentos tradicionales que también estaban cambiando sus vidas. Finalmente, decidió abrir un restaurante/cabaret vegetariano llamado “Me sobra armonía”. En este relato, el tema central se basa en deshacer la idea del amor romántico reflejado en el cuento tradicional de la Cenicienta a través de la búsqueda de la libertad alejada de la vida con el príncipe. A continuación, se realizará una breve descripción de los personajes de ambos cuentos: - Cenicienta del cuento tradicional: Es la protagonista y se describe como una chica alta, rubia, guapa y delgada y que siempre lleva el mismo vestido viejo y delantal, la

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cual se encarga de desempeñar las tareas del hogar por obligación de sus hermanastras y madrastra. Se presenta con un carácter dulce, tranquilo y dependiente de otras personas para que le ayuden a cambiar determinadas situaciones en las que se va encontrando. Las hermanastras: Aparecen representadas con rasgos más caricaturescos, son morenas y más grandes que la protagonista. Su comportamiento se rige por la envidia y la falta de empatía y respeto hacia Cenicienta, la tienen constantemente bajo sus órdenes. La madrastra: Es un personaje más secundario el cual aparece representando como una mujer mayor con nariz aguileña y vestida siempre de manera elegante, además comparte el mismo comportamiento que sus hijas. El hada madrina: Se presenta como una mujer mayor que porta una capa que le cubre todo el cuerpo y que se presenta como un personaje secundario caracterizado por la amabilidad y el altruismo a la hora de ayudar a la Cenicienta. Los ratoncitos: Representados como ratones, son de sexo masculino y presentan un carácter amable y de disposición a ayudar siempre a su amiga Cenicienta. El príncipe: Es un hombre alto, moreno y representado con un cuerpo atlético que se erige como el héroe del cuento al casarse con Cenicienta. Cenicienta del cuento adaptado: La protagonista aparece representada como una caricatura, asimétrica, con la cabeza grande, el cuerpo pequeño y con el pelo negro, lo opuesto a la Cenicienta tradicional. Además, presenta un carácter fuerte, decidido, perseverante y no se muestra de acuerdo con tener que seguir los estereotipos fijados por la sociedad si eso no es lo que quiere ella, se puede ver que es bastante independiente en la toma de decisiones. Príncipe del cuento adaptado: Su apariencia dista del príncipe del cuento tradicional, no se encuadra dentro de los cánones de belleza: tiene barriga, no tiene pelo en la cabeza. Además de que presenta un carácter autoritario, no es amable y no ejerce ese rol de héroe. Vecinas: Su apariencia física es muy diversa ejercen un papel secundario, pero lo que cabe destacar es que encarnan un papel a modo de sociedad, haciéndole ver a la protagonista que no debe quejarse y tiene que aguantar esa vida con el príncipe. Hada basta: Se representa como una mujer, morena, “gordita y peluda” que sale del propio interior de la protagonista y le ayuda a expresar todos los sentimientos que llevaba guardados. Familia: No se nos ofrece una descripción física de estos, pero sí se nos indica que recibía maltrato por parte de ella (la madrastra y el padre). Protagonistas de otros cuentos tradicionales: Aparecen representados de forma opuesta a cómo se reflejan en los cuentos tradicionales, aparecen para acompañar a la protagonista al final y desmontando las ideas que se ofrecían en sus respectivos cuentos.

Comenzando por los conflictos que se presentan en cada cuento, se puede observar como en la Cenicienta tradicional el problema que se plantea es que esta busca poder acudir al baile y conocer al príncipe para salir de la situación en la que se encuentra, pero sus hermanastras y la situación que vive con estas no se lo permite. Finalmente, gracias a la ayuda de su hada madrina consigue llegar al baile con un vestido muy

elegante y, posteriormente, logra casarse con el príncipe tras probarse el zapato de cristal que había perdido en el baile, con ayuda de los ratoncitos que la liberaron. En la Cenicienta “moderna”, el conflicto que se plantea contrasta con el anterior y es que esta no es feliz con la vida que lleva junto al príncipe, esto se soluciona el día que ella misma decide obviar lo que la sociedad dice y seguir lo que ella realmente quiere que es dejar al príncipe y empezar de 0. Después de dejar al príncipe, abre un restaurante/cabaret vegetariano y comienza a ser feliz. También podemos observar que las relaciones entre los personajes de las distintas historias son diferentes. Por un lado, en el cuento tradicional se observan los celos, la envidia y la rivalidad por parte de las hermanastras y la madrastra a Cenicienta, pues la tienen todo el día en casa encerrada obligándola a realizar las tareas del hogar, ni siquiera la dejan ir al baile. También se puede observar que las relaciones en general de todo el cuento se rigen por el poder, se busca tener un buen estatus social, en relación a esto se puede ver como Cenicienta no se presenta en el baile hasta tener un vestido elegante y una carroza y, por otro lado, las hermanastras hacen todo lo posible para poder probarse el zapato de cristal y casarse con el príncipe. Además, se observa que la Cenicienta mantiene una relación de sumisión en todos los casos, si no cuenta con la ayuda de otro personaje no supera las dificultades que se le interponen en el camino. En el cuento de la Cenicienta “moderna”, la relación que se presenta en un principio con el príncipe es de sumisión pues accede a las peticiones de este, por encima de lo que ella quiere y está sometida a lo que la sociedad espera de ella. Pero a medida que el cuento avanza se puede observar como la Cenicienta no está de acuerdo con seguir con esa vida que ella no ha decidido y con la que no está feliz y surge el sentimiento de empoderamiento por parte de la protagonista con respecto a su vida y a la relación que tiene con el príncipe. Con el hada basta (un símil de su relación consigo misma), establece una relación en la que predomina la confianza y el desahogo emocional. Además, con el resto de personajes de otros cuentos tradicionales surge una relación de amistad basada en la comprensión y a todos estos personajes les une el haber decidido cambiar la vida que habían estado llevando en los cuentos tradicionales. Además, se debe reflexionar sobre el sistema dicotómico que subyace en cada uno de los cuentos. Por un lado, en el cuento tradicional se puede ver como las tareas del hogar están infravaloradas y son llevadas a cabo por una mujer, lo que nos hace reflexionar sobre la idea que las tareas que son llevadas a cabo por mujeres se centran en el ámbito privado, a diferencia de las tareas de los hombres ubicadas en el ámbito público. Con respecto a la apariencia de los personajes y sus comportamientos, se observa como Cenicienta cumple los cánones de belleza establecidos, se resalta la idea de la belleza por encima del intelecto y su comportamiento se encuadra dentro de esa idea generalizada por la sociedad de cómo se debe comportar una mujer: su carácter es sumiso, tranquilo, es delicada, dependiente y se muestra arreglada y bella ante la sociedad. Además, con respecto a la relación que tiene con sus hermanastras se refleja el estereotipo de género sobre la envidia y los celos entre las mujeres. Se observa también el hecho de que las mujeres tenga que presentarse siempre bien vestidas, arregladas y guapas pues en el momento del baile Cenicienta no quería presentarse al baile hasta que

el hada madrina le proporciona un vestido elegante. En el final del cuento, se puede ver como el hombre encarna ese papel de héroe que salva a la mujer y, se puede extraer la idea de que, gracias a él, ella ha podido liberarse de la mala situación en la que se encontraba. Se recalca la idea de la dependencia de las mujeres y, por tanto, que no cuentan con las cualidades suficientes como para poder salir ellas mismas de los problemas en los que se encuentren y que necesitan la ayuda de un hombre, que sí tiene esas cualidades (valentía, fortaleza, etc.) En cuanto a la Cenicienta “moderna” se parte del final de la Cenicienta tradicional, pero se van desmontando todos esos estereotipos recogidos en la tradicional. La apariencia física de la protagonista dista mucho de la tradicional, no se presenta ya esos cánones de belleza en ninguno de los personajes y ya no se representa ese ideal del príncipe como un caballero que salva a la protagonista, sino que hace que esta sea infeliz y se puede observar también que el príncipe encarna el estereotipo de la tendencia al dominio. Además, el carácter de la protagonista no se encuadra dentro del estereotipo del comportamiento que se espera de una mujer, sino que adquiere cualidades que están vinculadas al estereotipo del carácter del hombre (valentía, fortaleza, independencia). Otro punto importante, es que aparece el papel de la sociedad reflejado a través de las vecinas que se encargan de reflejar el tópico de que la vida de la protagonista debe ser la que tiene, estando en casa (ámbito privado) y cumpliendo lo que el príncipe le pide (dependiente). Sin embargo, este estereotipo se ve subvertido cuando la protagonista decide obviar lo que dice el resto y hacer lo que ella realmente quiere. Con las protagonistas de los otros cuentos no se establecen rivalidades ni celos, sino que se apoyan unas a otras en aras de buscar una vida mejor de la que estaban llevando hasta ahora, tal y como se mostraba en los cuentos de los que procedían. Otro punto a destacar, es el contraste del tópico del amor romántico en ambos casos. Mientras que en la Cenicienta tradicional se perpetua este tópico representado en la manera en que Cenicienta está esperando a que el “príncipe azul” venga y la salve para poder vivir felices, es decir, se representa esa idea de que sin el príncipe ella no podría salvarse ni ser feliz por sí misma. Mientas que en la Cenicienta “moderna” se subvierte ese tópico de manera que lo que representaba la vida junto al príncipe era lo que a Cenicienta no le hacía feliz y lo que buscaba realmente era poder sentirse libre, empezar una vida de cero sin seguir las pautas que se establecían desde la sociedad. Se denota el contraste entre el amor hacia un hombre para alcanzar la felicidad y el amor propio para conseguir el mismo fin. Se puede observar como las expectativas de las protagonistas de cada cuento van evolucionando a lo largo de cada relato. Por un lado, se nos muestran las expectativas de la Cenicienta tradicional que se nos presenta en un primer momento infeliz por la situación que vive en su casa. En el momento que la Cenicienta consigue ir al baile y conocer al príncipe, su estado de ánimo cambia ya que ve en el casamiento con el príncipe la única opción de poder ser feliz y salir de la situación en la que se encontraba. En contraposición, se puede ver como la Cenicienta “moderna” comienza pensado que la vida casada con el príncipe sería igual de bonita de como la gente lo presentaba, pero a medida que avanza la historia, se da cuenta por sí misma de que la situación en la que

está inmersa la hace infeliz y que es ella la única que puede cambiarla, además de que no necesita a ninguna persona para poder ser feliz. Se nos presenta también un gran contraste con respecto al final. Por un lado, en la Cenicienta tradicional se nos muestra un final centrado en la idea del amor con el príncipe como medio para la salvación y felicidad de Cenicienta, se deja ver como la Cenicienta alcanza el ser feliz una vez empieza su vida con el “príncipe azul” que tanto ha estado esperando. Mientras que en la Cenicienta “moderna” se nos ofrece un final divergente en el cual esta misma comienza una vida separada del príncipe para poder ser feliz, pues se da cuenta que solo en ella misma está la felicidad, por lo que decide hacer lo que ella realmente quiere: separarse de aquello que no la hacía feliz y no seguir lo que la sociedad establecía para ella. Haciendo alusión al lenguaje empleado en ambos relatos, se pueden destacar varias frases que subyacen por el sexismo encontrado en las mismas: “¿Dónde vas a estar mejor que con un príncipe?” (Cenicienta 2). Se recalca el tópico de que las mujeres debemos estar para cuidar a los hombres, para hacerlos felices y que ese es nuestro sitio. Y el estereotipo de la dependencia, dando a entender que las mujeres no somos capaces de valernos por nosotras mismas. “¡Ay, cielos! No, no; no puedes presentarte así” (El hada madrina a Cenicienta). Se puede ver reflejado el estereotipo de que las mujeres siempre tienen que presentarse bellas (según los cánones de belleza establecidos por la sociedad) y arregladas. “Vivía con su cruel madrastra y sus dos hermanastras, quienes la obligaban a hacer todo el trabajo de la casa” (Cenicienta 1). Se nos muestra el estereotipo de que las mujeres deben dedicarse a la esfera privada, al cuidado y complacencia del resto. Al mismo tiempo, que se evidencia el tópico de la rivalidad, los celos y la maldad entre mujeres. En esta imagen (véase anexo 1) se puede observar a Cenicienta realizando las tareas del hogar. La imagen se contextualiza dentro de la cocina de su casa y, en la cual está haciendo la comida con un vestido, un delantal y el pelo recogido. Se identifica en su rostro una expresión seria y se puede deducir por la imagen que no está contenta. Me pareció significativa la elección de esta imagen por el principal estereotipo que encarna: la mujer limitada al ámbito privado. En la siguiente imagen (véase anexo 2) se presenta al príncipe del cuento con barriga y calvo, se nos ofrece una imagen distinta a los príncipes de los cuentos tradicionales. El personaje aparece dentro del contexto del salón de su casa, con los brazos levantados expresando su ira y su disconformidad ante la preparación de las perdices que le hizo Cenicienta, las cuales aparecen tiradas en el suelo y con una botella de vino al lado derecho de la imagen. Me pareció significativa la elección de esta imagen por la escena tan distinta que ofrece con respecto a la de los príncipes tradicionales, basada en la autoridad del hombre sobre la mujer. A través del análisis más profundo de los cuentos tradicionales, vamos siendo conscientes de los estereotipos que vamos forjando desde la infancia. No podemos pedir que los niños y niñas el día de mañana sean adultos sin estereotipos ni prejuicios sino empezamos a tomar conciencia de los ejemplos que le estamos inculcando. Es papel de la sociedad trabajar para que esos tópicos o prejuicios vayan gradualmente

despareciendo, pero haciendo alusión más concretamente a nuestro papel como futuros maestros y maestras debemos encargarnos de sentar las bases para que estas falsas construcciones ligadas a lo que es ser mujer y hombre no se lleguen a desarrollar en futuras generaciones.

ANEXOS  ANEXO 1

 ANEXO 2

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS  

Grimm, Jacob y Wilhelm Grimm. “La cenicienta”. Salamero, N. L., & Sierra, M. C. (2013). La Cenicienta que no quería comer perdices. Planeta...


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