La primera entrevista con el psicoanalista, prefacio de Fracoise Dolto a Mannoni PDF

Title La primera entrevista con el psicoanalista, prefacio de Fracoise Dolto a Mannoni
Course Psicología Clínica De Niños Y Adolescentes
Institution Universidad de Belgrano
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Resumen del prefacio hecho por Francoise Dolto al texto de Manoni...


Description

La primera entrevista con el psicoanalista, prefacio de Fracoise Dolto a Mannoni Dolto hace el prefacio al libro de Mannoni, planteando problemas de profilaxis mental de trastornos afectivos y sociales. Desarrolla problemas esenciales que expone el libro de Mannoni: 1) Especificidad del psicoanálisis. Hoy en día la psicotecnia está muy difundida, no hay niños en las grandes ciudades que en el transcurso de su escolaridad no se sometan a tests individuales o colectivos, y también se observan en empresas y otras instituciones. El psicoanálisis se conoce en todas partes, pero según el autor debemos inquietarnos frente a tantas consultas “psi” para padres que se convencen a sí mismos de su incompetencia educativa, y están listos a dejar sus responsabilidades paternas en manos de expertos. Muchas personas, incluso médicos, consideran que el psicoanalista es capaz de hacer determinada cosa, de influir, estimular etc. y que va a actuar como con un remedio para que el sujeto se comporte bien. En realidad, el psicoanalista no agrega algo nuevo, sino que permite encontrar los procesos inconscientes pero dirigiendo al paciente mismo a ellos. 2) Especificidad del psicoanalista, su escucha. El libro de Mannoni muestra el primer paso de un consultante que concurre por problemas suyos o de un ser querido pidiendo ayuda al psicoanalista, generando que cada lector se sienta aludido en un nuevo modo de pensar las conductas humanas y sus trastornos. La escucha del psicoanalista logra que su discurso se modifique y asuma un nuevo sentido a sus propios oídos. El psicoanalista escucha sin juzgar y por más que las palabras de los pacientes son las que dicen siempre, la escucha del psicoanalista es un llamado a la verdad que busca profundizar su propia actitud fundamental frente al paso que están dando y que es diferente a cualquier otro contacto con psicólogos, educadores o médicos. El psicoanalista no se enfoca en síntomas que pueden ser aparentemente positivos o negativos por sí mismos, ni la satisfacción o angustia de los padres sino lo que significa el síntoma para el propio sujeto. El psicoanalista permite remplazar el pedido de los padres, por el problema personal, del deseo más profundo del sujeto que habla. Esto lo hace para llegar a un segundo momento que implica que el sujeto encuentre por sí mismo su propia verdad, y esto se genera a partir de la transferencia. El rol del psicoanalista consiste en una presencia humana que escucha 3) Relaciones dinámicas inconscientes padre-hijos. Patogenia o salud mental. Los ejemplos del libro de Mannoni muestran que donde el lenguaje se detiene, sigue hablando la conducta. Cuando el niño está perturbado encarna mediante sus síntomas las consecuencias de un conflicto vivente, familiar o conyugal que está aceptado por sus padres. El niño se convierte así en portavoz de los padres, reflejando sus propias angustias que son una reacción frente a las angustias de los padres. 4) Complejo de Edipo y resolución. Patogenia. Profilaxis de sus trastornos. Lo que tiene importancia no son los hechos reales vividos por un niño, sino el conjunto de las percepciones del niño y el valor simbólico que asumen estas percepciones para el narcicismo del sujeto. El valor simbólico depende del

encuentro entre sujeto con una experiencia sensible y de las palabras o la ausencia de ellas con respecto al hecho. Lo que el sujeto desea en su vida solitaria y silenciosa puede percibirse a nivel imaginario y protegido de esa forma contra la incongruencia entrevista por él en relación con toda palabra verdadera intercambiada. 5) Sustitución de los roles en la situación triangular padre-madre-hijo Toda asimilación de la madre al rol de padre es patógena, ya sea que el padre está ausente o que la madre considera que el padre es incapaz y toma su lugar. Haciendo esto la madre se está refiriendo a su propio padre o sino un hermano, o a su propia homosexualidad latente. Si el padre remplaza en su rol a la madre tmb es patógeno. Toda situación en la que el niño sirve de prótesis a uno de sus padres, progenitores, hermanos, abuelos es patogénico, sobre todo si no se le dice al niño que puede escapar de esa situación con libertad. También resulta patogénico cuando los padres son impotentes y son remplazados por otra persona, ya que por más que hay una triangularización, la persona que remplaza no está marcada con una rivalidad sexual porque no tiene relación con el padre/madre como sí lo tiene un conyugue genital. La posibilidad de que un psicoanálisis cure a niños o personas que han sido formadas antes de los 5-7 años con referencias simbólicas falsas, se basa en la verdad que el sujeto puede hacer surgir en el transcurso del mismo. Cuando surgen en la transferencia sentimientos y afectos relacionados a afectos y sentimientos verdaderos hay posibilidad de cura. 6) Complejo de Edipo y su resolución, patogenia o profilaxis mental de sus trastornos. El libro proporciona una comprensión de las consecuencias del complejo de Edipo como etapa decisiva que todo ser humano atraviesa una vez que tomó conciencia de su pertenencia al género humano y que porta un único sexo. La estructura ICC del niño se produce frente a la ley prohibitiva del incesto, y las distorsiones que padece el surgimiento como persona humana en relación con el deseo de cada uno de los padres. La organización del complejo de Edipo instaura desde los 3 años la incertidumbre de su sexo, y se resuelve con la resolución del Edipo, y el desprendimiento del placer incestuoso. Mucha gente rechaza la universalidad del Edipo “cuando un niño quiere casarse con su mamá o una nena con su papá son cosas de niños, no lo dicen en serio” pero el niño si lo dice en serio y es gracias a la encarnación de ese deseo, que aún no es vivido como incesto, que constituye psicológicamente su cuerpo. Este deseo de posesión, de domino sobre el objeto parental se expresa con sentimientos que llevan a la familia a efectos de extrema violencia, hasta el punto en algunos casos de quebrar hogares que eran frágiles pero hubiesen perdurado sin las reacciones celosas de los padres con los hijos. Esto choca con el deseo sexual de cada adulto hacia el otro. El niño crece con la esperanza de que su deseo se cumpla algún día, de que logrará poseer al padre del sexo opuesto y esta esperanza es lo que le da valor al mundo familiar. Llegando a los siete años renuncia a todo esto, y si no lo hiciera se produce un bloqueo masivo en la evolución del niño y este trastorno sería irremediable sin psicoanálisis. Podrá tener muy buen desarrollo de la memoria, buenas notas en el colegio etc pero será un impotente sexual para la edad. La imaginación que está ligada a ese amor incestuoso ICC sigue siendo la de un niño,

entonces la adaptación que logra es únicamente una apariencia, una frágil fachada. Es impotente sexual en el sentido de que es impotente como creador. Si no logra adquirir la consciencia sobre la ley que rige la paternidad y relaciones familiares, sus actos estarán condenados a la confusión, desorden y fracaso. Su moral seguirá siendo la misma que de un infante: el bien y el mal dependen de lo que mamá o papá digan y todo está justificado por los deseos latentes incestuosos, incluso los roles imaginarios mediante los cuales logra impone su propia ley en la sociedad. En la pubertad se reactivan los deseos edípicos que no fueron superados a los 7 años, y surge la culpa y vergüenza. Si para los 13 años no se superó el Edipo correctamente se pueden prever trastornos sociales graves desde los 18 años, momento en el cual la vida genital debería asumirse con orgullo y socializar en un medio mixto. La resolución edípica consiste en una aceptación de la ley de prohibición del incesto, de renunciar a nivel imaginario al deseo de contacto genital con el progenitor y la rivalidad sexual con el del mismo sexo. También implica un duelo de la vida imaginaria infantil, y una aceptación de una eventual muerte de los padres sin sentir culpabilidad al pensar en ella. El niño dejará de tener pesadillas relativas a escenas de oposición por celos, y comienza a desinteresarse por la vida íntima de sus pares, y los observa más en sus relaciones sociales con otra gente, con sus amigos para imitar esas relaciones con sus propios grupos sociales. Se observará que se superó correctamente el Edipo cuando el niño traspasa la situación emocional triangular vivida en su flia al ambiente externo: la escuela, actividades lúdicas con dos o tres amigos verdaderos, y por lo contrario el que no lo ha resuelto sigue muy dominado por el ambiente emocional de su relación con el padre o la madre: puede entrar en conflicto por celos con sus compañeros, del mismo modo que siente los celos edípicos que están aún presentes. La relación triangular madre-padre-niño marca al humano por el priori simbólico que hereda en el momento de su nacimiento, lo que van a esperar sus padres de él. Todo ser humano por el simple hecho de su existencia en un cuerpo, posee una imagen del hombre y de la mujer complementarias y ubica esta imagen en los padres que lo educan y es gracias a esa asociación con personas reales que él mismo logrará desarrollarse, identificándose con ellos. Los casos patológicos son la mímica de un discurso no verbalizado que afirma o anula la dinámica del sujeto por quien se consulta. Los descubrimientos clínicos psicoanalíticos imponen la comprensión dinámica de los trastornos de los niños mediante el análisis de las dificultades en cadena que se remontan a las carencias de los abuelos o generaciones anteriores. Se trata de una neurosis familiar, de represiones causadas por una carencia sucesiva de resoluciones edípicas. 7) La sociedad (la escuela) su rol patógeno o profiláctico En Francia, “el drama” de los niños ocurre debido a horarios y programas obsesivos en las escuelas, que no les permiten ningún margen de acceso a la cultura, olvidando que los deberes son medios, y no fines en sí mismos. Según el autor, se evitarían muchos trastornos si el aprendizaje de las temáticas escolares (lectura, escritura, combinaciones aritméticas etc.) se diera luego de la dominación plena del lenguaje y de la motricidad lúdica. El sistema escolar con la división de grado por edades se impone a la expresión de sí mismo, y todo ser humano considera que esto es una exigencia vital. Esto produce un gasto de energía muy grande sin ningún beneficio, y podría quedar en libertad si el sistema escolar permitiera el acceso a las curiosidades inteligentes de los niños en vez de impedirlas. “pido que los jóvenes franceses no sean más esclavos de programas

impersonales impuestos y artificialmente paralelos: tal nivel de cálculo que corresponda a tal nivel de gramática.” Lo más grave, según Mannoni, es que los padres busquen imponer todo esto a sus hijos deprimiéndose cuando llevan malas notas. El deseo de los padres, impuesto en nombre de la sociedad (la escuela) impide el desprendimiento de los padres en relación a sus hijos y vicevera. Se observan niños sometidos a los engranajes de una maquinaria administrativa, la escuela, en donde la disciplina solo puede surgir en cada niño. La escuela obligatoria, en vez de lograr que los niños se mantengan sanos conservándose creativo y desprendiéndose de sus dificultades edípicas como debería, se convirtió en una empresa de competencia exhibicionista. La escuela representa un síntoma grave de neurosis. Esto no quiere decir que la inadaptación represente un signo de salud, pero los ciudadanos con mayor valor han surgido de niños que se llamaba inadaptados. La carencia cultural que implica la escolarización pueden ser compensados a veces por intercambios con el medio, pero solo las clases sociales más altas se pueden permitir el acceso a distracciones más o menos costosas que asumen este valor cultural. ¿Qué puede hacer el resto que se ve obligado a una escolaridad que no les interesa y que quedan al margen de intercambios culturales que podrían enriquecerlos? El rol del psicoanalista será permitir que un sujeto neurótico o enfermo mental descubra su sentido, y también alertar sobre las carencias de la educación estatal, con sus métodos muy a menudo patógenos....


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