Resumen - libro: La inquisición española. ISBN: 9788498921984 PDF

Title Resumen - libro: La inquisición española. ISBN: 9788498921984
Course Historia Moderna III
Institution Universidad de Salamanca
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TRABAJO DEL LIBRO DE LA INQUISICIÓN ESPAÑOLA HENRY KAMEN EDITORIAL CRÍTICA

CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN (pags. 11-16): Empieza con una introducción remontándose a la edad media. Durante el reinado de San Fernando (1230-1252), 1232 se constituye la inquisición papal. Al final de la reconquistas acuñó el término de cruzada 1212 (navas de Tolosa). Durante la década de 1460 hubo una guerra civil tanto en Castilla como en Aragón. En 1474 con los Reyes Católicos hubo mayor control sobre los ocasionantes de los conflictos. Se sustituyo el espíritu de convivencia por el de cruzada. En 1492 en adelante, la cristiandad en Castilla se mantenía pura y la inquisición papal (Alemania, Francia e Italia) no hizo falta, aunque aparecieron simbólicamente en Aragón. La ausencia de energía se explica por la falta de un órgano que regule. La inquisición en España fue una institución extraña y sin raíces en la sociedad española. El punto clave de este proceso de implantación fue el desmoronamiento de la convivencia de la sociedad castellana en los dos bloques (cristianos viejos y nuevos). La distinción entre campesinado y nobleza era menos acentuada en España que en Europa porque el feudalismo no llego a cuajar. Las clases inferiores por tanto aceptaban los ideales superiores. La cristiandad vieja castellana se inició para eliminar a los cristianos nuevos y otras religiones, acabando así con una sociedad abierta y pluralista. La máquina inquisitorial puso en marcha su institución y ahondo en el conflicto social. CAPÍTULO 2: LA DIÁSPORA (pags. 17-33): La comunidad judía española era la más grande homogénea Europa. En el siglo VIII fueron perseguidos aunque hasta el siglo XII pudieron prosperar social y económicamente. Con la caída del califato de Córdoba a manos de los almorávides destruyeron espacios judíos y cristianos. Entonces estos se integraron en los territorios cristianos. En el siglo XIII la legislación antijudía fue un rasgo común en toda Europa. El concilio de Arles de 1235 ordenada identificarse con un círculo amarillo sobre la ropa a todos los judíos. Aunque esta ley no se aplicó en los reinos españoles. 1290 expulsión de los judíos en Inglaterra y en 1306 Francia expulsa a los judíos de territorio francés. Los judíos rivalizaban política y económicamente y esto creo celos entre los que estaban en desacuerdo con su integración en la sociedad. En 1390 Ferrant Martínez arcediano de Écija hizo que las turbas de las ciudades se amotinarán para expulsar y destruir las Aljamas. Fueron asesinados 250 judíos en Valencia y 400 en Barcelona. Los judíos eran prestamistas acaudalados, científicos, filósofos, etcétera; repudiados por su condición de mejor status sobre alguna población de cristianos viejos. En 1469 las Cortes de Ocaña se quejan a Felipe IV de que judíos entre las iglesias y discuten la proraetación de diezmos entre los contribuyentes. Un ejemplo podría ser el motín de Toledo en 1449, cuando asesinatos y saqueos señalaron el resentimiento contra los recaudadores de impuestos conversos.

EJEMPLOS: •

En Aragón: Siglo XIII: bajo el reinado de Jaime I de Aragón, eran de raza judía la mayoría de alguaciles fiscales de las principales ciudades Siglo XV: En Zaragoza , la aljama se había convertido en un banco que controlaba la mayor parte del capital de la población cristiana.



En Castilla: Siglo XIV: Durante el reinado de Enrique II Josef Pichon, fue tesorero mayor y administrador de los ingresos del reino. Siglo XV: durante el reinado de los Reyes Católicos Abraham Senior fue tesorero de la Santa Hermandad, David Abulafia estaba a cargo del abastecimiento de la tropas de Granada e Isaac Abrabanel administraba los impuestos sobre el ganado (los servicios y montazgo).

A los judíos convertidos se les llamó conversos o cristiano nuevo. Se les llamó marranos y aunque su religión ya no era la judía siguieron sufriendo los rigores del antisemitismo. El papel de los judíos en el sistema fiscal se magnifico, ya que no eran tantos y la mayoría eran recaudadores antes que tesoreros. En el siglo XV solo el 15 % de la totalidad de recaudadores que servía a la corona de Castilla eran judíos. Los judíos se dedicaban a actividades de la industria del servicio, porque eran empujados por el colectivo social. Principalmente se dedicaban al pequeño comercio y a las profesiones modestas. No todos los judíos eran ricos, y la mayoría padecían la pobreza; también su número se había visto mermado debido a las matanzas de 1391. En el siglo XV los judíos no constituían una burguesía significativa. Algunas fuentes argumentan que tras las masacre de 1391 los judíos abandonan las ciudades y llevan una vida pacifica en el campo; allí conviven con los cristianos sin apenas enfrentamientos. En contra esta la opinión de Andrés Bernaldez que nos muestra una sociedad judía metida de lleno en la vida urbana y que posee cargos alta responsabilidad (médicos, funcionarios, alcaldes, etc.), la cual debido a numerosos estudios ha quedado casi obsoleta. ! Andrés Bernáldez, (Fuentes de León, Badajoz, hacia 1450 - Los Palacios y Villafranca, 1513), conocido como el cura de los Palacios, fue un eclesiástico e historiador español. La legislación antisemítica de 1412, inspirada por Vicente Ferrer (santo valenciano) y Pablos de Santa María (Canciller de Castilla), hizo empeorar la situación de la judería española, la cual quedo excluida de algunos oficios (comerciante, tendero, carpinteros,

sastres, carniceros, etc.) y se le privó del derecho de obtener títulos. También se les negó cambiar de domicilio, llevar armas, hablar con cristianos y debían vestir con tela burda. Esta tensión y hostilidad se debía a que los conversos llevaban vidas dobles, gracias a que vivían en zonas cercanas a las aljamas. Los antisemitas llegaron a la conclusión de que si los judíos estaban separados de la sociedad, estos conversos no podrían llevar a cabo su doble vida religiosa. Isabel y Fernando no eran antisemitas y durante su reinado intentaron conservar la paz entre cristianos y judíos. Al final debido a los grupos antisemitas municipales se fueron poniendo en vigor una serie de leyes que excluían a las comunidades judías por completo. Al final los Reyes Católicos se convencieron de que la única manera de cortar la situación de los conversos era separarlos de los judíos; en 1480 se puso en marcha una institución cuyo objetivo principal eran los judaizantes: La Inquisición. Las cortes de Toledo pusieron en marcha una dura legislación que separó y recluyó a los judíos en las aljamas. La inquisición puso en práctica gradualmente una política de expulsiones parciales a fin de separar a los judíos de sus hermanos conversos. Muchas ciudades llevaron a cabo expulsiones no autorizadas por propia iniciativa, ignorando las protestas de la corona. Fernando e Isabel intervinieron repetidas veces para proteger a los judíos de los excesos cristianos, el inquisidor general Torquemada llegó a convencer plenamente a los reyes de la necesidad de separar judíos y conversos. Cuando las expulsiones locales ya habían resultado un fracaso para detener las herejías de los conversos, la corona decidió tomar la medida más drástica de todas las adoptadas hasta entonces: la expulsión total de los judíos. Los reyes se resistían a perder la gran contribución de la sociedad judía y su financiación de la guerra de Granada. La expulsión se decidió únicamente por cuestiones religiosas. El 31 de Marzo de 1492 se promulgó el edicto de expulsión que daba a los judíos de Castilla y Aragón un plazo para aceptar el bautismo o abandonar el país antes del 31 de Julio. La expulsión general no fue más que la continuación de las expulsiones locales que la Inquisición realizó desde 1481 bajo el beneplácito del rey Fernando. En el caso del principado de Cataluña, se le explicó a los señores que recibirían las propiedades de los judíos expulsados. La opinión pública estaba bien preparada para el edicto, las historias de atrocidades cometidas por judíos habían estado circulando durante siglos. El caso más popular era el hipotético asesinato de un niño cristiano en La Guardia, provincia de Toledo, en 1491. Las cifras de judíos expulsados estaban entre 165.000-150.000, aunque después de diversos estudios podemos decir que serian en torno a la mitad de los anteriormente descritos. No todos los judíos emigraron, y de los que lo hicieron, muchos regresaron antes de 1499, año en el que el retorno quedó prohibido. Muchos escritores han pensado que el motivo de la expulsión fue la avaricia y el deseo de despojar a los judíos, pero no hay pruebas que lo secunden. La corona esta claro que

con esta situación perdió más que ganó. Al final el estado dio la espalda a una sociedad pluralista que había florecido en el pasado en los reinos cristianos. CAPÍTULO 3: EL ADVENIMEINTO DE LA INQUISICIÓN (pags. 34-66): La expulsión de los judíos duplicó de un golpe el número de conversos, agravando así el problema de los judaizantes. Aumentó el número de judaizantes y florecieron las prácticas en un vasto y creciente complejo de herejías subterráneas. La situación de los conversos tras 1492 se asemejó a la que poseían los judíos en épocas anteriores, detentaban cualquier tipo de oficio y también podían poseer títulos nobiliarios. Se diferenciaban bien los conversos de los cristianos nuevos, porque solían vivir en guetos, practicaban costumbres judías e incluso por la imposibilidad de adaptarse a ritos cristianos como comer carne de cerdo. En 1499 Fernan Díaz de Toledo escribía un informe en el que afirmaba que todos los linajes importantes de Castilla, incluyendo a los Henriquez (del cual descendía Fernando el Católico), provenían de conversos. En Aragón casi toda la casa noble tenia sangre judía y la mitad de los cargos importantes estaban en manos de conversos. El cardenal Juan de Torquemada, tío del primer inquisidor general, tenia origen converso; al igual que el primer arzobispo de Granada, Hernando de Talavera. Poseían mucho poder estas familias nobles de conversos, las cuales, contaban a menudo con el apoyo del consejo municipal; lo cual utilizaban para fortalecerse entre ellas. También detentaban la mayoría de los cargos públicos y así controlaban su situación con el objetivo de engrandecerse. Ejercían poder allí donde tenían libertad de movimientos y estaban en constante pugna con las familias nobiliares castellanas y aragonesas de cristianos viejos. Los judíos como conversos siempre sobresalieron y prueba de ello fue la financiación de la expedición de Cristóbal Colón, la cual, nunca se hubiese realizado sin su aportación. Luis de Santángel y Gabriel Sánchez lo financiaron. Una gran parte de los financieros del siglo XVII eran de origen converso portugués, debido a la persecución llevada a cabo en Portugal. Tenemos pruebas que la creciente riqueza de Holanda en el siglo XVII se debe a la movilización de capital converso hacia Ámsterdam. Francisco de Quevedo escribía que creía que los judíos se habían reunido en Salónica para conspirar contra la cristiandad y así vengarse de las afrentas causadas por esta en el pasado (1492). El Conde-Duque de Olivares estaba obsesionado por el poder de las familias judías e hizo planes de invitarlas a regresar a España reparando así el daño realizado en 1492. Los conversos estaban muy bien cualificados en el campo médico, y como ejemplo más relevante, la inquisición de Logroño tuvo que contratar un converso por no encontrar un cristiano viejo que fuese buen médico. En la inquisición de Llerena en 1579 se puso de jefe médico a un converso que había estado tres años y medio retenido por judaizante.

La corona estaba también asistida desde hace muchos siglos por judíos y conversos, cuyos conocimientos médicos eran muy superiores a médicos cristianos viejos. Tenemos estos datos gracias a los registros de la santa inquisición entre los siglo XVIXVIII. Los hijos de las familias nobles conversas sinceras, se encomendaban al servicio religioso y universitario. Se sabe que a mediados del siglo XVI la mayoría del clero español apostado en Roma era de origen judío. El libro verde de Aragón nos muestra una tabla genealógica que sin ningún tipo de duda deja claro que la mayoría de las familias nobles no se libraron de la infiltración conversa. Algunos afirmaban que estos conversos se infiltraron en todos los estamentos para dinamitar a la sociedad cristiana desde dentro. Este libro de principios del siglo XVI produjo muchos escándalos y al final todos su ejemplares fueron quemados en 1623. En 1560 en cardenal Francisco Mendoza y Boadilla cuando su sobrino el conde de Chinchón solicitó el ingreso en una orden militar, el Tribunal de Órdenes demoró su concesión aduciendo ciertas máculas en la limpieza de su sangre; el cardenal Mendoza, indignado con lo que parecía una ofensa a toda su familia, presentó al rey Felipe un memorial en el que repasaba los ancestros de gran parte de la nobleza castellana, presentando a ésta como descendiente de moros y judíos. El memorial permaneció inédito hasta el siglo XIX, cuando fue publicado bajo el título “Tizón de la nobleza de España”. Muchos de los conversos estaban en contra de los judaizantes y a través de sus obras querían dejar constancia de esta situación: • Obispo de Burgos, Pablo de Santa María: “Scrutinium scripturarum, sive dialogus Sauli et Pauli contra Judaeos”, escrito en 1432 y publicado en 1591 póstumamente. • Joshua Halorqui, ex rabino: “Hebraeomastix”. • Pedro de la Caballería, miembro de importante familia conversa: “Zelus Christi contra Judaeos”, escrita en 1450. • Alonso de Espina, franciscano conocido y confesor de Enrique IV de Castilla, utilizó su posición para encender más el odio contra cristianos nuevos y judíos: “Fortalitium fidei contra Judeos”, escrita en 1458 y publicada en 1460. La primera medida importante tomada contra los conversos fue excluirlos totalmente de la administración, esto sucedió debido a los disturbios de 1449 en Toledo. El 5 de Junio de 1449 fue aprobado el estatuto “Sentencia-Estatuto”. El resultado fue una bula papal expedida por Nicolás V el 24 de septiembre de 1449 “Humanis generis inimicus”, en la que denunciaba que no se podía excluir a los cristianos de determinados cargos solo porque proviniesen de una raza distinta. Sarmiento que fue el que propuso el “Sentencia-Estatuto” fue excomulgado junto a sus colaboradores. Juan II pidió que retirase la excomunión y que se pudiera practicar el racismo. Al final en 1451 el rey dio su aprobación al “Sentencia-Estatuto”. En 1467 Enrique IV confirmaba esta posición.

Todos estos hechos dejaron a las dos principales ciudades castellanas (Toledo y Ciudad Real) en manos de cristianos viejos. El clima se volvió violento y las persecuciones contra los judaizantes por parte de la Inquisición se trasladaron también a los conversos falsos que seguían practicando la tradición judía y mantenían un cristianismo formal. Hay un gran archivo inquisitorial donde se ponen de manifiesto testimonios de conversos. Aunque algunos historiadores judíos modernos exponen que la propaganda del peligro converso fue una invención de la iglesia y el estado para expoliar los bienes conversos y judíos. La cosecha de herejías recogidas por la primera inquisición debió su éxito a la falsificación de los testimonios y de los vestigios de costumbres judías consideradas como herejías. En 1470 hubo motines en Valladolid y en 1473 en Córdoba, los que estaban contra los conversos aprovechaban cualquier ocasión para acusarlos verdaderamente o falsamente. En 1467 fueron quemados en la hoguera en Llenera (Extremadura), dos conversos acusados de practicar el judaísmo . Alonso de Hojeda prior dominico advirtió a Isabel y Fernando del peligro de los judíos. En Julio de 1477 aprovechó la estancia de Isabel en Sevilla hasta Octubre 1478, para influir en la reina, la mayoría de los historiadores citan esta echo como la causa principal de la decisión de Isabel al tema de los conversos. La Inquisición estuvo presente en Aragón desde 1232 debido a las campañas contra los Cátaros en Languedoc, en el siglo XV eran casi inactivos ya. En cambio en Castilla nunca se había conocido la existencia de una inquisición, porque los obispos y sus tribunales eclesiásticos se habían encargado de luchar contra la herejía y de administrar en castigo penitente. En 1461 Alonso de Espina y un grupo de franciscanos pidieron a Enrique IV que se formase una inquisición como la existente en Francia, este mismo pidió a Roma una inquisición, aunque no se sabe mucho más. 20 años después el papa Sixto IV el 1 de Noviembre de 1478 ordenaba el nombramiento de dos o tres sacerdotes mayores de 40 años como inquisidores, se concedió a la corona española plenos derechos de nombramiento y destitución. Después de dos años de indecisión de Isabel y Fernando, en 1480 en Medina del Campo se nombró a Juan de San Martín y Miguel de Morillo como inquisidores y Juan Ruiz de Medina como consejero; Con estos hombres la Inquisición española comenzó su andadura. Su principal e inicial objetivo era asegurar la ortodoxia religiosa en España, la inquisición solo tenia jurisdicción sobre los cristianos bautizados, los no bautizados estaban fuera de su jurisdicción. Esto significaba que Isabel y Fernando aun no tenían claro el imponer la unidad religiosa en la península, solo intentaban solucionar el problema de disidencia social y racial agravada por la dudosa ortodoxia de los conversos. Los inquisidores fueron mandados a trabajar en Sevilla, esto produjo un éxodo masivo de los conversos. Estos acudieron a posesiones de aristocracias vecinas en busca de la protección de la jurisdicción feudal. Al final estos fueron instados a devolver a los fugitivos bajo pena de excomunión. Hubo una parte de la población conversa que se

reunió para realizar un levantamiento, al final fueron delatados (“fermosa hembra” que era Susana, la cual, delato a su padre al temer por la vida de su amante (cristiano viejo)) y apresados. Todo esto sirvió para detener a los conversos más poderosos y ricos de Sevilla. El 6 de Febrero de 1481 se produjo el primer auto de fe de la Inquisición española, en el que seis personas fueron quemadas en el poste, siendo predicado el sermón dela ceremonia por Fray Alonso de Hojeda. La epidemia que causó estragos en Sevilla se llevó a Fray Alonso de Hojeda entre sus primeras victimas. Los acontecimientos sevillanos instaron a extender la organización por todo el territorio, y el 11 de Febrero de 1482 se nombraron 7 inquisidores más; entre ellos estaba Tomás de Torquemada. Se establecieron nuevos tribunales en Córdoba (1482), Ciudad Real (1483) y Jaén (1483). El tribunal de Ciudad Real fue temporal y en 1485 se traslado a Toledo. En 1492 el reino de Castilla contaba con tribunales en Ávila, Córdoba, Jaén, Medina del Campo, Segovia, Sigüenza, Toledo y Valladolid. Los tribunales del Sur se mostraron más activos que los del Norte. Fue una época en la que los conversos al final se sometieron a su destino, como ejemplo tenemos que el tribunal de Sevilla quemo a más de 700 persona y castigo a más de 5000, en solo sus primeros años. algunos levantamientos contra estos tribunales se pensaron pero en casi todos los casos pasó al igual que en Sevilla. En 1483 inició su existencia el “Consejo de la Suprema y General Inquisición”, este órgano estaba compuesto por un inquisidor general y tres miembros eclesiásticos. El primer inquisidor general fue Fray Tomás de Torquemada (1420-1498) . En este mismo año se planteó si la inquisición debía ser extendida por Aragón, puesto que en Castilla había echado profundas raíces ya. Al final Fernando controló la inquisición en Aragón y se debió a que resucitó al la antigua inquisición papal y el se encargaba de los nombramientos y salarios. Los centros principales eran Barcelona, Zaragoza y Valencia. En 1482 el papa Sixto IV escribió una bula que consideraba que la herejía era igual a cualquier otro delito, el papa intentaba asegurar el poder de una inquisición antiguamente papal que había caído en manos de Fernando. Fernando ese mismo años le respondió al papa acusándole de perdonar a todos los conversos y estar de su parte y que se dispusiese a devolver el poder de la inquisición aragonesa. El papa Sixto IV al final suspendió la bula, así Fernando tuvo el camino despejado. La cooperación papal quedo in...


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