Resumen corto 100 años de soledad - Pedro Parámo y a El llano en llamas PDF

Title Resumen corto 100 años de soledad - Pedro Parámo y a El llano en llamas
Author alexandra canales
Course Comunicacion Oral y Escrita
Institution Universidad Autónoma de Tlaxcala
Pages 4
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Summary

Resumen corlo del libro ...


Description

Desde que Úrsula Iguarán se casó con su primo José Arcadio Buendía, Debido a este parentesco, Úrsula tiene miedo a consumar el matrimonio, dado que hay un mito que sus hijos nacerán con cola de cerdo por la cercanía sanguínea con su esposo. Así surgen rumores de que Úrsula sigue virgen; este rumor sale a la luz cuando Prudencio Aguilar cuestiona la hombría de José Arcadio, tras perder una pelea de gallos. En el duelo que sigue, José Arcadio mata a su rival, pero no se libera tan fácilmente de su enemigo desde entonces, el fantasma de Aguilar lo persigue. Después de este episodio, José Arcadio y un grupo de otras familias deciden dejar el pueblo de Riohacha y atraviesan la sierra en buscando una salida al mar. Úrsula por fin disipa sus temores, y en el trayecto nace su hijo primogénito, también llamado José Arcadio. Una noche durante este viaje, José Arcadio sueña con una "ciudad ruidosa con casas de paredes de espejo" llamada Macondo. La mañana siguiente ordena derribar los árboles y allí al lado del río fundan la aldea de Macondo. Es en este pueblo nacerán su segundo hijo, Aureliano y su hija Amaranta. Los nombres de estos tres hermanos se repetirán en futuras generaciones.

Cuando los Buendía se establecen en Macondo, el único contacto que la aldea tiene con el exterior es a través de las visitas periódicas de una banda de gitanos que traen inventos y novedades como la lupa, el imán y el hielo. José Arcadio se obsesiona con estas curiosidades y nuevas teorías, y hasta llega a deducir por cuenta propia que la tierra es redonda. Llega a formar una estrecha amistad con Melquíades, el líder de los gitanos, quien le regala un laboratorio de alquimia. Llega al pueblo Rebeca, una prima lejana que trae los huesos de sus padres en un saco y tiene el vicio de comer tierra. En esta misma época también llegan al pueblo la peste del insomnio y la peste del olvido que hace que los habitantes de Macondo pierdan la capacidad de recordar. Cuando los gitanos regresan Melquíades no se encuentra entre los que visitan la aldea. Al preguntarle a sus compañeros, José Arcadio Buendía recibe la noticia de que había muerto en Singapur debido a una epidemia. Pero luego llega a Macondo, sin ser reconocido por José Arcadio Buendía, debido a la epidemia del olvido que atacaba al pueblo. Al darse cuenta de lo que ocurría preparó una bebida y curó a todos los habitantes. Después de esto, declara haber regresado de la muerte porque no pudo soportar la soledad. Entonces, es invitado a quedarse a vivir con los Buendía. En esa casa es donde escribe unos pergaminos en su idioma materno que es el sánscrito, por lo que pudiera ser nativo de India o Nepal, que no se podrán leer hasta que no pasen 100 años de haber sido escritos y que tienen que ver con el destino de la familia. En ese lugar muere, un día que va a bañarse en el río cercano a la población, pero a través de la historia, posteriormente, aparece como un fantasma frente a integrantes de los Buendía que tratan de descifrar los pergaminos. Una

frase recurrente pronunciada por Melquíades en vida y ya muerto es «He muerto de fiebre en los médanos de Singapur».

De tanto estudiar, José Arcadio pierde la cordura y muere atado a un árbol. En cambio, Úrsula, la matriarca de la familia, vive por más de cien años. Su hijo José Arcadio tiene relaciones con una mujer que se llama Pilar Ternera y ésta queda embarazada. El hijo se llama Arcadio y se cría en casa de Úrsula. La historia se repite cuando su hermano Aureliano también tiene relaciones sexuales con Pilar Tenera y se entera que va a tener un hijo con ella. A pesar del embarazo de Pilar Ternera, Aureliano se casa con su comprometida Remedios, la hija menor de Don Apolinar Moscote. Remedios queda embarazada, pero muere antes del parto. Cuando estalla la guerra civil, Aureliano se convierte en coronel y deja Macondo para dirigir un ejército de resistencia. Durante la mayor parte de su vida, Aureliano Buendía se dedica a luchar contra el gobierno, libra 32 guerras civiles ninguna de las cuales es capaz de ganar. Durante la guerra procrea 17 hijos. En su ausencia, Arcadio es designado jefe civil y militar del pueblo, pero se convierte un dictador brutal, y muere fusilado. Aureliano se cansa de luchar y firma un tratado de paz. Trata de suicidarse pero sobrevive y pasa el resto de sus días encerrado en su casa fabricando pescaditos de oro. La casa de los Buendía es visitada por 17 madres diferentes solicitando a Úrsula Iguarán bautizar a sus hijos. Úrsula los bautiza a todos ellos con el nombre de Aureliano y el apellido de sus respectivas madres, ya que nunca fueron reconocidos por su progenitor. Uno de sus 17 hijos, llamado Aureliano Triste, promueve el tren a Macondo, lo que activa el comercio y permite la llegada de inventos como el telégrafo y el cine. Este progreso atrae extranjeros quienes ponen una plantación bananera cerca del pueblo. La plantación genera la ilusión de prosperidad del pueblo, pero una huelga de trabajadores hará que todo esto acabe en una auténtica masacre. Los inversionistas, luego de haber explotado el pueblo, se retiran con su dinero y Macondo vuelve a la pobreza, la compañía bananera acude al ejército nacional quienes fusilan a todos los trabajadores. Tras esta masacre, llueve por cuatro años, once meses y dos días. Al terminar las lluvias, Úrsula, la matriarca de la familia fallece. Nace otro Aureliano Buendía, el penúltimo de la familia, aunque eventualmente cuando se puedan leer los pergaminos de Melquíades se descubre que es hijo ilegítimo y que su apellido debe ser Babilonia. Aureliano es hijo natural de Meme Meme (quien es la primera hija de Fernanda del Carpio y Aureliano Segundo) y Mauricio Babilonia, un aprendiz de mecánico que siempre es perseguido por un enjambre de mariposas amarillas.

La religiosa y tiránica madre de Meme, Fernanda del Carpio, se opone a la relación, saca a Mauricio del camino, manda a Meme a un convento, le quita al niño y lo cría haciéndole creer que ha sido encontrado en una canastilla. Pasan los años y poco a poco el pueblo se va vaciando. Aureliano Babilonia, que se caracterizaba por ser sabio, pasa la vida descifrando los pergaminos que había escrito Melquíades. Entre tanto, regresa de Europa su tía Amaranta Úrsula (es la hija menor de Fernanda y Aureliano Segundo. Tiene las mismas características de Úrsula (la matriarca), quien muere cuando ella es solo una niña. Nunca se entera de que el niño enviado a la casa de los Buendía es su sobrino) casada con Gastón. Sin saber de su parentesco, ambos se enamoran, Gastón se va pero ella queda embarazada. Durante el parto, en el que ella muere, da a luz a un niño con cola de cerdo. Aureliano intenta buscar ayuda, pero al no encontrar más que a un cantinero, se emborracha y se queda dormido. Cuando despierta y regresa, el niño ha sido devorado por las hormigas.

Aureliano no había sido más lúcido en ningún acto de su vida que cuando olvidó sus muertos y el dolor de sus muertos, y volvió a clavar las puertas y las ventanas con las crucetas de Fernanda para no dejarse perturbar por ninguna tentación del mundo porque entonces sabía que en los pergaminos de Melquíades estaba escrito su destino. Los encontró intactos, entre las plantas prehistóricas y los charcos humeantes y los insectos luminosos que habían desterrado del cuarto todo vestigio del paso de los hombres por la tierra, y no tuvo serenidad para sacarlos a la luz, sino que allí mismo, de pie, sin la menor dificultad, como si hubieran estado escritos en castellano bajo el resplandor deslumbrante del mediodía, empezó a descifrarlos en voz alta. Es en ese momento cuando se acuerda del epígrafe de los pergaminos que dice: "El primero de la estirpe está amarrado en un árbol y al último se lo están comiendo las hormigas".

Aureliano saltó once páginas para no perder el tiempo en hechos demasiado conocidos, y empezó a descifrar el instante que estaba viviendo, descifrándolo a medida que lo vivía, profetizándose a sí mismo en el acto de descifrar la última página de los pergaminos, como si se estuviera viendo en un espejo hablado Entonces dio otro salto para anticiparse a las predicciones y averiguar la fecha y las circunstancias de su muerte. Sin embargo, antes de llegar al verso final ya había comprendido que no saldría jamás de ese cuarto, pues estaba previsto que la ciudad de los espejos (o los espejismos) sería arrasada por el viento y desterrada de la memoria de los hombres en el instante en que Aureliano Babilonia acabara de descifrar los pergaminos, y que todo lo escrito en ellos era irrepetible desde siempre y

para siempre porque las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra....


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