Ensayo Capítulo l: Los orígenes del pensamiento crítico en la ciudad-estado griega PDF

Title Ensayo Capítulo l: Los orígenes del pensamiento crítico en la ciudad-estado griega
Course Derecho
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Universidad Autónoma de Sinaloa Facultad de Derecho Mazatlán

Ensayo Capítulo l: Los orígenes del pensamiento crítico en la ciudad-estado griega Materia: Teoría Política Profesor: Saúl Jaime Sánchez Villela Duarte

Mazatlán Sinaloa, diciembre del 2016 Introducción Para algunas personas, la historia es un conjunto de acontecimientos y hechos, especialmente vividos por una persona, por un grupo o por miembros de una

comunidad social que influyen en la manera de comportarse o de vivir en la sociedad que han ocurrido, en este caso hablaremos de aquellos acontecimientos históricos y aportaciones realizadas por los griegos. ¿Realmente los aprendizajes y aportaciones hechas por los griegos siguen vigentes en la actualidad? Pudiese ser una pregunta discutible, pero la aportación de los griegos va más allá que una simple ciudad-estado, llega hasta el punto de brindarnos un método de justicia (El Derecho) para guiar la conducta de la sociedad es por eso que consideramos importante el análisis a profundidad de una de las principales culturas del mundo. En el presente ensayo se comenzará explicando el origen del pensamiento crítico en cada ciudad estado(es decir, como comienzan a organizar su manera de vivir desde las polis hasta el desarrollar una democracia), continuara con los pensadores griegos destacando Platón y Aristóteles, y finalizará con la crisis de las polis y el periodo helenístico.

La cultura griega surge a causa del decline de aquellas sociedades arcaicas minoicas y cretenses, generando dos características sobresalientes: la identificación de 2 tendencias de signo contrario: la primera es vivir y mantener una civilización ligada en cada comunidad a mantener sus lazos profundos con

sus raíces(creencia, cultura, organización política y militar, etc.) y la segunda ligada a buscar su independencia, sin olvidar que para los griegos la independencia reflejaba dos principios fundamentales: autosuficiencia y autogobierno. ¿Cómo conseguirían los griegos llegar al máximo esplendor de autosuficiencia y gobierno? Se mantenían firmes en la convicción que el hombre civilizado llegaría a discernir y alcanzar estos principios cuando viviera en una ciudad-estado. Un factor importante en el desarrollo de la ciudad-estado y de la Grecia antigua, fue su ubicación geográfica, ya que Grecia es la más oriental de las tres penínsulas meridionales de Europa, y por tanto, la zona más cercana a grandes civilizaciones (egipcia, Romanos, entre otros). Por otra parte su conformación orográfica es un tanto complicada, debido a que se encuentra dividido en un gran número de valles y no de islas. El aislamiento de estas zonas tiende a orillar a sus habitantes o grupos a una individualidad. Este hecho queda recompensado con un elemento importante: el mar. Fue fácil para los griegos poder llegar de un lugar a otro sin problema por vía marítima, siendo para ellos el mar un camino natural pero limitado ya que el Mar Mediterráneo es un mar cerrado cuyas distancias son fáciles de recorrer preparando a los griegos para ser buenos marinos; el intercambio de bienes y servicios por este medio permitió que los griegos pudiesen desarrollar su capacidad imaginativa y creativa, sin olvidar que el espléndido clima y la riqueza de sus suelos impedirían dejar un momento libre para el ocio de los habitantes. Existieron además de los factores mencionados anteriormente, otros que influyeron directamente en la creación del universo social del hombre clásico entre ellos las antiguas religiones arias (las cuales contaban con una suma importancia) que ayudaron en el desarrollo de instituciones democráticas y en los hábitos que más tarde adoptaría la ciudad-estado. Para los griegos, la ciudad-estado abarca todo aquello referente a lo político, económico, y religioso sin olvidar que también es una escuela y moral, es decir una forma de vida. El origen de la palabra ciudadestado en griego es πόλις, pero en la traducción al español suele tener un significado muy pobre comparado con el original, es por eso que se le designa en su traducción a la ciudad-estado como polis. En efecto, la ciudad-estado griega posee, en sus primeros siglos, la unidad y las virtudes políticas características de las tribus trashumantes, en las que el sentimiento de pertenencia al grupo y el conocimiento mutuo personal y directo son tan descollantes; pero por otro lado la polis es un estado territorial donde tiene lugar toda la gran variedad de las actividades humanas como: la agricultura, la política, el comercio, que son las condiciones necesarias para la existencia de cualquier cultura superior. Mientras existe la polis genuina, los rasgos tribales

persisten (tales como la pertenencia a un grupo). Es así que las polis se convierten en la unidad política deseable para el heleno debido a su amplia armonía e independencia. Para explicar con más detalle la función y actuación de las polis griegas, nos referiremos en concreto a unas de las más importantes: Esparta y Atenas. Cada una representa dos vertientes de la civilización griega, la dórica y la jónica. La primera entiende la vida como sacrificio, servicio y heroísmo. La segunda, como un goce, una independencia y un arte. En el curso de las invasiones dorias, una de las ramas de este pueblo ocupó la Laconia, parte sudoriental de la península del Peloponeso. Después de haber subyugado a la población del valle del río Eurotas, que discurre por el centro del país, esta tribu se estableció en sus orillas, en una ciudad que nunca perdió un aire de campamento militar, y que se llamó Esparta. Los conquistadores se llamaban Lacedemonios. el sistema espartano estaba basado en el mantenimiento de un dominio, por parte de los espartíatas, directo y absoluto sobre las vidas de sus numerosos vasallos, llamados helotes. El estado de los lacedemonios en este sentido era idéntico a cualquier otro no griego, en el que un grupo conquistador mantenía por todos los medios a su alcance su supremacía sobre el resto de los sojuzgados. Pero en una cosa se diferenciaban los espartanos: la sociedad lacedemonia quería conformarse según los principios de un ideal. El ideal político espartano (Su estabilidad e inmutabilidad aparentes, la claridad y rigidez de sus instituciones), ejerció una atracción considerable en la mente de Platón. Por otra parte, Atenas creció y consolidó sus instituciones durante el mismo período que Esparta, pero por muchas razones en sentido opuesto. En vez de ser una ciudad continental, Atenas se alza a orillas del Egeo, en el centro de la península ática, con un puerto excelente, el Pireo. Sus pobladores eran jonios, y parece que sufrieron menos que otros pueblos de este grupo griego el embate de las invasiones dorias. Atenas pronto empezó a desarrollar una importante y original cultura. Desde el punto de vista político, ésta se plasma nada menos que en la creación de la primera democracia que conoce la historia. Esto tuvo lugar tras de la progresiva disolución del poder monárquico en el Ática y la concentración, en torno a la Acrópolis, de las tribus que la poblaban, en un plano de igualdad política. Lo importante del estado ático era la forma de acceso del ciudadano al poder y su participación en la vida general de la sociedad. En efecto, el ateniense entendía que la participación activa en la vida política era una de las atribuciones de todo

ciudadano normal y civilizado. El hombre ajeno a la política, apático o indiferente, era considerado imperfecto y vicioso. La actividad pública era una virtud. Los ciudadanos de las polis griegas, en un principio, educaron sus mentes y cultivaron sus extraordinarias virtudes cívicas mediante la mítica y la poesía; las obras poéticas más antiguas de Grecia fueron la Ilíada y la Odisea, de Homero. La Ilíada no es una obra especulativa y, sin embargo, sus versos solemnes y sencillos representan una declaración tan terminante de racionalidad, libertad y dignidad para el hombre frente a los dioses y a las fuerzas oscuras de su hado. Con la Ilíada estamos todavía en el terreno de lo mítico. pero además, junto a estas raíces profundas en la visión primitiva del mundo y de los hombres, en la que lo misterioso tiene importancia capital, hay elementos mucho más modernos. En la Ilíada, y también en la Odisea, se describen las pasiones y los sufrimientos de los hombres como tales, con toda su complejidad psicológica y, muy a menudo, su referencia a fuerzas o causas extrahumanas. No es posible desarrollar una filosofía sin haber antes conocido a fondo cómo es el hombre, cuáles sus motivaciones, cuál es el alcance de su poder y cuáles son sus conflictos. La Ilíada establece esta base para el pueblo griego. La violencia y la ternura, la vanidad y la humildad, la defensa del terruño, la invasión del ajeno, todo esto está no ya implícito, sino explicado con la profundidad de que sólo la poesía es capaz y Homero, inigualable. La Ilíada y la Odisea nos informan abundantemente acerca de la estructura social de la Grecia más primitiva, de la mentalidad de su nobleza, de sus actividades, sus valores, sus creencias. Las polis, tan diferentes entre sí, poseían todos estos poemas en común, en los que basaban su pedagogía elemental. Y la pedagogía es una de las técnicas sociales. A medida que transcurrió el tiempo, la obra homérica, con sus rasgos aristocráticos, fue distanciándose de la realidad más democrática de la vida de las ciudades helenas. Sin embargo, su función como texto fundamental educativo siguió siendo el mismo. Mas no es en la epopeya homérica, sino en Los trabajos y los días, la de Hesíodo, donde puede verse por vez primera un esfuerzo deliberado encaminado a dilucidar cuestiones sociales. Naturalmente, se trata de un poema y no de una obra especulativa, pero es un poema de alto contenido crítico, a la vez que ideológico. En primer lugar, Hesíodo se coloca en una actitud crítica frente a la sociedad griega de fines del siglo Vlll a.C, que le parece haber desertado de sus ideales arcaicos y haber degenerado en muchos aspectos. Hesíodo pertenecía a una de las comunidades griegas de Beocia que iban intensificando su vida comercial. Hesíodo, alzándose contra ello, se aferra a la idea de que lo natural para el hombre es el trabajo agrícola y la ligazón a la tierra. Ésa es su idea central, y de ahí surge su canto al trabajo manual, cosa no muy común en los escritores de la

Antigüedad. Con Hesíodo presenciamos el paso del concepto de la arete, o virtud, en el sentido homérico —valor y virtud guerrera— al sentido de virtud en el trabajo. La labor humana comienza a considerarse por sí misma como forma de heroísmo, y el trabajo como la mayor fuente de nobleza. Además, Hesíodo hace que el trabajo esté presidido por el derecho y la justicia y no por el poder del más fuerte. Por haber inventado la democracia, la concepción del mundo político por parte de los atenienses requiere una atención especial. De los muchos intérpretes que de la misma existen, tres merecen especial atención, Solón, Pericles y Tucídides. Solón fue el legislador más famoso de Atenas, quien se dispuso a intervenir en la constitución o en el conjunto de leyes públicas de Atenas, generó una crisis económica debido a que las leyes que se habían implementado eran inadecuadas para ser aplicadas en las nuevas relaciones de clases sociales, orillando a la ciudad a generar nuevas leyes para regularla. Las ideas políticas de los contemporáneos de Solón, y en especial las de este último, estaban orientadas hacia la aplicación de las lecciones del límite y la moderación a la esfera de la vida social y política; él creyó que estos principios podían ponerse en práctica en el seno de la comunidad política. En otras palabras, Solón, introdujo en la vida de la democracia el compromiso y el pacto entre las diversas clases sociales, el acuerdo negociado en sustitución de la lucha cruenta, además fue quien estableció el derecho de libre asociación en Atenas. Fue Pericles (495- 429 a.C), y no Solón, quien dio a la democracia una expresión teórica amplia; concebía la democracia como un estilo de vida peculiar, en el que la idea de libertad individual se conjugaba armoniosamente con la lealtad a la patria, que era la ciudad-estado. Tucídides expresó también en su Historia otras ideas rectoras de la política de Atenas, sobre todo la de imperio y hegemonía. Ésta contradecía en mucho los principios democráticos que reinaban en la ciudad de Pericles. Con una intuición estupenda, Tucídides no expresó la contradicción en forma expositiva, sino que la plasmó en forma de diálogo, el llamado Diálogo Melio. El que los atenienses se gobernaran a sí mismos en una época de rápidos e intensos cambios políticos y económicos les obligó a una honda actividad especulativa acerca de la naturaleza social del hombre. Los filósofos posteriores al siglo de Pericles manifestaron muchas de las ideas que eran corrientes y debatidas entre los ciudadanos atenienses de aquel entonces. Y los dramaturgos nos han dejado muestras indelebles de los problemas teóricos del momento. Aunque Aristófanes y Eurípides sean ejemplos sobresalientes de este tipo de testimonio de época, Sófocles (496406 a.C), en Antígona, nos presenta una tragedia que sólo podía ocurrir en el seno de una sociedad en la que el individuo

hubiera descubierto una ley superior a la humana y, las más de las veces, distinta de ella, la rebelión de Antígona, la doncella tebana, contra la arbitrariedad del tirano, añade una nota más, y no la menos descollante a la concepción ateniense del hombre libre. Desde el punto de vista que nos atañe, Antígona se rebela en nombre de la ley divina contra un ser que afirma que al que la ciudad ha colocado en el trono, a ése hay que obedecer, en lo pequeño y en lo justo, y en lo que no lo es además se rebela también contra el orden establecido. Todo esto nos muestra que el griego ponía mucho énfasis en distinguir entre lo natural y lo humano. Lo humano era también lo convenido. El hombre podía hacer y deshacer en su mundo propio. En una escala más reducida, el griego entiende que los hombres actúan de un modo determinado por el acuerdo, para hacer posible la convivencia, por lo menos entre los helenos, los no bárbaros. En cambio, la ley natural debe ser aceptada tal cual, porque es inviolable y quien la transgreda sufrirá terribles consecuencias, las que se derivan de haber desafiado el orden cósmico y de los dioses. El llamado siglo de Pericles presenció también la aparición de una de las ciencias sociales más importantes, la historia. La historia es ciencia social en cuanto que va más allá del mero registro de datos y fechas e intenta desentrañar las relaciones de causa a efecto en el acontecer de los grupos humanos y explicar su significado. El primero que esto hizo fue Heródoto (484-406 a.C), a quien ya hemos mencionado anteriormente. Procedía de Halicarnaso, en el Asia Menor, una de las colonias griegas de su costa. Al escribir sus Historias, Heródoto quiso explicar las guerras medas. Lo ingente del conflicto greco-persa le llevó a enfocar su obra desde una perspectiva general, explicando todas las causas que habían concurrido en su preparación y la vasta serie de acontecimientos que se desencadenó al comenzar. Después continúa Tucídides (471-402 a.C.) quien compartía ideas políticas con Pericles y con los demás atenienses prominentes que medraron antes de la guerra del Peloponeso. Pero, además, Tucídides pudo contemplar la gran colisión interna del sistema helénico: la lucha entre la autocracia espartana y la democracia ateniense. Tucídides no es un escritor simplista. Su obra no es unilateral; como ya vimos al mencionar el llamado Diálogo Melio, el historiador ateniense se percata de las contradicciones internas de la misma ciudad que se hace abanderada ideológica de la democracia en el curso de toda la guerra. Las causas de ésta le interesan algo, o bastante, pero lo que más le importa es describir cómo se fueron ventilando los asuntos durante el conflicto. La idea central es, para él, la política. Tucídides, como ha dicho Jaeger, es un historiador político,27 o el creador de la historia política, hasta el punto que el pasado de los helenos no tiene para él demasiada importancia. A él lo que le interesa es saber quién detenta el poder,

cómo se mantiene, cómo se distribuye. Heródoto y Tucídides abren, pues, el campo de la ciencia histórica en Grecia. Otro de los grandes pensadores que influyeron en el pensamiento de los griegos fue Sócrates, Nació entre 471 y 464 a.C. y murió, condenado por el pueblo de Atenas, en 399. Sócrates es ciertamente el inventor de la ética secular libre de toda mítica. Es también el fundador más cabal del método crítico de indagación científica y filosófica. Lamentablemente no dejo nada escrito, lo que se conoce acerca de su pensamiento es gracias a conocidos (como Platón) dejando tres aportaciones importantes: 1-.El postulado de que la virtud es conocimiento (La obra de la República de Platón surge gracias a esta aportación), 2.-La invención de la definición (Sócrates quería que los hombre se pusieran de acuerdo acerca del significado de aquellas palabras que utilizaban para darle un sentido correcto dependiendo la ocasión en que fuesen requeridas y aplicadas), 3.-La incorporación de la epistemología al campo de la filosofía social (Argumentaba que para llegar a un conocimiento amplio sería a través de un extenso diálogo). El juicio y muerte de Sócrates constituyeron una fuente inagotable de especulación acerca de las relaciones entre el intelectual y el estado, el individuo y el pueblo, la libertad de pensamiento y los valores morales generalmente aceptados. A la postre, Sócrates fue víctima precisamente del sistema que hizo posible su existencia como hombre. Parte del pensamiento de Sócrates, continuo en su amigo Platón (Aprox. 428) Filósofo griego, uno de los pensadores más creativos e influyentes de la filosofía occidental. Se proclamó discípulo de Sócrates y todas sus obras tienen a Sócrates como su personaje principal. En el año 387 Platón fundó en Atenas la Academia. Murió próximo a los 80 años en Atenas en el año 348 o 347 a.C. Era ateniense y pertenecía a la aristocracia de su ciudad natal. Platón contaba con su propio método el cual estaba basado en aprendizajes y enseñanzas de Sócrates, postulando lo siguiente: La dialéctica desarrollada por Sócrates, maestro de Platón, consiste en tratar de encontrar las definiciones más precisas y universales a través de un sistema de preguntas y respuestas; afirmación, la negación y la salvedad que sirven como un filtro hasta encontrar lo más cercano a la verdad o la solución de un problema filosófico. Es por esto que Platón utilizó el género del diálogo para abordar problemas como el lenguaje, la epistemología, la ética, la estética y muchos otros. Sócrates, de quién Platón aprendió el método, comenzaba por hacerse el tonto. Esta es la ironía socrática. Una vez animaba a la

gente al intercambio de argumentos los iba arrinconando hasta que se daban cuenta de que en el fondo no sabían nada. Es importante esto porque solamente el que sabe que no sabe tiene la posibilidad de salir de la ignorancia. La última etapa de la dialéctica era la mayéutica. Esta palabra en griego significa parir. Esta metáfora lo que significa es que lo que debe hacer un filósofo o cualquier maestro es ayudar a parir al que enseña no inculcarle sus propias ideas. En el fondo todo el mundo es capaz de encontrar la verdad, creía Sócrates, lo difícil es encontrar a alguien que nos vaya guiando para encontrarla sin imponernos sus propias verdades. Los Diálogos de su madurez son sus obras maestras, tales el Simposio, el Fedón y la República. A ésta hemos de dedicar nuestra atención cuidadosa. En su vejez Platón escribió obras importantes, como por ejemplo el Criticas o las Leyes, diálogo este último que complementa junto a otro, el Político, el pensamiento social de la República, y lo coloca en una perspectiva realista y práctica. La República o el Estado de Platón no es sólo su obra social más importante, sino quizá la obra cumbre del autor. La República dícese que es una utopía, la primera utopía importante. Utopía es todo plan de una sociedad feliz según un conjunto de normas cuya realización práctica es imposible. Esto no quiere decir que tales proyectos carezcan de valor. Los mejores...


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