TEMA 7 - LOS Géneros Literarios PDF

Title TEMA 7 - LOS Géneros Literarios
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Course Teoría de la Literatura
Institution Universidad de Sevilla
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Tema 7 Géneros literarios 1. Concepto de género El concepto de género literario ha sufrido muchas variaciones históricas desde la antigüedad helénica hasta nuestros días. Las relaciones entre lo individual y lo universal, entre visión del mundo y forma artística, la existencia o no de reglas, son problemas que están en íntima conexión con los géneros literarios.  Platón: distingue tres grandes divisiones de la poesía: • La poesía mimética o dramática • La poesía no mimética o lírica • La poesía mixta o épica  Aristóteles: establece las siguientes variantes o géneros de poesía: • Según los diversos medios con los que se realiza la mimesis. Para Aristóteles, es el fundamento de todas las artes, las cuales se diversifican según el medio con que en cada una se realiza la mimesis (la música utiliza la armonía y el ritmo, la pintura utiliza el color, etc.), también distingue dentro de la literatura entre poesía ditirámbica y tragedia y comedia. • Según los diversos objetos de la mimesis, aquí distingue la tragedia de la comedía, pues aquella tiende a representar personajes mejores que los hombres en general y esta tiende a representarlos peores. • Según los diversos modos de la mimesis. Aristóteles considera dos modos fundamentales de esta poética, un modo narrativo y un modo dramático. En el primer caso, el poeta narra en su propio nombre o narra asumiendo personalidades diversas. En el segundo, los actores representan directamente la acción como si fuesen ellos mismos.  Horacio: concibe el género literario como ajustado a cierta tradición formal y caracterizado simultáneamente por un tono determinado. El género se define mediante un metro determinado y mediante un contenido especifico. El poeta debe escoger, según los asuntos tratados, las modalidades métricas o estilísticas correspondientes. De esta manera se fijaba la unidad de tono y la separación de géneros. Aristóteles y Horacio son los que marcan las futuras teorías sobre el género literario. La crítica del Siglo XVI se ven en la necesidad de clasificadoras como las mayores Odas de Horacio o el Cancionero de Petrarca y la bipartición aristotélica de poesía dramática y narrativa, fue sustituida por una tripartición de poesía dramática, épica y lírica. Así las poéticas del siglo XVI. En la poesía dramática se integraban las obras que representaban la acción sin que interviniese la persona del poeta, en la poesía lírica se incluían aquella en que la personas el poeta narraba y consideraba los acontecimientos, sin que en ellas figurasen más que las reflexiones del propio poeta y la poesía épica era una especia mixta, resultante de las dos anteriores (unas veces hablaba el poeta y otras hablaban los personajes por él introducidos).

La estética del Clasicismo francés acepta sustancialmente la noción de género literario elaborada por el aristotelismo y por el horacionismo del Renacimiento. El género es concebido como una especie de esencia eterna, fija e inmutable, gobernada por reglas específicas y también inmutables. Se mantiene una distinción nítida entre los diferentes géneros, cada uno tenía sus asuntos propios, su estilo y sus objetos peculiares y el poeta debía esforzarse por respetar estos elementos en toda su pureza. El género literario es así entendido como un mundo cerrado que no admite nuevos desarrollos. Pero esta doctrina clásica se resentirá por la aparición de nuevos desarrollos. Pero esta doctrina clásica se resentirá por la aparición de nuevos géneros literarios. Desconocidos por latinos y griegos. afirmar la historicidad del género literario es negar, su carácter estático e inmutable y los modelos y las reglas considerados como valores absolutos. Otro aspecto importante en esta teoría clásica es la jerarquización de los diversos géneros literarios, al considerar que existen géneros mayores o menores. Esta jerarquización no se basa en el mayor o menor placer provocado en el lector, sino que está más bien en correlación con la jerarquía de los varios movimientos y estados del espíritu humano, la tragedia, expresión de la inquietud y del dolor del hombre ante el destino y la epopeya, expresión elocuente del heroísmo, son lógicamente consideradas como géneros mayores, superiores a la fábula o a la farsa. Además, mientras que la tragedia y la epopeya eligen figuras de reyes, grandes dignatarios y héroes, la comedia presenta, en general, personajes y problemas de la burguesía, ya la farsa busca sus elementos entre el pueblo. Mientras que el clasicismo francés aboga por las reglas y concibe el género como unidad eterna, inmutable y rigurosamente delimitada, el barroco expira mayor libertad artística, desconfía de las reglas inflexibles, concibe el género literario como entidad histórica capaz de evolución, admite la posibilidad de nuevos géneros y aboga por el hibridismo de los géneros. Se inicia de esta manera la tempestuosa pugna entre antiguos y modernos. Los antiguos, consideran las obras literarias grecolatinas como modelos ideales e inmutables, y niegan la posibilidad de crear nuevos géneros literarios o de establecer nuevas reglas para los géneros tradicionales. Los modernos reconociendo la existencia de una evolución en las costumbres, en las creencias religiosas, en la organización social, etc.… defienden la legitimidad de nuevas formas literarias diferentes de las de los griegos y latinos. Estos llegan a afirmar la superioridad de las literaturas modernas frente a las letras grecolatinas y defienden el sentido de la historicidad del hombre y de sus valores. En el siglo XVIII, el movimiento prerromántico alemán proclamó la rebeldía total, contra la teoría clásica de los géneros y de las reglas, poniendo de relieve la absoluta individualidad y autonomía de cada obra literaria. La estética del género concibe la creación poética, como, irrupción irreprimible de la interioridad profunda del poeta, como rebeldía y no como aceptación de modelos y reglas. Los románticos condenan la teoría clásica de los géneros en nombre de la libertad y la espontaneidad creadora y de la propia unicidad de la obra literaria. Hegel trata de estructurar la tradicional tripartición de la relación sujeto-objeto, la lírica sería el género subjetivo, la épica será el género objetivo y la dramática será el género subjetivo- objetivo. Padre del romanticismo, y es el que más por culo da con el género. Un aspecto muy importante de la teoría romántica de los géneros literarios se refiere a la defensa del hibridismo de los géneros - V. Hugo, condena la regla de unidad de tono y pureza de los géneros literarios en nombre de la vida misma, de la cual debe ser expresión el arte y aboga por una nueva forma teatral, el drama, apta para expresar el polimorfismo de la realidad. El drama participa de los caracteres de la tragedia y de la comedia de la oda y de la epopeya, pintando al hombre en las grandezas y en las miserias de su humanidad.

Esta estética de los géneros se adhiere a principio romántico de que la verdad y la belleza residen en la síntesis de contrarios. Brunetiere influido por el dogmatismo de la doctrina clásica concibe los géneros literarios como entidades sustancialmente existentes como esencias literarias provistas de significado y dinamismo propios, seducido por las teorías de Darwin, trata de aproximar el género literario a la especie biológica. El valor y la importancia de la obra surgen como dependientes de la aproximación o del apartamiento de la obra con relación a la esencia de un género. Por el contrario, Croce identifica la poesía y el arte en general, con la forma de actividad teorética que es la intuición conocimiento de la individual de las cosas singulares, productoras de imágenes, en suma, formas de conocimiento opuesta al conocimiento lógico. La poesía según Croce se revela como intuición expresión conocimiento y representación de la individual elaboración a lógica y, por consiguiente, una e indivisible porque cada expresión es única. Aunque Croce niega el carácter fundamental de los géneros literarios, admite que es un instrumento útil en la historia literaria, cultural y social y un elemento cómodo en la sistematización de la historia literaria. Pero sigue siendo siempre un elemento extrínseco a la esencia de la poesía y a los problemas de juicio estético. En nuestros días, Kayser reincide en el error de considerar al género literario como entidad normativa y criterio de valor. El género, para Kayser representa una entidad cerrada y abstracta u no otorga legitimidad a las obras que no respetan las normas fijadas.

RESUMEN SOBRE LA DOCTRINA CLASICISTA DE LOS GÉNEROS: Los géneros no existen como esencias independientes y absolutas. Tampoco resulta aceptable para la estética moderna la doctrina clásica según la cual la belleza habría alcanzado la suprema realización literaria en los autores grecolatinos. Cada género literario representa un dominio particular de la experiencia humana y representa al hombre y al mundo a través de una técnica y de una estilística propia, íntimamente relacionada con la respectiva visión del mundo. La doctrina clásica de los géneros literarios, entendida individualmente, falsea el juicio estético al sustituir al concepto de belleza único criterio legítimo de la valoración estética por el concepto de subordinación a tal o cual género. La pertinencia y la reflexión demuestran que el valor de una obra jamás podrá nacer de una perfecta obediencia a cualquier regla. E. Staiger demostró en 1952 cuál es el camino que debe seguir el estudio de los géneros literarios al defender la necesidad de que la poética se apoye firmemente en la historia, en la tradición formal concreta e histórica de la literatura, ya que la esencia del hombre es la temporalidad. Staiger caracteriza lo lírico como recuerdo, lo épico como observación y lo dramático como expectativa. Así la épica centrada sobre la tercera persona implica la función referencial del lenguaje, la lírica, orientada hacia la primera persona, se une estrechamente a la función emotiva, la dramática esta vinculada a la segunda persona y a la función incitativa (o conativa).

E. Satiger, insiste en la necesidad de que el estudio de los géneros se apoye en una visión dinámica del hecho literario y restablece la clasificación tripartita, (lírico, épico, dramático) aunque reformula en los conceptos de lo lírico y lo épico y lo dramático. Con esta reformulación que hace nos dice que las tres cualidades se mantienen, pero de forma distinta. Lo épico  observación  presente Lo literario  recuerda  pasado Lo dramático  expectativa  futuro Esta división nos resulta insuficiente pero como línea general si se cumple esa división del cuadro La estructura del genero se divide en dos: -

Géneros naturales. Géneros históricos.

El vocablo genero resulta a veces, imprecisión, pues se refiere tanto a las grandes categorías de la lírica, de la narrativa y del drama, como a las diferentes especies englobadas en estas categorías (dramática, comedia y novela) -- por eso algunos criterios proponen la designación de formas o géneros naturales de la literatura para la lírica, la narrativa y la dramática, reservando la designación de géneros literarios propiamente dichos (o subgéneros para algunos tratadistas) para las especies históricas determinables dentro de aquellas formas naturales. Aguiar e Silva, vinculación directa donde se encuentran la problemática existencial del hombre y el análisis de los géneros literarios. En la genealogía se une el problema de los géneros literarios y el existencial del receptor que se debe situar en un lugar concreto. Los géneros literarios no son menas cuestiones literarias, son más cuestiones, como la que se plantea el escritor a la hora de escribir una obra lo hace de una mera visión del mundo, lo mismo pasa con el receptor. Resume lo dicho al principio del tema. G. Gallardo, Muchas veces se trata de predominios de uno u otro aspecto y que el género alojado en un apartado bien pudiera ser clasificado en otro. Nos dice, por ejemplo, el romancero, puede estar en dos géneros; épico (originalmente) o en el género lírico.

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pacto ficcional) Si no estaríamos ante otro género.

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porque en general, se cuenta una historia.

4. La dramática 4.1 Actitudes y formas de lo dramático El texto dramático está dirigido a la representación (aunque ello no excluya la lectura). Podríamos decir que el lector deberá verificar en su interior una posible representación de la obra. El código de las lenguas naturales es solo uno de los varios existentes en la comunicación teatral. Pero hay otros que deben considerados en su estudio. La emisión y la recepción del drama son fundamentalmente colectivas (una compañía que interpreta y un público que asiste a la representación) En el momento de la representación el drama se presenta como autónomo (es decir, se prescinde de público y autor mientras se produce de ficción) En la representación se instaura un doble sistema de comunicación: de los personajes entre sí y de los autores y el público (aunque aquéllos fingen desconocer su presencia) El texto dramático está constituido esencialmente por el diálogo. La inmediatez de la representación no desvirtúa la ficción alisad del pacto entre actor y espectadores. Spang señala las siguientes actitudes: I.

El texto dramático está destinado a la representación, porque, aunque no se excluya la lectura, tenemos que pensar que el lector tiene que verificar en su interior una posible representación de la obra. Es compleja en el sentido de que intervienen muchos factores. Requiere la puesta en escena ante nuestros ojos de lo que el autor ha escrito y requiere mucho más que la palabra.

II.

El código de las lenguas naturales es solo uno de los varios códigos existentes en lo dramático, esto es, en la representación teatral lo dramático exige no solo un código lingüístico, sino también la presencia de otro sistema, como vestuario, decorado, iluminación, gestos, etc. Si un sistema falla se verá afectada la totalidad de la obra.

III.

Como consecuencia de los 2 puntos anteriores la emisión y la recepción del drama son fundamentalmente colectivos, es decir, una compañía de actores. Y en cuanto al público también es colectivo.

IV.

En el momento de la representación el drama se presenta como autónomo, se prescinde de público y autor mientras se produce la función. Mientras los autores están en la escena fingen que el público no está ahí. Durante la representación no cabe ningún cambio por parte del autor. El espectador tiene que aceptar lo que le dicen los actores (pacto de ficción).

V.

En la representación se instaura un doble sistema de comunicación: -

Uno, en el mundo de la escena, entre los actores. Dos, entre los actores y el público, aunque los personajes fingen desconocer la presencia del público.

Los apartes: es cuando un actor se vuelve al público confiándole algo.

VI.

El texto dramático está constituido esencialmente por el diálogo. Un diálogo tiene que ser parecido al de la realidad, a excepción del monólogo. Cuando un discurso es muy largo el receptor se dedica a otra cosa que a escuchar.

VII.

La inmediatez de la representación no desvirtúa la ficcionalidad del pacto entre actor y público.

4.2 Formas principales de la dramática o

Tragedia: subgénero dramático cuya acción presenta conflictos de apariencia fatal que mueven a compasión y espanto, con el fin de purificar estas pasiones en el espectador y llevarle a considerar el enigma del destino humano, y en la cual la pugna entre la libertad y necesidad termina generalmente en un desenlace funesto.

o

Comedia: subgénero dramático en cuya acción predomina los aspectos festivos o humorísticos y cuyo desenlace suele ser feliz.

o

Drama: obra de teatro o de cine en que prevalecen acciones y situaciones tensas y pasiones conflictivas.

o

Auto sacramental: pieza de teatro religiosa alegórica de un solo acto y de tema preferentemente eucarístico, que se representaba el día del Corpus entre los siglos XVI Y XVII, hasta la prohibición del género en 1765, por lo general con gran aparato escenográfico.

o

Sainete: obra teatral frecuentemente cómica, aunque puede tener carácter serio, de ambiente y personajes populares, en uno o más actos, que se representa como función independiente.

o

Entremés: pieza dramática jocosa, y de un solo acto, que solía representarse entre una y otra jornada de la comedia, y primitivamente alguna vez en medio de una jornada.

o

Farsa: es un tipo de obra teatral cuya estructura y trama están basadas en situaciones en que los personajes se comportan de manera extravagante, aunque por lo general mantienen una cuota de credibilidad. Se caracteriza por mostrar hechos exagerando la realidad. Muchas veces critica situaciones de tipo social. Los temas y personajes pueden ser fantásticos.

o

Ópera: obra teatral cuyo texto se canta, total o parcialmente, con acompañamiento de orquesta.

o

Melodrama: obra teatral, cinematográfica o literaria en que se exageran los aspectos sentimentales y patéticos.

5. Didáctica 5.1 Actitudes de lo didáctico o argumentación En la didáctica se incluyen las obras que se valen de la palabra para exponer conocimiento o doctrinas. Aunque tenga presente una finalidad docente incluye un claro componente estético vinculado a lo que Jakobson llamó la función poética. Por su carácter expositivo de ideas o fundamentos teóricos la argumentación se hace imprescindible como elemento estructurador de los mismo. Según el Prof. Romero Luque, este 4º género de carácter argumentativo coincide con lo que antes se llamaba didáctica. 1) En este género tendrían cabida el ensayo, la prosa doctrinal o la oratoria. Se trata de no dejar fuera grandes obras literarias de los géneros literarios. 2) Los textos que se dan aquí señalan un alto interés persuasivo del autor al receptor. Ese interés persuasivo no entra en contradicción con el valor artístico. Aparte de convencernos de leer el texto, es que pensemos lo que el autor quiere. 3) Aunque durante mucho tiempo ha prevalecido la tríada genérica, cada vez son más los críticos que propugnan este 4º género, independientemente del nombre que se le dé. Aquí podrían incluirse los textos literarios de prosa no ficcional, destinados a la exposición de ideas. 4) Aunque para algunos el criterio ideológico se superpone a lo estético, no podemos olvidar que como texto literario tiene que hacer uso de la lengua tomando como función principal la función poética. Tiene que compartir valores ideológicos y literarios. 5) El género rey es el ENSAYO, en el que triunfa un rasgo como el dialogismo, es decir, el ensayo no solo recoge las opiniones de su autor, sino que debe transparentar distintas opiniones y ofrecer al lector los medios necesarios para que halle la solución al problema tratado. El ensayo es un subgénero abierto, no impone una opinión.

5.2 Formas principales de lo didáctico o argumentativo.  Ensayo: escrito en el cual un autor desarrolla sus ideas sin necesidad de mostrar el aparato erudito.  Diálogo: obra literaria, en prosa o verso, en que se finge una plática o controversia entre dos o más personajes.  Epístola: composición poética en que el autor se dirige o finge dirigirse a una persona real o imaginaria, y cuyo fin suele ser moralizar, instruir o satirizar. En castellano se escribe generalmente en tercetos o versos libres.  Miscelánea: obra o escrito en que se tratan muchas materias inconexas y mezcladas.  Literatura paremiológica: es la ciencia que estudia los refranes, los proverbios y demás enunciados cuya intención es transmitir algún conocimiento tradicional basado en la experiencia.

 Glosa: explicación o comentario de un texto oscuro o difícil de entender.  Artículo de opinión: es un texto que manifiesta el punto de vista de persona, que suele ser un personaje notable o de relev...


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