Expansion ultramarina PDF

Title Expansion ultramarina
Author Enzo Luxen
Course Historia Económica Mundial
Institution Universidad Argentina de la Empresa
Pages 4
File Size 73.8 KB
File Type PDF
Total Downloads 76
Total Views 163

Summary

Download Expansion ultramarina PDF


Description

Hacia mediados del siglo XV, tras cien años de caída y estancamiento, la población de Europa comenzó a crecer de nuevo. Este periodo de crecimiento coincidió casi exactamente con la gran época de exploraciones marítimas y descubrimientos que tuvo como consecuencia el establecimiento de rutas oceánicas entre Europa y Asia y la conquista y colonización del hemisferio occidental por parte de los europeos. Estos acontecimientos proporcionarían a Europa un gran aumento de las fuentes de recursos, reales y potenciales, y provocaron importantes cambios en la economía europea. También se dio un desplazamiento de los principales centros de actividad económica dentro de Europa. Italia cayo (de manera relativa) en la economía europea y fueron España y Portugal quienes se alzaron como potencias económicas de Europa. Lisboa sustituyo a Venecia como gran puerto franco del comercio de las especias, y los Austrias españoles, financiados en parte por el oro y la plata de su imperio americano, se convirtieron en los monarcas más poderosos. Otros grandes beneficiados asociados a los grandes descubrimientos fueron los Países Bajos, Inglaterra y el norte de Francia.

5.2 Exploración y descubrimiento En la baja Edad Media, se produjo un notable progreso tecnológico en el diseño y la construcción de barcos y elementos de navegación. Estos, proporcionaron mayor maniobrabilidad y control de dirección. Los barcos se hicieron mas grandes, con mayor capacidad de carga y mejores para navegar. Los italianos habían estados a la cabeza del arte de la navegación, sin embargo, los flamencos, holandeses y portugueses lograron sacarles la delantera. Fueron los portugueses quienes tomaron la iniciativa en todos los aspectos del arte marinero, guiados por la visión y la energía del príncipe Enrique, llamado el Navegante (1393-1460). El busco fomentar la exploración de la costa africana con el objetivo de alcanzar el océano indico. En su castillo, estableció una especie de instituto de estudios avanzados al que llevo astrónomos, geógrafos, cartógrafos y navegantes de todas las nacionalidades. El trabajo científico y de exploración llevado a cabo bajo su patrocinio acento los cimientos para los descubrimientos posteriores. Tras su muerte, la actividad exploradora disminuyo. Seria hasta el rey Juan II, quien reanudaría las exploraciones a un ritmo acelerado. En pocos años sus navegantes llegaron casi al extremo de África. Fue en 1497, cuando se produciría el viaje de mayor envergadura, el que haría Vasco de Gama bordeando África y llegando hasta Calcuta. Tras esta expedición Vasco de Gama perdió dos de sus cuatro naves, sin embargo, la carga de especias con la que volvió fue suficiente para pagar varias veces el coste del viaje. En vista de tales beneficios, los portugueses capitalizaron su ventaja. Por otro lado, en 1484, un genovés (Cristobal Colon) pidió al rey de Portugal que le financiara un viaje a través del Atlántico para alcanzar el Oriente, sin embargo, su pedido fue rechazado. Este persevero y apelo a los monarcas españoles (Fernando e Isabel) que rechazaron su pedido debido a la guerra contra el reino de Granada. Colon intento interesar al rey Enrique VII de Inglaterra, así como también al rey de Francia, pero obtuvo resultados negativos.

Fue en 1492, cuando Fernando e Isabel conquistaron Granada, que decidieron suscribir una expedición. Colon izo velas el 3 de agosto de 1492 y el 12 de octubre avisto las islas que mas tarde serian conocidas como las Indias Occidentales. Inmediatamente después de su vuelta de la primera expedición, Fernando e Isabel pidieron al Papa una «línea de demarcación» para confirmar el título de españolas a las tierras recién descubiertas. Esta línea, que discurría de un polo a otro a una longitud de cien leguas (unas 330 millas náuticas) al oeste de las islas Azores y Cabo Verde, dividía al mundo no cristiano en dos mitades con vistas a su exploración posterior, quedando reservada la mitad occidental para los españoles y la mitad oriental para los portugueses.

5.3 La expansión en ultramar y sus consecuencias en Europa Son España y Portugal, las dos grandes pioneras en el descubrimiento, exploración y explotación del mundo no europeo. Hasta 1515, los portugueses se habían hecho dueños del océano Indico. A causa de su escasa población, Portugal no intento conquistar o colonizar el interior de la India, África o las islas, conformándose con controlar las rutas marítimas desde los fuertes estratégicos y los puestos comerciales. El imperio español, con el tiempo, resulto ser mas provechoso que el de Portugal. Sus continuos esfuerzos por encontrar una ruta a la India no tardaron en revelar la existencia de ricas civilizaciones en el interior de México y el norte de Sudamérica. A fines del siglo XVI, los españoles ejercían un poder efectivo sobre todo el hemisferio, desde Florida y el sur de California hasta Chile y el Río de la Plata (excepción Brasil). Al principio, se dedicaron al saqueo, arrebatando a los nativos todas sus riquezas y cuando esta se agotó, introdujeron métodos mineros europeos en las ricas minas de plata de México y los Andes. Los españoles se encargaron de colonizar y poblar las zonas conquistadas. Llevaron de Europa técnicas, equipamientos e instituciones, que impusieron a la fuerza a la población india. Además introdujeron productos naturales (trigo y otros cereales) así como animales ( caballo, ganado vacuno, ovejas, asnos) e incluso enfermedades europeas (viruela, sarampión, tifus) que tuvieron efectos mortales. Esta expansión también tuvo su efecto en la cultura europea. En el aspecto económico, la expansión tuvo como consecuencia un gran aumento en el volumen y la variedad de los objetos de comercio (las especias de Oriente y los lingotes de occidente constituían el porcentaje principal de las importaciones) El café de África, el cacao de América y el té de Asia se convirtieron en bebidas europeas básicas. En años posteriores, las frutas tropicales y los frutos secos complementaron la dieta de los europeos, y las pieles y los cueros, las maderas exóticas y las nuevas fibras pasaron a constituir una parte importante de los productos europeos. De América se importaron las patatas, los tomates, las judías verdes, los chayotes, los pimientos rojos, las calabazas y el maíz, así como el pavo domesticado, que llegó a Europa desde México. 5.4 La revolución de los precios

El flujo de oro y, sobre todo, de plata de las colonias españolas aumento enormemente las reservas europeas de los metales monetarios, triplicándolas al menos en el curso del siglo XVI. El gobierno español intento prohibir las exportación de lingotes, sin embargo, este mismo

resulto el peor infractor, al pagar sus deudas (con países como Italia, Alemania y los Paises Bajos) y financiar sus interminables guerras por medio de estos. Desde estos países, como desde España, por medio del contrabando, los metales preciosos se fueron expandiendo. El resultado mas visible e inmediato fue un alza espectacular y prolongada de los precios (tres o cuatro veces más altos que a principios del siglo). El precio de los alimentos subió mas que los otros artículos. La subida de los salarios quedo rezagada con respecto a la de los precios de las mercancías, con los que se produjo un severo descenso de los salarios reales. Las consecuencias atribuidas a la revolución de los precios van desde el empobrecimiento del campesinado y la nobleza al nacimiento del capitalismo.

5.5 Tecnología agrícola y productividad

El cese del crecimiento de la población en el siglo XVII se dio principalmente debido a que la población habría sobrepasado su capacidad para alimentarse de forma adecuada. A su vez, existe un fracaso en la tecnología agrícola para avanzar de manera significativa, generando incluso una disminución de la productividad agrícola media. En la periferia norte y oeste de Europa predominaba la agricultura de subsistencia. Las tierras estaban escasamente pobladas y se aplicaban técnicas primitivas de tala y quema. Los principales cultivos eran el centeno, la cebada y la avena. En la Europa del este del Elba y al norte del Danubio, la esclavitud personal o servidumbre era el rasgo característico de las relaciones sociales. Los campesinos estaban obligados a prestar servicio al señor y en algunos casos, eran comprados y vendidos separados de las tierras por las que tanto se afanaban. La tecnología agrícola era relativamente primitiva. El área del Mediterráneo, era diversa. La agricultura española recibió una rica herencia de los musulmanes. Los pueblos árabes que habían habitado en Valencia y Andalucia antes de la reconquista llevaron el arte del regadío a un alto nivel. Sin embargo, los monarcas españoles, impulsados por el fanatismo religioso, exterminaron la herencia. Luego de la reconquista de Granada, se decretó la expulsión de los judíos del reino. Los que se convirtieron (moriscos) siguieron constituyendo la columna vertebral de la agricultura durante otro siglo, hasta 1609, cuando fueron igualmente expulsados. Los cristianos que los reemplazaron fueron incapaces de conservar los sistemas de regadío y otros aspectos de la productiva agricultura mora. Esto se debió a la falta de incentivos como a la de conocimientos y habilidad. En el siglo XVI en España, la tierra estaba concentrada en enormes propiedades pertenecientes al Estado y a la iglesia. Se trataba de propietarios ausentes, que por medio de capataces u otros intermediarios, dejaban la tierra en pequeñas parcelas o aparceros, a quienes faltaba tanto el capital como el incentivo para mantener el sistema árabe. La zona agrícola mas avanzada de Europa eran los Paises Bajos (especialmente los del norte). A lo largo de los siglos XVI y XVII, la agricultura holandesa se “modernizo”. Esta estuvo ligada a el nacimiento de la superioridad comercial holandesa. La clave del éxito fue la especialización, que hizo posible en primera instancia la sostenida demanda de las prosperas y crecientes ciudades holandesas. En lugar de intentar producir lo máximo posible en mercancías

necesarias para su consumo, los granjeros holandeses intentaban producir lo mas posible para el mercado. Estos se especializaron en productos de valor relativamente alto, sobre todo ganado y productos lácteos. La rentabilidad de la agricultura holandesa la demuestran los prolongados y continuos esfuerzos por crear tierra nueva ganándosela al mar mediante la desecación de lagos y marisma...


Similar Free PDFs