TeorÍa Lingüística MUY Completo PDF

Title TeorÍa Lingüística MUY Completo
Course Teoría Lingüística. Métodos Herramientas y Paradigmas
Institution UNED
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TEORÍA LINGÜÍSTICA TEMA 1. LA LINGÜÍSTICA COMO CIENCIA COGNITIVA. PRESUPUESTOS METODOLÓGICOS PARA UNA TEORÍA DEL LENGUAJE 1. ¿Por qué estudiar el lenguaje? ¿Por qué elaborar teorías que expliquen su naturaleza?    El lenguaje se estudia por dos grandes motivos: por una cuestión heurística, es dec...


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TEORÍA LINGÜÍSTICA TEMA

1.

LA

LINGÜÍSTICA

COMO

CIENCIA

COGNITIVA.

PRESUPUESTOS

METODOLÓGICOS PARA UNA TEORÍA DEL LENGUAJE

1.1. ¿Por qué estudiar el lenguaje? ¿Por qué elaborar teorías que expliquen su naturaleza?  



El lenguaje se estudia por dos grandes motivos: por una cuestión heurística, es decir, simplemente por curiosidad intelectual sobre el fenómeno; o por cuestiones aplicadas, es decir, ofrecer soluciones a los problemas de la vida real que estén relacionados con el lenguaje. En cuanto al porqué de elaborar teorías que expliquen su naturaleza, entre otras razones, permitirá comprender el papel de la lingüística en otras ciencias como la neurolingüística, la inteligencia artificial, el procesamiento del lenguaje natural, etc. Por ejemplo, como señala Jackendoff, un tema recurrente para la mayoría de las teorías lingüísticas ha sido el estudio de la investigación del lenguaje como capacidad cognitiva humana. El lenguaje no es asunto exclusivo de la lingüística, interesa también a otros campos como la psicología, la sociología, la antropología... Ya en los años 70, el gran lingüista Michael Halliday, padre de la Gramática Sistemática Funcional, reconocía la relación del lenguaje como sistema con estas disciplinas, así como con la arqueología, la geografía, las matemáticas, la física...

1.1.1. ¿Qué tipos de problemas podemos resolver? 

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La labor del lingüista es clave para dar respuesta a problemas que alcanzan desde aquéllos relacionados con el ámbito pedagógico (cómo se puede enseñar mejor una segunda lengua) a otros que se pueden agrupar en torno a los siguientes ámbitos de trabajo: económico y judicial, político y tecnológico con implicaciones en el desarrollo económico. Por lo que se refiere a los problemas que se pueden ubicar en un entorno económico y jurídico, se encuentran las aplicaciones forenses, que determinan quién es el criminal de un delito o identifican la autoría de un anónimo, etc. En un ámbito más político, destaca el papel del lingüista como asesor de la planificación lingüística de un país o territorio, etc. Se ocupa de orientar el aprendizaje de diversos aspectos de la lengua materna o del aprendizaje de otras lenguas en una comunidad de hablantes. Por último, en un ámbito tecnológico destacan las aplicaciones computacionales, que son variadas y diversas. Por ejemplo, el denominado ingeniero del conocimiento se ocupa de modelar y gestionar la cantidad ingente de información a la que tenemos acceso en la web. Aquí surge la Web 3.0 o Web Semántica, que es la herramienta con la que se trata que los ordenadores entiendan las páginas web que soportan, es decir, que entiendan una consulta en lenguaje natural. Todos estos proyectos demuestran el papel destacado que desempeña un lingüista teórico, es decir, un lingüista que sepa abstraer, generalizar, formular y representar los hechos lingüísticos con una metodología científica y rigurosa e interpretarlos.

1.2. La lingüística como ciencia cognitiva.



Lingüística: ciencia que describe y explica el lenguaje humano. El estudio del lenguaje forma parte, al igual que la neurociencia, la psicología cognitiva, la antropología cognitiva y la inteligencia artificial, de lo que se conoce con el nombre de ciencias cognitivas, un conjunto de teorías explicativas sobre el funcionamiento de la mente que tienden a la convergencia de métodos y postulados. Para poder dar cuenta de la enorme complejidad del lenguaje, los lingüistas han recurrido a elaborar modelos o teorías. Un modelo es algo más que una descripción de un fenómeno. Normalmente, un modelo responde a un determinado enfoque teórico, a una forma de explicar los datos que proceden de la observación del fenómeno. De esta forma, una teoría del lenguaje debería ser capaz de ofrecer un marco de representación que permita dar cuenta del lenguaje como sistema de procesamiento y representación de la información, así como de su potencial para comunicar contenidos.



Así, la lingüística como ciencia implica:





1: Definir la naturaleza del conocimiento lingüístico. 2: Valorar la adecuación del modelo mediante una serie de criterios o parámetros. 3: Adoptar una metodología para el análisis de los datos. 4: Formular un número reducido de leyes, principios o reglas que permitan explicar una gran variedad de datos y fenómenos complejos. 5: Proponer explicaciones que tengan conexiones con otras ramas de la Ciencia. 6: Poder expresar todas las tesis, principios y teorías en un lenguaje formalizado.

1.3. La naturaleza del conocimiento lingüístico. 





El término lenguaje normalmente se ha empleado para designar códigos de signos o para interpretar la facultad humana para comunicarse por medio de dichos signos. El lenguaje se puede estudiar desde muy diversas perspectivas, si bien hay dos grandes paradigmas que han marcado la investigación lingüística en los últimos 50 años: el paradigma formal, volcado hacia el estudio inmanente del lenguaje, y el paradigma funcional, referente a las funciones que contribuyen a su uso. El paradigma formal considera el lenguaje como sistema cognitivo, como una capacidad cognitiva innata que forma parte de la dotación biológica de la especie humana. Se mantiene que el lenguaje es un objeto natural, un “órgano lingüístico”, que tiene presencia física en el cerebro, y al que podemos acceder a su estudio si adoptamos un naturalismo metodológico, es decir, la misma metodología que se utiliza en otras ciencias naturales como la biología, la física, las matemáticas, etc. Por tanto, la facultad del lenguaje es una función particular del cuerpo, similar, por ejemplo, a la visión, la locomotricidad, etc. En este sentido, Chomsky afirma que el estudio del lenguaje es una rama de la biología humana. Por otro lado, el paradigma funcional, más inclinado a adoptar una perspectiva externa, basada en el uso y en la función que el lenguaje cumple como transmisor de la información, mantiene que las reglas y principios de los sistemas lingüísticos se deben explicar, cuando sea posible, de acuerdo con los modos en que el lenguaje es utilizado. En este sentido, el lenguaje se entiende como un fenómeno social cuya estructuración interna procede de su función de significar dentro de un sistema social. Halliday difería radicalmente de Chomsky porque, a diferencia de éste, situaba el significado y no la sintaxis como objeto central para la explicación lingüística, y porque no creía en el innatismo del lenguaje, sino en su desarrollo funcional según surgían las necesidades comunicativas del individuo en sus edades más tempranas dentro de su entorno social.

1.4. Los estándares de adecuación de una teoría lingüística. 

En lingüística, la noción de “estándar de adecuación” nace con Chomsky, padre de la Gramática





Generativa, el cual postulaba que una teoría lingüística, al igual que cualquier teoría científica, podía gozar, en orden creciente de importancia, de hasta tres niveles de adecuación: observacional, descriptiva y explicativa. Así, una gramática de la lengua posee adecuación observacional si es capaz de especificar qué oraciones de dicha lengua están correctamente configuradas, y cuáles no, desde los puntos de vista sintáctico, semántico, morfológico y fonológico. Para tener adecuación descriptiva debe describir la estructura sintáctica, semántica, morfológica y fonológica de las oraciones de la lengua objeto de estudio, de tal forma que refleje las intuiciones del hablante nativo acerca de dicha estructura. Por último, la adecuación explicativa se logra si a lo anterior se añade un conjunto lo más restringido posible de principios universales que representan principios psicológicos naturales. Otros lingüistas, no seguidores de Chomsky, han adoptado la noción de estándar de adecuación y la han ampliado, de tal forma que, hoy en día, se habla también de adecuación tipológica, pragmática, psicológica, cognitiva, discursiva, sociocultural, adquisitiva, computacional y aplicativa.

1.4.1. Adecuación observacional, descriptiva y explicativa. EJEMPLOS: 1: El cartero entregó el libro a María. 2: El cartero entregó a María el libro. 3: El cartero entregó el libro. 4: El cartero entregó a María. 5: El cartero entregó. 







El lingüista, en la adecuación observacional, se limitará a constatar que las oraciones 1, 2 y 3 son posibles en español, mientras que la 4 y la 5 no. La adecuación observacional no posee demasiado valor por sí misma, pues se limita a afirmar qué oraciones son correctas y cuáles no, y sin dar cuenta de por qué es así. Sin embargo, este nivel de adecuación es valioso como paso preliminar para dotar a la teoría de otros niveles superiores de adecuación (descriptiva y explicativa). Así, el lingüista, en el nivel descriptivo, deberá segmentar las oraciones en sintagmas. Al hacerlo, comprobará que cuando el núcleo del sintagma verbal contiene un verbo ditransitivo (susceptible de regir dos complementos), o bien deben aparecer los dos complementos (“el libro”, “a María”) o bien, si sólo aparece uno, éste no puede ser el objeto indirecto. También notará que no es posible eliminar ambos complementos (“el cartero entregó”). Este tipo de descripción se basa en juicios del hablante del español, los cuales se fundamentan en la competencia de éste para producir oraciones posibles en esa lengua. Pero para poder dar cuenta de la competencia del hablante y hacer generalizaciones, es preciso formular principios máximamente explicativos. Este proceso es muy complejo, pues el lenguaje es también una facultad muy compleja, por lo que el lingüista procede gradualmente, observando y describiendo fenómenos que luego integra en una explicación global basada en la formulación de las leyes universales que los rigen. Adecuación observacional: una teoría debe explicar las oraciones posibles y las imposibles en una lengua dada (o en dos, tres, etc.). Adecuación descriptiva: una teoría debe identificar los elementos estructurales de las oraciones (sintagmas), y describir qué combinaciones sintagmáticas pueden darse o no en una lengua (o en dos, tres, etc.) dada mediante reglas (los verbos transitivos requieren un objeto). Adecuación explicativa: una teoría debe identificar los principios que explican las reglas identificadas anteriormente, es decir, ir del qué al por qué (los verbos transitivos requieren un objeto porque el caso acusativo tiene que ser cotejado con un SN).

1.4.2. Adecuación pragmática, psicológica y tipológica. 

Siguiendo con la frase anterior (“el cartero entregó el libro a María”), para un lingüista formalista esta frase entraña una alternancia sintáctica (es decir, dos posibles realizaciones sintácticas de un mismo significado), que forma parte del conocimiento que el hablante nativo tiene de su lengua, de su competencia. Para un funcionalista, la alternancia sintáctica puede venir motivada por factores comunicativos e incluso psicológicos. Así, situar primero un complemento frente a otro puede ser un recurso para otorgar prominencia temática al complemento que está más a la derecha. EJEMPLOS: 1: El cartero (le) entregó el libro a María, no a Juana.

2: El cartero (le) entregó a María, no a Juana, el libro. 















Aunque las dos oraciones son gramaticalmente correctas, la 6 parece más natural, lo cual se debe a dos principios funcionales de la organización de los enunciados, que actúan de forma paralela. El primero dicta que existe una preferencia por situar los constituyentes oracionales sintácticamente más complejos en la zona más cercana al final de la oración, y la segunda establece que la información nueva, y más prominente, también prefiere una posición al final de la oración. Por esta razón, “a María, no a Juana”, que establece un contraste que cancela una supuesta presunción errónea del oyente, se sitúa con más naturalidad al final de la oración, después del objeto directo. Por tanto, para un lingüista funcional el criterio de adecuación explicativa no es suficiente y debe ser complementado con otros. En el caso de los ejemplos 6 y 7, la explicación basada en los dos principios de tipo funcional tiene como objetivo dotar a la teoría lingüística de una adecuación pragmática o comunicativa. Así, se sabe que la tendencia a poner los constituyentes complejos a la derecha incide en su mayor facilidad para ser procesados por la mente si se encuentran en esa posición, lo que nos lleva a la adecuación psicológica o cognitiva. Se puede decir que la preferencia de la información tanto nueva como compleja por ser situada al final de la oración viene motivada por restricciones de tipo psicológico o cognitivo en el procesamiento. Un lingüista cognitivo, analizando la frase “el cartero entregó el libro a María”, buscaría la motivación en esquemas conceptuales como el de movimiento y el de posesión. Así, en este caso, en el que el objeto indirecto aparece tras el objeto directo, se emplea un esquema de movimiento, en el que la entrega del libro implica desplazamiento por el espacio hasta un lugar de destino, que es María. Como María es, a la vez, receptora del libro, nuestras mentes correlacionan y llegan a confundir las nociones de destino y receptor. Esto no sucede en el caso “el cartero entregó a María el libro”, en el que el objeto indirecto aparece antes que el directo; en este caso, la interpretación de la oración se centra en la función de María como beneficiaria del acto de entrega. El criterio de adecuación cognitiva, al que George Lakoff, otro de los padres fundadores de la Lingüística Cognitiva, denominó “compromiso cognitivo”, en principio era muy similar al estándar de adecuación psicológica, con lo que únicamente exigía una mera compatibilidad con los resultados de la experimentación empírica. Así, el criterio de adecuación cognitiva ha evolucionado de forma muy notable. Experimentos realizados por la psicóloga Eleanor Rosch han demostrado que la mente humana no distingue entre conceptos de una forma muy rígida. Para poder definir unas categorías conceptuales y distinguirlas de otras es necesario que la categorización se produzca en función de la comparación de los objetos de nuestra experiencia con lo que ella denominó el prototipo (o mejor ejemplar) de la categoría. Por ejemplo, en una teoría clásica de categorización, el concepto “soltero” se caracterizaría como un “varón no casado”. Pero si nos referimos al Papa, por ejemplo, produce extrañeza, ya que no es un buen ejemplo de la categoría “soltero” por las circunstancias atípicas que han dado lugar a su soltería. Otro ejemplo muy interesante de cómo categoriza la mente humana es el de “madre”. En las teorías que no buscan la adecuación psicológica o cognitiva, “madre” se define sencillamente como “mujer que tiene hijos”. Sin embargo, el concepto de “madre” es más complejo: en sentido biológico es una mujer que tiene hijos, pero también los cuida, educa, etc., y puede tener incluso una connotación espiritual o figurado, como se ve en las oraciones: “Teresa de Calcuta fue la madre de los pobres” o “La experiencia es la madre de la ciencia”; También existe una concepción “marital” de la idea de madre (se espera que la madre tienda a formar una familia con sus hijos y el padre de estos). Una teoría que aspire a tener adecuación cognitiva debe contemplar todos estos elementos conceptuales, denominados modelos cognitivos. En un estadio posterior, el compromiso cognitivo se ha comenzado a entender no como una cuestión de compatibilidad entre la lingüística y las ciencias cognitivas, sino como la subordinación de la primera a los postulados de las segundas, que incluyen todo tipo de disciplinas empíricas relacionadas con la mente, además de la propia lingüística: psicología, filosofía, neurociencia, antropología, inteligencia artificial, sociología o biología. En cuanto a la adecuación tipológica, se refiere a la capacidad de una teoría para dar cuenta de fenómenos lingüísticos en cualquier lengua natural. Es decir, se dice que una gramática alcanza la adecuación tipológica cuando, además de cumplir otros niveles previos de adecuación, es capaz de

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proporcionar gramáticas para las lenguas de cualquier tipo, dando cuenta al mismo tiempo de las similitudes y diferencias entre estas lenguas. En la Lingüística Generativa se postula la existencia de una Gramática Universal con la que nacemos todos los seres humanos. En lingüística funcional, el criterio de adecuación tipológica es esencial para modelos como la Gramática Funcional de Simon C. Dik y la Gramática del Papel y la Referencia de Robert D. Van Valin. Sin embargo, estos modelos no propugnan la existencia de principios gramaticales innatos, sino de tendencias universales, que nunca se pueden postular a priori, sino después de haber analizado numerosas lenguas pertenecientes a distintas familias. Hay lingüistas que han estudiado rasgos tipológicos en el nivel semántico, un ejemplo es el caso del Metalenguaje Semántico Natural, de Anna Wierbicka y Cliff Goddard, que mediante un método de reducción de conceptos complejos de numerosas lenguas no emparentadas, han llegado a identificar unos sesenta primitivos semánticos (elementos básicos de significado que no se pueden descomponer más), que permiten definir cualquier concepto léxico de cualquier lengua. Conceptos como “saber”, “verdad”, “decir”, “querer”, “pensar”, “mal”, cuyo carácter es universal, pertenecen al listado de primitivos semánticos de esta teoría. Adecuación psicológica: lo que la teoría dice acerca del lenguaje debe ser compatible con lo que se sabe acerca de los mecanismos psicológicos involucrados en el procesamiento del lenguaje natural y otros tipos de mecanismo psicológicos como la memoria. Adecuación tipológica: la teoría debería ser formulada en términos de reglas y principios que puedan ser aplicados a cualquier lengua natural. Adecuación cognitiva o compromiso cognitivo: similar a la adecuación psicológica en un principio, después evolucionó a uno de los requisitos centrales de la lingüística cognitiva y establece que una teoría del lenguaje debe reflejar la estructura cognitivo-perceptual de la interacción del individuo con la realidad externa.

1.4.3. Otros estándares de adecuación. 

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La comunicación lingüística se manifiesta no tanto mediante oraciones aisladas, como mediante secuencias organizadas de enunciados que constituyen lo que se ha denominado: discurso. Por ello, los lingüistas han postulado modelos que posean adecuación discursiva, es decir, que sean capaces de dar cuenta no sólo de fenómenos fonológicos y morfosintácticos a nivel oracional, sino también de cómo las oraciones se conectan de manera coherente y plenamente significativa. La adecuación discursiva está estrechamente ligada a la adecuación pragmática, que se relaciona con el objetivo natural de todo hablante de que su uso lingüístico sea adecuado a sus objetivos comunicativos en el contexto en el que se produce. La adecuación pragmática o comunicativa también se relaciona con la dimensión socio-cultural del lenguaje. El modo en que se configuran algunas estructuras lingüísticas tiene que ver directamente con la necesidad que tienen los sistemas lingüísticos de responder a requisitos sociales. Por ejemplo, el japonés posee una amplia gama de sufijos con valor honorífico, que se utilizan también para referirse a objetos, pero que se pueden eliminar en contextos marcados por relaciones muy íntimas entre hablantes. Por ejemplo, “kun” lo usan las personas mayores para referirse a los más jóvenes, o “san” se usa como un valor equivalente a señor o señora. La adecuación adquisitiva, también propuesta dentro de la lingüística funcional, plantea como objetivo de la explicación lingüística el especificar cómo se aprenden las propiedades de una lengua. Por ejempl...


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