Resumen trabajo, consumismo y nuevos pobres PDF

Title Resumen trabajo, consumismo y nuevos pobres
Course Estructura, Desigualdad y Exclusión Social
Institution Universitat de les Illes Balears
Pages 11
File Size 138.7 KB
File Type PDF
Total Downloads 29
Total Views 129

Summary

“TRABAJO,CONSUMISMO YNUEVOS POBRES”(Zygmund Bauman)Capítulo 1“El significado del trabajo: presentación de la ética deltrabajo”En este primer capítulo, Bauman define la ética del trabajo como una norma de vida con dos planteamientos. El primero, es que para conseguir lo que quieres tienes que hacer a...


Description

“TRABAJO, CONSUMISMO Y NUEVOS POBRES” (Zygmund Bauman)

Capítulo 1 “El significado del trabajo: presentación de la ética del trabajo”

En este primer capítulo, Bauman define la ética del trabajo como una norma de vida con dos planteamientos. El primero, es que para conseguir lo que quieres tienes que hacer algo valioso y digno de un pago. Se trata de un que es equivalente a >, es decir, es preciso dar primero para recibir después. El segundo planteamiento afirma que está mal conformarse con lo conseguido, quedarse con menos en lugar de buscar más. Por eso trabajar es un valor importante. En realidad, bajo esta ética del trabajo, se encontraba la ética de la disciplina. Esto quería decir que el obrero tenía que trabajar con todas sus fuerzas aunque no tuviera motivo para realizar ese esfuerzo. Aquí estaba el problema, ¿cómo obligar a la gente a trabajar sin un sentido concreto? La solución fue habituar a los obreros a trabajar sin pensar. La imposición de esta ética del trabajo hacia que renunciasen a su libertad. En la práctica, la ética del trabajo era imponer a los trabajadores control y subordinación. No se podría reflexionar, evaluar, elegir… si no que te tenías que limitar a cumplir con las obligaciones. Se da prioridad a “lo que se puede hacer” en lugar de “lo que es necesario hacer”. Si no trabajaban no se sentían realizados, ya que hacían que la vida de los que no trabajaban fuese pésima. La introducción de las máquinas y la organización del trabajo sometieron a los obreros a una rutina mecánica. La ética del trabajo formaba parte del amplio programa moral y educativo, y las tareas que les mandaban formaban parte del núcleo de lo que más tarde se llamó el “proceso civilizador”. Muchos fueron los autores que dieron su opinión (Francis Bacon, Descartes, Diderot, Saint-Simon, Auguste Comte…) pero quizás el más destacado fue Karl Marx, ya que definió el progreso histórico como la irrefrenable marcha hacia el dominio total de la naturaleza por el hombre. El tradicionalismo estaba mal visto, era “menospreciado”. Para los pioneros de la modernidad “tradición” era una palabra mala. Simbolizaba tendencias vergonzosas moralmente y en contra de la ética del trabajo.

Se pensaban que la ética del trabajo resolvería la demanda laboral de la industria naciente y también que se desprenderían de esas personas que por una razón u otra, no se adaptaban a los cambios y resultaban incapaces de ganarse la vida con estas condiciones. No todos podían trabajar en las fábricas; había inválidos, débiles, enfermos y ancianos. Querían “sacárselos de encima” y para ello explica la estrategia Thomas Carlyle en su ensayo sobre el cartismo publicado en 1837: “ si se les hace la vida imposible, necesariamente se reducirá el número de mendigos. (…) Un método aún más rápido es el del arsénico; incluso podría resultar más suave, si estuviera permitido.” Pretendían en primer lugar, separar a los “auténticos mendigos” de quienes creían que no lo eran. Y en segundo lugar, querían eliminar la ayuda externa y así obligar a los pobres a pensarse dos veces si de verdad podían o no cumplir con la ética del trabajo. El empleo universal era la meta no alcanzada pero que representaba el modelo del futuro para las sociedades modernas: el capitalismo y el comunismo. En era clásica de la moderna sociedad industrial, el trabajo era el eje de la vida individual y el orden social, así como también la garantía de supervivencia para la sociedad en sí. En la vida individual, el trabajo de cada hombre aseguraba su sustento, pero el tipo de trabajo realizado definía el lugar al que se podía aspirar o no tanto entre los vecinos como en la sociedad. En cuanto al papel de la ética del trabajo en la regulación del orden social, se puede decir que el lugar donde se trabajaba era el ámbito más importante para la integración social porque pasaban allí la mayor parte de sus horas. Por último, se otorgó un papel decisivo en lo que los políticos presentaban como una cuestión de supervivencia y prosperidad para la sociedad, y que entró en el discurso sociológico con el nombre de “reproducción sistémica”. Como conclusión Bauman explica que, se puede decir que la ética del trabajo desempeñó por lo tanto, un papel decisivo en la creación de la sociedad moderna. Pareció ser un invento básicamente europeo; la mayoría de los historiadores estadounidenses comparten la opinión de que no fue la ética del trabajo, sino el espíritu de empresa y movilidad ascendente lo que hizo mover la industria norteamericana. Aquello que en un principio de la sociedad industrial había sido un conflicto de poderes y lucha por la libertad, se transformó poco a poco en la lucha por un mayor excedente. Por esta y otras razones, el crecimiento del consumismo transformó la vida de los países occidentales dejando a un lado la otra versión de la modernidad, el comunismo.

Capítulo 2 “De la ética del trabajo a la estética del consumo”

En este segundo capítulo, Bauman hace referencia a la sociedad de consumidores y la sociedad de productores, las diferencias que hay entre estas, como se realiza el cambio de una a otra, y a que se debe este consumo. La sociedad de consumidores no es simplemente una sociedad que consume. Es una sociedad en la que las cosas de consumo varían con el tiempo y lugar pero nadie puede sobrevivir sin consumir de una forma u otra, en la que tienen la necesidad de desempeñar el papel de consumidor y tienen como norma la necesidad y capacidad de consumir buscando si hace falta la seducción en los productos. Es una sociedad de consumidores en el mismo sentido en que la sociedad de nuestros abuelos (los que vieron nacer a la industria) merecía el nombre de “sociedad de productores”. Se les llama así porque los miembros de esa sociedad se dedicaron principalmente a la producción y la norma que tenían era adquirir la capacidad y la voluntad de producir. El paso de una sociedad a otra no se realiza de forma tajante, si no gradualmente. Este paso significó muchos y profundos cambios, ya que lo que antes lo daba el trabajo ahora lo da el consumo. El primero es el cambio en la forma de cómo se prepara y educa a la gente para satisfacer las condiciones impuestas por su identidad social. La segunda es que las instituciones clásicas cayeron en desuso, y la tercera, es la rápida disminución de las empresas, el reemplazo del servicio militar obligatorio por ejércitos pequeños de profesionales voluntarios y el progreso tecnológico. También el autor destaca que el trabajo cuando apareció era la principal herramienta para crear tu propio destino, es decir, la identidad social. Una vez elegida esa identidad social, podía definirse la vocación y el puesto de trabajo para toda la vida. Sin embargo, elegir una carrera laboral (continua y bien estructurada) ya no es posible para todos. Sólo algunas personas pueden tener un empleo permanente, seguro y “de por vida”, porque los nuevos puestos de trabajo suelen ser temporarios o en horarios de tiempo parcial. Así que, sea cual fuere la identidad social que se quiera buscar, ésta deberá ser flexible para adaptarse a los tiempos laborales actuales. Las identidades son como los bienes de consumo, tienen que pertenecer a alguien, pero sólo para ser consumidas y desaparecer nuevamente para dejar paso a otras. Las identidades, por lo tanto, sólo se pueden buscar en el mercado. No hacen falta mecanismos sociales especializados para la “regulación normativa” , ya que estos antiguos métodos para el control social perturbarían las funciones del consumidor y resultaría dañino para una

sociedad basada en el deseo y la elección del consumismo. La regulación normativa es por lo tanto “disfuncional”, inconveniente para el buen desarrollo del mercado; además de ser rechazada por la gente. Una molestia parecida es la reducción de los servicios sociales, a condición de que esa reducción vaya acompañada de una disminución de los impuestos. En la práctica lo que importa es el medio, no el fin. Los productores pueden cumplir su vocación colectivamente porque la producción es una empresa que supone la división de tareas, la cooperación de los agentes y la coordinación de sus actividades. En cambio, los consumidores pasa lo contrario. El consumo es una actividad individual, de una sola persona y que a la larga es siempre solitaria. “El consumo colectivo no existe”. La libertad de elección mide la estratificación en la sociedad de consumo y define el ideal de “buena vida”. Cuanta mayor sea la libertad de elección y cuánto más se la pueda ejercer sin restricciones, mayor será el lugar que se ocupe en la escala social, mayor el respeto público y la autoestima. El ahorro y la inversión sólo tienen sentido porque en un futuro podrán ampliar las posibilidades de elección. En definitiva se puede decir que es la estética, y no la ética, el elemento integrador en la nueva comunidad de consumidores. El estatus que se le da al trabajo es gracias al crecimiento de los criterios estéticos. Se establecen diferencias entre trabajos. Se clasifican en trabajos de primera categoría o también llamados “interesantes”, y los de la segunda categoría llamados “aburridos”. El autor también explica en este capítulo que la sociedad de consumo en la que vivimos es la “vida normal” de los ciudadanos, siempre viven despreocupados por elegir entre una gran variedad de oportunidades que se les ofrece. Los pobres, en estas comunidades de consumidores no pueden tener acceso a lo que llamamos “vida normal” y por lo tanto, no pueden acceder a una vida feliz.

Capítulo 3 “Ascenso y caída del Estado Benefactor”

En el capítulo tercero Bauman explica que el “Estado benefactor” significa que el Estado tiene que garantizar en toda la población una situación de bienestar, una supervivencia digna para los ciudadanos. Existe el bienestar público en general y el particular, y ambas tienen relación con la ética del trabajo. Podemos destacar como el padre del Estado Benefactor Británico a William Beveridge. Éste quería trasladar las tradiciones al liberalismo, porque según él no era suficiente reclamar la libertad para todos, sino reclamaba que todos tuvieran los medios y la voluntad de usar esa libertad. La propuesta de Beveridge recibió casi apoyo universal y nadie se quejó de “no poder contribuir a ese beneficio social”. La prestación universal de los beneficios sociales crea dos modelos de Estado benefactor, totalmente diferentes: diferentes social y culturalmente, en el modo en que se perciben y en las perspectivas de su destino político. Dos autores que lucharon fuertemente para contra el reemplazo de las ambiciones universalistas por las prácticas selectivas fueron Titmuss y Townsend. La consecuencia general de investigar los ingresos es la división, no la integración; es decir, la exclusión en lugar de la inclusión. La mayor parte de los ciudadanos, no esperan que el Estado les de muchas facilidades, por eso de cada vez tienen menos motivos para participar activamente en la vida política de la comunidad. El estado benefactor, también tiene consecuencias, estas son las llamadas “consecuencias no previstas”. La explosiva aparición del Estado Benefactor se debió a un proceso de “sobredeterminación”: fue la convergencia entre numerosos intereses y presiones. La sorprendente persistencia del Estado benefactor es por su papel en la creación y mantenimiento de la paz social. Por el contrario, el hundimiento de este estado benefactor, se debió a la rápida desaparición del apoyo con el que contaba, la serenidad con la que se aceptan la reducción y hasta eliminación de sus prestaciones y incluso el abandono de los principios; todo esto crea una “sobredeterminación” similar. Pero con todo esto, ¿la mayoría está satisfecha? La respuesta es no. La mayoría de los ciudadanos cuando escuchan por parte de los políticos “aumentar los impuestos” les resulta como una maldición y por lo tanto ya no votan a ese partido político. John Kenneth Galbraith explicó esto en su debate “la mayoría insatisfecha”. En este debate se plantean preguntas como “¿Cómo es posible, que en una comunidad democrática la mayoría de los votantes

apoye el aumento de la desigualdad?”. La razón es que los pobres, la gente que nunca consiguieron llegar a fin de mes siempre fueron minoría, también en el ámbito político. Por esa razón era muy difícil que se presentaran a votar a las mesas electorales y por lo tanto no conseguían reclamar sus derechos con un nuevo representante. De esta forma siempre salían los candidatos políticos que beneficiaban a la clase alta de la sociedad. En conclusión, se puede decir que los servicios sociales a cargo del Estado no llegaron a realizar el sueño de sus fundadores que era terminar de una vez con la pobreza, la humillación y el desaliento.

Capítulo 4 “La ética del trabajo y los nuevos pobres” En el capítulo 4, Bauman nos explica que en el siglo XIX el trabajo era la única fuente de riqueza, es decir, producían más y aumentaban la mano de obra. El número de gente que no quería trabajar en las condiciones que el empresario imponía aumentaba. Hoy en día se tiene un concepto bastante diferente. Existen 100 millones de personas que están bajo las líneas de pobreza en los países ricos de Occidente, dónde nació la ética del trabajo. Actualmente el progreso se basa en el avance tecnológico que reemplaza a los trabajadores. En el texto se describen unas encuestas sobre preocupaciones y temores estando en primer lugar el desempleo. Según el texto, existen dos tipos de pobres: los que merecen atención y los que no la merecen. Otra clasificación son los incluidos y los excluidos. Los que forman parte del grupo de los incluidos son los que pertenecen a la clase social baja, los que no llegan a fin de mes, los que piden ayudas públicas…, por el contrario, los que pertenecen al grupo de los excluidos, son esas personas que constantemente se encuentran con problemas. La ética del trabajo puede contribuir todavía a la reconciliación de la sociedad, la cual acepta la presencia de los pobres. El término de “clase obrera” se refiere a las personas que desempeñan un papel determinado en la sociedad, hace una contribución útil y espera una retribución. El término de “clase baja” hace referencia a personas que tienen el nivel más bajo de una escala pero que todavía pueden ascender dentro de la sociedad. En cambio la “clase marginada” es una categoría de personas que está por debajo de las clases, fuera de toda jerarquía, sin oportunidades de ser readmitida en la sociedad organizada. Por lo que hace a “clase marginada” hace referencia a gente pobre a quienes abandonan la escuela, los sin techo, los mendigos, los pobres adictos al alcohol y las drogas, inmigrantes ilegales... En el texto se afirma que se arroja a la gente a la marginalidad porque se les considera inútil. Los peligros que acarrean este tipo de gente son: violencia abierta, el asesinato y robo, molestia, vergüenza... Una de las cosas que critica este libro es que no deberíamos poner a todos los de la “clase marginada” en una única categoría, fundirlos en una única identidad ni acusarlos de manera colectiva. Los integrantes de la clase marginada resultaban víctimas de la exclusión y también estaban fuera del alcance de la ética del trabajo. Todos ellos presentan el mismo problema y por lo tanto necesitan la misma clase de tratamiento. Según este texto el estar en la “clase marginada” es una elección. Para reparar el error de los llamados “marginados” sería más policía, más cárceles y más castigos severos. A la “clase marginada” se les sitúa fuera de los límites aceptados dentro de una sociedad pero debemos recordar que ellos sólo son una pequeña proporción de los “oficialmente pobres”.

Los “simplemente pobres” se destacan como gente decente que pasa por un período de mala suerte y que, a diferencia de los marginados, elegirá lo correcto y encontrará por fin el camino a tomar para volver dentro de los límites aceptados por la sociedad. Dentro de la sociedad de consumidores (en la que vivimos) la libertad de elección requiere capacidad y la “clase marginada” es la suma de muchas elecciones individuales erróneas. Según el texto sí existen oportunidades, pero éstas deben ser reconocidas y aprovecharlas y para ello hace falta tener capacidad: algo de inteligencia, alguna voluntad y cierto esfuerzo en el momento oportuno. El estilo de vida de los consumidores es cada vez más inalcanzable para los sectores bajos de la sociedad porque no tienen apenas ingresos. La gente no tiene definidos unos objetivos claros, aquí podríamos decir que la gente cuanto más tiene más quiere (no se conforman). La miseria de los excluidos sólo puede ser redefinida como un delito individual. De cada vez más hay más comportamientos delictivos y es un prerrequisito y acompañamiento natural para partir hacia una sociedad de consumidores. Para concluir podemos destacar que en la actualidad la ética del trabajo es esencial para acreditar la idea de “dependencia” y en su versión actual ofrece “un alivio a los escrúpulos morales de los ricos”.

Capítulo 5 “Perspectivas para los nuevos pobres” En el último capítulo del libro el autor termina explicando qué es la sociedad, y las consecuencias que tiene el querer pertenecer y formar parte de ella. Una sociedad es un conjunto de personas que tiene unas costumbres y unas formas de comportarse y que pretenden poner orden en el mundo. Por otra parte pertenecer a una sociedad determinada provoca que tengas que cumplir con unas normas y si no las haces eres considerado como que no haces bien las cosas. Los términos sociedad y consecuencias provoca en que muchas ocasiones las personas estén excluidas de esa sociedad. Por ejemplo si hombre no cumples con las norma que su sociedad impone sufrirás es probable que este sufra una exclusión. Las personas que más sufren la exclusión son los pobres, personas que se han querido integrar dentro de una sociedad por que han querido pero después no están dispuestos a realizar las normas que se les manda. Los pobres existen por todos los sitios los cuales como he dicho antes no cumplen con las normas de su sociedad y por este hecho son castigadas. Y muchas veces son denominados como anormales o incluso inadaptados. Las personas creamos una imagen de los pobres negativa. Como bien dice el libro, no en todas las sociedades los pobres son tratados de esta forma, en Europa fue con la aparición de la modernidad cuando los pobres ya empezaron a ser un problema. En el periodo de la era industrial los pobres ya eran vistos como una mano de obra. Los pobres eran considerados como personas que se encontraban en una situación de desempleo y esta oportunidad les daba la ocasión de poder ser consideradas personas con un empleo. El inconveniente es que la única alternativa de trabajo era ser obrero, y les explotaban. Podemos decir que la ética del trabajo no dividía a las personas que veían a los pobres como “bueno” o como “malos”. Actualmente la idea de pobre ha cambiado mucho y ya no se considera que los pobres sean personas anormales, simplemente se les considera personas que no pueden entrar en el mercado de consumo. Los pobres son utilizados como reservas en las fábricas. Otro tema que se trata en este capítulo es el del trabajo en el mercado de trabajo pero sobretodo el trabajo de la mujer (se encarga mayoritariamente de las tareas domésticas y del cuidado y educación de los niños). El trabajo así como es visto hoy en día ha tenido que pasar por varios procesos. Uno de estos procesos es la monopolización de los varones. En pocas ocasiones la mujer sale a la calle a trabajar y son bastante discriminadas frecuentemente.

Aspectos formales Este libro titulado “Trabajo, consumismo y nuevos pobres” de Zygmund Bauman es una traducción y va dedicado a un público específico. No se puede recomendar este libro para todo el público, ya que trata unos temas especializados y utiliza un vocabulario que requiere unos ciertos conocimientos sobre el tema. No es de fácil lectura, si no que se necesita un cierto tiempo para analizar los contenidos y relacionarlos. Destaca también las citas o aportaciones en cada capítulo de muchos autores que facilitan con ejemplos o con explicaciones la teoría explicada, así como también generan debate con algunos puntos concretos del libro.
<...


Similar Free PDFs