Dos acontecimientos que condicionaron en parte la Historia de España. Historia de los bienes eclesiásticos PDF

Title Dos acontecimientos que condicionaron en parte la Historia de España. Historia de los bienes eclesiásticos
Course Historia de España
Institution Universidad de Málaga
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Los bienes de la Iglesia. Paseo histórico y origen de los bienes eclesiásticos incautados...


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Dos acontecimientos que condicionaron en parte la Historia de España

Para contextualizar el primer suceso hay que situarse en la segunda parte del siglo VI y veremos que siendo Recaredo rey de los godos, que religiosamente eran arrianos (niegan el origen divino de Cristo y con ello el dogma trinitario), se llegó en el año 589 al III Concilio de Toledo, donde, entre otros asuntos, se hizo público su conversión oficializada a la Iglesia de Roma. La participación activa en este asunto de san Isidoro de Sevilla, formulando este hispalense la doctrina de la unión entre el trono y el altar, es decir, que se establecía la comunión o unión de intereses entre la monarquía y la Iglesia, llegando el ideal de este “matrimonio”, además de España al resto de Europa, que aquí, en la península ibérica, perdurará hasta ocupar casi las tres cuarta partes del siglo XX; en algunos países este enlace fue muy acusado, caso de España, e incluso en otros dura todavía algunos detalles, como el proceder del presidente de los Estados Unidos, que termina algunos de sus discursos implorando para América la bendición de Dios. La Iglesia salvaba su independencia espiritual e individual con la actitud de san Isidoro, que con las confesiones tenía controlada dicha institución a los miembros de cualquier comunidad y a cambio reconocía al soberano la legitimidad divina de su poder: “Por la gracia de Dios”.

San Isidoro diseñó las vigas maestras de la religión organizada en lo que sería España.

Impulsó

la

formación

del

clero

mediante

seminarios

y

escuelas

catedralicias. Dotó de contenido una carrera eclesiástica, que debía incluir latín, griego, derecho y medicina. Pretendía que los miembros del clero no fuese igual de analfabetos que el pueblo llano o el evangelista san Mateo. También con ello se adjudicaba de más capacidad cultural para controlar y dirigir las mentes de los más ilusos de la sociedad. Fija el trívium de letras (Gramática, Retórica y Lógica) y el cuadrivium de ciencias (Aritmética, Astronomía, Geometría y Música), siendo este el plan de estudios de la Edad Media, algo así como secundaria en la actualidad.

En estos acuerdos con el poder real hay uno que está aún vigente y en muchas épocas históricas se ha hecho uso de él, como en los años setenta del siglo pasado. Se trata del recurso de acogerse a lo sagrado. En muchas iglesias y en casi todas las catedrales todavía podemos encontrar unos postes que sostienen una cadena

2 que rodea a todo o parte del templo. Estas cadenas se diseñaron para que les faltasen poco para llegar al suelo y de altura escasa y esto se hace así para no entorpecer la entrada de personas para poder sobrepasarlas con facilidad, porque así ya se acogía a lo sagrado, a la protección de la Iglesia, y si alguien era perseguido por los poderes estatales, una vez pasada las cadenas, ya no podían continuar su persecución, entrando con ello bajo la jurisdicción de la Iglesia, aunque estuviese al aire libre y ligeramente alejado de la edificación religiosa.

Pasado bastantes años, siglo XI, del enterramiento de san Isidoro, sus restos fueron solicitados por el rey Fernando I de León y enterrados en la basílica de San Isidoro, estando consagrada dicho lugar al santo. Hay que puntualizar que poseer las reliquias de un santo o cualquier objeto sagrado en la Edad Media era motivo de peregrinación y negocio por la cantidad de fieles que podía atraer al lugar

3 correspondiente, como pasaba con León donde reposaban las reliquias de san Isidoro, que además aprovechaba el paso de los peregrinos del Camino de Santiago. El santo se encuentra “descuartizado”, ya que hay algunos fragmentos en la catedral de Murcia y en la parroquia de La Asunción de Abla (Almería), así como en la iglesia del Espíritu Santo de Madrid, que tiene el cráneo completo. Los depósitos que se realizaron en los dos últimos centros indicados no corresponden a la época medieval, pues son restos guardados relativamente hace poco tiempo.

La otra circunstancia que repercutió en parte en la Historia de España fueron las desamortizaciones, sobre todo la de Mendizábal, que junto a este hecho llevó paralelo otro acontecimiento. Desamortizar significa poner en el mercado las tierras y bienes que hasta ese momento no se podían enajenar porque los dueños o instituciones propietarios eran elementos poderosos, pero antes de llegar a este punto se tenía que dar anteriormente una expropiación forzosa y una subasta pública, es decir, era poner en estado de venta los bienes de manos muertas, mediante disposiciones legales. La desamortización española fue un proceso histórico, político y económico que comienza en el reinado de Carlos III (1716 – 1788) y termina bien entrado el siglo XX. Se conoce como “manos muertas” a la Iglesia católica y órdenes religiosas y militares y las dos primeras instituciones habían acumulados bienes inmuebles, rústicos y urbanos, a lo largo de su historia con donaciones, testamentos o abintestados. También entra en este lote los terrenos baldíos y las tierras comunales de los municipios. Baldío se aplica a la tierra o terreno que ni se labra ni está adehesada, y también a los solares yermos; las tierras comunales de los municipios servían como complemento para la precaria economía de los campesinos, bien como zona donde recolectar leñas o lugar de pasto para la ganadería de los miembros de la comunidad económicamente menos favorecidos. También estos individuos podían aprovechar los frutos de estas tierras comunales. La intención en la aplicación de estas desamortizaciones era conseguir unos ingresos extraordinarios para amortizar los títulos de deuda pública que expedía el Estado para poder financiarse. Se pretendía también poder crear una burguesía y una clase media de labradores que fuesen propietarios de las parcelas que cultivaban y de esta manera el Estado podría recaudar más ingresos con los movimientos económicos que esta clase crease.

4 En la Historia de España ha habido varias desamortizaciones, pero destacan dos: la de Mendizábal (1836-1837) y la de Madoz (1854-1856). Estas dos expropiaciones liberales también pretendían, entre otras causas, modificar el régimen de propiedad del Antiguo Régimen, en este caso referida a la época de los Austrias, y así facilitar la implantación de un Estado liberal durante la primera mitad del siglo XIX. En julio de 1835 gobernaba el conde de Toreno y aprobó una Real Orden de Exclaustración Eclesiástica por la que se cerraban todos los monasterios en los que no hubiese al menos doce religiosos profesando. Este dimite y entra Mendizábal como presidente del Consejo de ministros en septiembre de 1835. No había transcurrido un mes cuando se decretó la supresión de todas las órdenes monacales y militares. En febrero de 1836 se puso a la venta los bienes inmuebles de estos monasterios. Se hace una división de lotes de los bienes embargados que serían realizados por comisiones municipales y fueron configurados de grandes porciones por lo que pudieron

comprarlos

tan

solo

los

nobles

y

burgueses

urbanos

adinerados,

provocando con ello que fracasase una de las intenciones del gobierno de crear esa burguesía o clase media en España. Los terrenos que se desamortizaron fueron los del clero regular. Entonces la Iglesia tomó la decisión de excomulgar a los expropiadores y compradores de las tierras. Para soslayar esta situación crítica para la mentalidad de aquellos momentos, muchos de ellos recurrieron para apropiarse de estos bienes a intermediarios o testaferros. Madoz era ministro de Hacienda cuando los liberales en 1855 realizaron una nueva apropiación, pero efectuada con mayor control que la de Mendizábal. Se pusieron en venta todas las propiedades comunales de los ayuntamientos, del Estado, clero, cofradías, obras pías, santuarios, de los comunes de los pueblos y de la instrucción pública. Esta desamortización tuvo mayor volumen de venta y una importancia superior a todas las anteriores, pero suena más la de Mendizábal porque duró más tiempo, por el gran volumen de bienes movilizados y las repercusiones que provocó en la sociedad española. Tradicionalmente se ha pensado que la mayor cantidad de los bienes incautados eran de la Iglesia, sin embargo, debemos desterrar esta idea porque de todo lo desamortizado tenemos los siguientes porcentajes: el 35 % pertenecía a la Iglesia, el 15 % a la beneficencia y un 50 % a las propiedades comunales de los pueblos.

5

Consecuencias -

Sociales: En la zona sur de España predominaban los latifundios y en la parte

norte

los minifundios,

entonces con

las

desamortizaciones

se

concentraron los bienes en cada región en proporción al tamaño de propiedades que existían previamente, por lo que no llegó a darse un cambio radical. Las parcelas de las pequeñas propiedades fueron compradas por los vecinos de las localidades próximas y las de mayor tamaño fueron adquiridas por personas ricas que solían vivir en las ciudades y distanciadas de la propiedad. -

Económicas: Se produjo un buen saneamiento de la hacienda pública, pues el Estado ingresó 14.000millones de reales. Se llegó a conseguir un aumento de la superficie cultivada, pero para muchísimos pueblos fue negativo porque afectó a la economía de subsistencia.

-

Culturales: Es uno de los terrenos desagradables de este proceso, ya que muchos cuadros o libros que existían en los inmuebles fueron vendidos a precios irrisorios y prácticamente todas las pinturas acabaron en otros países. Esto se dio con más fuerza en la segunda mitad del siglo XIX con la aparición de la gran burguesía adinerada norteamericana que lo compraba todo y así se encuentran muchos museos norteamericanos con grandes obras del patrimonio artístico español. En este éxodo artístico también tiene su parte de culpa los franceses que durante la Guerra de la Independencia rapiñaron o robaron muchas y valiosas pinturas. Ecológicas: Al pasar a manos privadas grandes extensiones de terrenos de montes acabaron siendo talados y roturados para hacerlos cultivables, viéndose las consecuencias de tales comportamientos hasta hoy en día. La mayor parte de los oligarcas que compraron las tierras hicieron con la desforestación carbón vegetal para poder, con las ventas del carbón, amortizar todo o parte del coste del terreno adquirido y causando con este comportamiento la extinción de gran número de especies vegetales y animales. Con la desamortización urbana se colaboró a la modernización de las ciudades, con construcciones más altas, con grandes zonas de ensanches, nuevas calles y plazas, en definitiva, se conseguían urbes más cómodas, aireadas e higiénicas.

6 Aparte de la cuestión económica, donde realmente se encuentra la razón de todo este tinglado es en la Iglesia que obtuvo por las pérdidas de sus bienes el derecho a controlar el sistema educativo de los españoles y con ello el grado de conciencia y mentalidad de la sociedad. Situación que ha durado hasta hace poco tiempo. Se incluía la religión católica en los planes de estudios que se fueron elaborando y sucediendo, participando también en ello los liberales cuando gobernaban. Se da un Proyecto de Decreto en 1814 con la intención de mejorar la enseñanza pública, estableciendo que en las escuelas de primeras letras los niños debían aprender el catecismo religioso y moral, grabándose en la mente de estos rapaces los principales dogmas de la religión católica, preparando de esta forma para un futuro el ir condicionando su comportamiento social y mental. El plan del duque de Rivas del año 1836 llegó a introducir la religión entre las asignaturas que debían impartirse en la enseñanza secundaria pública, con lo cual ya se abarcaba tanto el nivel elemental como el superior del alumnado. El Reglamento por el que se regía las escuelas públicas establecía en el capítulo quinto que el estudio de la religión católica quedaría bajo la inspección directa del párroco del lugar y esto junto con las confesiones antes de las misas hacía a la Iglesia la dueña absoluta de la docilidad y pensamiento de toda persona dentro de la comunidad. Esta fue la contrapartida que recibió el clero por permitir que se apoderasen de sus bienes. Ni Aracne hubiese hecho una tela de araña tan bien desarrollada, pues la Iglesia impuso: que las clases empezaran siempre con oración; todos los días se enseñaría la doctrina cristiana; cada tres días, durante un cuarto de hora, un alumno leería un capítulo de la Biblia, especialmente del Nuevo Testamento; los domingos los niños debían ir a misa con sus maestros; la tarde de los sábados estarían dedicadas exclusivamente al examen de la doctrina e historia sagrada; los alumnos debían aprender las preguntas y respuestas del catecismo, debiendo el párroco examinar una vez al mes sobre este particular. La desamortización de Mendizábal,1836, se inició a los tres años de comenzar la guerra

carlista (1833-1840). Como la situación económica del país era de

bancarrota y no había dinero para mantener a un ejército para luchar contra el de los carlistas, se tenía que conseguir alguna partida económica y una sección monetaria de lo obtenido con la desamortización se fue para este fin y así poder mantener a la iletrada y ninfómana Isabel II como reina....


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