TAO TE KING Gastón Soublette PDF

Title TAO TE KING Gastón Soublette
Author Matias Pintos
Pages 265
File Size 11.1 MB
File Type PDF
Total Downloads 53
Total Views 79

Summary

TAO TE KING LIBRO DEL TAO Y DE SU VIRTUD LAO TSE Versión castellana y com entarios de GASTON SOUBLETTE CUATRO VIENTOS EDITORIAL TAO TIE ON LIBRO DEL TAO YDESU VIRTUD LAO TSE Versión castellana y comentarios de GASTON SOUBLETTE C U A T R O VIENTO S H EDITORIAL Una Ciencia del Sentido © Editorial C ua...


Description

Accelerat ing t he world's research.

TAO TE KING Gastón Soublette Matias Pintos

Related papers

Download a PDF Pack of t he best relat ed papers 

Tao t e king Richard Whilhelm Mat ias Pint os

La ent rada a lo Profundo en Lao Tsé Hugo Novot ny TAO T E CHING DE LAO T ZU T RADUCIDO POR ONORIO FERRERO LOS T EXT OS SAGRADOS DEL ORIENT … Fco Miguel Vicent e

TA O TE K IN G LIBRO DEL TAO Y DE SU VIRTUD LAO

TSE

V ersión c a ste llan a y c o m e n ta rio s d e

GASTON SOUBLETTE

CUATRO VIENTOS EDITORIAL

TAO TIE ON LIBRO DEL TAO YD ESU VIRTUD LAO TSE V e r s ió n c a s t e l l a n a y c o m e n ta r io s d e G A ST O N SO UBLETTE

C U A T R O V IE N T O S

H

E D IT O R IA L

Una Ciencia del Sentido

©

E d ito r ia l C u a tr o V ie n to s

y C í a L t d a . San tiag o , C h ile, 1990

D e r e c h o s E x c lu s iv o s p a r a to d o s lo s p a ís e s , E d ito ria l C u a tro V ie n to s , C a s illa 131 S a n tia g o , C h ile

Inscripción R.P.I. 74730 Diagramación e Ilustraciones de Portada: Alian Browne E. Composición de Textos: Andoni Martija M. Impresores: Salesianos, Bulnes 19, Santiago ISBN 84 - 89333 - 29 - 7

AD VERTEN CIA E S T A E S U N A C O P IA P R IV A D A P A R A F IN E S E X C L U S IV A M E N T E E D U C A C IO N A L E S

Q U E D A P R O H IB ID A L A V E N T A , D IS T R IB U C IÓ N Y C O M E R C IA L IZ A C IÓ N El

o b je t o

de

la b ib li o t e c a

es

fa c ilita r y

fo m e n ta r la

e d u c a c ió n

o to r g a n d o

p r é s ta m o s g r a tu ito s d e lib r o s a p e r s o n a s d e lo s s e c t o r e s m á s d e s p o s e í d o s d e la s o c ie d a d q u e p o r m o t iv o s e c o n ó m ic o s , d e s it u a c ió n g e o g r á f ic a o d is c a p a c id a d e s f í s ic a s n o t ie n e n p o s ib ilid a d p a r a a c c e d e r a b ib lio t e c a s p ú b lic a s , u n iv e r s ita r ia s o g u b e r n a m e n ta le s . E n c o n s e c u e n c ia , u n a v e z le íd o e s t e lib r o s e c o n s id e r a v e n c id o e l p r é s ta m o d e l m is m o y

d e b e r á s e r d e s tr u id o . N o

h a c e r lo , u s te d , s e h a c e



r e s p o n s a b le d e lo s p e r j u ic io s q u e d e r iv e n d e ta l in c u m p lim ie n to . S i u s t e d p u e d e fin a n c ia r e l lib r o , le r e c o m e n d a m o s q u e lo c o m p r e e n c u a lq u ie r ■

lib r e r ía d e s u p a ís . E s te p r o y e c to

n o o b tie n e

tip o d e b e n e f i c io e c o n ó m ic o n i d ir e c ta ni



in d ir e c ta m e n te . S i la s l e y e s d e s u p a ís

e s t e tip o d e p r é s ta m o , a b s té n g a s e d e h a c e r u s o

d e e s t a b ib li o t e c a v ir

"Quién recibe un quién encien

í, recibe instrucción sin disminuir la mía; igual que on la mía, recibe luz sin que yo quede a oscuras" , — Thomas Jefferson

13h5N8/611

Para otras publicaciones visite w w w .le c t u r a s in e g o is m o .c o m F a c e b o o k : L e c t u r a s in E g o ís m o T w itte r : @ L e c t S in E g o o e n s u d e f e c t o e s c r íb a n o s a: le c t u r a s in e g o i s m o @ g m a il.c o m R e fe r e n c ia : 2 1 1

P r ó lo g o

Es un privilegio y una oportunidad plena de sentido para mí escribir estas líneas a modo de prólogo a este importante trabajo de Gastón Soublette. Sólo justifica que me lo haya solicitado, el hecho de encontrarme actualmente > trabajando en el tema que ha sido llamado “el surgimiento de un nuevo paradigma”. En el marco de este surgimiento, que significa para el mundo oc­ cidental la esperanza concreta de ver superada la profunda crisis cultural en la que se debate, la publicación de un nuevo estudio a la vez científicamente riguroso y vitalmente comprometido de la profunda sabiduría taoísta, consti­ tuye un valioso aporte, al mismo tiempo que un llamado y un desafío. Se afirma actualmente con insistencia que se está iniciando en Occidente una profunda transformación cultural. Más allá de ser ésta la esperanza, la utopía o la consigna de diversos grupos activistas, contraculturales o de promoción de cambios sociales, la afirmación parece tener sólidos funda­ mentos. En ámbitos especializados se habla de un cambio de paradigma, aludiendo con ello a cambios de la magnitud de los ocurridos en la transición de la Edad Media al Renacimiento y el surgimiento de la Edad Moderna. No se trataría pues de cambios culturales dentro de nuestra actual civilización sino del surgimiento de una nueva. Científicos y pensadores están visualizando el momento histórico actual como un punto decisivo en el que termina la vigencia de una mentalidad y surge otra. Según el premio nobel de química 1977, Ilya Prigogine: “estamos en un momento apasionante de la historia, tal vez en un punto decisivo de giro”. El físico Fritjof Capra ha titulado un libro suyo “El punto crucial”, en el que afirma que la humanidad I

se encuentra en el umbral de una transición sin precedentes, en la que “como individuos, como miembros de una civilización y como ecosistema plane­ tario hemos llegado a un momento crucial, a un punto decisivo”. ¿Qué permite a autores como éstos hacer afirmaciones tan rotundas? Por una parte la amplitud y la profundidad de la actual crisis cultural. Según varios expertos no se trataría de una crisis cualquiera sino de una que estaría socavando las raíces más profundas de nuestra cultura occidental, aquellas ideas y valores que sustentan la propia visión del mundo que subyace a una cultura. Esto es lo que, en términos técnicos, permite hablar de un cambio de paradigma. Toda cultura está sustentada sobre un conjunto de presupuestos y supuestos sobre la realidad y sobre la naturaleza humana, y es aquel conjunto de presupuestos el que cabe ser nombrado como paradigma cultural. Cuando es éste el que entra en crisis, vale decir, cuando el hombre se percata de que bajo aquellos supuestos sobre la realidad y sobre sí mismo, sus expectativas ya no se están cumpliendo y deja de creer en ellas, se está ante una crisis paradigmática y lo que surgirá, en consecuencia, no es un mero ajuste cultural sino un cambio de máximas proporciones que inaugurará una nueva era histórica. Nuestra actual crisis sería, entonces, una crisis de paradigma. El filósofo de la ciencia Morris Berman afirma que “estamos presenciando el resultado inevitable de una lógica que ya tiene varios siglos ...en particular, el para­ digma científico moderno ha llegado a ser tan difícil de mantener a fines del siglo XX como lo fue sostener el paradigma religioso en el siglo XVII”. Por su parte, refiriéndose a la actual crisis, Capra sostiene que es “consecuencia de nuestra tentativa de aplicar los conceptos de una visión anticuada del mundo a una realidad que ya no puede comprenderse desde ese punto de vista... Por consiguiente, lo que necesitamos es un nuevo paradigma, una nueva visión de la realidad, una transformación fundamental de nuestros pensamientos, de nuestras percepciones y de nuestros valores”. Aquí estamos frente al segundo elemento que hace posible el hablar de cambio de paradigma. No basta la crisis, por profunda que sea, es necesario que suijan ideas, descubrimientos, percepciones de la realidad a nivel paradigmático y desde las fuentes que la propia cultura estima como legítimas. En nuestra cultura occidental, bajo la vigencia del paradigma moderno o científico, aquella fuente más legítima es la ciencia Así eil la Edad Mécfia era ía Iglesia la que tenía Ta ultima palabra respecto a cómo era la iftándaJ y el ser humano, en nuestra Era Moderna los que saben y nos dicen II

cómo es la realidad son los científicos. Y ellos están empezando a decir que el mundo no es como hemos estado creyendo estos últimos siglos, o al menos están haciendo descubrimientos en sus respectivos campos que implican cambios radicales en la concepción misma de la realidad. Ello significa que se están perfilando nuevas bases paradigmáticas, las que a través de una complicada dinámica en la que se entretejen estas ideas con movimientos sociales que las adoptan, terminarán por constituirse en un nuevo paradigma que sustente una nueva cultura. Marilyn Ferguson, quien en 1980 publicara un extenso y documentado estudio de las transformaciones emergentes en los Estados Unidos, afirmaba: “el vasto, estremecedore irrevocable movimiento que se nos está viniendo encima no es un nuevo sistema político, religioso ni filosófico. Es una nueva mentalidad, el surgimiento de una sanaspdenle. visión del mundOj en cuyo marco hay cabida tanto pata la ciencia de vanguardia como para las concepciones del más antiguo pensamiento cono­ cido. ....... Ciencia de vanguardia y concepciones del más antiguo pensamiento conocido. ¿Qué tienen que ver entre sí? Sorprendentemente, ambas aparecen coincidiendo en una visión del mundo similar, al enfrentarse a la actual cosmovisión moderna que sostiene nuestro paradigma aún vigente. El Taoísmo, la Vedanta hindú, el Sufismo, el Budismo y en general las tradiciones místicas o esotéricas de cada gran religión, como asimismo elementos esSTiCíales de las cosmovisiones aborígenes nos muestran un mundo y una concepción del hombre radicalmente diferentes de las que hoy nos dominan. Y la ciencia, principalmente la física, la biología, la neurofisiología y la sicología han hecho hallazgos que en algunos casos se acereai^y en otros francamente coinciden con tales “concepciones del más antiguo pensamiento conocido”. (1) A la luz de lo dicho, resulta entonces que el hombre en la vida cotidiana se encuentra inmerso, habitando no el mundo, la Realidad, como él cree, sino un paradigma. Y a pesar de que la historia le muestra que en otras épocas ha tenido otras visiones de la realidad, como cuando creía que la tierra era plana y existía un enorme precipicio o tal vez el infierno más allá de sus bordes, las ideas actuales que tiene sobre la realidad las toma por seguras y está poco consciente de que, al igual que en otras épocas, éstas también son provisorias

(1)

Al respecto consultar obras com o El T ao de la Física de Fritjof Capra; M isticism o y Física M oderna de M ichael Talbot; C uestiones C uánticas, escritos m ísticos de los físicos m ás fam osos del m undo, editado p o r Ken W ilber, La Conspiración de A cuario de M arilyn Ferguson.

III

y susceptibles de cambio. Más aún, si llega a hacerse consciente de este proceso histórico de cambio de concepciones del mundo, creerá que se trata* de un proceso lineal, ascendente, vale decir, que todo lo que creyó anterior­ mente era falso y ahora está en lo cierto respecto de cómo son las cosas. R p sn h a

s u m a m e n t e im p o r ta n te q u e t o m e m o s c o n c i e n c i a d e n u e s tr o

h a b i t a r p p r a H ip m a ^ y n o r e a l i d a d e s ; e l l o n o s e v i t a r í a g r a n p a r t e d e n u e s t r o s e n t r e n t a n^ i e n t o s y v i o l e n c i a s d e f e n d i e n d o s u p u e s t a s n v e r d a d e s ” . P e r o r e s u l t a a ú n m á s im p o r ta n te e n m o m e n t o s h is t ó r ic o s c o m o é s t e , e n e l q u e e s t a m o s a p u n to d e a d o p ta r n u e v a s id e a s so b r e e l m u n d o y n o s o tr o s m is m o s y c o r r e m o s e l p e lig r o d e h a c e r e s ta tr a n s ic ió n a c ie g a s , a fe r r á n d o n o s a n u e v a s “ v e r d a d e s ” , s e s g a n d o , e x a g e r a n d o la r e a c c ió n y c o r r ie n d o e l r ie s g o d e c a e r e n e l m o v i ­ m i e n t o d e l p é n d u l o . E s l o q u e h a o c u r r i d o a n t e r io r m e n t e . C u a n d o a b a n d o n a ­ m o s e l p a r a d ig m a m e d ie v a l, b a jo e l q u e v e ía m o s e l m u n d o c o m o u n a c r e a c ió n c f iv ín a y p o r e n d e u n a N a t u r a l e z a s a g r a d a p o r l a q u e s e n t í a m o s r e s p e t o y a d m ir a c ió n , e l p é n d u lo n o s l l e v ó a l e x t r e m o o p u e s t o . ET h o m b r e m e d ie v a l s e

vefiTá

s i m i s m o c o m o c r e a t u r a , s u j e t o a l e y e s s o b r e n a t u r a le s ^ h a b i t a n d o u n

rfTOndtTV t v n q u e n o e r a d e s u p e r t e n e n c i a s i n o a l c u a l é l p e r t e n e c í a . E l t i e m p o

era para él cíclico,

Si g u i e n d o é l r i t m o y l a s e c u e n c i a d e l a s e s t a c i o n e s e n l a

N a f u r a f e z a . E T s e n t i d o d e l a Y id a y d e l a m u e r t e l e e s t a b a n d a d o s e n s u c o n c e p c ió n r e lig io s a d e la e x is t e n c ia ; s u c e n tr o d e id e n tid a d fu n d a m e n ta l e r a Su a lm a y s u p r e o c u p a c ió n b á s ic a , s u s a lv a c ió n .

Ahora bien, la revolución científica y el surgimiento del humanismo liberal arrasaron de tal manera con la visión del mundo medieval que nos. dejaron en el extremo opuesto: un mundo muerto, una Naturaleza inerte» semejante a una gran máquina que obedece ciegasieyes mecánicas que el^ hombre, ahora con el desarrollo de lo que considera su capacidad máxima, su razón, es capaz de conocer y por ende de manipular. El hombre dejó de ser creatura y se transformó en amo de la Naturaleza. El poder y la capacidad creadora pasaron de Dios a sus propias manos, el sentido de su existencia estuvo ahora a su propio cargo. El tiempo se hizo lineal y abierto hacia adelánte, poniéndole el futuro una nueva exigencia trascendente: el progres¡x El hombré módemo perdió así su relación armónica con su entorno^ perdió su pertenencia sagrada al Universo, perdió el respeto a la Naturaleza. Perdió SU capadidád de escuchar, de estar receptivo ante los procesos naturales; en ad£fónfé s'ÓTo se oyó a sí mismo y a su propósito activo, manipulador, pragmático. PferdTó las respuestas a los problemas fundamentales de la vida, y junto con ello perdió también las preguntas. La ciencia no pudo ni quisq hacerse cargo de los “porqué”, sólo se atuvo a los “cómo”; no pudo hacerle

IV

cargo del alma del hombre,por lo que éste se redujo a su mente y su cuerpo. Nuestro actual paradigma moderno, llamado también científico mecánico Q nmidonumo cartesiano dado que su visión del mundo se constituye en gran medida a part,r de las ideas de Newrnn v comp ementadas por las ideas sobre la naturaleza humana jx sudadas por el berahsmo, ha regido la vida de Occidente las, últimos 400 años. Ha significado enoimes avances para la humanidad pero al mismo tiempo ha dejado enormes vacTbs en h vida del hombre moderno. La mano maternal de a historia está comenzando a corregir el rumbo unilateral, el extremo del péndulo en el que nos encontrábamos. Así es como, paradójicamente, la propia aencia, que había cosificado el mundo, que había endiosado al hombre, ignorado a Dios y la dimensión espiritual del hombre, está des­ cubriendo un Universa v a o m ^ a n tejido orgánico en el que todo está interrelacionado y es mteroependiente. en el cuál el homore es un elemento integrante más ae esta gran danza cósmica. La física cuántica y Tatiología de ominaba a loda la ciencia .(21Y aparUr Üé estos hallazgos mnr.hns nan encontrado hablando un lenguaje muy p a r e c id o al de los grande místicos de todas las épocas. , . . P? r su Parte’ la sicología que había reducido al hombre a una máquina biológica, dotado de una razón en control de su naturaleza afectivo-instintiva está llegando a una concepción de la naturaleza humana más amplia que el mero hombre racional. La sicología transpersonal, la más reciente de las escuelas sicológicas, a través del estudio de la conciencia y sus diferentes estados, ha descubierto que el hombre posee una identidad esencial que trasciende su yo existencial y que lo que por siglos se han considerado meras creencias religiosas o espirituales tienen un sólido fundamento en la propia experiencia humana. Se hermana también la sicología, entonces, con las grandes tradiciones místicas. (3) Simultáneamente, sincrónicamente, se produce en Occidente a partir de las últimas décadas, un inusitado resurgimiento de la búsqueda espiritual por parte del secularizado hombre moderno. La espiritualidad oriental invade

(2) de, Frr f C a p ra; E1 R e en C am am iem o « r a r a d ig m a H o lo g râ fic o e d ita d o p o r K en W ilb er. (3)

Ü ° nSUH 1"v M

í

M u n d o d e M o rris B e rm an ; E l

t 1 E g ° ’ VarioS a u t° res; C o n c ,e n c la sin F ro n te ra s; U n D io s S o c ia b le y d em ás T ranSpeR O na,eS dC C t a t a T art: L a E x p e r t a M ís tic a , e d íta d o

V

Occidente ofreciendo una fresca mirada a la experiencia religiosa al mismo tiempo que técnicas y métodos que la acercan a la vida personal de cada individuo. El hombre moderno pareciera estar intuyendo que al apartarse del dogma, la creencia y la autoridad infalible de la Iglesia y reemplazarlos por la razón y su capacidad explicativa, perdió algo genuino y valioso. Hoy busca recuperar aquella esencia perdida pero sin abandonar su necesidad de comprensión, de explicación y análisis a que el paradigma moderno lo ha acostumbrado. No podrá volver sólo a la creencia, necesitará entender sobre todo experimentar aquello de lo que trata la espiritualidad. La nueva sicología, “las concepciones del más antiguo pensamiento conocido”, la revalorización del misticismo que ha resultado como sub­ producto de los avances en la física, más los esfuerzos que el Cristianismo está haciendo por responder al desafío que la nueva inquietud espiritual del hombre moderno le ha planteado, están siendo las actuales respuestas a este fenómeno social que forma parte del momento histórico actual entendido como surgimiento de un nuevo paradigma. Es en este momento histórico, tan particular por lo delicado, incluso peligroso, a la vez que desafiante y esperanzador de la historia de la humanidad, que resulta importante enmarcar la publicación del Tao Te King acompañado por el iluminador comentario de Gastón Soublette. Su valioso aporte consiste en acercar al lector - potencial portador de los profundos cambios que se están gestando - a una de las más ricas fuentes de sabiduría de aquellas “concepciones del más antiguo pensamiento conocido”. El aporte es doblemente importante. Poruña parte, de entre las diferentes cosmovisiones de la antigua sabiduría oriental, el Taoísmo es tal vez la más accesible a nuestro modo de pensar moderno en apertura y búsqueda de nuevas percepciones de la realidad. Aún siendo, como su comentador afirma en la Introducción, la cosmovisión taoísta “la antípoda de la actual concepción del mundo occidental” su estructura conceptual es más fácil de comprender para la secularizada mente del hombre moderno que el tradi­ cional lenguaje religioso que ha prevalecido en Occidente y que ha debido sobrevivir sustentado en la fé, un poco a espaldas de la razón. El Tao, es a la vez una noción que apela a nuestra comprensión racional y a nuestro sentido poético, que se desliza hacia nuestro interior fluidamente, sin encontrar obstáculos. Podemos comprenderlo y sentirlo como el sentido del mundo a la vez que el Ser puro, anterior a todo lo manifiesto y de donde emana la vida. No surge la pugna por clasificarlo: inmanente o trascendente; es ambos, a la vez. El Tao unifica, integra, no divide entre el Bien y el Mal. VI

Es alcanzable, puede ser percibido en el fluir del acontecer, cuando el hombre escucha, se aquieta, se hace receptivo a Te, su Virtud, su manifestación. Lo importante para el hombre moderno es que el Taoísmo lo ayuda a salir del falso dilema de si existe o no existe Dios, dilema que concluyó en el paradigma moderno con el poder total acaparado por el hombre e impuesto sin piedad al resto de la creación. El Taoísmo le ayuda a este hombre, poderoso pero angustiado, cazado en la paradoja de ser dueño del mundo pero sin saber para qué, a recupera...


Similar Free PDFs