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Capítulo 7. El yo real contra el yo ideal TEORÍAS DE LA PERSONALIDAD Erick Eduardo Aguilar Gallegos | Teoría y Desarrollo de la Personalidad II | 06-07-2019

La Psicología analítica de Jung

Introducción: -

Nació cerca de Hamburgo, Alemania en 1885.

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Se distinguió como precursora en el campo de la psiquiatría, y fue de gran ayuda para erradicar la imagen de que la medicina era una profesión estrictamente masculina.

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Estudió medicina en la Universidad de Berlín.

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Durante 14 años estuvo asociada con el Instituto Psicoanalítico de Berín.

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Llegó a E.E.U.U en 1932 y fue nombrada directora asociada del Instituto Psicoanalítico de Chicago.

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Fue analizada por Karla Abraham y Hans Sachs. Conforme se desarrollaron sus puntos de vista, Horney estimó que no podía continuar como Freudiana ortodoxa.

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En 1941 se evidenció la discrepancia entre sus conceptos y los del psicoanálisis, por lo que ya no podía enseñar ni ejercer el psicoanálisis.

CUERPO DEL RESUMEN:

CONSTRUCTOS BÁSICOS Y POSTULADOS El yo real contra la imagen idealizada del yo. Al describirnos a nosotros mismos, recurrimos a nuestro propio concepto del yo, que puede ser o no una representación exacta de nuestro yo real. Para la persona normal esta distinción se mantiene. En el caso de la neurosis, la versión idealizada del yo se adopta como el yo real, lo que Horney piensa que crea tensión y conflictos internos. Horney consideraba que hay muchos factores que promueven una concepción defectuosa del yo. Necesitamos una imagen precisa de la propia imagen como guía de conducta, pero nuestras capacidades y habilidades son difíciles de valorar. Es natural sobreestimarlas o menospreciarlas. Ella creía que debemos examinar constantemente nuestra imagen ideal del yo y compararlo con nuestros verdaderos logros y desempeños. Horney creía que los niños tienen su propia naturaleza individual, que necesita completa libertad para desarrollarse. El individuo tendrá tendencias tanto constructivas como destructivas. Las tendencias destructivas pueden manejarse mediante un ambiente punitivo. Horney favorecía el crecimiento más allá de las tendencias indeseables como resultado del aprendizaje, y más particularmente sobre el aprendizaje del yo.

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Para que el yo se desenvuelva plenamente, se debe de dar oportunidad a los niños de acuerdo a su potencial interno. Esto requiere cordialidad, estímulo, formar parte de una familia, el respeto a sus derechos y a ciertas fricciones con quienes les rodean. Aclaración de la idea del yo ideal A veces la autora se expresaba como si existieran dos yos. La percepción del yo equivale al yo. No es el yo, sino una representación del yo, así como la percepción de un objeto que no es lo mismo que el objeto. La representación o imagen del yo puede o no corresponder al yo existente. La autoimagen establece expectativas, aspiraciones, o exigencias al yo real. Concepciones del yo Una persona puede tener imágenes de yos potenciales. Así, además del yo, puede haber una imagen o concepto del yo real perfeccionado. Por ejemplo, se puede decir que “sé lo que quiero ser; también sé lo que debería ser; y sé lo que mis padres quieren que yo sea”. Moverse hacia, contra, o lejos de las personas Según la naturaleza del niño y según la naturaleza de los padres, el niño puede reaccipnar adquiriendo un patrón fijo de comportamiento. Por ejemplo, puede descubrir que 1. El cumplimiento y la obediencia a los padres es la única forma de alejarse de la ansiedad. Hacia. Su tipo idealizado es la persona virtuosa, abnegada, y pacífica que se lleva bien con todos y es amada y admirada por quienes le conocen. Es humanitario. Se ejemplifica como el héroe sufriente quien, a pesar de sus adversidades, emerge victorioso al final Su gloria es mayor porque es humilde y valeroso. 2. La agresividad y la resistencia a los deseos de los padres, si se sostiene suficientemente, también obtendrá resultados deseados. Contra. La imagen ideal es fácil de obtener. El héroe conquistador es fuerte, dominante, y obedecido gustosamente es modelo atractivo para el niño. 3. Que la mejor estrategia es escapar, alejarse físicamente. Lejos. Horney manifestó que la persona que siempre se aparta de la gente “se siente diferente. Tiene un orgullo extraordinario en haberse mantenido libre de las influencias niveladoras del ambiente, y está determinada por continuar ese camino”. La enajenación del yo. Horney lo describió como el conflicto central interno, que es el abandono total del yo real en favor del yo ideal. Las personas que rechazan su yo real han perdido contacto con su mayor origen de fuerza. Al luchar por mejorar el yo real, se forma la imagen del yo perfeccionado y se usa como guía. Gradualmente la persona se convierte en su yo ideal. Siendo mucho más atractivo que el yo real, el yo idealizado fácilmente se identifica como real. Por enajenación, Horney no quiso significar un extrañamiento cultural ni el rechazo de los demás, lo que es el significado de la palabra. Le da el significado mucho más amplio del proceso devastador de la pérdida del yo real. PÁGINA 2

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Consecuencias dañinas de la identificación con el yo idealizado La búsqueda de gloria Va acompañada por tres necesidades que toman una forma singular en cada individuo: 1. La necesidad de perfección. Es la implicación lógica del deseo de gloria. La búsqueda de la perfección es un anhelo común de la juventud, pero en este curso del desarrollo la persona aprende a aceptar concesiones. Cuando una persona debe se cree la versión idealizada del yo, la imperfección es intolerable. La naturaleza de la perfección es determinada por el rumbo hacia el cual los individuos han organizado su personalidad. 2. La ambición neurótica. Toma forma individual con base en uno de los tres rumbos. El componente principal es destacar, o sea, la supremacía sobre los demás. Las metas que se buscan son grandiosas y fantásticas. Pueden ser totalmente irreales y en nada a tono con las potencialidades del individuo. 3. La necesidad de triunfo vegetativo. Esta necesidad se manifiesta conscientemente como un deseo de superar y humillar a otros. A pesar de los nobles ideales, los neuróticos sufren, ya que no logran sus metas en realidad, y la solución adoptada los condena a fracasos continuos. No abandonan la búsqueda de la gloria, pero ya han rechazado al yo real. Estas necesidades pueden variar en su forma de expresión a lo largo de la vida. Necesidades neuróticas y círculos viciosos. Las necesidades neuróticas conducen a una situación que puede describirse como círculo vicioso. La necesidad neurótica crea condiciones que intensifican esa necesidad. Debido a que la necesidad no puede ser satisfecha completamente, el temor siempre va asociado con lo que suscita la necesidad. El temor se convierte en un componente regular de todas las necesidades principales del neurótico. Este temor aumenta la intensidad de la necesidad y la urgencia de satisfacerla. La mayor necesidad provoca un miedo más intenso, y la persona hace un mayor esfuerzo para satisfacerla; de ahí el círculo vicioso. Imaginación y la búsqueda de gloria. Las personas normales pueden tener momentos de extravagancia cuando huyen de la dura realidad, pero también están conscientes de esta excursión a lo irreal. No toman decisiones, ni hacen planes, ni toman acción con base a las fantasías. Mientras la persona normal se mantiene en contacto con la realidad, el neurótico la distorsiona, a veces muy seriamente. Horney señaló que la imaginación de los neuróticos con frecuencia se eleva a las posibilidades sin límite. Por ejemplo, creen que plantear preguntas enigmáticas sobre la vida es suficiente para demostrar que tienen personalidad profunda. La imaginación está al servicio del yo ideal. PÁGINA 3

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Los atributos del yo real son grandiosos, el neurótico debe recurrir a la imaginación para originar las distorsiones que las sostienen. Debe tomarse en cuenta que el yo ideal emerge como resultado de las necesidades neuróticas para aliviar la ansiedad básica. La imagen gloriosa del yo cambia radicalmente el enfoque de la vida. El pacto con el diablo. Dicha analogía la utilizó Horney para describir el proceso de enajenación del yo real por el ideal. La base del pacto es el deseo de grandeza, así como un fuerte anhelo similar por lograr soluciones fáciles. El yo real se desecha a cambio del yo ideal. La persona vende su alma, el yo real, por la gloria imaginada, el yo ideal. Intentos por sostener la propia imagen idealizada Horney delineó cuatro métodos mediante los cuales el neurótico busca tener una imagen deificada o gloriosa del yo. 1. Orgullo neurótico. a. Orgullo Real. El orgullo viene de una evaluación del yo y toma forma de amor propio o egoísmo. La persona que sobrevalúa sufre de un falso orgullo, que Horney describió como Orgullo Neurótico. Este consiste en convertir debilidades en virtudes a través del proceso de una imaginación distorsionada y un razonamiento defectuoso. Cuando esto ocurre, la persona experimenta un falso sentido de dignidad, pero se convierte en su condenación. El orgullo real requiere fundamento básico de la realidad. Este orgullo genuino generalmente no se manifiesta en forma pomposa, pues la persona disfruta de un profundo sentido de haber logrado algo y puede experimentar una momentánea elevación de la propia estima. b. Orgullo neurótico: Las necesidades se convierten en virtudes. Para reforzar el yo ideal, las personas pueden transformar las necesidades neuróticas en virtudes mediante las distorsión, la racionalización, el desplazamiento, y la división en categorías. No todas las necesidades neuróticas se convierten en virtudes, únicamente aquellas que favorecen la estructura dominante del carácter. Si la reacción principal del individuo en las relaciones humanas es de complacencia y sumisión, ceder en vez de imponerse el yo, se transformará esta tendencia de complacencia. Debido a que el orgullo neurótico es una forma exagerada de la propia valoración, sensibiliza en un muy alto grado a quien lo posee a las amenazas y los prejuicios. Cualquier ligera irritación puede provocar una reacción fuerte y prolongada de miedo o ira. Las exigencias del yo ideal, junto con el orgullo neurótico, convierten las necesidades existentes en pretensiones neuróticas y las imperfecciones del yo en suposiciones imposibles.

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2. Pretensiones neuróticas. Son necesidades neuróticas transformadas por la imaginación, y comprenden la afirmación infundada de un derecho o un título. Son muy diferentes de las necesidades genuinas, pues se agrega el elemento del merecimiento personal. Una necesidad insatisfecha que se ha convertido en una exigencia produce una frustración mucho más intensa que esa necesidad no transformada así. La frustración es un estado psíquico desagradable, pero la gente que ha transformado sus necesidades en exigencias la consideran una afrenta directa y un motivo de indignación. La gente normal con necesidad de afecto sabe que debe esforzarse para satisfacerla. El neurótico, espera recibirlo sin haberlo ganado. a. La relación de las pretensiones con moverse hacia, contra, o lejos de las personas. Las pretensiones de los neuróticos están organizadas en torno a sus principales objetivos en la vida. Si van hacia las personas como medio para obtener cuanto necesitan, su pretensión tomará la forma de un amor expectante e incondicional. Deben tener la seguridad del amor del otro. Por ejemplo, la mujer que espera que su esposo la llame varias veces durante el día desde su oficina. Puede estar obsesionada por los celos y molestarlo varias veces por una supuesta infidelidad. Este tipo de situación es que quien afirma su devoción a su pareja generalmente no hace nada para mercer su amor. La gente con orientación expansiva que manipula a otros para lograr sus propios fines exige que algo debe ser suyo solo porque está disponible. Las personas retraídas con orientación resignada parecen no exigir nada. Desean que se les deje solas. Pero hacen énfasis en que no se les responsabilice por las obligaciones ordinarias. Estas personas pueden objetar que como no critican a nadie y no le piden nada a nadie, no deberían ser criticadas. b. Cómo tratar las pretensiones. La mejor medida preventiva ante las pretensiones es no permitir que el yo real efectúe la transformación. Debemos luchar por el conocimiento propio y la exploración del mismo. Asi como se convierte una necesidad en exigencia, deberíamos examinar nuestras necesidades básicas y las expectativas. Estas nos revelan anhelos y deseos cuyo escrutinio podría identificar algunas pretensiones fundamentales. Aun la persona más equilibrada descubrirá algunas pretensiones tras su comportamiento. 3. Condiciones tiránicas. La tiranía de los debes. Una característica de la búsqueda de la gloria es la necesidad de perfección personal. Esta ayuda a tener una imagen deificada del yo, y se presenta por medio de un sistema de dictados internos o expectativas que Horney denominó la tiranía de los debes. Como las exigencias, los debes son diseñados para acomodarse al nivel individual requerido por su yo ideal. La tarea de tratar con expectativas personales es universal a. Los debes contra las demandas realistas del yo. Las expectativas realistas que la gente normal se impone a sí misma son el producto del yo real. Los debes por otra parte, son expectativas de grandeza inalcanzables que son el resultado de la influencia del yo idealizado.

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Convertirse en el yo idealizado ocasiona odio y desprecio por el yo real. Este punto es necesario para comprender la concepción de Horney de la neurosis. El yo idealizado dotado de falso orgullo y sostenido por los debes, tiene como uno de sus objetivos la obliteración del yo real. La observación a veces contradictoria de que los neuróticos a menudo sienten orgullo inmoderado y un perverso desprecio en sí mismos tiene sentido en el sistema de Horney. El orgullo viene del yo ideal, y el desprecio de la deficiencia del yo real. La idealización del yo hace que la persona tenga una egolatría desmedida. Para apoyar la imagen falsa del yo, la persona se atribuye a cualidades extraordinarias, cuya posesión sería altamente lable y base del respeto. Los mecanismos del autoengaño y de la distorsión de la realidad se emplean para alterar las verdades del yo, pero la distorsión y la negación no altera los hechos para siempre. 4.

Estrategias auxiliares protectoras.

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EVALUACIÓN CRÍTICA Horney fue una de las primeras psiquiatras en dirigir la atención a los factores culturales como principales determinantes del crecimiento y funcionamiento de la personalidad. Como Freud, percibió la importancia del ambiente hogareño. Se dio cuenta de que las prácticas culturales podían fomentar el desarrollo de las tendencias anormales. En tanto Freud intentó identificar los factores comunes universales como los instintos y alteraciones de la vida y la muerte, Horney se centró en las circunstancias específicas de la cultura y de la subcultura. Aun cuando sus hipótesis tienen el atractivo del sentido común, deben ser probadas empíricamente si han de obtener el grado de principios de comportamiento. Aun cuando tiene varios discípulos que practican sus enseñanzas, sus puntos de vista no inspiran el apoyo necesario a la investigación.

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