Articulos varios PDF

Title Articulos varios
Author Juan Ruiz
Course Filosofía
Institution UNED
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Articulos affaire Sokal...


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https://www.vix.com/es/btg/curiosidades/5554/el-escandalo-sokal El escándalo Sokal se llevó a cabo a finales de 1996, cuando el matemático Alan Sokal publicó un artículo en broma en una revista de estudios culturales llamada Social Text, en el que analizaba temas de actualidad física y matemática, además de comentar en tono irónico las costumbres culturales, filosóficas y políticas que deberían tener los comentaristas científicos que cuestionan las afirmaciones de la ciencia a la objetividad. El problema fue que los editores no se dieron cuenta de que este artículo era una farsa.

Cómo funcionó el escándalo Sokal El engaño del escándalo fue revelado por el mismo Alan Sokal en una publicación en la revista Lingua Franca, donde explicaba que el artículo decía únicamente tonterías, pero que había sido aceptado porque sonaba bien y halagaba las preconcepciones ideológicas de los editores.

La sátira de Sokal estaba dirigida a un grupo de intelectuales posmodernos de las humanidades que buscan aderezar sus estudios con términos científicos que, muchas veces, nada tienen que ver con la realidad de lo que explican.

“Transgredir las fronteras - Hacia una hermenéutica transformativa de la gravedad cuántica” era el título del artículo, y lo que había dentro no era mucho más fácil de entender que eso: cientos de argumentos surrealistas pero muy bien explicados, que un editor con un poco de conciencia debería haber notado que eran falsos. Si bien muchos artículos sobre ciencias –especialmente física y matemáticas– pueden resultar incomprensibles para el lector recién iniciado, la idea es que se utilice un lenguaje técnico y profundo, pero que sea lo más claro posible dentro de la materia: bajo ningún concepto se busca la oscuridad, sino la profundidad.

El escandalo Sokal 2 Parece increíble que los editores creyeran verdaderamente en el texto, si tenemos en cuenta de que se trata de un físico hablando de filosofía postmoderna. Por si fuera poco, el texto muestra elementos tan absurdos como considerar que la teoría de las catástrofes y la teoría del caos pueden conducir a la liberación social y económica.

Pero parecería ser cierto que es mucho más fácil engañar a alguien si hablamos de conclusiones culturales, filosóficas o políticas basadas en la ciencia, que si las conclusiones son científicas en sí.

Más detalles sobre Sokal El escandalo Sokal 3 BREWBOOKS/FLICKR Alan Sokal era profesor de física en Nueva York hasta 1980, año en que se fue a vivir a Nicaragua ya que apoyaba al gobierno sandinista. Al regresar a Estados Unidos, se dio cuenta de que la izquierda liberal había sido tomada por un tipo de intelectuales que decían cualquier cosa –hasta la más simple– de forma oscura. Él consideraba que estas personas no tenían mucho que ofrecer, y probablemente por esta razón decidió llevar a cabo el conocido como escándalo Sokal.

El escándalo Sokal puede unirse a la lista de bromas científicas que se han llevado a cabo con el correr de los años, como los fósiles del hombre de Piltdown de Charles Dawson, solo que esto tuvo un propósito público.

https://es.wikipedia.org/wiki/Esc%C3%A1ndalo_Sokal Escándalo Sokal El escándalo Sokal fue un famoso engaño logrado por el físico Alan Sokal para exponer al equipo editorial de la importante revista académica de humanidades Social Text. En 1996, Sokal, profesor de física en la Universidad de Nueva York, envió un artículo pseudocientífico para que se publicase en la revista postmoderna de estudios culturales Social Text. Pretendía comprobar que una revista de humanidades «publicará un artículo plagado de sinsentidos, siempre y cuando: a) Suene bien; y b) apoye los prejuicios ideológicos de los editores (contra las ciencias empíricas)».

El artículo, titulado Transgressing the Boundaries: Towards a Transformative Hermeneutics of Quantum Gravity1 («La transgresión de las fronteras: hacia una hermenéutica transformativa de la gravedad cuántica»), se publicó en el número de primavera/verano de 1996 de Social Text y sostenía la asombrosa tesis de que la gravedad cuántica era un constructo social; es decir, que la gravedad existe solamente porque la sociedad se comporta como si existiera, por lo tanto si no creyéramos en ella no nos afectaría.

El mismo día de su publicación, Sokal anunciaba en otra revista, Lingua Franca, que el artículo era un engaño.

El hecho causó un escándalo académico en la Universidad de Duke, entidad que publicaba Social Text. Sokal dijo que su artículo era «un pastiche de jerga postmodernista, reseñas aduladoras, citas grandilocuentes fuera de contexto y un rotundo sinsentido», que se «apoyaba en las citas más estúpidas que había podido encontrar sobre matemáticas y física» hechas por universitarios genéricamente llamados 'postmodernos' de humanidades.

Cobertura de los medios En los Estados Unidos, cuando se reveló el engaño, el filósofo francés Jacques Derrida fue inicialmente blanco de desacreditaciones, particularmente por parte de periódicos en EE.UU. y Francia.2 La revista "US Weekly Magazine", para ilustrar un informe sobre el asunto Sokal, utilizó una foto y una caricatura de Derrida. Para él, se trataba más bien de atacar a un extranjero, remiténdose incluso al célebre coloquio de Baltimore, de 1966, en el que invitó en EE.UU. a un grupo selecto de intectuales franceses: Poulet, Todorov, Hyppolite, Lacan, Morazé, Vernant, Girard, que estaban renovando la lingüística, la crítica, el psicoanálisis, la historia, la antropología y la filosofía, desde diferentes puntos de vista.3 Ese coloquio facilitó la entrada progresiva del pensamiento francés en EE.UU., con perspectivas plurales y con figuras de gran prestigio.

Respuesta de la revista Social Text

Los editores de Social Text argumentaron que, en el contexto de la época, el artículo de Sokal "Transgressing the Boundaries: Towards a Transformative Hermeneutics of Quantum Gravity" fue una traición fraudulenta de su confianza.

Por otra parte, en el año 1996 la revista no hacía la acostumbrada revisión científica por pares académicos (una práctica que caracteriza a las revistas científicas para verificar la validez de sus publicaciones), debido a que los editores estimaban que una política editorial más abierta estimularía una investigación menos convencional de la que es usual entre los científicos.4

Los editores de la revista han argumentado, además, que la revisión científica por árbitros académicos no necesariamente sirve para detectar el fraude intelectual.

Sokal y Bricmont escriben Imposturas intelectuales Sokal y Bricmont publicaron en 1997 Imposturas intelectuales.5 Sokal y Bricmont ampliaban sus tesis y pretendieron demostrar que determinados intelectuales "posmodernos", como Lacan, Kristeva, Baudrillard y Deleuze utilizaron abusivamente conceptos provenientes de las ciencias físico-matemáticas, usados fuera de contexto y sin dar la menor justificación conceptual o empírica, u ofuscando a sus lectores con palabras "sabias" sin preocuparse por su pertinencia o sentido, y negando —a su juicio—, la importancia de la verdad. Además, el ensayo incluye una dura crítica a un relativismo epistémico que considera a la ciencia como "un relato más".

Respuesta por parte de intelectuales de las Humanidades Precisiones de Derrida Ya Jacques Derrida, que escribió en contra de esta presunta manipulación académica en Le Monde, 20-11-1997,6 trató de poner en evidencia su falta de seriedad al subrayar que Sokal y Bricmont solo elegían a franceses (y a ciertos franceses, especialmente señalados), y que ellos no estudiaban escrupulosamente sus llamadas "metáforas" científicas ni su papel, ni tampoco su estatuto y sus efectos en los discursos que reprobaban. Por ejemplo, aunque Derrida no emplease esa terminología, sí hizo una vez, singularmente, una cuidadosa referencia del teorema de Gödel, pero nada decían de ello.

Añadía Derrida que toda esa operación mediática de Sokal y Bricmont (de la que habrían sacado rédito inmediato), era una lectura superficial, propia de cierto mundo universitario. Se dio la circunstancia de que, en el Times Literary Supplement, ellos declararon que habían excluido de su crítica a pensadores célebres, como Althusser, Barthes y Foucault, pero al darlo a traducir a Libération (19-10-1997) modificaron la secuencia e incluyeron además a Derrida como autor serio, supuestamente porque les convenía hacerlo en Francia y para hacer creer, así, que su ataque a este era inexistente. Para Derrida, ellos ni habían leído las obras impugnadas, ni conocían las ciencias humanas, ni discernían un comentario retórico del razonamiento principal de un analista cultural.7

Baudouin Jurdant responde: Imposturas científicas (2003) En 2003 bajo la coordinación del doctor en filosofía de la ciencia Baudouin Jurdant,8se realizó una contracrítica a Imposturas Intelectuales, en el libro Imposturas científicas: los malentendidos del caso Sokal.9 Aquí, un grupo de diversos científicos —físicos, matemáticos, filósofos o sociólogos—, especialistas en esos pensadores e intelectuales franceses —que sufrieron críticas en el libro de los físicos Sokal y Bricmont—, se propusieron la tarea de analizar sus lecturas concretas. Y resaltaron, en cada una de sus lecturas sectoriales, la gran insuficiencia de conocimientos acerca de lo que ellos criticaron, así como sus nula familiaridad con los recursos literarios y argumentativos usados por la

filosofía francesa, lo cual les conducía a malentendidos: la 'verdad' se persigue de muchas maneras, decían, y desde luego no tiene que ver con el proceso demostrativo de las ciencias formales.

Siguiendo con el rastreo, observaron cómo todo habría empezado por intereses de Sokal, que pretendía desprestigiar a los filósofos postestructuralistas y los científicos relacionados a este campo, por pertenecer al campo político contrario, como Sokal en algunas intervenciones habría dicho10 —punto, sin embargo, desmentido por Sokal en Imposturas Intelectuales—. Y deducían que el éxito del libro se debió a sus fines, pues recibió apoyo de medios de comunicación, centros universitarios y librerías asociados con los discursos dominantes. Los intelectuales que escribieron Imposturas científicas querían combatir el dogmatismo que provocaba Imposturas intelectuales, donde se quiere exponer que los filósofos franceses son unos "relativistas", "pseudocientíficos e "irracionalistas", aún sin, supuestamente, haber leído seriamente ningún libro de los filósofos mencionados en esa obra polémica. Por ejemplo, señalan que Lacan es un buen conocedor de matemáticas, y Latour un conocedor de las ciencias, entre muchos otros ejemplos, lo que les conduce a conclusiones completamente contrarias a las de Sokal y Brimont. Estos dos físicos —que hacían tanto énfasis en el rigor científico—, solamente habrían adaptado los textos de los intelectuales franceses a los resultados que a su juicio querían conseguir.11

Escándalos paralelos en la ciencia Esta situación se ha dado en otras ocasiones, pero en el terreno científico; ajenos por tanto al problema de las dos culturas, en el que se confrontan dos lenguajes muy distintos.

En el 2002 ocurrió en la Física, en el escándalo Bogdanov. Dos hermanos que consiguieron publicar en prestigiosas revistas científicas teorías absurdas y carentes de sentido. El físico alemán Max Niedermaier concluyó que se trataba de pseudociencia, escrita con una densa jerga técnica, para evitar el sistema de revisión por pares de la física teórica. Según el físico-matemático John Baez, su trabajo «es una mezcolanza de frases aparentemente plausibles que contienen las palabras técnicas correctas en el orden aproximadamente correcto. Pero no hay lógica ni cohesión en lo que escriben». Según el físico Peter Woit en la prestigiosa revista Nature: «El trabajo de los Bogdanoff resulta significativamente más incoherente que cualquier otra cosa publicada. Pero el decreciente nivel de coherencia en todo el campo les permitió pensar que habían hecho algo sensato y publicarlo».12 En 1986, extrañado por un artículo aparecido en Physical Review Letters que despertó escepticismo en muchos científicos, Lawrence M. Krauss envió una queja del artículo que era casi una parodia de la misma revista, pero fue detectado adecuadamente y obtuvo en respuesta seis informes de revisión científica, también en forma de parodia.13 Otro escándalo similar ha sido el del físico Jan Hendrik Schön, quien en septiembre de 2002 engañó a publicaciones científicas de primera línea, sometidas a revisión por pares, tan prestigiosas como Nature,14151617181920Science21 222324252627 o el Physical Review journal.2122232826 En 2013 en el conocido "Escándalo SCIgen", tres estudiantes del Instituto Tecnológico de Massachusetts diseñaron un programa de ordenador denominado SCIgen29 que generaba imposturas pseudocientíficas, mediante frases aleatorias que aparentaban tener sentido, al más puro estilo Sokal-Bricmont. El artículo era «un completo batiburrillo de estupideces que pasó directamente el supuesto filtro del comité de selección».30 Uno de los artículos generados completamente al azar por SCIgen consiguió que invitaran a los autores a dar una conferencia sobre su investigación en el congreso internacional de Computación WMSCI.3132 En 2017, Peter Boghossian y James A. Lindsay publicaron un artículo científico absurdo titulado "El pene conceptual como un constructo social" (en inglés, The conceptual penis as a social construct) en la publicación de acceso abierto Cogent Social Sciences, donde argumentaban que el pene es mejor entendido no como un órgano biológico, sino como un constructo social. El artículo llegaba a la "conclusión" de que el pene conceptual es el motor "detrás de gran parte del cambio climático". El propósito declarado de los autores era exponer la parcialidad hacia ideologías extremas en las ciencias sociales y los estudios de género (véase teoría de género)

http://www.physics.nyu.edu/faculty/sokal/derrida_espanol.html Sokal y Bricmont no son serios por Jacques Derrida [Publicado en Le Monde del 20 de noviembre de 1997, pág. 17. También disponible en el francés original y en portugués.] Le Monde me pregunta qué comentario haría sobre el libro de Alan Sokal y Jean Bricmont, Imposturas intelectuales, considerando que yo soy mucho menos atacado en él que otros pensadores franceses. Mi respuesta es: todos esto es bien triste, �no le parece? Para el pobre Sokal, ante todo. Su nombre ha quedado asociado a una superchería ("The Sokal's hoax", "la broma de Sokal", como se dice en los Estados Unidos) y no a trabajos científicos. Triste también porque la ocasión para una reflexión seria parece estropeada, al menos en un espacio ampliamente público, que merece algo mejor.

Habría sido interesante estudiar escrupulosamente las llamadas metáforas científicas, su papel, su estatuto, sus efectos en los discursos incriminados. �No sólo en el caso de "los franceses"! �Y no sólo en el caso de esos franceses! Eso habría requerido que se leyera en serio, en su organización y en su estrategia teóricas, tantos discursos difíciles. Mas esto no ha sido hecho.

En cuanto a mi modesto "caso", es más gracioso aún, por no decir extravagante. Al principio de la impostura, en los Estados Unidos, luego del envío de la broma de Sokal a Social Text, era yo uno de los blancos favoritos, en particular en los periódicos (yo tendría aquí mucho que decir sobre esto). Porque era necesario hacer cualquier cosa, a cualquier precio, para desacreditar el "crédito", juzgado exorbitante e inoportuno, de un profesor extranjero allí. Así pues, toda la operación descansó entonces en algunas palabras de una respuesta improvisada por mí en un coloquio, hace más de treinta años (en 1966), y en el curso de la cual yo retomaba los términos de una pregunta de Jean Hyppolite. �Nada más, absolutamente nada! Por demás, mi respuesta no era fácilmente atacable.

No pocos científicos se lo han recordado al autor de la farsa en publicaciones accesibles en los Estados Unidos, como Sokal y Bricmont parecen reconocerlo hoy -- con qué contorsiones -- en su libro compuesto para el público francés. Aún cuando este breve comentario hubiera sido discutible -- lo que yo habría aceptado considerar fácilmente -- de nuevo habría sido necesario demostrarlo y discutir sus consecuencias en mi discurso. Mas esto no ha sido hecho.

Yo he sido siempre prudente y mesurado en el uso de la referencia científica, y en más de una ocasión he tratado este problema. Explícitamente. De hecho, los numerosos lugares donde hablo, y de manera precisa, de "lo indecidible", por ejemplo, o incluso del teorema de Gödel, no han sido localizados ni visitados por los censores. Todo nos permite pensar que ellos no leyeron lo que habría sido necesario leer para considerar en su justa medida estas dificultades. Ellos probablemente no han podido hacerlo. No lo hicieron, en cualquier caso.

Una de las falsificaciones que más me ha chocado consiste en decir hoy que ellos no han tenido nunca nada contra mí (Libératión del 19 de octubre: "Fleury y Limet nos reprochan un ataque injusto contra Derrida. Pero semejante ataque es inexistente.") Ellos me colocan, en lo adelante, apresuradamente en una lista de autores indultados ("Algunos pensadores famosos como Althusser, Barthes, Derrida y Foucault están esencialmente ausentes de nuestro libro"). Ahora bien, este artículo de Libération era la traducción de un artículo del Times Literary Supplement en el que sólo mi nombre había sido oportunamente excluido de la misma lista. Incluso es la única diferencia entre las dos

versiones. �De esta forma, Sokal y Bricmont agregaron mi nombre, en Francia, en el último momento, a la lista de los filósofos honorables, para responder a ciertas objeciones embarazosas: contexto y táctica obligan! �Una vez más el oportunismo! Esta gente no es seria.

En cuanto al "relativismo" que, dicen, les preocuparía, pues bien, en esos casos donde esta palabra tiene un sentido filosófico riguroso, no hay rastro de ella en mi obra. Ni de una crítica de la Razón y de las Luces. Más bien al contrario. Lo que yo tomo más en serio, en compensación, es el contexto más amplio -- americano y político --, que yo no puedo abordar aquí, en estos límites; y son estos a su vez los problemas teóricos que han sido tan mal tratados.

Estos debates tienen una historia compleja: �bibliotecas de trabajos epistemológicos! En vez de oponer los "doctos" ["savants"] a los otros, ellos dividen el campo científico mismo. Y el del pensamiento filosófico. Divirtiéndome con ello, quizás, me tomo en serio también los síntomas de una campaña, de una caza incluso, en la que a unos jinetes poco diestros se les haría difícil quizás identificar la presa. Y ante todo el terreno.

�Cuál es el interés de aquéllos que lanzaron esta operación, en un cierto ámbito académico y, muy próximo de éste, en el mundo editorial o en la prensa? �De esta manera, un semanario ha publicado dos imágenes mías (una fotografía y una caricatura) para ilustrar todo un "dossier" donde mi nombre no figuraba siquiera una vez! �Es esto serio? �Es esto honrado? �Quién tenía interés en precipitarse en una farsa en vez de participar en el trabajo serio que aquella tristemente ha suplantado? Emprendido desde hace tiempo, este trabajo se continuará en otra parte y de otro modo, así lo espero, de una manera digna: a la altura de lo que está en juego.

https://es.wikipedia.org/wiki/Imposturas_intelectuales Imposturas intelectuales Ir a la navegaciónIr a la búsqueda Imposturas intelectuales de Alan Sokal y Jean Bricmont El libro Imposturas intelectuales fue publicado en Francia en 1997, y al año siguiente en EE. UU. con el título de Fashionable Nonsense: Postmodern Intellectuals' Abuse of Science (que se traduce como Sinsentidos de moda: El abuso de la ciencia por parte de los intelectuales posmodernos); y publicado en el Reino Unido como Intellectual Impostures (ISBN 1-86197-631-3), fue escrito por Alan Sokal (Doctor en física estadounidense) y Jean Bricmont (físico teórico belga y pro...


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