Sistema Urogenital PDF

Title Sistema Urogenital
Author Valentina Brailovsky
Course Formacion y concepcion del ser humano 2
Institution Universidad Nacional de Mar del Plata
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Summary

Warning: TT: undefined function: 32 El sistema urogenital puede dividirse en dos componentes: el sistema urinario y el sistema genital. Ambos se desarrollan a partir de una cresta mesodérmica común (mesodermo intermedio), ubicado a lo largo de la pared posterior de la cavidad abdominalEn secuencia c...


Description

El sistema urogenital puede dividirse en dos componentes: el sistema urinario y el sistema genital. Ambos se desarrollan a partir de una cresta mesodérmica común (mesodermo intermedio), ubicado a lo largo de la pared posterior de la cavidad abdominal

En secuencia cráneo-caudal, se forman 3 sistemas renales: pronefros, mesonefros y metanefros, este ultimo da origen al riñon definitivo.

En la cuarta semana el pronefros esta representado por 7 a 10 grupos celulares en la región cervical. Estos grupos forman las unidades excretoras vestigiales, los nefrotomas, que involucionan antes de que se forme otros.

El mesonefro y los conductos mesonefricos derivan del mesodermo intermedio, desde los segmentos torácicos superiores hasta los lumbares superiores (L3). Durante la regresión del sistema pronefrico, aparecen los tubulos excretores del mesonefros. Se elongan y forman un asa en forma de S y dan origen al glomérulo en su extremo medial. Alrededor del glomérulo, los túbulos forman la capsula de Bowman, y estas estructuras forman un corpúsculo renal. En la región lateral, el túbulo ingresa al conducto colector como conducto mesonéfrico o de Wolff A mitad del segundo mes, el mesonefros da origen a un órgano grande a cada lado de la línea media. La elevación que crean los dos órganos se conoce como cresta urogenital. Los túbulos craneales y sus glomérulos al final del segundo mes la mayor parte de ellos ha desaparecido. En el varón los tubulos caudales y el conducto mesonéfrico persisten y participan en la formación del sistema genital, pero en la mujer desaparecen.

El tercer órgano urinario, el metanefros o riñón definitivo, aparece en la quinta semana. Sus unidades excretoras se desarrollan a partir del mesodermo metanéfrico

Los conductos colectores del riñon se desarrollan a partir de la yema ureteral, como una evaginación del conducto mesonéfrico. Esta yema penetra al tejido metanéfrico, que se moldea sobre su extremo distal. La yema se dilata para formar la pelvis renal, y se divide en porciones craneal y caudal, que serán los futuros calices mayores Cada caliz forma dos yemas nuevas. Estas yemas continuan subdividiéndose hasta que existen 12 o mas generaciones de tubulos. En la periferia se forman mas tubulos hasta el final del quinto mes. Los tubulos del segundo orden crecen y absorben a aquellos de la tercera y cuarta generaciones, para dar origen a los calices menores de la pelvis renal. En una fase posterior, los tubulos colectores de la quinta generación se dirigen en el caliz menor, para formar la pirámide renal. La yema ureteral da origen a: • • • •

Uréter Pelvis renal Calices mayores y mejores 1 y 3 millones de tubulos colectores

El extremo distal de cada túbulo colector recién formado queda cubierto por un capuchón de tejido metanéfrico. Las células del capuchón dan origen a las vesículas renales, que a su vez derivan en túbulos en forma de S. Los capilares crecen en un extremo de la S y se diferencian en glomérulos. Estos túbulos junto con los glomérulos dan

origen a las nefronas o unidades excretoras. El extremo proximal de cada nefrona genera la capsula de Bowman. El extremo distal da origen a una conexión abierta con los túbulos colectores, con lo que se establece una vía de paso desde la capsula de Bowman hasta la unidad colectora. La elongación del túbulo excretor determina la formación del túbulo cortoneado proximal, el asa de Henle y el túbulo contorneado distal De ahí que el riñon se desarrolla a partir de dos fuentes: 1. Mesodermo metanéfrico, que provee las unidades excretores 2. Yema ureteral, que da origen al sistema colector Las nefronas siguen formandose hasta el nacimiento. La producción de orina inicia en la semana 12. En el nacimiento, los riñones tienen un aspecto lobulado, pero en la niñez desaparece por el crecimiento adicional de las nefronas.

El riñon al principio se encuentra en la región pélvica, luego se desplaza a una posición mas alta en el abdomen. Este ascenso renal se logra por la disminución de la curvatura corporal y por el crecimiento de las regiones lumbar y sacra.

El riñón definitivo que se forma a partir del metanefros comienza a funcionar en la semana 12. La orina se expulsa a la cavidad amniótica y se mezcla con el liquido amniótico. El liquido es deglutido por el feto y se recicla por los riñones. La placenta en la vida fetal cumple la función de la excreción de los productos de desecho

De la cuarta a la séptima semana de desarrollo, la cloaca se divide en seno urogenital en la región anterior y en el conducto anal en la región posterior. El tabique urorrectal es una capa de mesodermo entre el conducto anal y el seno urogenital. La punta del tabique da origen al cuerpo del periné, donde se insertan varios músculos. Se distinguen 3 porciones del seno urogenital: •



La porción superior y mas grande, la vejiga urinaria. Al principio esta conectada al alantoides, pero luego se oblitera y el remanente constituye un cordón fibroso, el uraco, que conecta el ápice de la vejiga con el cordon umbilical. La porción siguiente es un conducto estrecho, la porción pélvica del seno urogenital, que en el varón da origen a los segmentos prostáticos y membranosos de la uretra. La última parte es el segmento fálico del seno urogenital.

Durante el proceso de diferenciación de la cloaca, los conductos mesonefricos quedan incluidos en la pared de la vejiga urinaria y los uréteres, ingresan a la vejiga. Por el ascenso de los

riñones, los orificios de los uréteres se desplazan en dirección cefálica; los de los conductos mesonefricos se acercan entre ellos para entrar a la uretra prostática, en el varón se convierten en los conductos eyaculadores. El interior de la vejiga queda cubierto en su totalidad por epitelio endodérmico El epitelio de la uretra se origina a partir del endodermo. El tejido conectivo y el tejido de musculo liso deriva del mesodermo visceral. Al final del tercer mes, el epitelio prolifera y origina varias evaginaciones. En el varón estas yemas constituyen la glandula prostática. En la mujer la porción craneal de la uretra da origen a las glándulas uretrales y parauretrales

La clave para el dimorfismo sexual es el cromosoma Y, que contiene un gen de determinación testicular llamado SRY. Esta proteína es el factor de determinación testicular. Bajo su influencia se presenta el desarrollo masculino, en su ausencia, el desarrollo femenino.

El sexo queda determinado en el momento de la fecundación, pero hasta la séptima semana de desarrollo las gónadas no adquieren características masculinas o femeninas Las gónadas aparecen como un par de rebordes longitudinales, las crestas genitales o gonadales. Se forman a partir de la proliferación del epitelio y de una condensación del mesénquima subyacente. Las células germinales aparecen en la sexta semana del desarrollo. Las células germinales primordiales surgen del epiblasto, migran por la línea primitiva y a la tercera semana ya están entre las células del endodermo. En la cuarta semana migran por el mesenterio dorsal del intestino posterior, y alcanzan las gónadas primitivas al inicio de la quinta semana, para invadir las crestas en la sexta semana. Si no las alcanzan, estas no se desarrollan.

Durante la llegada de las células germinales primordiales, el epitelio de la cresta prolifera y las células epiteliales penetran en el mesénquima. Ahí forman los cordones sexuales primitivos. Estos cordones están conectados con el epitelio superficial y es imposible distinguir la gónada masculina de la femenina. Así la gónada se conoce como gónada indiferenciada.

Si el embrión es de genética masculina, las células germinales primordiales cuentan con cromosomas XY. Bajo la influencia del gen SRY, los cordones sexuales penetran en la medula para formar los cordones testiculares o medulares. Siguiendo el desarrollo, la túnica albugínea (capa de tejido conectivo fibroso) separa los cordones testiculares del epitelio superficial. Los cordones sexuales se desintegran para formar a los túbulos de la rete testis. Durante el cuarto mes, los cordones testiculares adquieren forma de herradura y sus extremos quedan continuos con los de la rete testis. Ahora los cordones testiculares están compuestos por células germinales primitivas y células de Sertoli (derivadas del epitelio de la glandula) Las células de Leydig (derivan del mesénquima de la cresta gonadal) se ubican entre los cordones testiculares. A la octava semana de gestación, estas células comienzan a producir testosterona

Los cordones testiculares siguen como un tejido hasta la pubertad, luego adquieren un lumen, para formar los túbulos seminíferos. Una vez que estos se canalizan se unen a los túbulos de la rete testis, que a su vez penetran a los conductillos eferentes. Estos son porciones remanentes de los túbulos excretores del sistema mesonéfrico. Enlazan a la rete testis con el conducto mesonéfrico o de Wolff que se convierte en el conducto deferente.

Cromosoma XX. Los cordones sexuales se separan para formar cúmulos celulares. Estos contienen células germinales primitivas, ocupan la porción medular del ovario. Mas tarde desaparecen y son sustituidos por estroma vascular, que constituye la medula ovárica. El epitelio de superficie de la gónada femenina sigue proliferando. En la séptima semana da origen a una segunda generación de cordones, los cordones corticales, que penetran al mesénquima. En el tercer mes, estos cordones se dividen en cúmulos aislados. Las células de estos cúmulos rodean a cada ovogonia con una capa de células epiteliales llamadas células foliculares. Juntas, las ovogonias y las células foliculares forman un folículo primordial

En resumen, los embriones con una configuración cromosómica sexual XX, los cordones medulares de las gónadas involucionan y se desarrolla una generación secundaria de cordones corticales. En cambio, los embriones con XY los cordones medulares se transforman en cordones testiculares y no se desarrollan cordones corticales secundarios.

Al inicio el embrión tiene los conductos mesonefricos (de Wolff) y los conductos paramesonefricos (De Müller). Este ultimo deriva de una invaginación del epitelio en la superficie anterolateral de la cresta urogenital. En la región craneal el conducto se abre hacia la cavidad abdominal. En la región caudal discurre en posición lateral al conducto mesonéfrico, y luego lo cruza para elongarse en dirección caudomedial. En la línea media entra en contacto con el otro conducto opuesto. El extremo caudal de ambos conductos se fusiona y se proyecta hacia la pared posterior el seno urogenital, y da origen al tubérculo paramesonefrico.

Los conductos genitales son estimulados por la testosterona. Algunos túbulos excretores, los túbulos epigenitales, establecen contacto con los cordones de la rete testis y constituyen los conductillos eferentes del testiculo. Los túbulos excretores en el polo caudal del testiculo, los túbulos paragenitales, no se unen a la rete testis. Sus vestigios se conocen como paradidimo

El apéndice del epidídimo, los conductos mesonefricos persisten y dan origen a los conductos genitales. Los conductos mesonefricos se elongan y desarrollan circunvoluciones, para formar el (conducto) epidídimo. Desde la cola del epidídimo hasta donde esta la vesicula seminal, el conducto mesonéfrico desarrolla una capa muscular y da origen al conducto deferente. La región del conducto que va mas allá de la vesicula constituye el conducto eyaculador. Bajo la hormona antimülleriana o sustancia inhibidora de Müller, que sintetizan las células de Sertoli, los conductos paramesonefricos en el varón degeneran, menos sus extremos craneales, el apéndice testicular

En presencia de estrógenos, los conductos paramesonefricos se convierten en los conductos genitales del embrión femenino. Pueden reconocerse 3 partes en cada conducto: 1. Segmento craneal que se abre a la cavidad abdominal 2. Región horizontal que cruza el conducto mesonéfrico 3. Segmento caudal que se fusiona con su par en el lado opuesto Con el descenso del ovario, las primeras dos partes se convierten en la tuba uterina, y las porciones caudales se fusionan para formar el conducto uterino. Una vez que los conductos se fusionan en la línea media, se establece un pliegue pelvico transversal. Este pliegue, que se extiende desde las caras laterales de los conductos paramesonefricos fusionados y va hacia la pared de la pelvis, es el ligamento ancho del útero. El útero y este ligamento dividen la cavidad pélvica en fondo del saco rectouterino y en el saco vesicouterino. Los conductos paramesonefricos fusionados dan origen al cuerpo y al cérvix y al segmento superior de la vagina. El útero esta rodeado por mesénquima, que forma su cubierta muscular, el miometrio, como la peritoneal, el perimetrio. Los conductos mesonefricos en la mujer degeneran.

Después de que los conductos paramesonefricos entran en contacto con el seno urogenital, surgen dos evaginaciones. Estas evaginaciones, los bulbos senovaginales, proliferan y originan una placa vaginal. La proliferación sigue en el extremo craneal de la placa, lo que aumenta la distancia entre el útero y el seno. Las extensiones vaginales que rodean el extremo inferior del útero, los fórnix vaginales (fondos de saco), son de origen paramesonefrico. La vagina tiene un origen dual, con su porción superior derivada del conducto uterino y la inferior del seno urogenital La cavidad vaginal permanece separada del seno mediante el himen, es una delgada placa de tejido.

En la mujer a veces se conserva algunos remanentes de los túbulos excretores craneales y caudales del mesoovario, donde forman el epoóforo y el paraoóforo. El conducto mesonéfrico desaparece, excepto por una porción craneal que se identifica en el epoóforo y a veces una región caudal que se identifica en la pared del útero o vagina.

Durante la tercera semana de desarrollo, las células del mesénquima que se originaron en la región de la línea primitiva migran en torno a la membrana cloacal para formar un par de pliegues cloacales. Craneal a la membrana, los pliegues se unen para formar el tubérculo genital. Caudal a la membrana, los pliegues se subdividen en pliegues uretrales, en la región anterior, y pliegues anales, en la posterior. Las protuberancias genitales, son otras elevaciones que se ven al lado de los pliegues uretrales. Estas prominencias constituyen las protuberancias escrotales en el embrión XY y los labios mayores en el embrión XX. En la sexta semana no se puede distinguir el sexo

Estos están determinados por los andrógenos secretados por los testículos, y se produce una elongación del tubérculo genital, que se llama falo. Este tira de los pliegues uretrales hacia adelante, de modo que se convierten en las paredes laterales del surco uretral. Este se extiende desde la cara ventral del falo, y alcanza su región distal, el glande. La cubierta epitelial del surco (originada en el endodermo) constituye la placa uretral Al final del tercer mes, los dos pliegues uretrales se

cierran sobre la placa y forman la uretra peneana. Esta uretra se forma durante el cuarto mes, cuando las células ectodérmicas del glande se invaginan y forman un cordón corto. Este cordón desarrolla un lumen (futuro), con lo que se forma el meato uretral externo. Las protuberancias escrotales se forman en la región inguinal. Siguiendo el desarrollo, se desplazan en dirección caudal y forman la mitad del escroto. Están separadas entre si por el tabique escrotal

Los estrógenos estimulan el desarrollo de estos. El tubérculo genital se elonga y forma el clítoris. Los pliegues uretrales se transforman en los labios menores. Las protuberancias genitales crecen y forman los labios menores. El surco urogenital se mantiene abierto y constituye el vestíbulo.

Los testículos se desarrollan en el retroperitoneo de la región abdominal y deben pasar por la cavidad abdominal, caudalmente hasta llegar al escroto. El paso por la cavidad ocurre por el conducto inguinal. El ingreso por este ocurre por el anillo inguinal profundo y la salida por el anillo superficial. Final del segundo mes, el mesenterio urogenital se fija al testículo y el mesonefros a la pared abdominal posterior. A partir del polo caudal del testiculo se extiende un gubernáculo (condensación mesenquimatosa). Antes del descenso, este termina en la región inguinal. Cuando el testiculo comienza a descender, crece un segmento extraabdominal del gubernáculo, desde la región inguinal hasta las protuberancias. Cuando el testiculo pasa por el conducto, este segmento contacta con el piso del escroto. Los testículos llegan a la región inguinal alrededor de las 12 semanas de gestación, migraron por el conducto inguinal a las 28 semanas y llegaron al escroto a las 33 semanas. El proceso recibe influencia de hormonas, entre ellas andrógenos y MIS.

El peritoneo de la cavidad abdominal forma una evaginación a cada lado de la línea media. Esta evaginación, el proceso vaginal, se evagina hacia la protuberancia escrotal para dar origen al conducto inguinal. El testiculo entonces esta cubierto por un pliegue del proceso vaginal.

Los ovarios se establecen por debajo del borde de la pelvis. El ligamento genital craneal constituye el ligamento suspensorio del ovario, en cambio, el ligamento genital caudal origina el ligamento uteroovarico (ligamento del ovario propiamente dicho) y al ligamento redondo del utero...


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