Nociones Santo Tomás DE Aquino selectividad PDF

Preview

Summary

nociones santo tomas selectividad de murcia año 2020...

Description

NOCIONES SANTO TOMÁS DE AQUINO 1. Movimiento v primer motor. El primer par de nociones, que tiene que ver con la primera vía, nos remite al significado del movimiento, puesto que el primer camino de demostración se basa en el hecho del movimiento. Entendido como el paso de la potencia al acto, como actualización de una potencia, es sinónimo de cambio tanto en Aristóteles como en Santo Tomás, mientras que el movimiento local representa sólo un tipo de cambio. Recordemos algunos términos: Potencia: ser en potencia significa para Aristóteles la capacidad de llegar a ser algo que todavía no se es, pero que se puede ser. Por ejemplo, una semilla es un árbol en potencia. Acto: ser en acto significa para Aristóteles lo que un ser es de hecho, aquí y ahora. P. ej. "este árbol" es un ser en acto. Para Santo Tomás nada puede moverse a sí mismo, sino que necesita ser movido por otro ser que esté en acto: una potencia no puede actualizarse si no es por obra de algo en acto. No se puede estar al mismo tiempo en acto y en potencia respecto de lo mismo. La argumentación de Santo Tomás concluye en la necesidad de un primer motor que no sea movido por otro, de un motor inmóvil, semejante al aristotélico, bien que difieran las ideas que de Dios tienen el filósofo griego y el teólogo medieval. En efecto, al no ser posible una serie infinita de motores y móviles, parece necesario pensar en un Primer motor que mueva atrayendo hacia sí. 2. Causa eficiente primera y ser necesario. Este par de nociones considera a Dios como la primera causa eficiente creadora y como el Ser necesario. Se alude por tanto a la conclusión de las vías segunda y tercera, y hemos de tener en cuenta que la segunda vía parte de la constatación del hecho de que se dan en el mundo causas eficientes o productoras del ser de algo, mientras que la tercera arranca de la consideración de lo posible y lo necesario, así como de la existencia de seres posibles o contingentes. Causa para Aristóteles significa condición, esto es aquello sin lo cual no se puede comprender la existencia de un ser o de un fenómeno determinados. Y para Santo Tomás la experiencia de la causa es la experiencia de un orden, ya que cualquier causa eficiente transmite algo de su propio ser al efecto por ella causado. La argumentación de Santo Tomás, siguiendo un análogo patrón, tiene en cuenta que nada es causa de sí mismo (ya que tendría que ser anterior a sí mismo) y que no podemos suponer un número infinito en la serie de las causas. Por eso concluimos en la existencia de una primera causa que da el ser a las demás. Detrás de esta argumentación está la idea de creación. En la tercera vía, el texto nos muestra la existencia de lo posible: seres que pueden existir o no existir, ser producidos o destruidos. A diferencia del ser necesario, los seres posibles no

pueden existir siempre y hubo un tiempo en que no existían. Si todos los seres fueran de esta condición, habría habido un tiempo, por así decir, remontándonos hacia atrás, en el que nada habría existido; pero entonces no existiría nada ahora, ya que de la nadad nada se engendra. La conclusión de Santo Tomás parece lógica: los seres no pueden ser meramente posibles o contingentes (esto es, que no tengan en si mismos la razón o causa de su existencia), sino que existe algún ser necesario, bien sea necesario por sí mismo o reciba su necesidad de otro. Pero en este último caso tampoco podernos remitirnos a una serie infinita, por lo que se concluye en la existencia de un ser necesario por sí, que al mismo tiempo sea causa de la necesidad de los seres que dependen de él. Y a éste es al que llamamos Dios.

3. Ser perfectísimo e inteligencia ordenadora. Ambas nociones consideran a Dios como el ser al que remiten las dos últimas vías: la cuarta, basada en los grados de perfección que pueden observarse en el mundo, y la quinta que parte de la constatación del orden y la finalidad que igualmente apreciamos en la naturaleza. La cuarta vía tiene un origen platónico, y tiene sentido preguntarse en qué difiere de las demás. En el texto habla Santo Tomás de verdad o de bondad entendidas como formas de ser, mientras que los ejemplos que utiliza, extraídos de la física aristotélica, no parecen demasiado acertados. Pero lo importante aquí es saber si, en cualquier orden de cosas, los grados, el más y el menos, se dicen siempre en relación a un absoluto, a un máximo. Santo Tomás entiende que sí y ese máximo es el que todos llaman Dios. Decisiva para entender la cuarta vía es la noción platónica y metafísica de participación, ya que aquí está presupuesta: los seres son más o menos reales, buenos o verdaderos en la medida en que participan de algo que es absolutamente ser, bondad, o verdad. La última vía, en fin, tiene en cuenta lo que Santo Tomás llama el gobierno del mundo y parte del orden y la finalidad que en él puede apreciarse. Así, los seres que carecen de conocimiento y, no obstante, tienden a un fin, no son movidos por el azar sino, en última instancia por una inteligencia que ordena todas las cosas a su fin propio, que es causa final del mundo y que solemos llamar Dios. El orden del universo se realiza pese a las cualidades diferentes y hasta contrarias que tienen los distintos seres. Es obvio que Santo Tomás está pensando en la Providencia divina y su misterioso gobierno del mundo.

4. Existencia de Dios y existencia del mal.

El antiguo problema de hacer compatibles la existencia de Dios y la realidad del mal lo plantea Santo Tomas al comienzo del articulo 3. Se trata de la primera objeción por la que parece que Dios no existe. La otra objeción también es muy importante, pues viene a decir que puesta la naturaleza, como principio explicativo, sobraría toda referencia a lo sobrenatural y divino. Y dicho planteamiento lo hace en un doble sentido, primero metafísico y luego moral. Consideremos el primero: si puestos dos contrarios (Bien y mal) uno es infinito, el otro quedaría anulado, no tendría que existir. La solución metafísica no aparece claramente expuesta en el texto, más viene a ser un intento de hacer compatibles la coexistencia de un Ser infinito (Dios, el puro Acto de ser) y de los innumerables seres finitos (la creación toda, los seres que reciben su existencia por participación). No hay proporción entre la realidad de Dios y la de los seres creados, ya que éstos no añadirían nada a la simplicidad y perfección del Ser. La infinitud de Dios (del Bien) no anula a su contrario (el mal) ni absorbe o anula a los seres finitos, supuesta al inconmensurabilidad entre el ser de Dios y el de cualquier criatura finita. Santo Tomás concibe el mal como privación, como carencia o falta de ser. En su respuesta a la objeción, al final del texto del artículo 3, el teólogo alude al aspecto moral del problema: Dios sólo permite el mal para sacar de él un mayor bien. El mal, por tanto, es relativo: no puede corromper absolutamente al bien, depende y deriva de éste y no perdurará, puesto que nada es esencialmente malo ni malo por completo. Dios no es causa del mal en tanto que creador., su causa es la voluntad y acción defectuosas. Mas ello no le impide decir a Santo Tomás que Dios es causa del mal de pena (que tiene que ver con la privación y es el que Dios impone para evitar la culpa) pero no del mal de culpa (que se origina en la voluntad cuando es desordenada). Dios impone la pena para evitar la culpa....