Novena A SAN JOSE por arreglar PDF

Title Novena A SAN JOSE por arreglar
Author Marcela Rios
Course Español
Institution Universidad Cooperativa de Colombia
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Summary

SAN JOSE...


Description

NOVENA A SAN JOSE Por la señal... Padre Santo: Unidos a María Santísima, la Inmaculada Concepción y siempre Virgen, de quien somos esclavos, por ser Ella tu Esclava por amor, a San José, varón prudente y justo, a los ángeles y a los santos, te suplicamos con humildad y con amor: Danos el Espíritu Santo. Señor, amadísimo Señor: Danos el Espíritu Santo. Amén, Amén, Amén. (Acta 372) Acto Penitencial Dios de la Misericordia y del perdón: Ten compasión de mi. Tú eres el agua viva que santifica y perfecciona: lléname de Ti Destruye mi maldad con tu pureza; fortalece mis debilidades con Tu gracia; transfórmame con Tu poder. Yo no puedo ser perfecto sin Tu ayuda; Tú no puedes perfeccionarme, sin mi voluntad, no por falta de poder, sino por exceso de Misericordia. Dios mío: te doy mi voluntad para que Tú me perfecciones. Hazlo ahora, Señor. Destruye mi maldad. Lléname de Ti, ahora y aquí, Dios y Señor mío. Amén. (Acta 721) Oración para todos los días Dios mío: Sella mis labios, para que no haya en mi otra palabra que tú mismo. Sella mi corazón para que no tenga otro deseo que a ti mismo, mi amadísimo Señor. Sella mis ojos para que no tenga a mi vista otra realidad que tu presencia. Señor mío y Dios mío lléname de ti en todo instante, y , por amor a la que en ti y por ti es tres veces santa, a María la Inmaculada Concepción y siempre virgen, dame la gracia de proveer a los hogares con tu presencia ; Jesucristo, integrando siempre, siempre bendiciendo las familias. Dame el gozo amado mío de velar el sueño de los justos y de ser, como es tu voluntad el consejero eficaz y desvelado de todos los creyentes. Amén. Amén. Amén. (Acta 154) Primer Día La Prudencia, el Amor y la Fidelidad son los sellos que caracterizan a José: Para "Hacer de ustedes verdaderos testigos de la Encarnación, sacrificio, muerte, resurrección, vida, acción y modo de ser y hacer de Jesucristo, el testigo, por excelencia de la existencia y Estilo del Padre Omnipotente que tienen en el cielo y en la tierra. ¿Para lograrlo, qué deben hacer? Primordialmente, obsérvenlo a él, a José, en su fiel y amorosa relación con Dios Padre, con su hijo Jesucristo, con la santísima virgen y con todos y cada uno de sus prójimos. Sus primeras enseñanzas fueron: el amor, la prudencia y la fidelidad. Como consecuencia, háganse estas preguntas: 1. ¿Yo amo, sin esperar ser amado? 2. ¿Yo soy prudente cuando amo? 3. ¿Yo soy fiel y, como consecuencia, sirvo cuando amo, sin esperar recompensas de ninguna clase? Lean, relean y mediten, Mt. 1, 18-25. La prudencia, el amor y la fidelidad, son los sellos que caracterizan y distinguen a José. La prudencia, el amor y la fidelidad deben ser los rasgos característicos de ustedes,

los hijos de la madre de Dios, como José y como María Santísima. Piensen, mediten y reflexionen." (Acta 1607) Oremos: San José, varón prudente y justo. Enséñame a ser igual que tú. Ora por mí. Amén. (Acta 171) Gozos para todos los dias: San josé, varón prudente y justo: sé mi acompañante permanente y fiel. De la noble estirpe de Israel, se ha escogido a un varón que cumpliese la misión, de custodio del redentor. San josé, varón prudente y justo: sé mi acompañante permanente y fiel. Maestro en la prudencia Fidelidad, servicio y amor El casto prudente y justo Esposo de María madre del Señor San josé, varón prudente y justo: sé mi acompañante permanente y fiel. Varón que agrada siempre a Dios Padre putativo de Jesús Servidor ferviente y oportuno Garantía nuestra en la presencia de Dios. San josé, varón prudente y justo: sé mi acompañante permanente y fiel. Testigo abandonado en la voluntad del padre Protector y guía de la familia, Modelo de obediencia en la iglesia y en el mundo, Misionero y ministro de la buena nueva. San josé, varón prudente y justo: sé mi acompañante permanente y fiel. Carpintero infatigable, de inocencia consiente y portentosa, Varón de Dios excelso y grande, El bien amado, de presencia misteriosa. San josé, varón prudente y justo: sé mi acompañante permanente y fiel. Honor de la vida doméstica, Ángel guardián de la virginidad, Santo patrono de los moribundos, de ellos su consuelo y bienestar. San josé, varón prudente y justo: sé mi acompañante permanente y fiel. Santo del imperturbable amor a Dios Caridad encarnada Modestísimo adorante Intercede por nosotros ahora y siempre San josé, varón prudente y justo: sé mi acompañante permanente y fiel. Oración Final para todos los dias: A vos bienaventurado san José, acudimos en nuestras tribulaciones, y después de implorar el auxilio de vuestra santísima Esposa, solicitamos también confiadamente vuestro patrocinio. Por aquella caridad que con la Inmaculada Virgen María, Madre

de Dios, os tuvo unido, y por el amor paternal con que abrazaste al Niño Jesús, humildemente os suplicamos, que volváis benigno los ojos a la herencia que con su Sangre adquirió Jesucristo y con vuestro poder y auxilio, socorráis nuestras necesidades. "San José, varón prudente y justo: Ayúdame a ser casto. Ayúdame a ser santo! Ora por mí, ahora y siempre. En la hora de mi muerte asísteme y junto con María mi Madre, llévame a Jesús mi salvador. Amén, amen, amén" (Acta 689) Segundo día Acto Penitencial y oración para todos los dias. Confianza y abandono Para lograr el amor, la prudencia y la fidelidad de José, es confiar y abandonarse en el amor, la fidelidad y la prudencia de Dios, transmitida por la acción del Espíritu Santo. El Espíritu Santo es la luz y, si, El es la luz encendida en la vida de ustedes, para ser santificados, no busquen nada más. Él y lo de Él, les basta para acertar y seguir sin riesgo por el camino que es el Padre. ¿Lo entienden? ¿Me entienden? Crean, confíen, esperen. Piensen, mediten, reflexionen. Oremos San José: une tu súplica a la nuestra. San José: ora por nosotros. San José: ruega por nosotros. (Acta 125) [Gozos y Oración final] Tercer día Acto Penitencial y oración para todos los dias. Observen, admiren e imiten a San José Si en alguna de las creaturas humanas se reflejan ostensiblemente: el amor, la prudencia y la fidelidad de Dios, es en José, a quien las sagradas escrituras llaman: "Justo", lean, relean y mediten: Mat 1, 19. La justicia y la prudencia son hermanas. Están en la cúspide del amor; por eso, Pablo narra en 1 Cor 13, 13. "Ahora subsisten la fe, la esperanza y la caridad, estas 3: Pero la mayor de todas ella es la caridad". O sea el amor. Por su fidelidad en el amor, José es con su vida y con su ejemplo, como la estrella de Belén: señal segura que indica el punto de Encuentro, entre el cielo y la tierra. El vientre inmaculado de la Inmaculada Concepción y siempre virgen. Piensen, mediten, reflexionen. (Acta 1607)

Oremos: San José, varón prudente y justo: Sé mi acompañante permanente y fiel. Amén, amén, amén. (Acta 1607) [Gozos y Oración final]

Cuarto día Acto Penitencial y oración para todos los dias. San José, Modelo del hombre Inviten al Santo José. El, como es su modo, permanece siempre, en silencio, al lado de la Virgen. Oigan sus luces y consejos. Háganlo patrono de sus causas. El, por su prudencia, ha merecido los más altos honores dados a criaturas terrenales. Mereció ser padre putativo del que Es, encarnado para el bien en las entrañas de la Virgen. Y, tal es, apenas un grado inferior al de María. Hónrenlo. Amar a José es signo de buen avance en nuestra marcha. Invóquenlo. El es solícito. Y alcanza mucho de nosotros. Incorpórenlo en la oración de integración y reconciliación, especialmente de los hogares y familias.( Lección 27) Oremos: San José, varón prudente y justo. Enséñame a ser igual que tú. Ora por mí. Amén.. (Acta181) [Gozos y Oración final] Quinto día Acto Penitencial y oración para todos los dias. La Misión de San José En las sagradas escrituras descubrimos con claridad perfecta, dos motivaciones en la razón de la Misión de San José: La Primera: atender, humanamente, la manutención, custodia y protección del Salvador y de su Madre. "José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo" (Mt. 1, 20) Esta primera finalidad, como todas, las cumplió José sin titubeos, con fidelidad insuperable y con esmero, fue para ellos, como el siervo fiel que sirve con prudencia; que es diligente; que es leal y que es oportuno. La segunda finalidad de la misión de José, fue salvar humanamente al niño y a su Madre, de la perversidad de Herodes, y de los malvados que cumplían sus órdenes. "San José, ¡Qué hombre! ¡Qué Santo! ¡Qué justo! ¿Creen que fue fácil ser el protector perfecto - desde su aspecto humano - del Hijo del Dios vivo? ¿Creen que fue fácil compartir con la Virgen el secreto y la entrega de la Virginidad corporal por amor a Dios, a pesar de todos los riesgos que eran previsibles: murmuración y condena ante la esterilidad, etc.? ¿Lo comprenden? Y ¿Creen que fue fácil vivir en la práctica todos los horrores de mantener mi protección a pesar de todo, en medio de un mundo tan adverso y con unas circunstancias tan adversas? Piensen en todas las pruebas vividas por José para salvarme, conservarme y mantener en secreto el honor de mi Secreto. José, como María en la Sagrada Familia en un modelo, de fe, de amor y de esperanza." (Acta 958) Oremos: San José, varón prudente y justo. Enséñame a ser igual que tú. Ora por mí. Amén. (Acta 181)

[Gozos y Oración final] Sexto día Acto Penitencial y oración para todos los dias. San José, protector de los hombres José, a partir de hoy, es una nueva asistencia, para ustedes. Su firma será de cinco rayas, cuando hable. Significando, ese número de rayas, la Estrella de Belén, que brillará y que está rondando sobre el mundo en este tiempo, como tal ocurrió en tiempos de él, sobre el pesebre, significan también, la flor de la pureza, con la que su castidad e inocencia es manifiesta. El, a excepción del pecado original, no tuvo otro pecado. Porque, sin el pecado original, solamente María fue creada. Pero limpio del pecado original, José es la pureza encarnada. Es la inocencia consciente y portentosa. Por eso, varón de Dios, lo es. El excelso; el grande, el bien amado. Alábenlo. Hónrenlo. Imítenlo. Fue "Mí bastón de ciego", para protegerme de las torpezas de los hombres, protegiendo a la Virgen con su amor. (Lección 27) Oremos: San José: une tu súplica a la nuestra. San José: Ora por nosotros. San José: ruega por nosotros. (Acta 125) [Gozos y Oración final] Séptimo día Acto Penitencial y oración para todos los dias. "El que tiene a Dios perdona, comprende, ama, sirve" José estaba lleno de Dios y, como tal, no podría ser sino perdón, porque era amor. Tenía el amor de Dios. Vean cómo se aclaran los misterios para ustedes. Aún los misterios del propio corazón del hombre. El que ama justifica; porque, Dios, que es amor, los justifica. El que ama, no condena. Salva. Este es el papel también corredentor, por gracia, de José, el justo. El es la inocencia reflejada de Dios y en él configurado. El es reflejo del Dios Padre, que es prudente. Ámenlo. Óiganlo. Su voz es tenue; pero clara. Síganlo. Imítenlo. Mírenlo al lado de María. (Lección 27) Oremos: San José, varón prudente y justo: Sé mi acompañante permanente y fiel. Amén, amén, amén. (Acta 1607) [Gozos y Oración final]

Octavo día Acto Penitencial y oración para todos los dias. Imiten a José Imitar y orar como José es obtener la gracia de ser fieles a Dios, a María y a la Iglesia. Abrir el corazón como María, la Inmaculada concepción y siempre virgen y como Jesús. Es decidirse a morir a todo. El no tener miedo y el recordar que no es digno aquel que separa su mano del arado, para ello invoquemos a San José. Repitiendo: • "Ave María. • San José: asísteme. • Ave María" "Nombrar a José y repetir Ave María, protege, ampara y defiende contra los tres enemigos del hombre, que enemigo de Dios lo son: mundo, demonio y carne. Invoquen las familias, para su protección y permanencia, la protección y asistencia de José" (Acta 154) Oremos: San José, varón prudente y justo. Enséñame a ser igual que tú. Ora por mí. Amén. (Acta 181) [Gozos y Oración final] Noveno día Acto Penitencial y oración para todos los dias. San José Varón Prudente y Justo Gracias al silencio, María, la Virgen, y José, el prudente, albergaron la Palabra, el Verbo de Dios y fueron sus Guardianes. Ellos prefiguran la Iglesia, guardiana del tesoro de Dios su Verbo, su Palabra, su Doctrina, a través de los siglos, sobre el mundo. La Iglesia, a semejanza de ellos, es el gran silencio, en el que habla la Palabra de Dios, que es Jesucristo, el Salvador, Dios verdadero y hombre verdadero, luz y sal del mundo, el Señor, el único Señor, en unidad imperecedera con el Padre celestial y con el espíritu Santo, en el misterio incomprensible para ustedes, de la Santísima Trinidad. Por el silencio, el prudente, que es el sabio con la sabiduría de Dios, cuando sufre calla, y, de ese silencio, brota como el agua viva de la roca muda, una sola palabra: la oración. El prudente ora y bendice con la silenciosa entrega de su vida, cuando, por la misma causa, que es el dolor, motivado por cualquier circunstancia (sufrimiento físico, sufrimiento moral, calumnias, malos tratos, injurias, injusticias, etc.), el fatuo se deshace en maldiciones e improperios y adopta las conductas periclitadas a cuál más absurdas. Ustedes los Hijos de la Hija de Dios aprendan a callar. Hagan del silencio un estilo para ustedes como lo fue de María, la Virgen, y de José, el Prudente. (Acta 959) Oremos San José, varón prudente y justo: Sé mi acompañante prudente y fiel. Amén, amén, amén. (Acta 1607) [Gozos y Oración final] Consagración a San José

Yo___________ me consagro a Ti, querido San José, a fin de que seas para mí un padre un protector y un guía en el camino de la vida. Deseo que conserves mi Alma limpia de toda mancha de pecado, Para que sea toda hermosa y pura para Jesús. Nos consagramos a María Santísima nuestra, madre, maestra y modelo para nosotros, para que Ella me consagre a Jesús. De este modo, viviendo siempre en vuestros tres corazones, pueda yo vivir cumpliendo la voluntad de Dios y al final me obtengas una santa muerte. San José, varón prudente y justo: sé mi acompañante permanente y fiel. Amén, amén, amén. (Acta 1.607)...


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