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La película de animación “Arrugas” nos narra la amistad entre Emilio y Miguel, dos ancianos recluidos en un geriátrico. Emilio recién llegado a la residencia en un estado inicial de Alzheimer, será ayudado por Miguel, su compañero de habitación, y otros ancianos a sobrellevar su enfermedad y evitar ...

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Nuria Rodríguez Fernández

ANÁLISIS DE LA PELÍCULA: ARRUGAS La película de animación “Arrugas” nos narra la amistad entre Emilio y Miguel, dos ancianos recluidos en un geriátrico. Emilio recién llegado a la residencia en un estado inicial de Alzheimer, será ayudado por Miguel, su compañero de habitación, y otros ancianos a sobrellevar su enfermedad y evitar sin éxito que Emilio termine ingresado en la planta superior: el temido piso que alberga a los asistidos que son incapaces de valerse por sí mismos. Esta historia nos plantea dos grandes temas que producen un gran cambio sobre el personaje como son el internamiento en una residencia y la pérdida de la memoria. A continuación, vamos a profundizar sobre ambos basándonos en los dos personajes principales. En referencia al primer tema, al principio de la película se nos presenta una situación actual que muchas familias sufren a diario como es la situación del hijo que por sobrecarga, por falta de tiempo o recursos no puede hacerse cargo y tiene que tomar la difícil decisión de ingresar a su padre a un geriátrico. A partir de este momento, comienza un cambio social drástico en la vida de Emilio puesto que debe enfrentarse a un entorno totalmente desconocido. Vemos como el protagonista pasa a ser un paciente geriátrico donde todo lo que le rodea le desagrada y le desanima por partes iguales, además de encontrarse confuso, desorientado y sentir desconocimiento ya que no entiende el porqué del abandono. Asimismo, él no se ve reflejado con la situación de los otros enfermos de la residencia, dado que se siente más joven, con inquietudes y muchas cosas por hacer aún como el seguir nadando en la piscina. Sin embargo, Emilio a lo largo de la película vemos como se enfrenta a un duro proceso de adaptación con su nueva realidad e irá cambiando su forma de pensar, de manera que se resigna asumiendo su ingreso como un hecho que le toca vivir y aceptándolo para no ser una carga familiar. Durante esta etapa, se evidencia una fuerte tristeza y soledad por la pérdida del rol familiar, el rol laboral, por la pérdida de su domicilio y del control sobre su propia vida. En segundo lugar, el hilo conductor de la película es el Alzheimer, que constituye una de las demencias más comunes entre las personas mayores. Esta enfermedad es planteada en la película desde dos puntos de vista, por un lado, el avance desde el inicio como es en el caso del propio Emilio y por otro lado, encontramos a Modesto ya totalmente en una fase avanzada.

Con respecto, al protagonista se observa una presentación de los síntomas nada más comenzar la primera escena, cuando sufre un cuadro de delirios creyendo que aún sigue trabajando en el banco. Pero su situación, se irá agravando con el transcurso de la película ya que somos testigos de su evolución por las diferentes etapas de esta enfermedad debido a la gran progresión que existe en la pérdida de su memoria. Esto se ve reflejado por ejemplo, cuando cree que le están robando sus objetos, tales como la cartera, el reloj o los calcetines manifestando cambios de comportamientos bruscos o su equivocación en la compresión del lenguaje con la palabra pelota, así como, sus fallos a nivel funcional de vestirse incorrectamente o tener dificultad para diferenciar los cubiertos que debe utilizar. Además, del olvido de su propio nieto o de no recordar conducir. No obstante, Emilio no es consciente de su problema hasta que se ve reflejado en Modesto como su propio futuro, un momento clave es cuando se da cuenta que toman las mismas pastillas y que su situación ha empeorado porque ni siquiera con el médico recuerda que cenó el día anterior. Por lo contrario, Modesto es un anciano que se encuentra en la fase final de la enfermedad, donde rígido y sin articular palabra depende totalmente de su mujer Dolores, quién nos muestra que a pesar de no reconocer a la persona, sí que son capaces de percibir y transmitir afecto. Esta figura nos visibiliza el gran amor y la labor de muchas personas que hoy en día se ven forzadas a vivir únicamente para el cuidado del otro, olvidándose de ellas mismas y realizando todo tipo de tareas que agotan físicamente y mentalmente. Paralelamente al deterioro cognitivo que va viviendo Emilio, cabe destacar la clara evolución en el personaje de Miguel. Este es el veterano del lugar que no siente afecto por nadie y comienza siendo un timador que abusa de los residentes aprovechándose de sus problemas mentales para robarles dinero. Pero poco a poco, a medida que el Alzheimer invade a Emilio, se destapa el verdadero Miguel una persona mayor con falta de cariño, que se siente abandonado lleno de miedo al igual que el resto. La unión de ambos personajes, nos enseña algo muy importante en la vida como es el verdadero valor de la amistad que tanto necesitan para sobrevivir en estos momentos. Unidos por no acabar en la segunda planta, Miguel hace todo lo posible por ayudar a Emilio a ocultar los avances de su enfermedad, esto se hace visible ante el examen del médico cuando Miguel le escribe en el brazo todo lo que debe decir o cuando activa la alarma de incendio con el fin de salvar a su amigo. Pero como en toda amistad siempre hay una locura de por medio, que es la que surge al final de la película cuando se fugan del geriátrico y reviven la ansiada libertad, la ilusión, la motivación y la esperanza de poder vivir en otro lugar mucho más agradable, haciéndonos reflexionar hasta que punto una residencia es sinónimo de cárcel.

Esta aventura final llevará a Emilio al profundo olvido y a su inminente ingreso en la planta de arriba produciéndose así un cambio psicológico y un cambio físico ante la pérdida total de las facultades dado que deja de valerse por sí mismo perdiendo su total autonomía, este momento nos revela la cara más triste y cruel de la enfermedad. Sin embargo, en la última escena reluce que siempre hay alguien que nos cuida y nos quiere, como lo hace en este caso Miguel quién comprende que el tiempo de vida que le queda es para ayudar a su amigo hasta el final de su vida. Por último, cabe destacar la visión pesimista, deprimente y tétrica que se muestra de las residencias aunque en la realidad existan excepciones. En esta en concreto, se muestra claramente la soledad, la falta de vida, el aburrimiento, la rutina diaria y monótona que viven todos los ancianos. Esto sobre todo se manifiesta en el oscuro salón principal donde todos los ancianos permanecen sentados como estatuas, adormilados o viendo la televisión que siempre está en el mismo canal de documentales con la mirada y el pensamiento ausentes. Además, de la rutina qué como muy bien expresa Miguel, en este lugar “solo que hay comer, dormir y cagar”, sin esperar nada a cambio solo la ración de comida y el vaso lleno de pastillas. Por otro lado, además se observa como buscan impresionar a los clientes ya que son los que pagan, tal y como ocurre con el hijo de Emilio que se guía por que tiene piscina pero estos ancianos no pueden ni utilizarla. En consecuencia, en estos personajes se ve claramente un déficit del envejecimiento saludable y activo dado que el entorno no vela a favor de los deseos e intereses de sus mayores. En el caso de Emilio además no se produce un envejecimiento satisfactorio ya que su enfermedad le condiciona en su día a día y le arrebata lo que nos hace ser quienes somos, como es la propia memoria. En definitiva, es necesario que en estos centros se impulsen programas de adaptación y de diferentes actividades que mantengan a los ancianos físicamente y mentalmente activos, garantizando así la calidad de vida y el bienestar de estos. En conclusión, me ha parecido una película muy emotiva y necesaria que nos muestra una realidad dolorosa acerca de la vejez, la enfermedad y el abandono que existe en el final de la vida de muchos ancianos. Nos hace empatizar con cada uno de los problemas de los personajes y nos muestra la dureza de una enfermedad como es la del Alzheimer. Además nos hace replantearnos el gran olvido que existe hoy en día por parte de los familiares hacia sus seres y la importancia de tener un apoyo tal y como muestra esta película a través de la amistad o el amor incondicional para sobrellevar la vejez....