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PRÁCTICA 3: Conferencia de Bandung (1955) El 18 de abril de 1955 tuvo lugar uno de los más importantes sucesos diplomáticos del siglo XX. Ceilán, India, Pakistán, Indonesia y Birmania convocaron para una conferencia a los delegados de 29 países entre África y Asia. La principal intención de esta Conferencia era tratar la conveniencia de la unión de los esfuerzos de estos países en un mundo desolado asolado por la Guerra Fría. Estos países pretendían desvincularse de la política de bloques y requerían un trato igualitario. Asimismo, criticaban el trato desigual que sufrían por las sociedades occidentales y los restos del colonialismo existente todavía en el mundo. Durante los siglos XIX y XX, la superioridad industrial y militar de los países occidentales les había permitido dominar la una gran parte de África y Asia. Lo hacían justificándose en la superioridad racial y en la búsqueda de nuevas fuentes de riqueza. No obstante, es justificación tapaba un interés mayor: una sistema de explotación económica y de sometimiento a los intereses de los distintos países conquistadores de forma injusta e inmoral la mayoría de veces. Sin embargo, durante el siglo XX el desarrollo de una serie de sucesos en Europa, como la I y II Guerra Mundial o la Revolución Rusa o el nacionalismo exacerbado, suscitaron la irrupción de grupos y partidos independentistas naturales de las colonias que quería acabar con esa situación de sumisión. A principios del siglo XX, más del 80% del mundo se encontraba bajo el poder de las potencias europeas, no obstante a mitad del siglo tras la II Guerra Mundial la mayoría de las colonias sometidas lograron su independencia. Este conflicto bélico que marcó la historia mundial fue el punto de inflexión del fin de la etapa del imperialismo europeo. No obstante, emergería más adelante un nuevo periodo conocido como neocolonialismo. Por su parte, en la creación de la ONU, se exaltó las grandes desigualdades e injusticias del mundo tras las guerra. Al establecer objetivos como la paz, la igualdad, la justicia; ese predominio de las potencia sobre las colonias ya no tenía una justificación. Además, la ONU pretendía la autonomía de las colonias. Cada vez más, se iba incrementando en las colonias un fuerte espíritu de independencia en muchos países que reivindicaban la liberación de la dominación occidental. Asimismo, hay que añadir que en los países occidentales empezaban a nacer una fuerte crítica hacia el imperialismo colonial pues la población comenzaba a ver

aspectos negativos de ello, sobre todo económicos. Al mismo tiempo, cada vez más se expandía nuevas corriente ideológicas como el comunismo, el nacionalismo o la reivindicación de las propias identidades religiosas diferentes al cristianismo predominante. Unido todo esto, agravaron el sentimiento separatista en Oceanía, África y Asia. Aparecieron personajes destacados como Gandhi en India, Nasser en Egipto o Sukarno en Indonesia, entre ellos, que fueron líderes en los movimientos de liberación. Una vez acabada la guerra, distintas colonias, lentamente, comenzaron a conseguir su independencia de sus respectivos países dominantes. Comenzó en Asia, con la liberación de Corea y la actual Taiwán en 1945; en 1946 Estados Unidos otorgó la autonomía a Filipinas, India y Pakistán en 1948, Indonesia en 1949; y otros más. Todas estas colonias perseguían un interés común de defender sus derechos, libertades y acabar con el yugo que les imponían los países occidentales. Se hizo un intento de reunir a estos nuevos países emergentes en 1947, pero no sería hasta 1955 cuando finalmente se llevaría a cabo en Indonesia la Conferencia de Bandung en la que participaban distintos territorios de África y Asia. Fue ideada por Sukarno (Indonesia) y Nehru (India) y por otros líderes (Sri Lanka, Pakistán y Birmania), a la que fueron invitados otros 25 países; con la intención de defender sus interese comunes y llegar a vías de actuación conjuntas. La Conferencia se dio entre el 18 y el 24 de abril de 1955 y participaron 23 países asiáticos y 6 africanos, 29 países en total (entre ellos Libia, Sudán, Siria, Irak, Camboya, Vietnam, Filipinas, Tailandia…); y además de algunos territorios que todavía no habían conseguido la emancipación (como Marruecos y Túnez que más tarde sí la consiguieron en 1956 y 1957 respectivamente). Otro de los propósitos de esta Conferencia era quedar al margen de la luchas de bloques que se estaba dando en occidente por la Guerra Fría, dando lugar al movimiento de no alineación. Apoyándose en los principios de la ONU, Independencia y soberanía de los territorios dominados por los países occidentales, autodeterminación, poner fin al racismo, pacifismo y cooperación internacional para el desarrollo; son los objetivos principales que se establecían en la Conferencia, si bien estos no iban a ser fáciles de alcanzar. Asimismo, todos los participantes se comprometieron al impulso y garantía de la coexistencia pacífica, desarme, prohibición de armamento atómico y la cooperación internacional con el objetivo de luchar de manera eficaz contra el subdesarrollo. La Conferencia de Bandung tenía como objetivo principal establecer un compromiso global en el que se dieran las condiciones adecuadas para poder establecer sociedades emergentes y con peso democrático compuestas con los mismos principios y valores, no

pretendía involucrase en la guerra que sucedía en el mundo, apoyando los compromisos de la ONU. Al final de la Conferencia los delegados promulgaron la declaración de Los Diez Principios de Bandung, que básicamente refleja de manera clara y concisa los objetivos que pretendía nombrados anteriormente: 1. Respeto por los derechos fundamentales del hombre y para los fines y principios de la Carta de las Naciones Unidas. 2. Respeto para la soberanía y la integridad territorial de todas las naciones. 3. Reconocimiento de la igualdad de todas las razas y de todas las naciones, grandes y pequeñas. 4. Abstención de intervenciones o interferencia en los asuntos internos de otros países. 5. Respeto al derecho de toda nación a defenderse por sí sola o en colaboración con otros Estados, en conformidad con la Carta de las Naciones Unidas. 6. Abstención de participar en acuerdos de defensa colectiva con vistas a favorecer los intereses particulares de una de las grandes potencias. b) Abstención por parte de todo país a ejercitar presión sobre otros países. 7. Abstención de actos o de amenaza de agresión y del uso de la fuerza en los cotejos de la integridad territorial o de independencia política de cualquier país. 8. Composición de todas las vertientes internacionales con medios pacíficos, como tratados, conciliaciones, arbitraje o composición judicial, así como también con otros medios pacíficos, según la libre selección de las partes en conformidad con la Carta de las Naciones Unidas. 9. Promoción del interés y de la cooperación recíproca. 10. Respeto por la justicia y las obligaciones internacionales. Las ideas eran claras y las intenciones eran buenas sin embargo, con la Guerra Fría, fue un gran impedimento para la resolución de esos objetivos. No llegó a cuajar del todo pues, por ejemplo, Vietnam quedó fragmentado en dos lo que produjo en un enfrentamiento que desencadenó una guerra civil (1957-1975); también India y Pakistán se enfrentaron por Cachemira lo que produjo varios conflictos y que se desarrollase un programa de armamento nuclear. Como podemos ver, ciertos países se saltaron rápidamente los compromisos establecidos en la Conferencia. Asimismo, los países de Oriente Medio se acabaron posicionando en la Guerra Fría.

Los países de Oriente Medio se acabaron posicionando en el marco de la Guerra Fría. Turquía ingresó, por un lado, en la OTAN, y Egipto y Siria se vieron favorecidos por la URSS, al enfrentarse a Israel, que se reconvirtió en el gran aliado de Estados Unidos en la región. Por otro lado, Japón se erigió en una potencia económica mundial, muy alejada de los problemas que aquejarían a otros países, ligando su futuro al de Estados Unidos con varios tratados de colaboración y ayuda. China ha desarrollado su propio programa nuclear (como lo ha hecho Irán), convirtiéndose, a su vez, en la economía más dinámica del mundo. Pero, también, incorporándose de forma ilegal a Nepal. Marruecos, que participó como observador, aún no había alzado su soberanía, se anexionó el Sahara occidental, tras ser evacuado por España, en 1975, sin respetar el derecho de los pueblos a su autodeterminación, y así un largo etc. Por otra parte, a partir de los años 60 se dio otro movimiento separatista en África que permitiría la constitución de nuevos países como Senegal, Mauritania, Nigeria, Kenia, Sudáfrica, Somalia y Chad entre otros. Otros como Angola, Namibia o Mozambique, se dieron más adelante debido a la resistencia de los países colonizadores a desprenderse de ellos. Muchos de los acontecimientos independistas dieron lugar al establecimiento de países con poca o nula tradición política y muchos fueron víctimas del neocolonialismo, es decir, seguían dependiendo económicamente de los países occidentales que impulsaban esa situación. Por ello, dichos países, cayeron en desorden, desestructuración social y violencia provocados por los prejuicios impulsados por los europeos dejándoles una herencia que siguen muchos países, como Malí o República entro-africana, sufriendo a día de hoy. Esta conferencia empujó la descolonización de África. Si bien impidió que la Guerra Fría y el neocolonialismo económico determinasen la fortuna de muchos de ellos, se ocasionaron guerras civiles y herencias negativas que se pueden llegar a relacionar con varios acontecimientos recientes con el 11-S así como la primavera árabe A pesar de todos los intentos, esta Conferencia no resultó con el éxito deseado debido a la gran dependencia económica y los problemas internos con los que contaban muchos territorios lo que les afectaría a largo plazo y desarrollaría otros conflictos. Esta problemáticas tiene su origen al no desarrollar sistemas políticos democráticos lo cual conducía a sociedades injustas y desequilibradas....