Programas de inmunización en hepatitis A y B PDF

Title Programas de inmunización en hepatitis A y B
Author Cristian Pinto
Course Sistema Gastroin. y Nutricion
Institution Universidad de los Andes Colombia
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Summary

Explicar los programas de inmunización contra hepatitisA y B en el marco normativo nacional.Introducción: Como en la mayoría de los problemas de salud pública, la OMS brinda orientación por medio de una serie de documentos a los Estados Miembros. La problemática de la incidencia y prevalencia de la ...


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Explicar los programas de inmunización contra hepatitis A y B en el marco normativo nacional. Introducción: Como en la mayoría de los problemas de salud pública, la OMS brinda orientación por medio de una serie de documentos a los Estados Miembros. La problemática de la incidencia y prevalencia de la Hepatitis A y B alrededor del mundo creó la necesidad de orientación por parte de la OMS. Creándose entonces, documentos guías y con recomendaciones desde el año 2000 hasta sus últimas publicaciones en la presente década. La idea entonces de este RAE, es mostrarles primero cual es el marco normativo internacional y nacional en contra de las hepatitis víricas. Luego de esto hablar un poco del plan nacional de control de las hepatitis virales. Por último, hablarles de las distintas vacunas que se usan actualmente (y todas sus características) para la inmunización de la comunidad para la hepatitis A y B.

Resoluciones de la OMS (Marco normativo internacional): Resolución WHA 58.13 de 2005 - Seguridad de la sangre: propuesta para establecer el Día Mundial del Donante: Como lo dice su título, esta resolución se hizo con el fin de crear el Día Mundial del Donante el 14 de junio de cada año y recomendó que este día sea parte integral del programa nacional de reclutamiento de donantes de sangre. Resolución WHA 63.18 de 2010 – Hepatitis Virales: En esta resolución se instó por implementar o mejorar los sistemas de vigilancia epidemiológica para generar información confiable (para uso en prevención y control) de las hepatitis virales. Básicamente esta resolución quiere pedir todo lo necesario para el manejo epidemiológico de las hepatitis virales (vacunación, sistemas integrados, vigilancia, políticas, estrategias, etc.). Por otro lado, se crea el Día Mundial de la Hepatitis el 28 de julio. Resolución WHA 67.6 de 2014 – Hepatitis: Acá se busca reforzar las estrategias de inmunización para la prevención de la hepatitis. Por otro lado, toda la sangre donada debe ser sometida a pruebas de detección de VIH, hepatitis B y C y sífilis. También dice que es necesaria la aplicación de programas integrales a grupos de riesgo de padecer hepatitis. Por último, revisar las políticas y procedimientos relacionados al estigma y discriminación de las personas que padezcan la enfermedad.

Normatividad Nacional: Decreto 1571 de 1993: Establece que todas las entidades que tomen unidades de sangre, deben de hacer pruebas de detección de anticuerpos del virus hepatitis C y el antígeno de superficie de hepatitis B, entre otras pruebas. Resolución 1841 de 2013: Por medio de esta se adopta el Plan Decenal de Salud Publica 2012-2021. Dentro de lo que hace el plan, se cubre la prevención y manejo de algunos tipos de hepatitis virales. Resolución 0459 de 2012: Se adopta el Protocolo y Modelo de Atención Integral en Salud para Víctimas de Violencia Sexual, el cual contempla vacunación contra hepatitis B y la aplicación de gammaglobulina anti hepatitis B en víctimas de violencia sexual. Esto se fortaleció posteriormente en la Circular 031 de 2014.

Plan nacional de control de las hepatitis virales Objetivo general del plan: Reducir la morbilidad y mortalidad por hepatitis virales, cirrosis y carcinoma hepatocelular derivados de la infección crónica por hepatitis, mediante la implementación de estrategias de promoción de la salud, prevención de la enfermedad, diagnóstico oportuno y atención integral de las personas infectadas. Componentes del plan (Líneas operativas y ejes):

Objetivos a partir de las líneas operativas: Promoción de la salud: Objetivo 1: Promover prácticas y entornos saludables que contribuyan a la reducción de la morbilidad por hepatitis virales. Gestión del riesgo – Prevención y control de la transmisión de las hepatitis virales: Objetivo 2: Reducir la transmisión materno-infantil de la infección por el virus de la Hepatitis B.

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Objetivo 3: Garantizar coberturas de vacunación contra Hepatitis A y Hepatitis B en las poblaciones priorizadas. Objetivo 4: Intervenir los factores de riesgo para la transmisión de las HV en poblaciones clave. Objetivo 5: Garantizar el acceso a sangre segura. Objetivo 6: Asegurar el tamizaje de hepatitis B y C en todos los donantes de órganos y tejidos. Gestión del riesgo – Diagnostico y atención integral de las hepatitis virales: Objetivo 7: Garantizar el diagnóstico oportuno por laboratorio de las diferentes HV en todo el territorio nacional. Objetivo 8: Garantizar la calidad de la atención integral e integrada a las personas con diagnóstico de HV. Gestión en salud pública – Gestión del conocimiento: Objetivo 9: Generar, consolidar y disponer de información relacionada con la situación de las HV en el país, para usar esa información a favor del control de las HV. Gestión en salud pública – Fortalecimiento de las capacidades de las entidades territoriales: Objetivo 10: Fortalecer las capacidades de las entidades territoriales para la implementación y seguimiento del Plan Nacional de control de las HV. Objetivo 11: Monitorear y evaluar los resultados de la implementación del Plan Nacional de Control de las HV. Cada objetivo de arriba tiene una serie de acciones un poco más específicas con el fin de cumplirlo. Siendo entonces un total de 76 acciones para cumplir los objetivos. Lo más importante es que sepan los ejes y las líneas de operativas, los objetivos los podrían sacar pensando en las líneas y ejes, pensando a cuál correspondería.

Vacunas Vacunas contra la hepatitis A: En la actualidad se usan 2 tipos de vacunas contra la hepatitis A: vacunas inactivadas con formaldehído y vacunas de virus “vivos” atenuados. Vacunas antihepatíticas A inactivadas: El VHA se cultiva en fibroblastos humanos. Tras la purificación de lisados celular, la preparación de VHA se inactiva con formaldehído. Estas vacunas se deben mantener

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entre 2 y 8 centígrados. Su tiempo de uso es entre 24 y 36 meses. Se pueden administrar luego de los 12 meses de edad. Existen distintas pautas de administración de la vacuna, en donde se pueden aplicar dos dosis (una primo vacunación y una segunda de refuerzo) o se puede aplicar una sola dosis. Para aplicar dos dosis se debe aplicar la primo vacunación a los 12 meses y el refuerzo entre 6 y 12 meses posteriores (en el deltoides), la eficacia de este tipo de vacunación está en aproximadamente 94-95%. La duración de los títulos en sangre es de 10 años según estudios. Esta vacuna no interactúa con otras, entonces es seguro aplicarla con otros tipos de vacunas. En cuanto a la vacunación de dosis única; en las 2 a 4 semanas posteriores a la vacunación el 100% de los vacunados inmunocompetentes alcanzan títulos de IgG antiVHA superiores a 20 Mui/ML. Y con una sola dosis se puede frenar con éxito algún brote. Los títulos persisten entre 4 y 11 años. La eficacia en las primeras semanas de administración es de 85%, la cual luego llega al 100%. Entre los dos tipos de vacunas se notificaron casos de reacciones locales como inflamación o sensibilidad en el sitio de la inyección, y menos común cefaleas. Vacuna antihepatítica A de virus “vivos” atenuados: En teoría hay dos vacunas de virus vivos, basadas en las cepas víricas H2 y L-A-1 pero solo se usa la H2. Al igual que las otras, se aprueba la administración a los 12 meses. En esta también está la posibilidad de una sola dosis o de dos. En un estudio, en el grupo de una sola dosis el 72% mostraba títulos detectables de anticuerpos anti-VHA y los que recibieron una dosis de refuerzo el 98% tuvo títulos detectables. La eficacia de esta vacuna es de 100%. El único problema de esta vacuna (y como el de cual otra vacuna que tenga el virus “vivo”) es que no se puede administrar en mujeres embarazadas y personas inmunosuprimidas. Aparte de esas vacunas, también existe una profilaxis pasiva con inmunoglobulina. El problema de esta protección conferida es que la duración es solo de 1-2 meses y 3-5 meses tras la administración de IgG en dosis de 0.02 y 0.06 ml/kg, respectivamente. La efectividad es de entre 80-90% y se tiene que aplicar en un plazo máximo de 14 días post-exposición. Otro problema es que la concentración de IgG anti-VHA en las preparaciones de inmunoglobulina no específicas es insuficiente. Por último, son muy costosas. Es importante reconocer que la vacunación es costo efectiva puesto que evita costos en salud innecesarios y brinda años de vida en función de calidad de vida.

Vacuna contra la hepatitis B:

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Acá solo hay una vacuna y se llama la vacuna recombinada. El componente activo de la vacuna recombinada contra la hepatitis B es el AgHBs producido en células de levadura o de mamífero en las que el gen AgHBs se ha insertado con la ayuda de plásmidos. Este AgHBs expresado se ensambla espontáneamente formando partículas esféricas que dejan al descubierto el determinante a, sumamente inmunógeno. Esta vacuna está indicada al momento de nacer. Se administra por inyección intramuscular en la cara anterolateral del muslo en menores de 2 años o en el músculo deltoides en mayores de 2 años. Es muy importante que la vacuna se aplique lo antes posible después del nacimiento, cuando se demora la aplicación aumenta el riesgo de infección. En cuanto a la cantidad de dosis, la vacuna se debe aplicar por primera vez posterior al nacimiento. Luego de eso es necesario aplicar 3 dosis con un intervalo mínimo de 4 semanas. Existe una excepción en el número de dosis: cuando el bebé nace con un peso...


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