Documento de Garen - resumen PDF

Title Documento de Garen - resumen
Author juan iovacchini
Course Historia
Institution Educación Secundaria (Argentina)
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Trabajo Práctico Sociología: “Poder y Desaparición”- Pilar Calveiro

Colegio Cooperativo Amuyen 5to año Martina Vargas Miranda Hikkilo 

Poder y

Desaparición Poder y desaparición es un libro que aborda la cuestión de los campos de concentración y exterminio como paradigma del terrorismo desaparecedor detentado por la junta militar inaugurada el 24 de Marzo de 1976. Los campos de concentración, la tortura, la muerte, y los mecanismos "desaparecedores" que han llegado a configurar una categoría que va más allá del mero asesinato. De ese modo, no solo propone la autora -que los vivió desde adentro- un recorrido fotográfico por ellos, sino que analiza los resortes profundos de los mecanismos de desaparición instaurados por la dictadura.

Salvadores de la patria los campos de concentración en Argentina deben de ser aliados en conjunto con una serie de actores políticos, en Particular las Fuerzas Armadas y las organizaciones guerrilleras. Por un lado, las Fuerzas con las Armadas, que habían incrementado su peso político y su autonomía entre 1930 y 1976, con la pérdida de poder por parte de los grupos económicos más importantes del país, vieron posible su llegada al gobierno, obteniendo la capacidad de negociar con sectores importantes del país que luego se convertirían en sus principales aliados, tales como la burguesía agro exportadora, la burguesía industrial y el capital monopólico. Ante la falta de un poder, se presentó el poder represivo de las armas y el poder militar se asentó como nuevo poder político. Sin la autonomía, el vínculo con la sociedad y el papel de disciplina y temor que sembraron las fuerzas armadas, no se podrían haber llevado a cabo los campos de concentración. Por otro lado, en este contexto se presentaba la guerrilla en Argentina, que nace de los movimientos revolucionarios armados, principalmente de la izquierda estalinista y ortodoxos, desde latinoamérica, palestina y asia entre otros. Estas organizaciones habían sufrido momentos violentos en Argentina desde 1930 y consideraban que no solo era necesaria una revolución militar para llevar a cabo un levantamiento social, sino que también consideraban justo responder a la violencia con violencia.

Buscaban mediante sus acciones, asaltos a bancos, secuestro, asesinatos y demás actos violentos, lograr una sociedad mejor. Una mayor justicia social, mejor distribución de la riqueza y participación política. En un primer momento (entre 1970 y 1974) las organizaciones armadas ejercieron violencia seleccionando los blancos de forma política, pero con la intensificación de la violencia esta pasó a ser la política misma. Por ello y debido a la las militarizaciones, la falta de participación, consenso y creciente en el autoritarismo que tanto criticaban, comenzaron a debilitarse internamente. Con la llegada de la dictadura, estas organizaciones aumentaron su nivel de violencia y ahora comenzaban a buscar igualarse con las fuerzas armadas y desplazarlas de su lugar. Fue así como las fuerzas armadas desataron todo su potencial violento contra las guerrillas, con persecuciones contra grupos sociales y políticos de izquierda y organizaciones armadas. A esto las guerrillas respondieron con acciones armadas pero jamás con el nivel de brutalidad de los militares, como la tortura. Entonces fue que se desencadenó la batalla entre la derecha y la izquierda. A pesar de la confianza del ERP y de los Montoneros acerca de un posible triunfo, la nacionalización de la desaparición como método de represión logró disolver en meses las fuentes opositoras.

Poder y Represión No hay poder sin represión, esta es el alma de poder. La dominación de carácter violento, en el caso de la Argentina, se presentaba como una amenaza constante, se mostraba como advertencia a la población. Pero esto no era suficiente, debido a que era necesario terminar con la oposición, por lo cual comienza la represión, la persecución y el castigo hacia los sectores subversivos. En Argentina el asesinato político y tortura, comenzaron a ser frecuentes en las manifestaciones del poder, se realizaban secuestros con posterior aparición de los cuerpos en muy pocos casos. Es aquí donde entra la palabra desaparecidos, por más que se tuvieran testigos del secuestro, al no existir un cuerpo, no había constancia ni de vida ni de muerte.

La vida entre la muerte

Los campos de concentración funcionaban dentro de dependencias militares o policiales, todos los movimientos eran tratados de ocultar pero seguían estado a la vista de todos, lo cual producía un efecto de terror y silencio entre la sociedad. Para estos campos de concentración no se necesitaban más que algunas habitaciones que funcionan como oficinas de actividades de inteligencia, cuartos de tortura y galeros donde hacinaban a los prisioneros. Estos eran mayoritariamente militantes de las organizaciones armadas, activistas políticos de izquierda, activistas sindicales y miembros de grupos de derechos humanos. También existieron casos de desaparecidos por el hecho de presenciar operativos, ser familiares o tener alguna información útil que corrieron el mismo destino que el resto. Debido a esta arbitrariedad y omnipotencia lograron diseminar el terror para poder destruir las organizaciones directa o indirectamente. Cuando el desaparecido llegaba a un campo de concentración era sometido a una serie de torturas y luego herido tanto física como psicológicamente. Luego se lo incorporaba a la vida en el campo, podía llegar a ubicarse tanto en celdas de 2,50 x 1,50 en las cuales entraban más de 2 personas con el respectivo colchón de goma espuma o en cuchetas que eran compartimentos de madera para un solo individuo en el cual solo entraba este y un colchón de goma espuma. Ambos tipos de espacios contaban con mirillas para controlar al detenido. Con su llegada al lugar de detención se le asignaba al prisionero un número el cual reemplazaba si identidad luego de eso de los mantenía en celdas o cuchas con los ojos vendados o encapuchados y siempre atados para limitar su movilidad. Privandolos de sus sentidos los convierten en muertos con vida. A los detenidos, se los alimentaba dos veces al día con lo mínimo necesario para mantenerlos con vida pero aunque no podrían moverse, aquella comida era lo más esperado de la jornada, ya que presentaba un cambio en la rutina. En cambio, los mementos que vivían con más temor eran los traslados, ya que los detenidos sabían que era un final.

La pretensión de ser dioses Es recurrente la aparición en diversos centros de concentración la referencia a una condición “divina”. Esto se debe a que los detenido ya no eran dueños de sus vidas, si no que eran sus secuestradores los que decidían cuando iban a vivir y cuando iban a morir. La muerte era arbitraria lo que fue una clara muestra del poder que tenían los militares sobre los

secuestrados. Ese poder divino no sólo era sobre la vida, si no que también estaba sobre quien nacía. Muchas embarazadas detenidas en los campos de concentración habían muerto durante las torturas, otras habían logrado dar a luz para luego ser asesinados y otras habían podido seguir con vida. Los “dioses” tenían una omnipotencia total por sobre los detenidos, una potencia ilimitada y absoluta, lo cual se contraponía con la impotencia total de los secuestradores. Se utilizaba su derecho arbitrario de muerte como forma de imponer terror para disciplinar, controlar y regular a la sociedad y a los detenidos principalmente.

El tormento Las torturas tenían la función principal de obtener información operativamente útil, datos que sirvieran para “alimentar” los campos de concentración con más subversivos. Pero además buscaban terminar con la resistencia de los detenidos. Todo esto se logró mediante actos como la desnudez, la censura de los sentidos, las ataduras, el dolor y la pérdida de identidad, que llevaron a deshumanizar a los desaparecidos. La formas de tortura había estado presente en Argentina con anterioridad pero no fue hasta los campos de concentración que se volvió irrestricta e ilimitada. Ya no importaba dejar rastros en los cuerpos y tampoco importaba el tiempo. Si un secuestrado no hablaba un día, podrían esperar hasta meses a que lo hiciera. Para las torturas habían dos modalidades, las inquisitiva que destruía más los cuerpos, era más brutal pero no era tan efectiva y la escéptica, la cual implicaba un menor deterioro del cuerpo y una mayor cantidad de información. Con esta última los torturadores en el intento de deshumanizar al desaparecido terminaban deshumanizando por ello buscaban luego de las torturas deshacerse de la culpa o intentar arreglar el daño. Esto no quitaba el estado de sumisión en el cual tenían que estar los detenidos, pero ya no era total. Ante estas torturas existieron casos de resistencia, como negar información o dar datos falsos, de esta forma no solo fallaba la tortura si no que el sujeto lo contaba como una batalla contra el campo. En otros casos se presentaba un quiebre, pero no total y en otros la víctima una vez que quebraba comenzaba a soltar información, lo cual lo hacía dejar de ser víctima a pasar a ser victimario. También existieron otros tipos de “resistencia” los cuales directamente se cambiaban de bando, ayudándolos a alimentar su poder.

Una lógica perversa Los campos de concentración eran espacios separados de la realidad, tanto para los prisioneros como para los secuestradores. Pero además presentaban una lógica confusa para ambos actores, mientras que los torturadores eran católicos, pretendían ser dios, mientras que los campos eran secretos, buscaban exponerlos para amenazar. Además, para los secuestrados se presenta una nueva realidad ilógica en los campos, como por ejemplo la aparición de médicos que el lugar de curarlos ayudaban a los torturadores, y la presencia de sacerdotes que mientras trabajaban su culpa, alivianan la de los secuestradores.

Un universo binario Descripción general del movimiento, características y actividades llevadas a cabo en el período, distintos colectivos y organismos que integran el movimiento, personas o integrantes destacados, represión pública y estatal. Lectura e interpretación posteriores, (al menos 2 miradas distintas) Las guerrillas en ese sentido ayudaron a crear este enemigo al aparentar similitudes con el ejército militar. Pero los subversivos no eran sólo los guerrilleros si no cualquier tipo de militante popular. Las lógica totalitarias ponen en polos: el uno contra el otro. Pero no solo se diferencian entre sí, si no que también se presentan como una amenaza. Esta realidad se impone como única y total. L reñida política se reduce a movimientos militares, a guerras y enemigos. Una vez marcado el enemigo, comienzan a surgir los campos. Fueron producto de esta idea binaria de exterminio. En estos campos, el enemigo se envía par ser transformado o curado antes del exterminio, para obtener información. Pero esta idea fue creada a partir de una supuesta homogeneidad de los secuestrados, todos eran terroristas, se cargaba en ellos falsos tributos para justificar su matanza. Esto tener aún más culpa dentro de los torturadores , y un avance del secuestrado sobre el supuesto poder total. Pero el tiempo llevó a que estos polos se unieran y los secuestradores comenzaron a ver personas más allá del subversivo.

El hombre

Al deshumanizar al secuestrado mediante la humillación, la clasificación y pérdida de su identidad, se arrasa con el sujeto. Pero el hombre encuentra dignidad cuando se higieniza, cuando cuida de otro prisionero, cuando se solidariza, cuando resiste y cuando camina hacia su muerte erguido. El hombre resguarda su dignidad.

Bibliografía: “Poder y Desaparición” - Pilar Calveiro....


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