LA Electricidad EN Nuestras Vidas PDF

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LA ELECTRICIDAD EN NUESTRAS VIDAS

Durante miles de años la humanidad ha convivido con un fenómeno, que desde algún punto de vista puede llegar a ser de carácter “mágico”, del cual se ha estudiado muy poco, en comparación con otros, pero que, sin embargo, dependemos de él todo el tiempo. Estamos hablando de la electricidad. Este concepto, que apareció por primera vez en el año 1600, empleado por el médico británico William Gilbert, para definir la fuerza de atracción que ejercen algunas sustancias luego de ser frotadas sobre objetos pequeños, ha sido mejorado desde entonces por una gran lista de célebres ingenieros e inventores que con el pasar del tiempo han dado aplicación a este fenómeno, que cada día que pasa no deja de sorprendernos, y de darnos motivos para continuar su estudio y su perfeccionamiento. Lamentablemente, la relación que tienen la mayoría de las personas con la electricidad es única y exclusivamente la de pagar a tiempo su factura de CODENSA para evitar la multa o el corte del servicio. Digo lamentablemente, puesto que no nos damos cuenta que interactuamos con ella a cada instante. Desde el momento en el que presenciamos una tormenta eléctrica hasta cuando encendemos el bombillo de la cocina al presionar un interruptor, estamos en presencia de fenómenos eléctricos, de los que rara vez nos interesamos por entender su funcionamiento, sino que únicamente nos conformamos con saber que están ahí, para nuestro uso y nuestra comodidad. Por ejemplo, podemos explicar, el hecho de que en nuestro hogar no hay fluido eléctrico, mas explícitamente que decir “se fue la luz”, así como así, y limitarnos a la involución encendiendo una vela, como solución pasajera. Durante la distribución de la energía eléctrica desde las centrales, hasta que la recibimos en cada uno de los electrodomésticos que usamos en casa, hay un largo proceso en el que la tensión o voltaje, fuerza que tiene la electricidad, debe ser reducida o elevada constantemente, con el fin de aumentar su eficacia y rentabilidad, para lo que se usan unos dispositivos llamados transformadores, que constan de una bobina de cable situada junto a una o varias bobinas más, y que se utilizan para unir dos o más circuitos de corriente. La electricidad producida en una central tiene una tensión bastante alta como para ser entregada así en nuestro hogar, pero teniendo en cuenta que las centrales están ubicadas un poco distantes de los suburbios, la energía debe ser transportada hasta estos, lo cual requiere una potencia bastante elevada para que el proceso sea rentable; dicha potencia es entregada por este alto voltaje que posee la energía al momento de su producción y posterior transformación, alcanzando unos 800000 voltios, suficientes para llevar la energía hasta la ciudad, donde es distribuida y reducida hasta alcanzar la tensión de 220 o 110 voltios, indicados para el trabajo en el hogar. Si comparamos el voltaje que posee la energía al momento de salir de la central con el que tiene al llegar a la puerta de nuestra casa, la diferencia es bastante considerable, lo que se traduce en un gran esfuerzo para el transformador, el cual, al desempeñar su trabajo produce un gran calor, peligroso en cierta medida, por este motivo requiere el uso de un refrigerante; debido a que esta expuesto a la intemperie, tiene que soportar las adversidades del clima, llegando a extremos en los que su temperatura supera sus capacidades, produciendo un recalentamiento y posterior caída de su infraestructura, lo que genera a su vez una interrupción en el flujo de la corriente, justificando de esta forma la ausencia de fluido eléctrico. Otro fenómeno que está presente en nuestro hogar, y que muchas veces es el causante de muchos accidentes, es el cortocircuito, que no es mas que un circuito en el que se efectúa una conexión directa, sin resistencia, inductancia ni capacitancia, entre los terminales de la fuente de voltaje, es decir, cuando por alguna razón se unen accidentalmente los extremos o cualquier parte metálica de dos conductores de diferente polaridad que hayan perdido su recubrimiento aislante, lo cual saca del camino, por así decirlo, la resistencia, que es todo aquel elemento que se encarga de impedir el paso de la corriente mediante su uso, como puede serlo un bombillo. Esto produce un incremento de la intensidad de corriente, que es la cantidad de energía que debe el conductor transportar, a tal punto

que la capacidad de este se vuelve insuficiente, y puesto que se encuentran las dos cargas, positiva y negativa, existirá la conducta natural entre estas, se repelen; dicho suceso es la explosión que normalmente observamos cuando este fenómeno ocurre. En mi caso personal, alrededor de mis 6 años, como un inocente juego de niños, el cual era conceptualizado como “magia”, pude interactuar con el principio de la electricidad, es decir, la inducción que se le daba a una regla plástica a través de un rozamiento con el saco del uniforme, y el posterior suceso: acercarla a unos pequeños trozos de papel, los cuales atraía de forma sorprendente. Como podemos ver, a lo largo de toda nuestra vida, hemos interactuado con eso que la historia ha llamado electricidad desde hace más de 400 años, y que seguramente va a permanecer con nosotros durante un largo tiempo. Ahora que podemos, descubramos ese, hasta ahora, extraño mundo en el que vivimos a diario, encontrando lo que para muchos constituye un misterio inalcanzable.

PRESENTADO POR: YEISON ALEJANDRO FLOREZ BALLEN....