Funciones de la Amígdala y Sistema Límbico Central PDF

Title Funciones de la Amígdala y Sistema Límbico Central
Author Anonymous User
Course Neurociencia y Aprendizaje
Institution Universidad de San Carlos de Guatemala
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Síntesis sobre la amigdala y el sistema límbico central, función en el funcionamiento de las emociones y sus efectos en el cuerpo humano.
Tarea de primer año de profesorado de primaria...


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Funciones de la Amígdala Cerebral La amígdala cerebral es una región del denominado sistema límbico.

Las funciones básicas de la Amígdala cerebral son 5: 1. Recepción de la información del entorno 2. Anticipación de una respuesta emocional 3. Consolidación y almacenamiento de la información emocional 4. Modula emocionalmente la memoria episódica 5. Desarrollo de la cognición social

1. Recepción de la información del Entorno La amígdala cerebral se encarga de recibir información del entorno y captar los estímulos que considera significativos, es decir, importantes para nosotros. Por ejemplo, si hace poco tiempo tuviste una pesadilla con una persona que llevaba un sombrero negro, cuando veas un sombrero o una gorra negra, tu atención se dirigirá a ella con más facilidad. Esta dirección de la atención a un estímulo saliente (el sombrero negro) es debido a la amígdala.

2. Anticipación de una respuesta emocional La amígdala anticipa una respuesta emocional ante estos estímulos previamente detectados. La amígdala nos pone en marcha y nos prepara para este estímulo (nos puede generar taquicardia, tensión muscular, aumento de la respiración, dilatación pupilar, etc.). Un ejemplo práctico donde interviene la amígdala como estructura que recibe información y pone en marcha estructuras motoras y emocionales, es a través de la música. Diversos estudios han demostrado que la amígdala cerebral es una de las estructuras cerebrales más relevantes en la respuesta emocional a un tipo de música. Se ha hallado que aquellas personas que tienen una lesión de la amígdala no tienen problemas con la percepción musical, pero no pueden reconocer la música atemorizante, aunque sí podían diferenciar la música alegre y la triste. Así pues, las lesiones de la amígdala afectan al reconocimiento de un estilo musical que normalmente se asocia con miedo. 3. Consolidación y almacenamiento de la información emocional Otra de las funciones que tiene la amígdala es la de consolidar y almacenar información emocional, experiencias emocionales que nos marcaron. Por poner un ejemplo: ¿Quién no recuerda su primer beso? 4. Modula emocionalmente la memoria episódica La memoria episódica es aquella memoria que nos ayuda a recordar sucesos autobiográficos: momentos vividos en nuestras vidas, emociones asociadas, etc. Por ejemplo, es probable que todos y todas recordemos que estábamos haciendo y dónde nos encontrábamos el día del atentado de las torres gemelas, cuando recibimos la noticia (volvía de un viaje con mi familia; estaba en casa mirando una película; estaba con mis amigas tomando un café, etc.). Esto es memoria episódica (un acontecimiento de nuestra vida, vivido directa o indirectamente), que la amígdala se encarga que recordemos ya que para nosotros/as fue muy chocante y, consecuentemente, esta pequeña región consideró que no debíamos olvidar. Modular la memoria episódica significa, en este caso, reforzar el trazo de memoria de aquel acontecimiento para que lo recordemos como si fuera ahora.

5. Cognición social La amígdala cerebral se activa cuando vemos personas de otra cultura y, también, a la hora de analizar si un rostro nos transmite confianza o, por el contrario, es mejor que nos alejemos. En la cognición social también interviene otro elemento, la oxitocina, que además se libera en nuestro cerebro cuando la amígdala está más activada para contrarrestar su nivel de activación. La amígdala y las emociones La amígdala cerebral se relaciona directamente con la identificación y expresión de las emociones, y específicamente de dos: el miedo y el desagrado. Vamos a estudiar la relación de la amígdala y las diferentes emociones: La amígdala y la emoción de miedo La amígdala controla la integración de los componentes del miedo. La amígdala se localiza en los lóbulos temporales y se compone de 12 grupos de núcleos, cada uno de los cuales con varias subregiones. Hablaremos del núcleo lateral, basal y central. La activación del núcleo central induce una serie de respuestas emocionales. El núcleo central es la región más importante del cerebro para la expresión de respuestas emocionales provocadas por estímulos aversivos. Si se elimina el núcleo central, tendremos los siguientes efectos: 

La respuesta de miedo desaparece



Las personas se muestran dóciles



El nivel en sangre de hormonas relacionadas con el estrés es más bajo



Son menos propensos a padecer úlceras u otros tipos de enfermedades provocadas por el estrés

Lo más importante del núcleo central es la capacidad de aprender que una determinada situación es peligrosa o amenazante. La amígdala cerebral está involucrada en R de vital importancia para la supervivencia, regulada por la corteza prefrontal ventromedial, que juega un importante papel en el control de la expresión de las R emocionales (participa en el proceso de aprendizaje de la extinción).

También se sabe que las personas con lesiones de la amígdala tienen dificultades para adquirir respuestas emocionales condicionadas. Las lesiones de la amígdala también interfieren en los efectos de las emociones sobre la memoria. La amígdala y la emoción de desagrado Diversos estudios han encontrado que el daño de la corteza de la ínsula y los núcleos basales perjudica la capacidad de las personas para reconocer las expresiones faciales de desagrado. Tanto percibir un olor desagradable como ver la cara de una persona con una expresión de desagrado activan la corteza de la ínsula. En la ínsula se halla la corteza gustativa primaria. La amígdala cerebral es una región importantísima en nuestro cerebro ya que gracias a ella podemos experimentar y expresar una gran cantidad de emociones y sentimientos. Funciones del Hipocampo El hipocampo es una estructura cerebral muy importante, implicada en la memoria y en otros procesos psicológicos como la regulación emocional. Se localiza, en la parte interior del lóbulo temporal, una gran estructura situada en el lateral inferior del encéfalo, muy relacionada con la audición y con otros procesos. Así, sabemos que los procesos emocionales vinculados con las emociones son otro de los aspectos relacionados con el hipocampo, estructura que se localiza en el sistema límbico. El hipocampo está implicado en la memoria, en la producción y regulación de estados emocionales y en la navegación espacial, entendiéndose esta como la manera en la que imaginamos el movimiento en un determinado espacio. Podemos decir, que su función principal se relaciona con la mediación en la generación y recuperación de los recuerdos. Esta función también la desarrollan otras áreas cerebrales repartidas por toda la corteza y también incluidas en el sistema límbico. De forma más detallada, encontramos las siguientes funciones del hipocampo: Consolida los aprendizajes El hipocampo permite que ciertas informaciones que vamos integrando en nuestra vida, pasen a la memoria a largo plazo (MLP). Así, actúa a modo de “mediador” o facilitador entre la experiencia y la memoria.

Vincula los recuerdos con las emociones Además, vincula este tipo de contenidos con ciertos valores, ya sean positivos o negativos. ¿De qué depende esto? De si los recuerdos están asociados a experiencias agradables o dolorosas, ya sea a nivel fisiológico o psicológico. Almacena los recuerdos Una vez se integra la experiencia a nuestra memoria a largo plazo, una de las funciones del hipocampo, este también se encarga de otra tarea: almacenar esos recuerdos en nuestra memoria biográfica. Gestiona la memoria declarativa Sabemos que el hipocampo se relaciona con la memoria, pero especialmente con una de ellas: la memoria declarativa. La memoria declarativa es un tipo de memoria a largo plazo, que hace referencia a los recuerdos que podemos evocar de forma consciente (por ejemplo: eventos específicos). En cambio, la memoria no declarativa (relacionada con la memorización de patrones de movimientos y destrezas motoras), es gestionada por los ganglios basales y el cerebelo. Regula la navegación espacial Otra de las funciones del hipocampo es la regulación de la navegación espacial. Esta tiene que ver con la manera en la que percibimos el espacio, es decir, con cómo ubicamos y mantenemos mentalmente un espacio tridimensional, a través del cual nos movemos. Esto incluye tener en cuenta sus volúmenes y sus referencias para “movernos” mentalmente por él. Coordina la percepción visual con los recuerdos Pero hay más; y es que el hipocampo también podría estar relacionado con la coordinación de lo que percibimos, a nivel visual, con nuestros recuerdos previos. Así lo asegura un estudio llevado a cabo en 2011 por científicos del Instituto de Física Interdisciplinar y Sistemas Complejos (IFISC), que reveló que el hipocampo es el responsable de coordinar la percepción visual con los recuerdos que se tienen de lo que se percibe. El hipocampo como un director de orquestra Como hemos visto, en realidad, no es tanto que el hipocampo permita la adquisición, consolidación y almacenamiento de los recuerdos de forma directa, sino que más bien actúa como un mediador de los recuerdos. Sería algo así como un director de orquesta que dirige a los músicos; algunos tocan en un determinado momento, y otros no. Los músicos serían los recuerdos, que se activan y se desactivan en función de su director (el hipocampo).

En este sentido, sabemos que el funcionamiento de la memoria no es un proceso simple; este tiene que ver con la activación y desactivación de redes de neuronas que se distribuyen por diferentes zonas del encéfalo. De esta forma, el hipocampo no almacena simplemente los recuerdos, sino que más bien actúa como un nodo de activación que haría que determinados recuerdos se activaran y se distribuyeran por todo el cerebro. Lesiones en el hipocampo Como sucede con cualquier zona o estructura cerebral, una lesión en el hipocampo conlleva una serie de consecuencias psicológicas y funcionales. En este caso, una lesión en dicha estructura puede conllevar alteraciones como: 

Amnesia retrógrada: se caracteriza por la incapacidad de recordar los eventos ocurridos antes de la lesión o daño cerebral.



Amnesia anterógrada: los nuevos acontecimientos no se consolidan en la memoria a largo plazo; es decir, implica una dificultad para aprender nuevos aprendizajes.



Demencia (por ejemplo: demencia por enfermedad de Alzheimer).

Las consecuencias psicológicas y cognitivas de la lesión en el hipocampo dependerán de las zonas concretas del hipocampo afectadas, es decir, de la extensión de la lesión, y también de las características del paciente (edad, plasticidad cerebral…), entre otras variables. Funciones de Hipotálamo El hipotálamo es, junto con el tálamo, una de las partes de una estructura cerebral llamada diencéfalo, que se encuentra en el centro del encéfalo de los seres humanos, por debajo de la corteza cerebral y por encima del tronco del encéfalo. Su nombre es una referencia directa al lugar que ocupa: "hipotálamo" significa, literalmente, "debajo del tálamo".

Funciones del Hipotálamo El hipotálamo es una de las estructuras cerebrales con un papel más importante en la regulación de los estados de ánimo, de la temperatura corporal, del sueño, de los impulsos sexuales y del hambre y la sed. Por su relación con la regulación de las emociones y los estados fisiológicos, se considera que el hipotálamo forma parte del sistema límbico, el conjunto de partes del cerebro relacionada directamente con la generación de las emociones. Se puede decir que el hipotálamo se encarga de poner en marcha y coordinar entre sí buena parte de los procesos que nos permiten sobrevivir y adaptarnos a situaciones cambiantes. Además, el hipotálamo está ubicado cerca del tronco del encéfalo porque interviene en las funciones básicas que garantizan nuestra supervivencia y que, por tanto, se realizan de manera involuntaria, sin que nos demos cuenta. Además de actuar como puente entre el cerebro y el sistema endocrino, coordina todo lo que se realiza a través del sistema nervioso autónomo, es decir, el que le envía órdenes a partes del cuerpo para que estas se adapten a cada situación. Entre los procesos que se encarga de regular el hipotálamo se encuentran: 

Los niveles de sueño y el ciclo circadiano.



La excitación sexual y la conducta asociada a ella.



El nivel de hambre.



La presión sanguínea.



La tensión muscular.



La temperatura corporal.



Los niveles de energía disponibles.

La Homeostasis El hipotálamo está constantemente recibiendo información proveniente de todas las partes del cuerpo y mandando órdenes en consecuencia, porque su tarea es hacer que nada de lo que ocurre en el interior del organismo rompa el equilibrio de cómo debe funcionar la globalidad del cuerpo. Es por eso por lo que funciona como un mediador de diferentes partes del cuerpo, estén o no en contacto con el cerebro; para influir en las partes más alejadas, permite que se liberen en la sangre hormonas que en cuestión de minutos llegan a su destino para desencadenar el proceso necesario.

Por ejemplo, si vemos algo que puede ser potencialmente peligroso, el hipotálamo se encargará de que todo lo que pasa en el organismo funcione coherentemente con la preparación para reaccionar de manera rápida. No dejará que el corazón empiece a latir rápidamente sin que muchos otros órganos actúen en consecuencia: los músculos se tensarán, la cantidad de energía disponible en sangre aumentará, etc. Del mismo modo, si hace mucho que no comemos el hipotálamo hará que las neuronas del sistema límbico generen dinámicas que hagan aparecer la sensación de hambre, a la vez que intervendrá en el modo en el que se queman grasas y azúcares disponibles en el cuerpo. Todo ello a la vez, para que haya siempre un equilibrio y se mantenga la propiedad de la homeostasis, es decir, la capacidad de mantener una estabilidad en el funcionamiento de las cosas. El hipotálamo y su conexión con la hipófisis El hecho de que el hipotálamo intervenga en la regulación de muchas funciones vitales significa que ha de poder enviar órdenes que lleguen a partes del cuerpo muy distintas. Además, algunos de los efectos que tiene que producir deben ser más o menos instantáneos, mientras que otros aparecen con retraso y permanecen más tiempo en activo. ¿Cómo lo hace el hipotálamo para ser capaz de abarcar todo este abanico de responsabilidades? Pues actuando como bisagra entre el sistema nervioso y el sistema endocrino. Como el hipotálamo está insertado en un lugar muy bien comunicado del encéfalo, su conexión con el resto del sistema nervioso resulta muy fácil, pero además conecta con el sistema endocrino a través de una pequeña estructura llamada hipófisis, o glándula pituitaria.

La hipófisis está ubicada justo debajo del hipotálamo, y está muy bien conectada a este, con lo cual se dedica a ejecutar las órdenes que este le pasa: básicamente, hace que se liberen hormonas. El hipotálamo cruza datos provenientes del sistema nervioso con los que le llegan acerca de la cantidad y tipo de las hormonas que se encuentran circulando por la sangre. Cuando detecta algún desequilibrio, hace que la hipófisis segregue ciertas hormonas que serán introducidas en el torrente sanguíneo y o bien alterarán el funcionamiento de ciertos órganos o bien harán que otras partes del cuerpo segreguen a su vez otras hormonas. De este modo, se ajustarán los procesos biológicos necesarios para mejorar las posibilidades de supervivencia. Como el hipotálamo tiene efectos tanto en el cerebro como en muchas otras partes del cuerpo que reaccionan a la presencia de las hormonas que hay en la sangre, sus efectos se hacen notar tanto en cuestión de milisegundos como de minutos. Funciones de la Corteza Prefrontal La corteza prefrontal es una parte de la corteza cerebral perteneciente al lóbulo frontal, se encuentra situada en la parte del cerebro más cercana al rostro, es considerada un área de asociación multimodal o terciaria, puesto que en ella se coordina la información proveniente de otras áreas cerebrales. Se trata de un área cerebral de gran tamaño con una gran importancia a la hora de explicar el control conductual, la personalidad e incluso las capacidades cognitivas. Esta parte de la neocorteza es la región del cerebro que más tiempo tarda en desarrollarse, ya que de hecho se considera que no termina su desarrollo hasta los principios de la edad adulta entre los veinte y veinticinco años. Los procesos cognitivos y las funciones ejecutivas no podrían llevarse a cabo sin su participación, de manera que estamos ante una de las áreas más relevantes a la hora de poder adaptar nuestra conducta a las situaciones y realizar operaciones cognitivas complejas. La corteza prefrontal tiene importantes conexiones con una gran cantidad de regiones cerebrales tanto corticales como subcorticales, como por ejemplo el sistema límbico, los ganglios basales, el hipocampo, el tálamo y el resto de lóbulos cerebrales.

Es por ello que influye en y se ve influida por una gran cantidad de informaciones provenientes de muy diversas regiones, resultando imprescindible para la correcta gestión de la conducta y de nuestros recursos. La corteza prefrontal es un área de gran importancia para nuestra supervivencia en el medio en el que vivimos y nuestra convivencia en sociedad. Son múltiples las funciones de esta región cerebral, la cual integra y coordina una gran cantidad de procesos. Algunas de ellas son las que se detallan a continuación. 1. Funciones ejecutivas La corteza prefrontal es especialmente conocida por ser la región del cerebro más se vincula a las funciones ejecutivas. Se definen como tales el conjunto de habilidades y aptitudes fundamentalmente cognitivas que permiten la adaptación al medio y la resolución de problemas a partir de la integración de diversas informaciones y la previsión y realización de conductas en base ellas. Dentro de dichas funciones encontramos la capacidad de anticipación, la fijación de metas y el inicio y mantenimiento de la acción, la toma de decisiones y la inhibición de la conducta, la planificación en base a la memoria, la capacidad de modificar nuestras estrategias o la de elaborar conceptos e ideas abstractas. 2. Atención, memoria e inteligencia La fijación de la atención o la memoria de trabajo también se encuentran mediadas por la corteza prefrontal, al igual que la capacidad cognitiva y de adaptación al medio. Esto no quiere decir que sea la única área dedicada a estos fines, pero si tiene una muy elevada participación. 3. Conducta social Otra de las principales funciones del prefrontal es el control de la conducta social. En base a nuestras interacciones y al aprendizaje extraído tanto de ellas como del resto de la información que captamos, somos capaces de regular nuestras expresiones y comportamientos, sentir empatía, restringir la conducta en base a posibles consecuencias y considerar otros puntos de vista ajenos al propio.

4. Motivación Vincular emoción y cognición de manera que establezcamos un plan para llevar a cabo determinadas acciones es también debido al buen funcionamiento de la corteza prefrontal. Así, somos capaces de motivarnos y de dirigir nuestra conducta a la consecución de una meta que nos seduce.

5. Emocionalidad Si bien es el sistema límbico el que mayor vinculación tiene con el terreno de las emociones, la región prefrontal del cerebro tiene una gran importancia tanto a la hora de percibir como de expresar las emociones, traduciéndolas en reacciones fisiológicas o permitiendo su control consciente. Personalidad Diferentes aspectos de personalidad están en gran medida mediados por el funcionamiento de la corteza prefrontal. El establecimiento de patrones de conducta más o menos estables en los diversos aspectos de la vida, y características típicas como la inhibición o la timidez, o bien la responsabilidad son algunos de los elementos mediados por esta región cerebral....


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