Apuntes literatura comparada PDF

Title Apuntes literatura comparada
Author Alaitz Estonba Loinaz
Course Literatura Comparada
Institution Universitat de Barcelona
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PRÁCTICAS DE LITERATURA COMPARADAAPUNTES10/02/(Sesión introductoria)La literatura comparada de antes de los 60-70 era positivista y no discutía la noción de la literatura. A partir de René Welleck se deje atrás el positivismo. Se estudiaba las obras de manera diferente, como si fuera un monumento (p...


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PRÁCTICAS DE LITERATURA COMPARADA APUNTES

10/02/21 (Sesión introductoria) La literatura comparada de antes de los 60-70 era positivista y no discutía la noción de la literatura. A partir de René Welleck se deje atrás el positivismo. Se estudiaba las obras de manera diferente, como si fuera un monumento (perspectiva monumentalista). Había dos perspectivas: la obra literaria como documento y la obra literaria como monumento. El nuevo paradigma deja atrás estas dos perspectivas. Welleck reivindica la lectura de la obra como monumento y no como documento. Todorov, La noción de la literatura: se puede pensar la literatura como estructura o como ficción. Lo piensa en el contexto de los años 60-70, ya dentro de una nueva paradigma. Dentro de un sistema de funcionamiento, hay textos sociales que funcionan como literatura. Hay dos formulaciones históricas: la literatura como ficción y literatura como forma. La ficción funciona como una compensación de la realidad, como vía de escape. La literatura tiene una dimensión institucional innegable, tanto entendida como forma como entendida como ficción. La literatura comparada empieza en Goethe: ¿Qué entendía Goethe por literatura comparada? Él crea el concepto de “Weltliteratur” . Entiende las literaturas extranjeras como la ampliación de la literatura propia, incluso como corrección. Todos los autores comparatistas vuelven a Goethe. Volveremos a Goethe para preguntarnos qué entendía Goethe por literatura, las transformaciones que estaba sufriendo el concepto de literatura y para poner en discusión las propuestas teóricas que iremos estudiando. No es posible pensar el término de “Weltliteratur” sin el género de la revista. Cuando Eckermann está escribiendo su diálogo con Goethe se está produciendo el cambio en la noción de la literatura. El término tradicional era “poesía” y en el siglo XVIII empieza a circular la noción de la literatura; también la literatura se va separando del concepto del saber y de la ética. El origen de las revistas tiene que ver con una intención de poner en contacto las voces letradas de toda Europa. De una lectura intensiva de un volumen de obras imposibles se pasa a una lectura extensiva, de una práctica lectora que leía pocos textos a una lectura con gran variedad de textos y una sola lectura de cada uno de ellos. Anne Blair plantea que desde la Antigüedad el gran volumen de obras impedía el estudio de la literatura europea. Las revistas primero funcionan como índice de textos, pero luego se convierten en un ejercicio de selección y crítica de los textos. El francés sustituyó al latín como idioma internacional. El capitalismo fue clave en el cambio del concepto de la literatura y en el concepto de “Weltliteratur” básicamente por la creación de un mercado. La prensa también fue una influencia importante y la prensa se convirtió en la universidad de los que no podían acceder a ella. La imprenta genera una homogeneización de la lengua. La literatura sale de los

“Salón” y se traslada a la prensa, se democratiza la lectura y se profesionaliza al escritor, alejándose de la función elitista de la literatura y del ámbito de la aristocracia. Antes los escritores que no escribían en latín (p. ej. Shakespeare) no eran conocidos en Europa, pero con la construcción de las naciones aquello cambia. En este contexto Goethe está operando su concepto de Weltliteratur. Goethe no habla de una “weltpoesie” sino que utiliza el concepto de la literatura (“la letra sobre el impreso”). El manifiesto comunista habla del concepto, porque contempla una literatura universal como algo imposible, asique la literatura universal va muy ligada al capitalismo: la circulación de la literatura empleaba los mismos canales que otros mercados que se iban globalizando. La globalización es un efecto directo del imperialismo. La literatura no es solo una expresión estética, tiene una función política y económica innegable. La literatura no es un término estable: cuando Goethe está desarrollando su idea de “Weltliteratur” este está cambiando notablemente. La poética cambia por la estética en el siglo XVIII. No es una forma, sino que tiene relaciones subjetivas. La consideración de universalismos estéticos también supone una trampa ideológica.

15/02/21

Toda escritura nace de una tensión, porque el estado normal es no escribir. La escritura siempre es política, nace de una resistencia o una intervención. La literatura comparada también se puede hacer a nivel internacional, en el plano de España. Said habla de ese problema de la homogeneidad y hace que nos planteemos la literatura comparada como un nacionalismo creciente durante los siglos XIX y XX. El concepto de Weltliteratur. Los nacionalismos invitaban a la creación de un nuevo concepto para la universalidad que se estaba creando. Weltliteratur invitaba a acudir a la perspectiva de otra cultura para tener conciencia sobre la propia. Era un retorno a un origen mítico: estaba sucediendo todo el tiempo, operando constantemente. Podríamos hablar de un doble origen de la literatura comparada: el weltliteratur de Goethe y la literatura comparada institucional de Francia, que se articula antes del concepto alemán. En Francia ya se daban cursos de literatura comparada, asique Goethe de alguna manera retorna a Francia. La literatura comparada, entonces, tendría un origen mítico (Goethe) y un origen institucional (Francia). La primera lectura sobre la literatura comparada fue de Joseph Texte, en Lyon, que tuvo algunas discusiones con Brunetière, sobre todo porque Texte es un defensor del cosmopolitismo, mientras que la cultura francesa nacionaliza la literatura (incluso si no son autores franceses). El comparatismo también puede sobreponer a una literatura sobre otras y contra eso trabajaba Joseph Texte. Se acaba pensando lo local como universal. A Texte lo sustituye Bandesperger. En Lyon surge la figura de Van Tieghem y en la Soborne Jean-Marie Carré. Estos seguirán con esa línea institucional francesa. Surge la revista “La revue de la literature comparée” que dirigía Carré y alguna otra en el mundo anglosajón. Las revistas

especializadas trataban el comparatismo y tenían una difusión más amplia que las cátedras. El primer comparatismo institucional se caracterizaba en primer lugar por el positivismo y el biografismo: el modelo científico-positivista tiene en cuenta solo lo objetivo y se centra en los hechos constatables, lo que se puede controlar y registrar. Se instala un modelo bilateral: se comparan siempre dos elementos. Domina, entonces, el paradigma biológico: plantea las obras como seres vivos que evolucionan y se pueden comparar. Paul Van Tieghem insiste en esa relación binaria del comparatismo (por ejemplo, solo se centrar en la recepción de una obra o un autor en Francia etc. … ). Escribe El manual de literatura comparada e indica que la literatura general estudiaría los elementos que se repiten y son comunes en varias literaturas (lo que nosotros conocemos como teoría literaria, problemas globales de la literatura). Los estudios de literatura nacional eran los que habían construido el canon y los primeros comparatistas, en vez de estudiar el canon, estudiaron la relación entre dos nacionalismos o dos elementos. Los críticos de las revistas rompen un poco esa dinámica, vemos la existencia de un comparatismo más salvaje que se ha llegado a denominar “comparatistas sin comparatismo”. De ahí surge Welleck, por ejemplo. “Las revistas”, Claudio Guillén. Forma parte del texto Entre lo uno y lo diverso y dedica un capítulo al estudio de las revistas en la literatura comparada. La revista es el signo de la vanguardia, algo más vivo y rebelde. Muestra como ha surgido un comparatismo al margen, paralelamente con el comparatismo institucional. Lluis Montanyà participante de “Manifiesto amarillo” y la vanguardia catalana. Empezó a publicar en diferentes revistas catalanas y se exilió en Suiza después de la Guerra Civil, donde tuvo que dejar su trabajo como crítico. De 1926 al 1929 hizo su trabajo más importante: se produce una recepción masiva de Ulysses de Joyce, cuando fue traducido al francés. Fue uno de los mejores críticos de España del siglo XX y es interesante para darnos cuenta de qué norma estética dominaba en cada época. Hay que leerlo como un autor vanguardista, pero en verdad él es un autor clasicista, con un intento de crear una civilización enlazada a los ideales grecolatinos. En su comparatismo reflexiona sobre qué oportunidades tiene la literatura de hacer ininteligible la contemporaneidad.

17/02/21

Welleck como punto de partida para ese nuevo paradigma y las siguientes críticas. El comparatismo no es una actividad privada de la universidad, como dijimos, también existía un comparatismo más salvaje que se daba en las revistas, que ya no hablan de las obras del pasado sino de las obras contemporáneas. Guillén habla de las personas intermediarias que permiten que las obras de las revistas empiecen a circular con fluidez. Intentaban construir la inteligibilidad de la propia época desde las revistas: estos nuevos comparatistas están leyendo en tiempos reales y construyendo la contemporaneidad. Este ejercicio permite recuperar la dimensión mundana de las obras (Said) y no ver la literatura solo como una obra que pertenece a un canon: se aprecian las tensiones políticas y morales. Piensan el presente en términos de organización y Muntanyà reconoce los méritos del surrealismo. Empieza un

nuevo modo de escritura que está más comprometida y habla de temas más sociales. Muntanyà lee Ulysses de Joyce cuando esta se traduce al catalán y desarrolla su crítica entorno a la obra. Él compara las obras catalanas con la obra de Joyce y es un comparatismo que muestra las dudas iniciales de cualquier lectura, que hace ver las tensiones de la obra. Cuando hablamos de la crisis de la literatura comparada que plantea Welleck está orientada hacia los límites del comparatismo académico francés y no a este nuevo comparatismo de las revistas. Welleck había llegado a EE. UU. desde Europa y empezó a hacer la crítica hacia el comparatismo francés en sus primeras conferencias, reivindicando a T.S Elliot y a la New Criticism. En muy pocas décadas nos encontramos en un momento de desorganización y caos en la cultura y se está construyendo un canon que más le conviene a la institución. Welleck insiste en la idea de la precariedad de la disciplina: la literatura comparada no tiene ni un objeto ni un método claro. El comparatismo nació como reacción al auge de los nacionalismos, pero ha caído en otros nacionalismos con la importancia que por ejemplo la institución francesa le da solo a su propia literatura. En nombre de un internacionalismo se estaba cayendo en un nuevo nacionalismo. Si el comparatismo no tiene un método es porque la teoría es muy conservadora: es impensable no tener un método.

22/02/21

Entonces tenemos dos tipos de comparatismo: el institucional (que estudia la literatura pasada) y el comparatismo de las revistas (que estudia el presente). Esta distinción es fundamental porque estudiar el presente es más difícil, porque todavía no se han establecido los valores del canon. 1958, conferencia de René Welleck: empieza la crisis de la literatura comparada. La literatura comparada francesa se había institucionalizado mucho y discute ese paradigma en el momento en el que parece que ese comparatismo entraba dentro de un nacionalismo implícito, cuando reivindicaban la universalidad. El comparatista ha de ser un crítico según Welleck y no se puede separar de otras disciplinas de los estudios literarios. Plantea una noción de obra orgánica y cerrada sobre sí misma. Franco Moretti reclama una lectura a distancia, rechazando el “Close Reading” para poder realizar una lectura comparatista de verdad. Aparecen respuestas interesantes a Welleck. P. ej. En EE.UU Remak, donde él distingue la escuela comparatista francesa y la escuela alternativa estadounidense. Él modifica la nación tradicional del comparatismo, planteando que el comparatismo tiene que trabajar las relaciones entre literatura y otras disciplinas culturales y artísticas. Welleck y Remak también discuten el concepto de literatura general. Remak reivindica la escuela comparatista americana porque compara la literatura con otras disciplinas o su comparación no se reduce a los hechos, sino que compara obras que pueden no tener ningún contacto entre ellas.

El siguiente catedrático de la Sobornne será René Étiemble: cita dos comparatistas de la órbita soviética, a Mukarovsky y Berzick. Mukarovsky indica que el concepto de “weltliteratur” se tiene que superar, porque por primera vez (y gracias a la revolución de octubre) se está generando una literatura universal. Lukács indica que el problema está en intentar universalizar la visión burguesa y cree que la ideología es un elemento fundamental de la sociedad: la ideología funciona como la universalización de una visión concreta. En la literatura, la visión de una minoría tiende a universalizarse. Volviendo a Étiemble, p. 12 del texto, indica que para que la poesía sea universal solo hace falta centrarse en la estética. Plantea que la poesía es un bien común de la humanidad y que el poema pertenece a aquellos quienes tengan acceso a ella, porque la sensibilidad poética es de todos. Étiemble está universalizando un gusto poético que ha sido tradicionalmente occidental.

01/03/21

El nuevo comparatismo asumirá preguntas teóricas como “qué es la literatura?” que nos llevará a textos, p. ej. El de Jakobson, que habla de la literariedad. Las obras como monumento, con un valor estético propio que nos lleva a la universalidad. Con Welleck se asume la reflexibilidad de la pregunta sobre la literatura, pero la respuesta cambia con la relativización (cultural, social, histórica … ): la literatura no siempre significa lo mismo o tiene la misma función. La literatura se democratizó sobre todo en el siglo XIX y la nueva paradigma no se entiende sin el romanticismo. Étiemble se puede entender como acompañamiento de la crítica de Welleck. Es una propuesta universalista, que rechaza el nacionalismo del comparatismo anterior. Hace una abertura de campo para que el comparatismo pueda ser fiel a la propuesta original de Goethe. Plantea que la sensibilidad poética es lo universal de la humanidad y así establece la posibilidad de comparar las producciones mundiales de esa sensibilidad poética. En su texto critica que los comparatistas franceses estén muy lejos de cumplir el deseo de Goethe. Todos hablan de la excelencia de la literatura francesa pero, por ejemplo, nadie se ha fijado en la literatura china que podría ser incluso superior, cuando la francesa ha ocupado una posición central en el panorama europeo. Para los franceses lo nacional va antes que lo estético. Habría que construir un canon que realmente se guiara por la sensibilidad estética y no por la superioridad de los nacionalismos. Étiemble y Welleck son dos maneras diversas de crear esa crisis de la literatura comparada. La noción de la sensibilidad poética es bastante problemática. Étiemble creía que la sensibilidad poética era la única herramienta posible para la universalización de la literatura. El gusto no es universal, es relativo según la cultura y la clase social de cada uno y Étiemble piensa en eso. El arte hace avanzar la norma estética.

03/03/21

La noción de paradigma será importante para poder entender el nuevo paradigma de la literatura comparada. Jauss empleó este concepto y estudió los grandes paradigmas de la historia de la literatura. Welleck rechazó la nacionalización de la literatura comparada y Étiemble reivindicó una ampliación del corpus literario para que fuera verdaderamente mundial y no solo occidental y a partir de estas dos intervenciones el paradigma de la literatura comparada cambió notablemente. A partir de la II Guerra Mundial los estudios empiezan a abrirse también al mundo occidental. Se pensará la literatura desde la descolonización y pensarán las literaturas de diferentes países desde otra diferente (los dos problemas comentados: la literatura global falsa y la nacionalización). Texto de Bourdieu y Wacquant. Para detectar el imperialismo cultural nos podemos guiar por la rapidez a la hora de traducir (por ejemplo, si el francés se traduce inmediatamente y el danés no, eso es una señal de la superioridad cultural). En EE.UU la noción del multiculturalismo desplaza una cuestión social, porque el canon ha sido tradicionalmente construido por el hombre blanco occidental y reivindican reabrir el canon. La literatura que se nos enseña no es representativa de la globalidad del mundo. Las relaciones transnacionales son una banalización para ellos, una señal del imperialismo cultural. Hans Robert Jauss, “Cambio de paradigma en la ciencia literaria”, 1969. La noción de paradigma apenas tenía circulación hasta entonces. Thomas Kuhn, La estructura de las revoluciones científicas: al principio del siglo XX hay un gran avance científico: el paradigma científico anterior entra en crisis y con la revolución científica podríamos hablar de un cambio de paradigma. Jauss emplea la ciencia para pensar el estudio literario. Jauss, en su texto, dividió la historia del pensamiento literario en grandes bloques o paradigmas: 1) el paradigma clásico (la literatura tiene una dimensión normativa y se despliega con la imitación de grandes obras y la norma poética); 2) Paradigma historicistaromántico (S XVIII, cambia la noción de la literatura, pasa a ser una experiencia colectiva, accesible. Instalan el punto de partida de que la literatura evoluciona y no hay una normativa universal.) La literatura comparada sería un elemento que se explica en el segundo paradigma (el historicista) porque prima la obra concreta, la diferencia y la localización de la obra. Los estudios literarios de este segundo paradigma también recurren a las historias nacionales (esta pensando en el comparatismo de la escuela francesa). PP. 66 del texto. Se pregunta si hay un nuevo paradigma literario a la vista en los estudios literarios. Primer reto: aislar la literatura de la historia y la obra de arte de su efecto y el público. Segundo reto: un artículo de Werner Krauss. Tercer reto: el reto de los medios masivos de comunicación.

17/03/21

Texto de Fokkema y el nuevo paradigma de la literatura. Critica la noción de la literatura entendida como monumento, las obras pensadas como unidades con una estructura que las define y las distingue de otras. Él reivindicaba el estudio de obras que no fueran diferentes o únicas, había que pensar las obras como una situación comunicativa y no solo el conjunto de textos. Las revistas rompen un poco esa visión del libro como una unidad o monumento. En aquella época hay muchos libros que se publican después de varias publicaciones en una revista literaria. La edición de libro supone una mejora de todas las publicaciones, la culminación. P.ej. Cántico, Madame Bovary … Dickens escribía su obra en entregas cada quince días, diez páginas por entrega escritas sobre la marcha. Eso hace que se cree intriga y expectación por el próximo capítulo de la obra. Fokkema dice que podemos comparar normas poéticas o lo que él llama código poético. P. 14. Habla de la situación comunicativa, de que el papel del lector y el contexto no ha tenido la importancia debida en los estudios de la literatura comparada como indicaba Mukarovsky. Es, probablemente imposible, definir la literariedad en términos universales (va en contra de muchos teóricos) pero sí es posible definirla en un momento y un sitio concreto.

22/03/21

Fokkema no menciona las propuestas feministas o postcolonialistas, aunque él plantea una desmonumentalización de las obras, estudiando comparativamente los textos y también sus situaciones comunicativas: cuando se comparan dos obras también se tiene que comparar el contexto y tener en cuenta la dimensión institucional. Siempre tiene que haber una dimensión reflexiva que tenga en cuenta qué estamos haciendo. Texto de Susan Bassnett, “¿Qué significa la literatura comparada hoy?”. Primero hace un balance histórico de la disciplina (que la observa como una disciplina en constante crisis) y cuando hace el recorrido pregunta qué tipo de comparatismo ha...


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