Capítulo 16 a 34 resumen la isla del tesoro PDF

Title Capítulo 16 a 34 resumen la isla del tesoro
Author nedvepe n eer
Course Literatura Española
Institution Universidad Surcolombiana
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Summary

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Description

Capítulo 16 Este capítulo es narrado por el doctor Livesey, que comienza su relato explicando que, a pesar de que los hombres querían atacar a los piratas, no podían hacerlo, ya que Jim estaba en la isla con los demás. El médico y Hunter deciden acercarse a la tierra en busca de noticias.

Explorando la isla, Livesey se encuentra, sobre la cima de una gran duna, con un fuerte capaz de albergar cuarenta hombres. Así, se da cuenta de que aquel que controle este espacio puede tener a su merced toda la isla, ya que cuenta con el beneficio de la altura. Otra ventaja de esta construcción es que cuenta con un manantial de agua fresca.

De repente, el médico oye un atronador grito, y supone que Jim fue asesinado. Sin perder el tiempo, corre hacia la playa y, junto con Hunter, regresan a La Española. Allí, Livesey le cuenta al capitán el plan de asentarse en el fuerte, y ambos piensan cómo llevarlo a cabo. Mientras el resto de los hombres honestos protegen y vigilan los botes, Smollett amenaza a Israel Hands, el líder de los amotinados, asegurándole que no teme matarlo ante cualquier movimiento sospechoso. Los piratas se quedan tranquilos. Finalmente, Livesey, Hunter y Joyce reman a toda velocidad hacia la costa. Sin embargo, los filibusteros que vigilan en la playa notan su presencia y uno de ellos desaparece. Joyce, encargado de aprovisionar el fortín, se queda vigilando mientras el doctor y Hunter regresan a La Española a buscar más provisiones. Finalmente, todos los hombres honestos abandonan el barco en un pequeño bote. Smollett convence a Abraham Gray de sumarse a la misión, ya que confía en su bondad. El muchacho acepta y ellos dos son los últimos hombres a bordo, camino a la empalizada.

Capítulo 17 Desafortunadamente, los hombres tienen un viaje muy difícil, ya que el pequeño bote está cargado en exceso y la marea los desvía del camino a tomar. Además de estos problemas, los hombres de Silver están preparando sus cañones. El doctor Livesey recuerda que olvidaron en el barco todas las municiones y granadas.

Desde el bote, Trelawney, el mejor tirador, intenta dispararle a Hands, pero el hombre se mueve y otro de los amotinados resulta herido. Cuando ya están llegando a la costa, la embarcación es hundida y se ven obligados a abandonar casi todas las provisiones y solo toman dos mosquetes. Camino hacia la orilla, oyen voces que provienen del bosque y temen que Hunter y Joyce, los dos hombres que quedaron en la estocada, sean incapaces de resistir el ataque pirata. Finalmente, logran llegar a la costa dejando atrás la embarcación hundida.

Capítulo 18

Los hombres del squire se lanzan a toda velocidad en dirección a la empalizada. Al acercarse al fortín, siete piratas los atacan. Les disparan; uno de ellos cae y muere. Pero antes de huir, uno de los piratas le tira a Redruth, que también muere antes de llegar al fuerte. Trelawney se arrodilla junto a él y llora amargamente. El capitán iza una bandera británica como señal de triunfo y consuela al squire, recordándole que Redruth ha muerto cumpliendo su deber.

Smollett le pregunta a Livesey en cuántas semanas llegará el barco a socorrerlos; están en un verdadero apuro por la falta de alimento. En ese momento, un proyectil cae dentro de la empalizada. Trelawney sugiere sacar la bandera, porque parece un objetivo para los enemigos, pero el capitán insiste en dejarla, ya que es un símbolo de su coraje y espíritu luchador.

Luego de que la marea baja, el capitán envía a Gray y a Hunter a recuperar algunas de las provisiones hundidas, pero la expedición no tiene éxito, ya que al llegar al lugar ven a los piratas llevarse sus suministros.

Cuando el capitán escribe en su bitácora el registro del día e intenta especular sobre qué será del destino de Jim, oyen la voz del muchacho, que los llama desde más allá de la empalizada. Livesey corre hasta la puerta y se encuentra con el joven.

Capítulo 19 Este capítulo retoma la narración desde el punto de vista de Jim Hawkins. Ben Gunn le indica al muchacho la presencia de la bandera británica, que es una señal de que sus amigos están allí, ya que los piratas ondearían una Jolly Roger. Jim decide unirse a sus amigos, pero Ben Gunn se niega, ya que desconfía de los hombres. Sin embargo, le comenta que estará disponible a cualquier hora para discutir planes con el doctor o el squire.

Una fuerte detonación interrumpe la conversación. Jim toma un gran rodeo alrededor de la empalizada, por miedo a que lo ataquen. Cerca de la costa, el muchacho observa a La Española, en la que flamea la bandera negra de los piratas, la Jolly Roger. Ve a algunos de los piratas destruir el bote pequeño y dirigirse en otra embarcación hacia la goleta. Por sus acciones y voces eufóricas, Jim se da cuenta de que estuvieron bebiendo ron.

Así, decide dirigirse al fortín a través del bosque. Los hombres lo reciben con entusiasmo pero, inmediatamente, el capitán los distribuye en guardias y le asigna a Jim la tarea de vigilar la puerta. De vez en cuando, el doctor Livesey aparece para respirar un poco de aire puro y conversa con Jim sobre la situación de Ben Gunn, al que decide regalarle un pedazo de queso.

Luego, entierran finalmente a Redruth y los tres jefes se retiran a deliberar en un rincón. Están muy preocupados por la falta de provisiones y resuelven que el mejor plan es eliminar a todos los piratas posibles, así se rinden o huyen de la isla. Calculan que quedan vivos quince de los diecinueve enemigos. Su única esperanza es contar con la ayuda de dos aliados: el ron y el clima. El alboroto hasta largas horas a la madrugada da cuenta del consumo abusivo de alcohol y, con respecto al segundo, el doctor piensa que la decisión de haber acampado en una ciénaga sin medicinas los dejará fuera de combate rápidamente.

Al día siguiente, Jim se despierta al grito de que John Silver en persona se dirige a la empalizada, con una bandera que indica necesidad de dialogar.

Capítulo 20 John Silver y un acompañante se acercan a la empalizada. Uno de ellos flamea una bandera blanca. Con cautela, el capitán les pregunta qué es lo que quieren. Uno de los piratas responde que el capitán Silver quiere proponerles un trato. Con ironía, Smollett comenta que no conoce ningún capitán con ese nombre. En consecuencia, “el Largo” le explica que, después de su deserción, fue elegido líder de la tripulación y que únicamente viene a pedir su palabra de que no será herido si ingresa al fortín. Smollett acepta a regañadientes y lo deja entrar.

Con mucha destreza física, John Silver salta la cerca y sube trabajosamente una duna para encontrarse con el capitán. Al llegar a la cima, ambos se disponen a negociar en la intemperie. El pirata afirma que no lastimará a nadie si le devuelven el mapa del tesoro y les ofrece un sano regreso a su casa. Disgustado con esta sugerencia, Smollett le presenta una contrapropuesta: si todos los piratas se presentan ante él, desarmados, los llevará a Inglaterra para ser juzgados. El capitán, enfurecido, añade que los filibusteros son unos inútiles, que no tienen el mapa del tesoro ni saben gobernar el barco. Así, indica que de ninguna manera se rendirán frente a ellos y se retira.

Luego de este enfrentamiento, Silver ruge las más atroces maldiciones y, antes de irse, jura destruir el fortín.

Capítulo 21 Luego de que el capitán regresa de su conversación con Silver, se enoja al comprobar que todos, excepto Gray, abandonaron su puesto. Les advierte que, tras la charla con el pirata, serán atacados a la brevedad. Así, prepara a los hombres para la batalla y asigna a cada uno un puesto específico. El doctor es el encargado de la custodia de la puerta; Trelawney y Gray se encargan de defender el lado norte, y Jim deberá cargar los mosquetes y las municiones. La tripulación está alerta, a la espera del ataque, que se demora más de una hora en llegar. Finalmente, llegan disparos al fortín, que, afortunadamente no los hieren, pero, de improvisto, un pequeño grupo de piratas sale de

entre los árboles y se dirige a la empalizada. Si bien el squire y Gray disparan contra ellos, cuatro consiguen penetrar corriendo hacia el fortín. Así, luego de varios enfrentamientos, Jim y sus hombres matan a tres de ellos. Sin embargo, ellos también cuentan con bajas: Joyce es asesinado, y Hunter y el capitán son heridos. El doctor comenta que cinco de los piratas han caído en esta batalla. Smollett destaca que ahora quedan cuatro de su bando y nueve de los enemigos; una proporción más ventajosa que al principio.

Capítulo 22 Afortunadamente, los piratas no vuelven a atacar durante el día y esto permite que los hombres de Smollett puedan dedicarse a otras tareas, como arreglar el fortín, curar a los heridos y preparar una buena comida. Entre los caídos se encuentran uno de los piratas y Hunter; por otra parte, el capitán Smollett cuenta con heridas considerables, aunque no fatales.

Después de comer, Livesey, Trelawney y Smollett se reúnen para determinar cómo seguir. Luego de este encuentro, el doctor abandona el fuerte con dos pistolas y un machete. Jim supone que el hombre va en búsqueda de Ben Gunn. Abrumado por el calor del sol del mediodía y los cadáveres a su alrededor, Jim decide abandonar el fortín para buscar el bote de Ben, a pesar de que sabe que está desobedeciendo las órdenes del capitán. En el camino, ve a John Silver en un bote al lado de La Española, hablándole a dos piratas a bordo. De repente, “el Largo” se dirige a la costa y los dos hombres desaparecen por la cubierta.

Finalmente, Jim encuentra el bote de Ben Gunn debajo de una tienda de piel de cabra. La embarcación, llamada coraclo, es pequeña y rudimentaria. Luego, el muchacho tiene una nueva idea: planea acercarse a La Española para cortarle las amarras y dejarla a la deriva, impidiendo que los piratas puedan huir.

Capítulo 23 Jim rema en dirección a La Española, pero el coraclo es un bote muy inestable y difícil de manejar. Afortunadamente, la marea lo acerca a su destino pero, al llegar, ve las amarras tan tirantes que decide esperar a que el viento cambie de dirección y favorezca su tarea. Mientras espera, oye voces que vienen del camarote. Una de ellas pertenece a Israel Hands; la otra, a otro de los piratas. Se los nota embriagados y furiosos. En ese momento, un golpe de viento pone la cuerda de La Española en una posición perfecta y Jim la corta. La embarcación comienza entonces a virar sobre sí misma, impulsada por la corriente. En un acto instintivo, Jim se trepa para echar una mirada al barco. Desde allí, ve a Hands en una lucha a muerte con otro pirata.

Luego, se deja caer en el coraclo y es sorprendido por un brusco movimiento del barco; la estela de La Española lo arrastra cerca del campamento de los piratas en la costa. Seguro de que se acerca

una muerte inminente, el muchacho encomienda su alma al Señor y se queda dormido en el coraclo, zarandeado por el mar, soñando con su hogar y la posada “Almirante Benbow”.

Capítulo 24 Jim se despierta al día siguiente y se da cuenta de que está en el extremo suroeste de la Isla del Tesoro. Debido a las dificultades del territorio, repleto de rocas derrumbadas, el muchacho decide dirigirse al cabo Boscoso, un lugar más seguro para desembarcar. En el inestable coraclo, Jim aprende, a través de la prueba y el error, distintas estrategias para navegar entre las enormes olas. Finalmente, cuando logra acercarse al cabo Boscoso, ve La Española. Por el movimiento de la goleta, Jim se da cuenta de que no hay nadie a bordo. Decide ir hacia ella para poder devolverle la embarcación al capitán Smollett. Así, rema con mucho esfuerzo, tratando de alcanzarla, y, cuando está cerca, salta para subirse. Desde allí, un golpe sordo le advierte que La Española destrozó al coraclo; la goleta es ahora la única posibilidad de salvación para Jim.

Capítulo 25 Al subir a La Española, Jim no ve a ninguno de los piratas. Luego de una violenta sacudida, encuentra a Israel Hands y a otro pirata inconscientes. Ambos están rodeados de sangre, por lo que el muchacho cree que están muertos. Repentinamente, Hands emite un quejido hondo y le pide a Jim un trago de brandy. Así, el joven se dirige a los camarotes, que se encuentran en un estado desastroso; hay barro en el suelo y botellas vacías por todas partes. Finalmente, Jim encuentra la bebida para Hands y regresa a cubierta para dársela. Ahí, le advierte al pirata que está a bordo para tomar posesión del barco y que debe ser considerado capitán. Con esta declaración, el muchacho baja la bandera negra de los piratas y la tira al mar.

En este momento, Israel le ofrece un acuerdo: si Jim le da comida, bebida y algún trapo para su herida, él lo ayudará a manejar el barco. Los dos cierran el trato. Desde este momento, el barco navega apaciblemente rumbo a la Caleta Norte. Con este nuevo rol, Jim se siente eufórico; solo la extraña sonrisa de Hands, que lo persigue a todo momento, lo inquieta.

Capítulo 26 Luego de llegar a destino, Jim y Hands deben esperar a que la marea esté alta para poder desembarcar. Así, se sientan a comer y el pirata le pide al joven si puede traerle un poco de vino en vez de brandy. Jim sospecha de este pedido y se da cuenta de que es un pretexto para quitarlo del camino. Sin embargo, decide hacerle caso y se esconde para verlo. Así, descubre que Hands se levanta para tomar un cuchillo. A pesar de que el muchacho sabe que el filibustero está armado y es peligroso, también asume que no le hará nada hasta que la goleta esté firmemente anclada. Finalmente, cuando la marea sube, Jim intenta llevar la embarcación a la costa con la ayuda de Hands. Al estar tan concentrado en su tarea, el muchacho olvida que el pirata está armado. Así,

gira la cabeza y lo ve con el cuchillo sobre su mano, dispuesto a atacarlo, pero huye en el momento justo. Jim intenta dispararle, pero no lo logra porque la pólvora está mojada. Mientras intenta huir del pirata, la goleta queda varada en un arenal y se inclina violentamente. Jim, Hands y el cadáver ruedan juntos en la misma dirección; el muchacho, a toda velocidad, se pone de pie y se trepa al mástil. Ahí, arma sus pistolas con pólvora seca y amenaza con dispararle al pirata. De improviso, Hands le arroja su cuchillo y se lo clava al hombro. El muchacho aprieta los dos gatillos y el filibustero cae al agua, herido.

Capítulo 27 Jim sigue subido al mástil y, luego de varios intentos, logra sacarse del hombro el cuchillo de Hands. Así, nota que su herida no es profunda ni peligrosa, aunque emana bastante sangre. Luego de tirar el cuerpo del pirata por la borda y quedarse solo en la goleta, Jim desembarca, ya que está muy cerca de la costa. Ya en tierra firme, decide regresar a la empalizada a través del bosque. Finalmente, ve el brillo de un fuego a la distancia y deduce que la luz viene del fortín. Esto lo asombra, pues sabe que sus compañeros no suelen prender grandes hogueras. El muchacho comienza a temer lo peor y, al llegar a la empalizada, nota una absoluta oscuridad. De repente, la voz de Capitán Flint, el loro del John Silver, anuncia a toda voz la llegada del muchacho, que intenta escapar, pero es atrapado por uno de los piratas.

Capítulo 28 Dentro del fortín, Jim ve que los seis piratas que quedan vivos tomaron todas sus provisiones. No hay rastro de sus amigos y teme que hayan sido asesinados.

John “el Largo” Silver se dirige al muchacho y le habla de manera amistosa, proponiéndole unirse a ellos; le dice que los hombres del capitán Smollett lo consideran un enemigo. Esto entristece a Jim, pero se alivia al enterarse de que están vivos. Frente a la propuesta del pirata, Jim le pregunta, primero, qué ocurrió con sus amigos. Así, “el Largo” responde que el doctor les propuso un trato. Frente a la pérdida del barco, le dieron a los filibusteros el fortín con sus provisiones. Luego de esta respuesta, Silver presiona a Jim para que defina qué va a hacer. El muchacho le confiesa que él es el verdadero responsable de las desgracias de los piratas: escuchó sus planes, soltó La Española y mató a Israel Hands. Le promete a los criminales que, si lo dejan con vida, él será testigo a su favor para salvarlos de la horca. Morgan, uno de los piratas, intenta matar al muchacho, pero Silver lo detiene ya que, como capitán, piensa que nunca ha visto un chico tan bueno como Jim. En respuesta a este gesto, la tripulación decide deliberar qué hacer con ambos.

Mientras deliberan, Silver le dice al muchacho que decidió salvarlo porque reconoció su valentía. Así, le propone que se ayuden mutuamente: “el Largo” salvará al joven siempre que pueda si Jim salva al pirata de la horca al regresar a la civilización. El chico acepta el trato. El pirata le confiesa

que el doctor le dio el mapa del tesoro. Jim reacciona con tanto asombro que el mismo Silver le comenta que seguro hay algo escondido en ese gesto de Livesey.

Capítulo 29 Cuando los bucaneros regresan al fortín, le dan a Silver la marca negra, arrancada de una página de la Biblia, y lo destituyen como capitán. Sin embargo, “el Largo” les explica que las reglas indican que primero deben explicarle los motivos y luego permitirle responder los agravios. Así, los piratas distinguen cuatro cargos. En primer lugar, o consideran responsable de la muerte de parte de la tripulación; en segundo lugar, dejó a los enemigos salir de la empalizada. Luego, les impidió a los piratas atacar a los buenos en su retirada y, finalmente, protegió a Jim.

Silver responde a estos puntos e indica que, en primer lugar, Anderson, Merry y Hands son los culpables de la debacle, ya que arruinaron todos sus planes. En relación a Jim, Silver lo considera un rehén. Finalmente, el pirata les recuerda a sus hombres que fueron ellos quienes reclamaron el trato con el bando rival, ya que el fortín cuenta con provisiones para paliar el hambre de toda la tripulación. Además, les muestra el verdadero motivo por el que los dejó irse; así logró que Silver les mostrara el mapa del tesoro. Los amotinados, absolutamente excitados, proclaman a “el Largo” como capitán nuevamente.

Silver le arroja la marca negra a Jim, que la conserva hasta el presente. Luego de un día tan agitado, Jim intenta dormir, pensando en la peligrosa situación en la que se encuentran junto con “el Largo”, intentando aplacar a los piratas y salvar sus propias vidas.

Capítulo 30 Temprano a la mañana siguiente, el doctor Livesey aparece en el fortín para atender a sus pacientes. Silver le informa sobre la presencia de Jim, pero el médico no dice nada y se dirige a curar a los hombres. Los trata de manera profesional, con respeto y sin temor. Finalmente, pide hablar con Jim, a solas; Silver le permite hacerlo a condición de que hablen a la distancia, y si el muchacho promente que no huirá. Cuando el doctor se retira, los piratas acusan a Silver de ser un traidor que sacrifica los intereses del grupo para salvarse él solo. El capitán los insulta violentamente y les recuerda que gracias a él tienen el mapa.

Una vez afuera, Silver acompaña a Jim al encuentro con Livesey. Al llegar a una distancia prudente, el pirata le cuenta al doctor que él fue quien salvó la vida de Jim y le pide una pizca de esperanza, ya que tiene terror de ser ahorcado. Luego de esta confesión, se retira para que Jim y Livesey puedan hablar solos.

El doctor reprende a Jim por haber escapado y abandonado el grupo, especialmente en el momento en el que capitán estaba herido. El muchacho empieza a llorar y le dice que teme ser torturado por los piratas. Entonces, Livesey intenta persuadirlo para que abandone la empalizada, pero el joven se niega: le dio su palabra a Silver. Brevemente, le cuenta sus aventuras y le comenta que La Española está en la Caleta Norte. Agradecido, el doctor le dice que salvó la vida de todos y jura no dejarlo morir.

En este momento, Silver regresa. El doctor le recomienda demorar la búsqueda del tesoro. Sin embargo, el pirata le dice que esta tarea es la única que puede salvarles la v...


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