6. La época de las grandes bullangas (alborotos) y el federalismo PDF

Title 6. La época de las grandes bullangas (alborotos) y el federalismo
Course Historia Contemporània de Cataluña
Institution Universitat de Barcelona
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6. LA ÉPOCA DE LAS GRANDES BULLANGAS (ALBOROTOS) Y EL FEDERALISMO. Entre los años 1835 – 1840 se producirá la aparición en Cataluña de un nuevo fenómeno social conocido como las bullangas o los alborotos. Son motines urbanos cuya interpretación es compleja, sobre todo en la fase inicial.

Los motivos de las revueltas no son las tradicionales crisis de subsistencia. En las ciudades se solucionaban con un levantamiento urbano violento que quemaba almacenes, asaltaba los “burots”, lugares donde se cobraban los impuestos de consumo para grabar productos en la entrada de la ciudad. Por otro lado, las bullangas se producen por motivaciones políticas que hace que se multipliquen en un momento determinado y sin coincidir con crisis de subsistencia. Una de las interpretaciones que se han dado es que los sublevados son gente del pueblo bajo con la que se mezcla población obrera pero hay posibilidad de que esta gente sea utilizada como fuerza de choque por progresistas municipales para consolidar la liberalización del país. También se ha dicho que es la primera lucha de clases porque empieza a haber clase obrera pero de las primeras bullangas hasta 1840 apenas hay documentación, es decir, se desconocen los líderes, como se lleva la revolución, etc. Por lo que es difícil catalogarlas como una cosa u otra. Las bullangas poseen una gran organización y esto es muy importante, dejan de ser espontaneas, es decir, se produce una progresiva politización y organización.

La primera bullanga se produjo en julio de 1835, una semana antes hubo un ataque carlista en Reus y una gran matanza. El desencadenante de esta bullanga es un motivo circunstancial: una corrida de toros en la que se dice que todos los toros “salen malos” y en uno de los últimos toros la gente salta a la plaza, matando al toro y lo pasea por toda la muralla de mar y acaban quemando al toro delante de la policía en una hoguera. También queman papeles de la policía y asesinan al general Basa y lo llevan a la hoguera. Además, incendian conventos y por la noche queman la fábrica Bonaplata, la más moderna de Barcelona. Esto lo llevará a cabo un grupo de gente, trabajadora del pueblo, financiados por otros empresarios que así eliminan la competencia. Esto se ha interpretado como un tipo de “Ludismo” interno por el cual el trabajador en fase inicial destruye máquinas. Sin embargo, no es así porque en todo caso sería Luddismo por parte de la propia patronal industrial no por parte de los trabajadores. Después de esta bullanga se produce una represión muy dura que cada vez es mayor a medida que se politizan los alborotos. Esta represión será recibida principalmente por la población urbana por lo que tardarán en volver a organizarse.



Más cronología.

1833: muerte del monarca, Fernando VII. 1834: estatuto real – progresismo liberal. 1835: primera bullanga. 1836: Gobierno de Izturiz, dictadura moderada. 1839: final de la guerra carlista española (abrazo de Vergara). 1840: gobierno progresista de Espartero. 1841: regencia de Espartero. 1843: golpe de estado conservador que termina con la dictadura de Espartero. 1844 – 1854: inicio de la década moderada. Consolidación moderada. 1833 – 1840: guerra civil – carlista en Cataluña. En este sentido se dará una presencia activa del ejército en Cataluña como excusa de acabar la guerra carlista pero el objetivo fundamentalmente será el de controlar militarmente el principado (el mundo urbano) que esta progresivamente en revolución, (“Revolución Catalana”). La politización que se produce en Cataluña es debido a que la burguesía moderna tiene dificultades crecientes para vivir y desarrollarse en Antiguo Régimen. Así, la inquietud generada este momento hace que se tengan que estructurar en organizaciones industriales, pidiendo una política proteccionista. Cuanta mayor crisis atraviese España, más inquietud se producirá. Las quejas se manifiestan políticamente con representantes moderados. Necesitaban la fuerza política del estado para que solucione los problemas propios. Con el surgimiento de las bullangas (alborotos), la burguesía tiene un problema respecto al orden público llegando a pensar en la posibilidad que se produzca una revolución. Tiene el recurso del ejército central para acabar con el proceso revolucionario. Evidencian la necesidad de cambios políticos sin acentuar la revolución. El sector de la clase media es reducido pero estaba más implicada en los cambios políticos radicales (progresistas). Eran más partidarios de una reforma liberal más a fondo. Los sectores populares, por otro lado, eran muy heterogéneos y numerosos y animan la revolución en Cataluña. La revolución está muy presente en la vida de estos sectores y es característica de la Cataluña de la primera mitad del siglo XIX. En la bullanga de 1835 había una parte de crisis de subsistencia que se mezcló con una parte de inquietud social (pugna contra los industriales). Las bullangas se irán repitiendo y cada vez se llevarán a cabo por grupos más organizados y contarán con líderes de los que se conoce algunos nombres si bien no todos. También se conocen las afiliaciones de algunos de estos grupos y movimientos. Estos sectores organizados tienen afiliación con:

1) carbonarios, masones y este tipo de sociedades secretas; 2) partidarios de los derechos del hombre, es decir, partidarios de la democracia que se reúnen en grupos pequeños o clubs demócratas que niegan la práctica del liberalismo porque este ha acabado siendo censitario. Parten de la base de que todos nacen iguales por derecho natural pero no por derecho político por tanto se puede distinguir la sociedad activa (con dinero y que participa en la política) de la sociedad pasiva. No se organizan en forma de partido sino en clubs, ya que los partidos no se crearán hasta mediados de siglo; 3) republicanos que defienden que para llevar a cabo los principios de la revolución es imposible contar con la monarquía porque esta es la representante de viejas formas sociales y por tanto para culminar la revolución la monarquía es incompatible. En el contexto catalán, los republicanos tienen cada vez más una actuación ligada a la acción, es decir, aparecen como grupos muy insurreccionalistas (partidarios activos de la insurrección). De este modo, se producen varios levantamientos dentro de un clima constante de tensión en un marco de guerra civil e industrialización. Estos levantamientos son las conocidas bullangas. 1) 1835: Espontaneidad más grande, no se conocen los aspectos organizativos. 2) 1836: Otra bullanga, en esta aparece una canción revolucionaria de movilización “La bandera” que explica una serie de argumentos y el estribillo incita a las armas. Se produce ante la involución moderada de 1836, es decir, puede verse una motivación política clara. Tímidamente, en cada alboroto se intenta organizar una junta de gobierno. 3) Enero de 1837: La bullanga es mucho más organizada. La junta de comercio y la comisión de fábricas se quejan de los revolucionados en esta bullanga. Después se produce una represión brutal y generalizada, sobre todo para desintegrar a los grupos revolucionarios que se están organizando. Ejecutan a uno de los líderes de las bullangas, Ramón Xaudaró. El otro gran líder es Abdón Terradas un republicano cercano al mundo del obrerismo, probablemente fuera el autor de “la bandera” y otras. Estos personificarían a los líderes de la primera mitad del siglo XIX. El periodo de máximos alborotos es el trienio esparterista (1841 – 1844). Espartero provocará un rearme de los moderados política y militarmente y como consecuencia se consolida el hecho de que los cambios políticos vienen a cargo de los PRONUNCIAMIENTOS. Es decir, la organización política solo se puede imponer si engloba a uno o varios sectores del ejército. Los pronunciamientos muestran la presencia activa del ejército en la política. Por otro lado, cabe destacar que el bando moderado tiene dos protagonistas muy importantes: Leopoldo O’Donnell y el general Narváez.

Desde Barcelona se producen una serie de movilizaciones que tendrán primeramente una función de respaldo al progresismo (Espartero). Los progresistas locales con los demócratas están potenciando el cambio progresista. Se crea rápidamente una junta, en este caso, la Junta de Salvación (1841), con representantes del ayuntamiento y la milicia nacional entre otros. Lo primero que hacen es ponerse de acuerdo con las diputaciones de Valencia y Aragón. La junta de salvación además ocupa la ciudadela que es vista como símbolo y entonces se inician las obras de demolición de esta. Es entonces cuando se moviliza el gobierno central y Espartero decreta la disolución de la junta y frena la demolición. En noviembre de 1841 envía tropas desde Valencia para sofocar la revuelta catalana. 4) 1842: Nuevo alboroto por el encarecimiento de los alimentos. También se produce en contra de la represión de 1841. Se produce la movilización de los republicanos de manera clara. Se crea una junta consultiva en Barcelona que convoca elecciones y lanzará un programa cuyo primer punto será la “unión de todos los españoles amantes de la libertad”. El segundo punto proclamaba la independencia de Cataluña hasta que haya un gobierno justo, es decir, es una independencia provisional, transitoria y revolucionaria que debía tomarse como un modelo por el resto de ciudades españolas. El tercer punto defendía la protección de la industria, el comercio y la agricultura, es decir, de las clases productivas. Paralelamente se crea una contra-junta más radical que creará un batallón y será el activo principal de la represión. La junta pedirá ayuda a Francia para luchar contra la represión y con esto solo conseguirán que la represión sea más dura. De este modo, desde Montjuic se bombardeará la ciudad (1842). Este bombardeo afectará a 460 casas y al día siguiente entrará el ejército en la ciudad y se iniciará la represión. Espartero decretará la reconstrucción de la ciudadela que, además, debía ser pagada por los propios ciudadanos de Barcelona, esto provocará una gran reacción.

5) 1843: Se produce un nuevo levantamiento conocido como la Jamancia. Es el último gran alboroto o bullanga del periodo. Este levantamiento se produce en apoyo de Espartero porque se inicia por Andalucía el pronunciamiento moderado que finalizará con la dictadura de Espartero que, pese a todo, era la esperanza progresista. Por ello, se crea una junta y se reorganiza la milicia nacional con el general Prim a la cabeza. En septiembre de 1843 empieza el enfrentamiento contra las tropas regulares y finalmente Barcelona es asediada y sufre un nuevo bombardeo. Se produce una gran resistencia popular que dura por más de un mes pero al final la ciudad se ve obligada a pactar una rendición con el ejército.



Movimiento obrero.

Durante la primera mitad del siglo XIX está en marcha un proceso de industrialización que se concreta en la mecanización de las viejas formas de producir (artesanales) que son mejoradas con perfeccionamientos técnicas y la introducción del vapor pese a que estas tareas se concentran en naves y fábricas. Esta industria no tenía el peso suficiente como para influir en la política del estado por lo que tenía una actividad limitada. Su peso económico en Cataluña no era importante debido a que no era la principal actividad. Como herencia del siglo XVIII había gente con su propio negocio particular que eran los antiguos miembros de la menestralía. Este grupo era mucho más numeroso que el propiamente industrial. Los sectores populares revolucionarios no se pueden identificar con el movimiento obrero. No se puede confundir el mundo del trabajo con el mundo del obrerismo. Solo progresivamente durante el siglo XIX disminuirá el número de menestrales en favor de obreros. Los menestrales eran gente explotada, con pocos recursos que sufren carestías y crisis. Se encuentran junto a los obreros industriales en las bullangas y motines urbanos de las tres cuartas partes del siglo XIX. El en mundo del trabajo, no unificado, cuesta consolidar la organización moderna del obrerismo que tiende a ser sindical.

 DISTINCIÓN CONCEPTUAL IMPORTANTE. Para analizar el tema del obrerismo se tiene que partir de dos circunstancias diferentes: 1) el paso del gremio a la primera industria y 2) la condición de la vida obrera y su organización (a peores condiciones, más incentivos para la auto-organización). A partir de un momento en que la explotación es capitalista, las condiciones de vida de estos trabajadores se hunden. A medida que se mecaniza un sector industrial, el patrón no necesita trabajadores especializados sino una mano de obra no cualificada que puede ser sustituida cuando sea necesario, lo que hará que los trabajadores tengan problemas personales. De este modo, los trabajadores cobran por día trabajado y si sufren un accidente laboral, se ponen enfermos o cierra la fábrica en la que trabajan no cobran pero tienen que vivir igual lo que los aboca a una situación de penurias. Así, la posibilidad de la existencia de la conciencia de clase depende de unas condiciones mínimas para que se pueda tener y desarrollar esa conciencia. La ideología del movimiento obrera cuesta de introducir en un primer momento y se irá introduciendo paulatinamente pero con ciertos problemas.



El paso del gremio a actividad económica capitalista moderna.

En el gremio ya se había producido una división interna a mediados del siglo XVIII. Los maestros se separan para introducirse en la junta de comercio. El resto, los “pequeños” generarán su propia estructura paralela a estos grupos altos. Existe una conciencia de autoayuda entre los miembros del gremio que quedan. De este modo, pasan a organizarse en forma de institución religiosa que en el fondo esconde una estructura pre-sindical. Paralelamente, encontramos el “luddismo” como manifestación obrera que sería la primera reacción natural del obrerismo frente al cambio de condiciones y que se basa en la organización espontánea de un movimiento anti-mecanizador. A raíz de esto se producen ataques a los talleres más mecanizados porque hay menos trabajo a repartir entre la competencia. Esto se produce principalmente en el espacio catalán además de en Alcoy durante los años 20. En los años 30 se produce el incendio de la fábrica del vapor vell y ya en 1854 se producirá una destrucción generalizada de las máquinas “selfactinas” en Barcelona. Paralelamente se produce un movimiento de luddismo interno. En sectores de rápida mecanización como el del hilado, los trabajadores hombres son sustituidos por niños y mujeres lo que causa una gran resistencia por parte de los hombres de enseñar el manejo de las máquinas a los niños y las mujeres. En las condiciones de la vida de la comunidad obrera intervienen dos factores: 1) los regímenes laborales y 2) las condiciones de vida generales. 1) La primera industria tenía horarios laborales muy largos. A mediados de siglo en el área de Barcelona los obreros trabajaban doce horas diarias los primeros cinco días de la semana y los sábados nueve horas. En los años sesenta se inició una lucha obrera importantísima (“lucha de la media hora”). En las colonias industriales del Ter, la jornada laboral era de trece horas y en Vic el sector del tejido tenía jornadas de entre catorce y dieciséis horas. Estas empiezan a disminuir durante el siglo XIX, sin embargo, los horarios laborales no se modifican hasta los años ochenta y noventa del siglo. En cuanto al trabajo infantil, este se llevaba a cabo por niños de entre seis y diez años y por niños de entre diez y quince. Los niños trabajaban menos horas pero no cobraban salario sino que el operario encargado de la máquina era quien distribuía dinero entre los niños según su trabajo y dedicación. 2) El obrero frecuentaba la taberna y es ahí donde irán los activistas para hacer ver al obrero su condición, es decir, son los lugares donde comenzará la toma de conciencia. Se produce además una ruptura entre el campo y el trabajo del campo con la ciudad y el trabajo industrial. Todo esto se ve reflejado en la esperanza de vida de las clases trabajadoras. Esto se verá en un estudio de Ildefonso Cerdà, socialista utópico que realizó un estudio sobre Barcelona casa por casa, “Monografía estadística de la clase obrera” en 1856 y según el cual la esperanza de vida de los eclesiásticos era de 65 años de media; después las profesiones liberales tendrían una media de 57’8 años; a

continuación irían los comerciantes y fabricantes con 57’6 años de media de vida; después los tejedores (la élite de la clase obrera) tendría una esperanza de vida de 44’3 años. La migración del campo a ciudad deprecia la condición de las personas como ciudadanos. Además, la industria catalana en su primera fase en muchas ocasiones quiebra como consecuencia de la competencia de la industria francesa e inglesa y la convierte en una industria irregular. Los hijos de familias rurales si son más numerosos tienen mano de obra para trabajar y sustentar a la familia, mientras que en la ciudad se rompe con el equilibrio de la familia, sufriendo más la irregularidad del sector urbano. Algunos hijos se convertirán en carga para la sociedad que constituyen al desorden público llevándolos en muchos casos al pillaje. 1835: Inicio del mundo liberal incide en estos trabajadores. Los patrones pueden aludir al principio del “laissez faire”, es decir, el no intervencionismo liberal. Los patrones estaban abalados por la inexistencia de políticas y legislación social. La primera legislación social-laboral efectiva no llegará hasta 1902. La represión contra la organización obrera viene por parte de muchos frentes porque organizarse es peligroso.

 RESUMEN DE LA ORGANIZACIÓN OBRERA. Años 30: Paso de la situación gremial con una cobertura religiosa (estructura de beneficencia). Bajo la cobertura religiosa, a mediados de los años 30 ya hay escondida un tipo de sociedad obrera nueva. 1840: Asociación mutua de tejedores cuyo líder es Joan Muntz. En esta época, además, surgen sociedades de socorro mutuo que proliferan por Barcelona. Políticamente presentan demandas de derecho de asociación además de demandas de jurados mixtos (convenio colectivo moderno). También se introducirán reivindicaciones más políticas como la demanda de que los patrones no usen tejidos extranjeros. Finalmente, va apareciendo una pequeña estructura sindical. Esta estructura sindical se empieza a dar en asociaciones escondidas en otras instituciones como la Caja de Resistencia (secreta). Esto permitirá alargar las huelgas. Además, se materializará con pequeños sindicatos (cajas de resistencia). Existirá una caja de resistencia por fábrica o por calle porque era muy importante que las condiciones de vida de todos los trabajadores de la caja de resistencia fueran las mismas, es decir, se pretendía igualar condiciones para obtener iguales reacciones. Esto se produce, además, porque si existiera una caja de resistencia grande esta sería mucho más fácilmente identificable y por tanto sería más fácil de reprimir por esto son secretas y pequeñas. 1842: Asociación de tejedores tiene la intención de crear una fábrica, la “Compañía fabril de tejedores de algodón”. Esta da trabajo a obreros en huelga o desocupados. Su director será Joan Muntz. En 1848 hay una gran crisis económica europea y esta fábrica no podrá resistir la situación y caerá definitivamente pero su propia creación es un hecho muy importante.

No se crean estructuras sindicales grandes pero se crean plataformas de directores de la clase obrera. Se produce también una reunión de dirigentes de las diversas cajas de resistencia que luego rinden cuentas con los obreros, es decir, existe una relación directa. El obrerismo catalán, desde los años 40, tiene una conciencia sofisticada de la condición obrera. No genera sindicatos grandes pero sí una gran combatividad obrera dirigida hacia la acción política más abierta y progresista que supone la apertura y el apoyo a este grupo.



El federalismo.

Las Bullangas eran inicialmente movimientos populares que con el tiempo se fueron politizando. 

IDEAS GENERALES: Destacan las idead de los socialistas utópicos. Prácticamente todos son humanistas y pacifistas, estos pens...


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