Alimentación y nutrición en las diferentes etapas de la vida PDF

Title Alimentación y nutrición en las diferentes etapas de la vida
Author Karla Lizbeth Montalvo Geronimo
Course Nutrición
Institution Bachillerato (México)
Pages 5
File Size 72.6 KB
File Type PDF
Total Downloads 60
Total Views 129

Summary

En este documento se encontrara información acerca de la alimentación en el desarrollo normal de la vida y sus diferentes etapas....


Description

ALIMENTACIÓN Y NUTRICIÓN EN LAS DIFERENTES ETAPAS DE LA VIDA El desarrollo normal de la vida pasa por diferentes etapas. Cada una tiene sus propias particularidades y exige de nosotros capacidad de adaptación en muchos aspectos. La nutrición es uno de ellos, y además clave. No tienen las mismas necesidades nutricionales los niños que los ancianos, ni los adolescentes que los adultos. Las variabilidad es nutricionales ligadas al transcurso del ciclo vital siguen las reglas fundamentales de una alimentación saludable pero exigen ajustes específicos. Nutrición en la infancia Las elevadas necesidades nutricionales del niño sus menores reservas junto con su menor capacidad digestiva y metabólica, son factores que lo convierten en un sujeto de riesgo de deficiencias nutricionales. Un estilo de vida saludable en la infancia es determinante del estado de salud a lo largo de la vida. La adquisición, el establecimiento y la consolidación de hábitos saludable, en particular del patrón dietético y de actividad física, comienza a establecerse a partir del segundo año de vida, están consolidados antes de finalizar la primera década y persisten, en gran parte hasta la vida adulta. Es vital que los niños tengan una adecuada nutrición y una dieta sana para que su potencial de desarrollo sea óptimo. Durante la infancia y la adolescencia, los hábitos dietéticos y el ejercicio pueden marcar la

diferencia entre una vida sana y el riesgo de sufrir enfermedades en años posteriores. 1.1

Lactancia

Durante el primer año el protagonismo de la alimentación del niño corresponde a la leche materna a medida que avanza el desarrollo de la dentición, la ingesta debe diversificarse hasta alcanzar una variedad de alimentos lo suficientemente amplia. No podemos olvidas que en los primeros 12 meses de vida del niño va a triplicar su peso, y su estatura se incrementa en un 50%. Las necesidades energéticas de los niños varían ampliamente, en función de factores como la fase de crecimiento y la actividad física. En los niños sanos la naturaleza parece ya hacer el cálculo calóricos que necesitan, puesto que sus propios deseos de comer deben ser considerados, en la inmensa mayoría de casos, como una guía segura. La demanda energética está entre 100-105 kcal por kilo de peso y día, mientras que para un adulto anda entre 30-35 kcal por kilo de peso y día. En comparación con el peso corporal, la necesidad de proteínas es mayor en el niño que en el adulto; así, mientras que los adultos necesitan una ingesta de 0,8 g por kilo de peso y día, para un niño/a de 6 meses se requiere un promedio de 2,1 g por kilo y día; en el segundo semestre el valor baja a 1,5 g por kilo y día, y para un niño/a de 1 a 3 años es de 1,2 g por kilo y día. Es importante que la alimentación del niño contenga fuentes de proteínas de alta calidad,

que le aporten los aminoácidos esenciales, como los productos lácteos y los huevos. La composición de la leche materna es como sigue: Grasa ……………………… 48-50% Hidratos de carbono ……….. 38% Proteínas …………………….. 8% En el caso de los micronutrientes – vitaminas y minerales-, también van a necesitar más cantidad por Kilogramo de peso corporal que en cualquier otra época de la vida. Presentan, asimismo, elevados requerimientos de agua. En condiciones normales el agua que proporciona la leche es suficiente, pero si hubiera circunstancias especiales como temperatura muy elevada o fiebre, hay que suministrar agua para evitar la deshidratación. Para evaluar el estado nutricional del niño se utilizan como principales índices el incremento de peso y altura, que se medirán a intervalos regulares y se comparan con las curvas de crecimiento estándar, de lo que se ocupa el pediatra. Para un bebé sino la mejor opción hasta cumplidos los 6 meses es la leche materna ya que satisface todas sus necesidades nutricionales permitiéndole el correcto crecimiento y desarrollo; a partir de los 6 meses y sin abandonar la lactancia ya se van introduciendo nuevos alimentos. Al nacer, será el calostro su fuente de alimento. Este fluido que producen

las

glándulas

mamarias

durante

los

primeros

días

posteriores al parto, es rico en proteínas, vitaminas y minerales, contiene anticuerpos y agentes anti infecciosos, factores anti inflamatorios, factores de crecimiento, así como enzimas y hormonas que son beneficiosas para el desarrollo y crecimiento del bebé. Es en los primeros meses cuando se produce un crecimiento rápido, en especial para el cerebro. El cerebro del bebé va a cubrir sus necesidades con los aminoácidos y ácidos grasos que contiene la leche

materna.

Además

la

leche

materna

contiene

agentes

antibacterianos y anti infecciosos, entre ellos las inmunoglobulinas, que tienen gran importancia en el fortalecimiento del sistema inmunológico. Si por alguna circunstancia el bebé no puede recibir la leche materna, se optara por las fórmulas infantiles comercializadas que intentan imitar en lo posible la composición de la leche materna, y su uso debe cumplir con las directrices establecidas por la Unión Europea y la Organización Mundial de la Salud. Además esta demostrado que los niños/niñas amamantados con leche materna tienen menos tendencia a sufrir sobrepeso y obesidad. A partir de los 6 meses se introducen alimentos, el niño a esta edad ya puede masticar y morder. Desde el mismo momento en que se incorporan nuevos alimentos hay que empezar a inculcar buenos hábitos alimentarios, porque ya entre los 7 y 9 meses muestran preferencias gustativas. No se debe sobrealimentar al bebé; se deben ofrecer alimentos variados; no debemos añadir ni miel ni azúcar a las papilla, ni a los biberones, ni a los chupetes, con el fin de evitar caries

dentales y su dependencia del “sabor dulce” en el futuro. Cuando menos sal se agregue a la comida mejor y de hacerlo que sea yodada. 1.2

El niño de uno a tres años

Pasado el primer año o época de lactante, el niño debe, progresivamente, irse incorporando a la dieta familiar siguiendo unos patrones alimenticios que van a continuar el resto de su vida. La diferencia, muchas veces, sólo escribía en el modo de preparación, porque el niño aún no tenga capacidad de masticar bien o necesite ayuda a la hora de comer. Este período supone una etapa de transición fisiológica que coincide con la introducción de hábitos nuevos, y al mismo tiempo, definitivos. Es preciso ir estimulando el consumo de productos vegetales como las verduras, hortalizas, legumbres, cereales y frutas, en detrimento de productos de origen animal. Se deben hacer platos variados tanto en lo referente a sabor, como textura, consistencia y también color, porque la alimentación debe resultarle placentera. Debemos controlar que no coma entre horas, y evitar darle o negarle determinados alimentos como premio o castigo. En lo referente a las bebidas, lo ideal es que se acostumbre a beber agua. De tomar zumos, que sean naturales evitando zumos artificiales y refrescos....


Similar Free PDFs