4 EL Tercer Estamento O Estado Llano PDF

Title 4 EL Tercer Estamento O Estado Llano
Author Teresa Lozano Cortés
Course Historia Social de la Edad Moderna
Institution UNED
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Son apuntes de los dos libros recomendados más otros de internet. A veces están un poco difusos. Yo leo todo, eligiendo qué estudiar. Nota examen 8...


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TEMA 4. EL TERCER ESTAMENTO O ESTADO LLANO 1.-La población urbana: burgueses, profesionales liberales, artesanos trabajadores no cualificados. 2.-El campesinado y las diferentes condiciones de explotación de la tierra. 3.-Los sectores marginados: pobres, vagabundos y delincuentes. 4.-Las revueltas populares en el siglo XVI.

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Resumen del contenido - DOCENTES: Frente a los estamentos privilegiados, el estado llano se configura como un abigarrado conjunto de grupos sociales que tienen en común varias cosas: Una limitada movilidad social, ya que resulta bastante difícil a los individuos y familias incluidos en este estamento el acceder a la nobleza, aunque no así el integrarse en el clero, lo que será un paso importante para el ascenso social de algunas familias, ya que tener un pariente en la iglesia contribuía a su ennoblecimiento, sobre todo si lograba obtener una canonjía o una prelacía; y Su condición de contribuyentes al erario, ya que estaban sujetos al pago de impuestos directos, y además tenían la obligación de satisfacer el diezmo a la iglesia y rentas señoriales en los lugares de señorío. Campesinos, mercaderes, artesanos, burócratas, aprendices, criados y todo tipo de trabajador por cuenta propia o ajena, estuviese o no cualificado, desempeñase o no una profesión liberal, constituían el tercer estado o estado llano; también formaban parte del mismo quienes nada poseían y quienes estaban al margen de la ley por causas diversas: pobres, vagabundos y delincuentes. Esta diversidad de empleos y de oficios originaba contrastes de riqueza muy acentuados entre los diferentes grupos que integraban el estamento. En los núcleos urbanos destacaban los hombres de negocios, los comerciantes- banqueros del Renacimiento, los asentistas de España o los financieros de Francia, que gozaban de un nivel de vida similar al de alta nobleza y de unos ingresos considerables; por debajo de ellos se encontraban los mercaderes de lonja, al por mayor, y algunos maestros artesanos, plateros, sobre todo; después venían los pequeños y medianos comerciantes, cuyo nivel de ingresos se asemejaba mucho al de los maestros artesanos; el último eslabón lo integraban oficiales, criados, aprendices, un variopinto grupo de trabajadores libres no especializados que se dedicaban a la carga y descarga de mercancías (“ganapanes”, “gagnedeniers”, “bergantes” y “journeymen”) y una multitud de pobres que vivían de la caridad. Junto a ellos hay que mencionar a los rentistas y a un abigarrado conjunto de profesiones relacionadas con la administración local y estatal, así como con los tribunales de justicia y con la actividad comercial: abogados, notarios, procuradores, agentes de comercio y otros muchos empleos de características similares. En las zonas rurales también se aprecian importantes desigualdades. Es verdad que los campesinos constituían la mayoría de la población europea, pero su situación social y económica variaba en función de diferentes factores: que fueran propietarios de tierras de labor y de ganados, que fueran jornaleros o que dependieran de un señor jurisdiccional, del régimen de tenencia de la tierra o de la duración de los contratos de arrendamiento y de aparcería. En los países del Este de Europa el campesinado estaba sometido al régimen de servidumbre, lo que implicaba la obligación de realizar determinados trabajos gratuitos en beneficio del señor (corvées o robot). Así pues, encontramos campesinos acomodados que poseían tierras en propiedad o con contratos favorables, así como animales de tiro y utensilios de labranza (“labradores honrados” en Castilla; yeomen en Inglaterra); campesinos medios independientes –su número fue reduciéndose en el siglo XVII debido sobre todo a la evolución capitalista de la agricultura-; labradores dependientes, que no disponían de tierras suficientes para hacer frente al pago de diezmos, rentas e impuestos; y jornaleros o campesinos sin tierra.

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Es importante tener en cuenta, además, que las diferencias de riqueza y de oportunidades entre los estamentos, y en el seno de cada uno de ellos, podía generar toda suerte de conflictos y de violencia. Estas manifestaciones, sin embargo, se acentuaban cuando se producían malas cosechas por causas climáticas, lo que encarecía el precio de los cereales y de los demás artículos de consumo básico, o cuando el Estado exigía nuevas contribuciones fiscales a los súbditos: en ambos casos, la población se hacía escuchar a través de motines, algunos surgidos de forma espontánea y otros alentados por grupos de poder descontentos con la autoridad real o con sus agentes, sin olvidar la intervención en ocasiones de instigadores extranjeros financiados por sus soberanos con la finalidad de desestabilizar la quietud de los reinos enemigos y de minar el poder de sus monarcas. En el siglo XVI los levantamientos más importantes tuvieron lugar en el primer cuarto de la centuria, con el estallido de las guerras de los campesinos en Alemania y con las comunidades y germanías en España. En el campo, particularmente en las regiones fronterizas entre reinos –en el caso español, por ejemplo, entre Castilla y los reinos de Aragón y Valencia- se desarrollará con fuerza el bandolerismo –en sus filas participarán tanto nobles como campesinos y desheredados- al amparo de una red viaria de difícil trazado, por lo montuoso del terreno, y a duras penas defendida por las instituciones del Estado, como la Santa Hermandad, creada por los Reyes Católicos y que será decisiva para mantener el orden en la Castilla rural. En las regiones costeras, contrabandistas y metedores desafiarán asimismo la autoridad civil cargando y descargando en la noche todo tipo de mercancías sin abonar los derechos aduaneros.

1/- P Población oblación urbana: bur burgueses, gueses, profesiones liberal liberales, es, ar artesanos tesanos y tra trabajador bajador bajadores es no cualificados . La ciudad formaba, dentro de la sociedad de Antiguo Régimen, un elemento minoritario pero cualitativamente muy importante por su dinamismo. En principio la ciudad simbolizaba la economía de base dineraria, capitalista, en oposición a la estructura rural tradicional, heredada del feudalismo. En realidad la situación era más compleja. Las ciudades del Antiguo Régimen estaban muy interrelacionadas con el campo, incluso con extensiones cultivables dentro de sus murallas. En la Edad Moderna la nobleza más importante residía en las ciudades, y la nobleza media tendía a participar en su gobierno. La población urbana se hallaba extremadamente jerarquizada en tres grandes grupos sociales numéricamente dispares. En la ciudad existían tres grandes grupos sociales (numéricamente dispares): una minoría de burgueses, una mayoría de artesanos y también un amplio número de criados y de trabajadores no cualificados, por no hablar de los sectores marginados. EL nombre de burgués tenía un sentido originario de habitante de un burgo o de una ciudad. Más adelante tendió a designar a los grupos sociales que vivían del comercio o del ejercicio de las profesiones liberales: médicos, abogados, enseñantes, funcionarios, grupos que comenzaron a tener un peso significativo en las ciudades italianas de la época del Renacimiento, y también en Inglaterra y Países Bajos en torno a 1700. La definición de burgués, aplicado a la Europa del XVI no es fácil. Las ciudades solían estar gobernadas por familias de “ ciudadanos” o “burgueses honrados”, una condición seminobiliaria y hereditaria, que vivía de rentas de la propiedad (Grupo dirigente formado por una oligarquía rentista) o del capital (préstamos de distinta naturaleza). Esta burguesía superior constituía un grupo similar y vecino a la nobleza, aunque distinto jurídico y formalmente. En los países mediterráneos se les distinguía 2

con el título de “ciudadanos honrados” o “burgueses honrados”. En la Francia del XVII vivir “burguesamente” significaba vivir de rentas, no del comercio. Normalmente, se suele asimilar a la bur burguesía guesía del Antiguo Régimen con los comerciantes, pero también eran importantes, por su proyección social y cultural los graduados universitarios que vivían del ejercicio de su profesión: medicina y leyes. 

El grueso de la burguesía estaba constituido por los comerciantes. También aquí puede establecerse una nueva jerarquización. o El primer nivel de los hombres de negocios correspondía al comercio del dinero, a los comerciantes-banqueros del Renacimiento, o a los financieros franceses de los siglos XVII y XVIII. (Ejemplos: los Médici en Florencia, los financieros genoveses, ciudades del sur de Alemania o puertos de la Hansa). o Los comerciantes al por mayor. Los hombres que se dedicaron al comercio tuvieron una denominación que osciló, primero desde mercaderes, negociantes en el siglo XVII, y en el XVIII se habló más de comerciantes. La burguesía del Antiguo Régimen era básicamente mercantil. Sólo en la segunda mitad del XVIII comenzó a desarrollarse en algunos países una burguesía industrial o manufacturera. La burguesía mercantil tradicional prefería, en todo caso, las distintas inversiones financieras, que eran más acordes con el modelo nobiliario y rentista. La mentalidad nobiliaria tendía a ver al comerciante, no únicamente como un tipo distinto e inferior en la jerarquía social, sino también contrapuesto. Se le consideraba inspirado por el lucro, pero lo cierto es que los nobles comerciaban los productos agrícolas de sus dominios, y en los grandes puertos, la relación entre comerciantes y nobles era bastante fluida. Hubo muchos casos de ascenso a la nobleza por parte de comerciantes, pero casi siempre por la vía intermedia de la compra de señoríos, del ejercicio de cargos de hacienda, o de las relaciones con la administración real.



También eran importantes, por su proyección social y cultural, los graduados universitarios que vivían del ejercicio de su profesión: medicina y leyes. Son el grupo denominado profesiones liberales. Tanto los unos como los otros trataban de aproximarse a una condición privilegiada y consideraban que su trabajo era “honorario”, expresión que ha llegado hasta nuestros días. Los médicos solían depender más de su propio esfuerzo, mientras que los graduados en leyes podían encontrar salida en las plazas de los numerosos tribunales de la administración civil y eclesiástica. La burocracia también ofrecía colocación a personas que no tuvieran graduación nobiliaria: eran los “oficios de pluma” propios de secretarios y escribientes. En general se consideraba que las profesiones liberales no eran incompatibles con el ennoblecimiento, mientras que sí lo era el ejercicio del comercio. 3

El único ideal social de la burguesía era integrarse en la nobleza, su paradigma. Por haberse apartado del estado llano de donde emergieron, imitar el estilo de vida de la nobleza, integrarse en ella y abandonar sus negocios tratando d vivir de la tierra como la nobleza se les ha considerado “traidores de la burguesía” En realidad, la naciente burguesía no había desarrollado aún una CONCIENCIA de GRUPO. Por eso habría que hablar de burgueses, pues eran elementos aislados, más que integrantes de un conjunto carente aún de muchas de muchas de las características que les permitía definirlo como tal

La mayor parte de la población urbana estaba integrada por los ar artesanos tesanos o menestrales menestrales, normalmente organizados en corporaciones que recibían diversos nombres: el más común en castellano es el de gremio. En Italia se hablaba de “artes”. Una parte de estas denominaciones respondía a los orígenes religiosos de las corporaciones o a sus funciones de culto o asistenciales: “cofradías”, “misterios”, “abadía” o “hermandades”. 

Los gremios reglamentaban la formación profesional, por medio del sistema de aprendizaje y organizaban las condiciones de trabajo, fabricación y venta de los productos. o Tenían unas funciones económicas de reglamentar la producción en sus aspectos técnicos, y sobre todo de la organización social del trabajo. o Tenían también funciones religiosas y de asistencia social. Los gremios eran la forma de manifestación social de los artesanos. o En algunas ciudades tenían cierta participación en el gobierno municipal, y o Funciones de recaudación de impuestos, reclutamiento militar, etc. A lo largo del siglo XVI aumentó el número de gremios y de artesanos en general. En las grandes ciudades se produjo un incremento del número de gremios por medio de una especialización, a veces excesiva (ejemplo: en Barcelona, la industria de la seda se dividía en 5 gremios diferentes, según las especialidades). En las ciudades medias, donde el número de artesanos era más reducido, las distintas especialidades se encontraban reunidas en “cofradías de diversos oficios”, bajo la advocación de un santo patrón común. En Inglaterra, los historiadores llaman gremios “amalgamados” a estas corporaciones de diversos oficios. La difusión de la imprenta dio lugar a la aparición de gremios de impresores y de libreros.



Los gremios también constituían una sociedad jerarquizada en torno a los maestros, aunque formalmente igualitaria entre éstos. A partir del siglo XV, el acceso a la condición de maestro agremiado se realizaba a través de un examen de maestría, que en realidad era una forma de discriminación económica y un mecanismo de selección social, puesto que los gastos que se debían satisfacer eran elevados y de ellos solían estar eximidos los hijos y yernos de maestros. Los gremios eran unas asociaciones cerradas y poco flexibles, y había discriminaciones de distinto tipo que restringían el ingreso a los mismos. En general no se admitía a los hijos ilegítimos. También había 4

discriminaciones de tipo religioso o étnico (ex: gremios alemanes no recibían aprendices de procedencia eslava o gremios españoles rechazaban descendientes de musulmanes o judíos). 

Por debajo de los maestros, los oficiales y los aprendices constituían un proletariado joven y mal pagado, muchos de ellos nunca conseguían aprobar el examen de maestría y quedaban siempre en una condición intermedia. Solían organizarse en “cofradías de mancebos”, a pesar de la hostilidad de los maestros, como por ejemplo los “compagnonnages” franceses, que llegaron a tener una organización compleja.



Los gremios estaban muy relacionados con los gobiernos municipales. En el mejor caso participaban en ellos (en Londres el gobierno se llevaba a cabo a través de los gremios, que se reunían en el Guild-Hall; París: el gobierno municipal estaba relacionado con los 6 gremios mayores, los llamados Six corps de marchands: comerciantes de paños, telas y sedas, especias, orfebres, peleteros). En general los artesanos participaban en los gobiernos municipales por detrás de ciudadanos y comerciantes. Pero la evolución no era siempre lineal, en muchas ciudades alemanas los gremios habían ganado posiciones en los gobiernos municipales durante los siglos XIV y XV, pero en cambio, durante el XVI se produjo una disminución del papel de los artesanos y una aristocratización de los consejos. Los artesanos, e incluso los comerciantes, fueron marginados de los consejos de muchas de las ciudades italianas.

Los miembros de los gremios eran trabajadores especializados, pero en las ciudades existía una amplia masa de tra trabajadores bajadores no cualificados que trabajaban normalmente por un sueldo diario en trabajos eventuales, sobre todo en tareas que requerían fuerza física, como las de carga y descarga de mercancías. Se les denominaba un poco despectivamente “ganapanes” o “gagnedeniers”, “peones”, “bergantes”, “journeymen”, y estaban menos considerados que los mancebos agremiados. El número de trabajadores libres aumentó con la crisis del siglo XVII. También en las ciudades del Antiguo Régimen vivía un abundante servicio doméstico. Esta situación no se daba sólo en las grandes mansiones nobiliarias, que disponían de un número excesivo y ostentoso de criados, sino en los domicilios de la pequeña y mediana burguesía (solían contar con uno o dos sirvientes). Muchas veces los aprendices de los maestros artesanos solían desempeñar funciones domésticas bajo la dirección de la mujer del maestro. En los núcleos urbanos destacaban los hombres de negocios, los comerciantes- banqueros del Renacimiento, los asentistas de España o los financieros de Francia, que gozaban de un nivel de vida similar al de alta nobleza y de unos ingresos considerables; por debajo de ellos se encontraban los mercaderes de lonja, al por mayor, y algunos maestros artesanos, plateros, sobre todo; después venían los pequeños y medianos comerciantes, cuyo nivel de ingresos se asemejaba mucho al de los maestros artesanos; el último eslabón lo integraban oficiales, criados, aprendices, un variopinto grupo de trabajadores libres no especializados que se dedicaban a la carga y descarga de mercancías (“ganapanes”, “gagnedeniers”, “bergantes” y “journeymen”) y una multitud de pobres que vivían de la caridad. Junto a ellos hay que mencionar a los rentistas y a un abigarrado conjunto de profesiones relacionadas con la administración local y estatal, así como con los tribunales de justicia y con la actividad comercial: abogados,

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notarios, procuradores, agentes de comercio y otros muchos empleos de características similares.

2.- El campesinado y las dif diferentes erentes condiciones de explotación de la ttier ier ierra ra : Dentro del estado llano, también estaban los campesinos (eran el 80% o más de la población europea). Los campesinos formaban la inmensa mayoría de la población europea, pero bajo este nombre se daban condiciones económicas y sociales muy diferentes. Estas diferencias dependían de las condiciones de explotación de la tierra, si eran o no propietarios, en qué condiciones, de qué capital (animales de labor o aperos de labranza) disponían, a qué pagos estaban obligados,... De ordinario, la mayor parte de los campesinos debían a los señores o propietarios una parte de la cosecha, el llamado en Francia champart o campi pars. Este tributo en especie se sumaba al diezmo, una décima parte teórica de su producción para manutención de la iglesia y de sus eclesiásticos. (Incluso en los países protestantes se seguía pagando el diezmo a las iglesias reformadas o a la nobleza que se había apoderado de sus bienes). Por tanto, habrá distintos tipos de contratos entre campesino y propietario de la tierra explotada:  Si el campesino no era propietario libre o alodial (en Inglaterra free-holder) los mejores contratos eran los de lar larga ga duración, per perpetuos petuos y hereditarios hereditarios, según el modelo romano de la enfiteusis . Solían consistir en cesiones de tierras no cultivadas, que el campesino ponía en explotación, mediante el pago de un canon generalmente moderado. El propietario se había reservado el dominio eminente y cedido al campesino por plazos indefinidos o muy largos, a veces durante generaciones. Al pagar un canon reducido, poco gravoso, algunos “enfiteutas” pudieron incluirse entre el pequeño porcentaje de los campesinos ricos. El campesino gozaba de usufructo de la propiedad o “dominio útil”. Fue un contrato importante en los momentos de baja presión demográfica. Ejemplo: el “tenant” inglés, que gozaba de arrendamiento a largo plazo, similar a los sistemas enfiteúticos del continente (el campesino casi era propietario). 

En los momentos de expansión demográfica (siglos XVI y XVIII), se busca un contrato de plazos cortos. Un segundo tipo de contrato era el contr contrato ato de ar arrrendamiento endamiento, en el cual el campesino corría con los gastos de la explotación. Solía estipularse por períodos cor cortos tos, lo que permitía a señores y propietarios adecuar las rentas a la evolución de los precios. El pago del canon podía estar estipulado en dinero o en especie , pero en estos de expansión demográfica al propietario le interesa el pago en especie (su precio subía con los años, mientras que el poder adquisitivo de la moneda menguaba). El arrendamiento solo podía favorecer a los campesinos con suficiente capital de explotación, que alquilaban grandes propiedades para una producción orientada al mercado.



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