Eventos sonoros en los viajes de Colón PDF

Title Eventos sonoros en los viajes de Colón
Author Eliana Cabrera
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Eliana Cabrera Silvera ÍNDICE Introducción 5 EVENTOS SONOROS EN LOS VIAJES DE CRISTÓBAL COLÓN PRIMERA PARTE. LOS VIAJES COLOMBINOS Capítulo primero. Primer viaje (1492-1493) 13 1. El Diario de a bordo 15 2. El anuncio del descubrimiento 18 Capítulo segundo. Segundo viaje (1493-1496) 23 1. La travesí...


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Eventos sonoros en los viajes de Colón Eliana Cabrera

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Eliana Cabrera Silvera

ÍNDICE

EVENTOS SONOROS EN LOS VIAJES DE CRISTÓBAL COLÓN

Introducción

PRIMERA PARTE. LOS VIAJES COLOMBINOS Capítulo primero. Primer viaje (1492-1493) 1. El Diario de a bordo 2. El anuncio del descubrimiento

Capítulo segundo. Segundo viaje (1493-1496) 1. 2. 3. 4. 5.

La travesía De Dominica a La Española La Española Cuba y Jamaica La Española, 1495

Capítulo tercero. Tercer viaje (1498-1500) 1. La travesía 2. Trinidad 3. Paria

Capítulo cuarto. Cuarto viaje (1502-1504)

Bononia University Press

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1. La travesía 2. Guanaja 3. Río de la Posesión

13 15 18 23 27 29 29 33 35 37 39 39 44 49 50 50 51

4. 5. 6. 7. 8.

Ceramburú Guaiga y Cateva Retrete Belén Jamaica

52 53 55 55 56

SEGUNDA PARTE. EVENTOS SONOROS Capítulo quinto. Los sonidos del viaje 1. El uso de la artillería 2. Música e instrumentos musicales en el viaje

Capítulo sexto. Sonoridades en las descripciones de la naturaleza 1. 2. 3. 4. 5.

El ruiseñor soñado La sensibilidad del Almirante y la intervención de Las Casas El ruiseñor y la eterna primavera El canto maravilloso La experiencia diligente

Capítulo séptimo. Un objeto sonoro como objeto de intercambio 1. 2. 3. 4. 5. 6.

Cascabeles europeos en las Antillas Cascabeles entre el regalo y el intercambio Cascabeles entre objeto de trueque y moneda El cascabel como medida para el pago del tributo Acercamiento a los ‘cascabeles’ indígenas El turey

Capítulo octavo. El sonido en las culturas indígenas según las primeras relaciones europeas 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7.

Historia de la Relación Mitos taínos La legge ridotta in canzoni antiche Otras referencias a las músicas de los nativos en las primeras relaciones El rito de la cohoba Voces sobrenaturales En son de guerra

59 61 65

Introducción

71 71 72 74 82 86 91 92 94 97 101 104 107 115 116 118 121 124 128 131 133

Bibliografía

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APÉNDICE

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En las primeras descripciones europeas de América y de sus habitantes, las sensaciones, especialmente las de tipo sonoro, constituyen un elemento recurrente. Se encuentran en una serie de escritos que han sido genéricamente clasificados como fuentes primarias del período colombino: se trata de textos redactados por testigos del descubrimiento y la primera colonización de América (aproximadamente, desde 1492 hasta la práctica desaparición de las culturas indígenas de La Española, entorno a la mitad del siglo XVI) y de aquellos que pudieron consultar directamente a esos testigos o, eventualmente, documentos de la época1. Los textos analizados en este trabajo sobre los cuatro viajes colombinos abarcan la totalidad de los escritos de Cristóbal Colón y las relaciones de los testigos presenciales de sus viajes: Diego Álvarez Chanca y Miguel de Cuneo en el segundo viaje, Diego de Porras, Diego Méndez y Hernando Colón en el cuarto. En segundo lugar, han sido consultados los textos de otros autores que, si bien no presenciaron directamente ninguno de los viajes colombinos, pudieron recopilar información procedente de fuentes primarias: es el caso de Nicolás Esquilache, Andrés Bernáldez, Pedro Mártir de Anglería y Bartolomé de Las Casas, autores que conocieron en primera línea, aunque desde Europa, el desarrollo del descubrimiento y colonización, así como a sus protagonistas, de los cuales pudieron obtener información privilegiada. 1 Pieraccioli, R. Proposta per una schedatura delle informazioni raccolte attraverso la «lettura mirata» delle fonti storiche del periodo colombiano. L’Universo (Atti del simposio Gli indios di Hispaniola e la prima colonizzazione europea in America. Firenze, 11 de octubre de 1989), 1991, supl. nº 1, pp. 73-76.

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Introducción

Hernando Colón fornece también información de este tipo en lo que se refiere a los tres primeros viajes, de los cuales no tuvo experiencia directa. Además se han tenido en cuenta las informaciones sobre las sonoridades en los primeros viajes a América presentes en los textos de una serie de otros autores que divulgaron en un primer momento la noticia del descubrimiento: Giuliano Dati, Domenico Malipiero, Giacomo Filippo Foresti da Bergamo, Leandro de Cosco, Angelo Trevisan, Simone dal Verde y Alessandro Zorzi. Ocupa un lugar preeminente en los hechos la figura de Cristóbal Colón, protagonista indiscutible de la empresa del descubrimiento y de la primera colonización. El ámbito geográfico y cronológico de nuestra indagación es, pues, el que marcan los cuatro viajes colombinos: incluye eventos sonoros recogidos durante estos cuatro viajes – esto es, entre 1492 y 1502 – a una zona relativamente bien acotada de la geografía americana: las islas Bahamas y las Antillas – especialmente las islas de Cuba y Haití (llamadas entonces Juana y La Española) y la cultura mayoritaria de las islas, la de los taínos, objeto principal del interés de los europeos (aunque no faltan referencias a otras culturas del archipiélago, como la de los caribes, los macoris o los ciguayos) – y, en menor medida, parte de la costa continental correspondiente a las actuales Venezuela, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá. Su punto de vista, el que refleja en los textos (de su pluma o en copia) que hemos conservado, ha sido privilegiado en este trabajo. Su presencia en todos los episodios recogidos lo distingue como narrador principal de la empresa. Su curiosidad y su sensibilidad consiguen superar con frecuencia las dificultades que pudo ofrecer a su trabajosa escritura la tarea de describir un nuevo mundo sonoro. Un recorrido cronológico y geográfico por estas tierras es lo que propongo en la primera parte de este trabajo, dedicado a los cuatro viajes colombinos. Cada uno de esos cuatro viajes posee un grado de especificidad en función de las fuentes: los testigos que lo narran son, de hecho, diferentes en cada ocasión; cada uno de ellos requiere, pues, un tratamiento específico. De este modo, el recorrido cronológico-geográfico es, al mismo tiempo, un recorrido a través de las fuentes y un estudio comparativo de las informaciones sonoras que proponen. De ahí la división en cuatro capítulos, correspondientes a cada uno de los cuatro viajes. En estos primeros cuatro capítulos podremos presentar, pues, las informaciones relativas a los sonidos contextualizándolas en su marco histórico y localizándolas geográficamente, e interpretarlas según su lugar en la tradición textual, con la ayuda de la amplia y acreditada bibliografía existente sobre el tema. Como introducción, y con el objeto de comprender y valorar mejor las informaciones que ofrecen, proporcionamos en el seno de cada capítulo un breve informe de los textos utilizados para el estudio de cada uno de los viajes: sobre la forma en que nos han llegado y la historia de su creación y difusión. A continuación, proponemos un cuadro general de las informaciones que estos textos contienen acerca de las sonoridades, teniendo en cuenta el número y la frecuencia con que aparecen estos pasajes y los concretos temas que afrontan. A esta introducción sucede la presentación de los pasajes con eventos sonoros, siguiendo el hilo narrativo del viaje, situándolos concretamente en el tiempo y en el espacio (aclarando, en la medida de lo posible, la correspondencia que la literatura especializada

Introducción

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establece entre los topónimos de la época y los actuales). De este modo, se intenta insertar estos pasajes en su contexto cronológico y geográfico. Hemos confrontado las distintas versiones que refieren estos eventos sonoros, con el objeto de poner en relieve las diferencias entre los textos, según la sensibilidad de cada uno de estos viajeros-oyentes, así como su interés y su capacidad para describir fenómenos sonoros. Nos ha interesado, además, anotar la forma en que los textos se han influido recíprocamente, teniendo en cuenta que los textos no siempre (o no solo) transmiten de manera inmediata una experiencia sensorial del autor del texto, sino que con frecuencia la experiencia viene modelada a partir de las expectativas creadas por relatos precedentes. En los casos de textos de autores secundarios, que reproducen, traducen o adaptan la experiencia de los testigos del viaje, resulta interesante observar las modificaciones que sufren los relatos, en función del modo con el cual estos autores se aproximan a la realidad del ‘Nuevo Mundo’ descrita por otros, de su propio bagaje e intereses. De este modo, los eventos sonoros dejan de ser hechos casuales y efímeros para convertirse en objeto de interpretación y de elaboración cultural. La realidad sonora del ‘Nuevo Mundo’ que los textos europeos describen es difícil de aprehender: en primer lugar es necesario profundizar en el modo europeo de escuchar, de concebir y de describir el sonido. Los capítulos quinto y sexto obedencen a esta exigencia. Posteriormente, se intenta, en los dos últimos capítulos, un prudente acercamiento a las informaciones que sobre la cultura sonora de los indígenas ofrecen los textos europeos. En el quinto capítulo hemos analizado aquellas modalidades europeas de producción de sonido descritas en los textos. Estos sonidos están vinculados principalmente a la articulación y el desarrollo del viaje. Los sonidos marcan momentos críticos del viaje, como la partida o la llegada a tierra, canalizan las emociones de los viajeros, sirven para la comunicación a distancia, y también, en algunos casos, para la comunicación con los indígenas: en ausencia de un código verbal compartido, los europeos recurren a los sonidos (a la música o al ruido de la artillería) en sus primeras relaciones con los indígenas, descubriendo que también este es un código del cual es necesario aprender las reglas; el ruido de la artillería o la música, usados para la comunicación, pueden no obtener los efectos esperados. Estas experiencias del viaje constituyen, en alguna ocasión, un motivo de reflexión sobre el poder comunicativo de la música. El sexto capítulo reúne y analiza los pasajes extraídos de los textos con información sobre los sonidos de la naturaleza. Inscritos mayoritariamente en descripciones estereotipadas y repetitivas de la naturaleza antillana, las más de las veces idealizada, los eventos sonoros de la naturaleza contribuyen a la composición de una determinada imagen de América, en la que confluyen a su vez elementos de una imagen literaria del Paraíso Terrenal. Concentrándonos en las modalidades de audición ejercidas por los europeos en una situación de total extrañamiento, intentamos deducir las influencias culturales que modelan esta audición y las narrativas que de ella derivan. Un objeto sonoro, el cascabel, desempeña una importante función en los primeros contactos entre europeos y taínos: los distintos usos de los cascabeles en estos primeros contactos reflejan la evolución de las relaciones de poder que se establecen entre ambos grupos; los cascabeles fueron empleados por los europeos como dones para reforzar los

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Introducción

vínculos con los indígenas, como moneda de cambio en las relaciones comerciales con ellos, y como unidad de medida de un tributo impuesto a la fuerza. Tras esta multiplicidad de usos se esconde la multiplicidad de funciones y significados que este objeto sonoro es capaz de representar, en Europa y en el ‘Nuevo Mundo’, entre las cuales ocupa un papel fundamental el uso musical de los cascabeles en la cultura de los taínos. En el último capítulo hemos intentado sintetizar la imagen de la cultura sonora de los indígenas elaborada por los europeos tras los primeros contactos establecidos con ellos. Observamos que, con frecuencia, las informaciones aportadas por testigos de la colonización (entre las cuales destaca la monografía sobre la religión de los taínos por obra de Ramón Pané), sufren un proceso de transformación y adaptación que lleva a la asimilación de las culturas indígenas al mundo clásico, proceso que sufren también las informaciones relativas a la cultura musical. Hemos recogido todos los pasajes con información acerca de objetos y eventos sonoros, extraídos de este conjunto de textos. Cada uno viene identificado con una sigla, seguida por un número. Pueden ser consultados en apéndice donde figuran ordenados por autor, según el orden alfabético de las siglas que les han sido asignadas: por ejemplo, los fragmentos de texto pertenecientes a la Historia de las Indias, de Bartolomé de Las Casas son reconocibles con la sigla LCh seguida del número que le corresponde en la lista final. Todos los pasajes han sido extraídos de ediciones de esos textos en su lengua original, en castellano, italiano y latín; aportamos una lista de las fuentes utilizadas en la primera sección de la bibliografía. La indicación del número de página al final de cada fragmento permite su concreta localización en las ediciones citadas. Las referencias a sonoridades, a la producción y a la recepción de sonidos, así como las descripciones de objetos sonoros, relativas a los cuatro viajes de Colón aparecen ampliamente contextualizadas dentro del episodio narrativo en el que se inscriben. Además, en los textos de autores que fueron testigos directos, se completan, cuando es posible, con una posible localización actual (aparece en cursiva el topónimo colombino y en redondilla el correspondiente topónimo actual, siguiendo las las localizaciones propuestas por Samuel Eliot Morison)2 y la fecha precisa en que tuvo lugar el evento recogido. Cuando es necesario, indicamos también el capítulo donde aparece el pasaje, según la subdivisión de cada uno de los textos. Si distintos pasajes hacen referencia a un mismo evento sonoro (como ya hemos hecho notar, la intertextualidad no es un fenómeno infrecuente), indicamos la correspondencia con los textos colombinos explicitando el pasaje concreto al que hace referencia. Esperamos poder facilitar de este modo la comprensión de este mundo sonoro dentro del lugar que ocupa en la narración de los hechos, y su inserción en el espacio y en el tiempo. Han contribuido a la realización de este trabajo el Istituto Italiano di Cultura de Madrid y la Fondazione Flaminia de Rávena, a los cuales va mi agradecimiento, como a Silvia Martínez (Universitat Autònoma de Barcelona), Maria Giovanna Bettoli (res2 Morison, S.E. El almirante de la mar Océano: Vida de Cristóbal Colón. México: Fondo de Cultura Económica, 1991. Trad. española de Admiral of the Ocean Sea: A Life of Christopher Columbus. Boston – Massachussets: Brown and Company, 1942.

Introducción

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ponsable del Centro Tutorato Studenti Internazionali de la Università di Bologna) y Donatella Restani (Università di Bologna) por su mediación. Asimismo, la publicación del libro no habría sido posible sin la contribución del Istituto di Studi Avanzati de la Università di Bologna a través de su programa Early Stage Research Fellowship. Agradezco a la institución del Dottorato in Musicologia e Beni Musicali de la Università di Bologna la oportunidad que me ha brindado para llevar a cabo esta experiencia, en el seno del Dipartimento di Storie e Metodi per la Conservazione dei Beni Culturali, hoy Dipartimento di Beni Culturali, sede ravenesa de la misma universidad. Agradezco también a Giovanna Corsi, Laura Laurencich Minelli (ambas de la Università di Bologna), Daniela Castaldo (Università del Salento), Francesco Surdich, Stefano Pittaluga (ambos de la Università di Genova), Juan José Carreras (Universidad de Zaragoza) y Roberto Valcárcel Rojas (Departamento Centro Oriental de Arquelogía, Ministerio de Ciencias, Cuba), su ayuda en la realización y publicación de este trabajo. Agradezco a José Mora Domínguez la ayuda prestada en la corrección del texto, y el apoyo moral. Debo un reconocimiento especial a Franco Alberto Gallo y Luciano Formisano (Università di Bologna), que han seguido con paciencia e interés el desarrollo de la investigación, y a Donatella Restani, a quien, además, agradezco especialmente su apoyo, desde el punto de vista académico y humano. Agradezco la ayuda que me han prestado en la organización y en el desarrollo de la investigación, así como los numerosos consejos y sugerencias que me han dado en el arco de los tres años de curso doctoral. Quisiera puntualizar, sin embargo, que toda la responsabilidad por los posibles defectos e inexactitudes es imputable solo a la autora. A mi familia y a Gabriele, que han compartido en todo momento la ilusión y sin los cuales nada de esto habría sido posible, dedico este trabajo.

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Capítulo sexto Dize aquí el Almirante que «oy y siempre de allí adelante hallaron aires temperantíssimos, que era plazer grande el gusto de las mañanas, que no faltava sino oír ruiseñores», dize él. «Y era el tiempo como por abril en el Andaluzía». (CC1 1)

CAPÍTULO SEXTO Sonoridades en las descripciones de la naturaleza

Recordemos que se trata de una copia del Diario de Colón realizada por Las Casas o bajo su supervisión. Las Casas enmarca el fragmento de texto colombino con un comentario metatextual («dize aquí el Almirante», «dize él»): de este modo, a través de una combinación de características del discurso directo y del discurso indirecto, sugiere al lector las formas de una cita textual que permiten a la voz del Cristóbal Colón expresarse con mayor viveza, insinuando incluso cierto tono de subjetividad. El resultado es, al mismo tiempo, un efecto de énfasis de ciertos contenidos que veremos repetirse con idéntica estructura en otros pasajes (de los que se hablará en el parágrafo siguiente). Notamos, además, que, curiosamente, la primera referencia sonora del Diario está, por así decir, constituida, no por un sonido, sino por un silencio: en mitad del océano el placer que ofrece una mañana templada suscita el recuerdo (o quizá el deseo, o la nostalgia) del canto del ruiseñor. La primera travesía ofrece más adelante un comentario muy similar: [Sábado, 29 de septiembre] Los aires eran muy dulçes y sabrosos, que diz que no faltava sino oír el ruiseñor, y la mar llana como un río. (CC1 4)

1. El ruiseñor soñado En los escritos colombinos correspondientes a los cuatro viajes a las Indias las referencias a los sonidos de la naturaleza se reparten de manera desigual a favor de los primeros viajes. El Diario de a bordo del primer viaje cuenta con la primacía absoluta en ese sentido. Sus abundantes y detalladas descripciones de la naturaleza incluyen alusiones a muy distintos tipos de experiencia sensorial que en los viajes posteriores disminuirán notablemente. Una actitud de atenta percepción se evidencia ya en los pasajes que el Diario de a bordo dedica a la primera travesía del Atlántico. En el relato de los eventos que se suceden a lo largo de la treintena de días transcurridos entre la salida de La Gomera (el 6 de septiembre de 1492) hasta la llegada a tierra, aparecen frecuentemente referencias al mundo de los sentidos, ligadas a las descripciones de las circunstancias del viaje, pues como se nos dice en las Historie, «non vedendo altro che acqua e cielo, notavano sempre con attenzion ciascun segno che appareva loro»1. Entre ellas destaca como tema recurrente, el de la meteorología. En el texto del Diario de a bordo el Almirante se recrea con frecuencia en narrar la plácida bonanza que predominaba durante el viaje. La descripción del tiempo, del aire y de la temperatura, explica en este caso la alusión a las sensaciones, y da la ocasión, el 16 de septiembre, a l...


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