Respuesta a Sor Filotea de la Cruz PDF

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Respuesta a Sor Filotea de la Cruz, de Juana Inés de la Cruz, como el primer manifiesto feminista

Yuly Angélica Castelblanco Zapata Silvia Fernanda Rincón Tiria

La carta de respuesta que escribe Juana Inés de la Cruz a “Sor Filotea de la Cruz”, seudónimo que utilizó para dar contestación a las recriminaciones que le hizo el obispo de Puebla, Manuel Fernández de Santa Cruz, fue escrita el primero de marzo de 1961. Sin embargo, no fue publicada sino hasta 1700, en Fama y obras póstumas del Fénix de México. Tales recriminaciones se debieron a la Carta Atenagórica que escribió Juana Inés de la Cruz y leyó el obispo, quien la publicó y condenó, provocando así que a ella se le prohibiera seguir con su labor intelectual. Esta carta a Sor Filotea permite evidenciar el talento descomunal de la religiosa y escritora que, con gran habilidad y claridad, logra convencer al lector de su idea central: su amor y entrega por el conocimiento no es un pecado, sino que es su naturaleza misma, la expresión de su ser. De esta forma, a partir de sus memorias, el alegato y la exposición de ideas, plantea los dilemas y el dolor que le ha conllevado el dedicarse a las letras tan fervorosamente, problemas que no hubieran surgido si ella hubiera sido hombre. Esta idea se rastrea a lo largo del texto, en su magistral, audaz y erudita defensa de su labor intelectual, donde argumenta a favor de la equidad de género, del derecho al estudio, al conocimiento, a la libertad de expresión. Es por esto que puede interpretarse como el primer manifiesto feminista. Su voluntad al saber y el amor a las letras se vio, dice, impedido desde un principio por su condición de género: la imposibilidad de ir a la universidad, tener que ingresar a un convento para poder estudiar y que el oficio matrimonial no se lo impidiera, su educación autodidacta, la falta de guía y tutoría, las recriminaciones por su afán por aprender, entre muchas otras peripecias que se vio obligada a soportar por el solo hecho de ser mujer. Es así como Juana Inés de la Cruz hace referencia a muchas mujeres intelectuales y/o santas que lograron sobresalir y ser veneradas por su inteligencia, por sus versos y demás virtudes que las convirtieron en ilustres; pero que, a

pesar de esto, se sigue relegando la educación de las mujeres y pidiendo su silencio, petición que muchas veces no solo se limita a lo público sino a lo privado. Por lo cual, Sor Juana argumenta no solo el estado de ignorancia en el que se deben mantener las mujeres sino la soberbia e ignorancia que hacen creer a los hombres que son sabios y tienen el derecho de juzgar y señalar a la mujer que llegase a sobresalir por su entendimiento. Para remediar el estado de barbarie en el que muchos padres deciden dejar a sus hijas, ella reclama la necesidad de educar a las mujeres más viejas, para que estas eduquen a las doncellas y todas puedan tener la capacidad intelectual de interpretar las sagradas escrituras. Así, a través del discurso, Sor Juana desafía a la hegemonía masculina, pone a consideración la contribución de muchas mujeres intelectuales, reivindicando su género, nunca renuncia a su dignidad de mujer y, en vez de callar, exhibe una trayectoria académica muy amplia, defiende la libertad, plantea múltiples cuestiones en contra de la sociedad y la cultura patriarcal, convirtiéndose así en un punto de quiebre no solo para la historia de la literatura, sino también en el papel de la mujer en la sociedad e incluso en el sistema de valores de la época. Es por eso que la carta a Sor Filotea de la Cruz podría considerarse como el primer manifiesto feminista....