7 a 111. En la tabla se muestran las proporciones de participantes en un curso vacacional, dependiendo del género y la edad. Hombres Mujeres Menores de 18 años Mayores de 18 años 0,1 0,3 0,2 0,4 Tabla PDF

Title 7 a 111. En la tabla se muestran las proporciones de participantes en un curso vacacional, dependiendo del género y la edad. Hombres Mujeres Menores de 18 años Mayores de 18 años 0,1 0,3 0,2 0,4 Tabla
Course Political Science and Political Economy
Institution The London School of Economics and Political Science
Pages 24
File Size 272.4 KB
File Type PDF
Total Downloads 69
Total Views 151

Summary

1. En la tabla se muestran las proporciones de participantes en un curso vacacional, dependiendo del género y la edad.
Hombres Mujeres
Menores de 18 años
Mayores de 18 años
0,1
0,3
0,2
0,4 Tabla
A.
B.
C.
D.
0,4
0,6
0...


Description

LA ROTACION DEL CAPITAL Capítulo VII TIEMPO DE ROTACION Y NUMERO DE ROTACIONES Hemos visto que el tiempo total de circulación de un capital dado es igual a la suma del tiempo durante el cual describe su ciclo y de su tiempo de producción. Es el período de tiempo que transcurre desde el momento en que se desembolsa el valor–capital bajo una determinada forma hasta el momento en que el valor–capital en acción retorna a su punto de partida en la misma forma inicial. El fin determinante de la producción capitalista es siempre la valorización del valor desembolsado, ya se desembolse bajo una forma independiente, es decir, en forma de dinero, o en forma de mercancía, en cuyo caso su forma de valor sólo posee una independencia ideal en el precio de las mercancías adelantadas. Este valor–capital recorre en ambos casos, durante su ciclo, diversas formas de existencia. Su identidad consigo mismo aparece confirmada en los libros del capitalista o en forma de dinero aritmético. Ya tomemos la fórmula D... D' o la fórmula P... P, ambas llevan implícito, 1) el hecho de que el valor desembolsado funciona como valor–capital y se ha valorizado; 2) el hecho de que, después de desarrollar su proceso, retorna a la misma forma en que lo inició. La fórmula implica la valorización de este valor (M' y D') y el retorno a la forma originaría, toda vez que en la segunda P el valor desembolsado reviste de nuevo la forma de los elementos de producción en que originariamente se desembolsó. En el régimen capitalista de producción el proceso de trabajo no es más que un medio para el proceso de valorización; del mismo modo, la reproducción es simplemente un medio para reproducir como capital, es decir, como valor que se valoriza, el valor desembolsado" Pero ambas se distinguen de la forma II en que el valor–capital desembolsado –ya sea en dinero o en forma de los elementos materiales de producción– constituye el punto de partida y también, por tanto, el punto de retorno. P, el valor–capital desembolsado en forma de elementos de producción, P, constituye asimismo el punto de partida. Pero vuelve a iniciarse con el valor capital desembolsado en su forma inicial, aunque sea con un valor capital mayor que antes. En cambio, en la fórmula III el valor capital no inicia el proceso como valor desembolsado, sino como un valor ya valorizado, como la riqueza total existente en forma de mercancías y de que el valor capital desembolsado no es más que una parte.. No puede utilizarse, en cambio, para la rotación del capital, que comienza siempre con el desembolso del valor–capital, sea en forma de dinero o de mercancías, y condiciona siempre el retorno del valor– capital en giro en la misma forma en que se desembolsó. D... D' por ser la que domina al capitalista individual y le sirve en sus cálculos, aunque el dinero sólo constituya el punto de partida bajo la forma de dinero aritmético. Otros parten de la inversión en forma de elementos de producción hasta que el capital refleje, pero sin hablar para nada de la forma de este reflejo, que puede ser en mercancías o en dinero. El comienzo puede situarse en el punto en que el capitalista obtiene los ingresos por medio de los cuales se reembolsa de su capital; a partir de este momento, procede de nuevo a reclutar obreros y les distribuye en forma de salario su sustento, o mejor dicho, la posibilidad de procurárselo, a obtener, elaborados por ellos, los artículos en que negocia, a llevar estos artículos al mercado y a cerrar allí el ciclo de esta serie de movimientos, vendiendo las mercancías y obteniendo de este modo el reembolso de todo su capital invertido durante este Tan pronto como todo el valor capital invertido

por un capitalista individual en una rama cualquiera de producción ha descrito el ciclo de sus movimientos, vuelve a revestir su forma inicial y se halla en condiciones de repetir el mismo proceso. Al término del período P...P el capital vuelve a asumir la forma de los elementos de producción que constituyen la premisa de un ciclo renovado. Para el capitalista, el tiempo de rotación de su capital es el tiempo durante el cual debe tener desembolsado su capital para valorizarlo y recobrarlo en su forma primitiva. Antes de entrar a investigar más en detalle cómo influye la rotación del capital en el proceso de producción y valorización, debemos examinar dos nuevas formas de capital que brotan del proceso de circulación o influyen en la forma de la rotación de aquél.

Capitulo VIII CAPITAL FIJO Y CAPITAL CIRCULANTE I. VI que una parte del capital constante retiene la forma determinada de uso con que entra en el proceso de producción, frente a los productos que contribuye a crear Esta parte del capital constante transfiere valor al producto en la misma proporción en que pierde, con su valor de uso, su propio valor de cambio. Esta transferencia de valor de los medios de producción de que hablamos al producto que contribuyen a crear se determina por un cálculo medio: se mide por la duración media de su función desde el momento en que el medio de producción entra en el proceso de ésta hasta el momento en que queda completamente agotado, muerto, teniendo que reponerse o reproducirse mediante un nuevo ejemplar de la misma clase. Lo que, por tanto, caracteriza a esta parte del capital constante es lo siguiente: Una parte del capital se desembolsa en forma de capital constante, es decir, de medios de producción, que ahora actúan como factores del proceso de trabajo mientras mantienen la forma independiente de uso con la que entra en él. Una parte del capital desembolsado se fija en esta forma, determinada por la función que el medio de trabajo desempeña en el proceso. Mediante el funcionamiento del medio de trabajo, con su desgaste correspondiente, una parte de su valor pasa al producto y otra permanece adherida al medio de trabajo y, por tanto, al proceso de producción. Pero, mientras funciona todavía como medio de trabajo, es decir, mientras no es sustituido por un nuevo ejemplar, lleva siempre adherida una parte de capital constante, al paso que otra parte del valor originariamente adherido a él se transfiere al producto y circula, por tanto, como parte integrante del stock de mercancías. Cuanto más dure el medio de trabajo, cuanto más lento sea su desgaste, más tiempo permanece adherido en esta forma útil el valor del capital constante Esta parte del valor–capital plasmada en medios de trabajo circula lo mismo que cualquier otraEn primer lugar, no circula en su forma útil, pues lo que circula es simplemente su valor, y circula, además, gradualmente, fragmentariamente, a medida que se va transfiriendo al producto que circula como mercancías. Esta característica peculiar da a esta parte del capital constante su forma de capital fijo. Todos los demás elementos materiales integrantes del capital desembolsado en el proceso de producción forman, por oposición a aquél, el capital circulante. Una parte de los medios de producción –la

formada por las materias auxiliares consumidas por los medios de trabajo durante su funcionamiento, como el carbón que consume la máquina de vapor, o que se limitan a apoyar el proceso de producción, como el gas de alumbrado, etc.– no entran a formar parte materialmente del producto. En esto coinciden los medios de producción a que nos referimos con el capital fijo. El hecho de que esta parte de las materias auxiliares no entre materialmente en el producto, sino que sólo entre en cuanto a su valor, como parte de valor, en el valor del producto, y el hecho, relacionado con éste, de que la función de estas materias se halle vinculada a la órbita de la producción, han llevado a economistas como Ramsay a incluirlas en la categoría de capital fijo. La parte de los medios de producción que se incorpora al producto, es decir, las materias primas, etc., adquiere de este modo, parcialmente, formas bajo las cuales puede entrar más tarde como medio de disfrute en el consumo individual. Los verdaderos medios de trabajo, los factores materiales del capital fijo, sólo se consumen productivamente y no pueden entrar en el consumo individual, puesto que no entran en el producto o en el valor de uso, que ambos ayudan a crear, sino que conservan frente a éste su forma independiente hasta su desgaste total. Perdura como medio de Librodot El Capital, tomo II Karl Marx producción y adquiere, por consiguiente, la forma de capital fijo. Si se le mata para comerlo, ya no actúa como medio de trabajo y deja de ser, por tanto, capital fijo. El destino que da a una parte del valor–capital invertido en medios de producción el carácter de capital fijo estriba exclusivamente en el modo peculiar como circula este valor. Esta modalidad propia de circulación corresponde a la modalidad propia de transferencia de su valor al producto por parte de estos medios de trabajo o en el modo especial como actúa en cuanto factor creador de valor durante un proceso de producción.. Es la función de un producto como medio de trabajo dentro del proceso de producción la que lo convierte en capital fijo. En cambio, no tiene nada de capital fijo si ese producto surge, a su vez, de un proceso de producciónSólo se convierte en capital fijo en manos de su comprador, del capitalista que la emplea productivamenteCuanto más lenta sea esta transferencia de valor– y los medios de trabajo transfieren valor cada vez que se repite el mismo proceso de trabajo–, mayor será la diferencia entre el capital invertido en el proceso de producción y el capital consumido en él. Y como los medios de trabajo, al igual que todos los demás agentes materiales del capital constante, sólo transfieren valor al producto en la medida en que pierden, con su valor de uso, su valor, es evidente que cuanto más lentamente pierdan su valor de uso, cuanto más tiempo permanezcan funcionando en el proceso de producción, más se prolongará el período en que quede plasmado en él valor–capital constante. Si un medio de producción que no constituye un medio de trabajo en sentido Estricto, por ejemplo las materias auxiliares, las materias primas, los artículos a medio fabricar, etc., se comporta con respecto a la transferencia de valor y, por tanto, con respecto al modo de circulación de su valor, como los medios de trabajo, será también agente material, modalidad de existencia del capital fijo. En estos casos, una parte del valor sigue existiendo al lado del producto en su forma independiente o en forma de capital fijo, mientras que otra parte de valor se transfiere al producto y circula, por tanto, con él. En tales condiciones, no se transfiere al producto solamente una parte de valor del capital fijo, sino también el valor de uso, la sustancia en que existe esta parte de valor. No habrá por qué renovarla antes de que termine este plazo, sino que seguirá funcionando en su forma natural. Su valor circulará, entre tanto, fragmentariamente como parte de valor de las mercancías a cuya producción continua sirve la máquina y ésta se irá traduciendo, así, gradualmente a dinero, hasta que, por último, al cabo de los 10 años, aquel valor se convierta totalmente en dinero y éste vuelva a convertirse en una máquina, con lo que se habrá operado su rotación. Hasta que se produzca este período de reproducción, su valor va

acumulándose gradualmente, por el momento, bajo la forma de un fondo de reserva en dinero. Los demás elementos del capital productivo están formados, en parte por los elementos del capital constante consistentes en materias auxiliares y materias primas y, en parte, por el capital variable, invertido en fuerza de trabajo. El de la parte del capital constante formado por las materias auxiliares y las materias primas –al igual que el valor de su parte consistente en medios de trabajo– reaparece en el valor del producto como un valor simplemente transferido, mientras que la fuerza de trabajo añade al producto por medio del proceso de trabajo un equivalente de su valor o reproduce realmente su valor. Además, una parte de las materias auxiliares, del combustible empleado en la calefacción, del gas de alumbrado, etc., es consumido en el proceso de trabajo sin que entre materialmente en el producto, mientras que otra parte de ellas se incorpora físicamente al producto y forma la materia de su sustancia. Sin embargo, todas estas diferencias no afectan para nada a la circulación ni, por tanto, al modo de rotación. Las materias auxiliares y las materias primas, cuando son consumidas íntegramente para crear el producto, transfieren a éste todo su valor. Este circula, por tanto, íntegramente a través del producto, se convierte en dinero y refluye de éste a los elementos de producción de la mercancía. Su rotación no se interrumpe, como la del capital fijo, sino que recorre constantemente todo el ciclo de sus formas, con lo cual estos elementos del capital productivo se renuevan constantemente en especie. En cuanto al capital variable, o sea, la parte del capital productivo invertida en fuerza de trabajo, ésta se compra por determinado tiempo. Una vez que el capitalista la ha comprado y la incorpora al proceso de producción, forma parte integrante de su capital y es, concretamente, su parte variable.. La parte de valor del capital productivo invertida en fuerza de trabajo se transfiere, por tanto, integra al producto , experimenta con él las dos metamorfosis propias de la órbita de la circulación y, a través de esta renovación constante, queda incorporada continuamente al proceso de producción. Por consiguiente, por muy distinto que sea el modo como la fuerza de trabajo se comporte en otros aspectos; en lo tocante a la creación de valor, con respecto a los elementos del capital constante que no constituyen capital fijo, este tipo de rotación de su valor es común a una y otros, por oposición al capital fijo. Estos elementos del capital productivo –las partes de valor del mismo invertidas en fuerza de trabajo y en medios de producción distintos del capital fijo– se enfrentan al capital fijo como capital circulante y se distinguen de aquél por el carácter común de su rotación. Sin embargo el problema de la Librodot El Capital, tomo II Karl Marx rotación es además, aquí, un problema de manera. La parte variable de su capital no está formada por los medios de vida del obrero, sino por su fuerza de trabajo puesta en acción. No son, por consiguiente, los medios de vida del obrero los que adquieren la capacidad de capital variable por contraposición al capital fijo. Ni es tampoco su fuerza de trabajo, sino que es la porción de costo del capital beneficioso invertida en ella la que, por medio de la manera de su inversión, asume este carácter, conjuntamente con ciertos y por contraposición a otros recursos del capital constante. Una de las piezas miembros del costo del capital beneficioso asume el término de manera del capital fijo continuamente y una vez que que los medios de producción que lo conforman no se consuman a lo largo de la época en que se prepara el producto y sale del proceso de producción convertido en mercancía. Se necesita que una sección de su costo perdure bajo su vieja forma eficaz, mientras tanto que otra parte es puesta en circulación por el producto hecho, circulación que hace circular además, paralelamente, el costo total de los recursos circulantes del capital. Otros elementos del capital fijo admiten una renovación periódica o parcial. El capital fijo se halla formado en parte por elementos de la misma clase, pero que no duran todos lo

mismo, sino que se renuevan fragmentariamente en distintos períodos. Pero una determinada parte de este capital fijo, cuyo valor se incorpora al valor del producto y se convierte con éste en dinero, se repone todos los años en especie, mientras que la otra parte persiste bajo su forma natural primitiva. La inversión por una vez y la reproducción simplemente fragmentaria y bajo forma natural es lo que distingue a este capital, como capital fijo, del capital circulante. Otras partes del capital fijo se hallan formadas por elementos desiguales que se agotan y tienen, por tanto, que reponerse en períodos de tiempo desiguales. Lo que hace poco decíamos con respecto a la distinta duración de los diferentes elementos de un capital fijo es aplicable aquí al tiempo de vida de los distintos elementos de la misma máquina que figura como parte de este capital fijo. Aunque, como hemos visto, el capital fijo sigue actuando en especie dentro del proceso de producción, una parte de su valor, según el grado de desgaste medio, ha circulado con el producto, se ha transformado en dinero, constituye un elemento del fondo de reserva en dinero destinado a reponer el capital conforme se realice su reproducción en especie. Esta parte del capital fijo convertida así en dinero puede destinarse a ampliar la empresa o a mejorar la maquinaria para aumentar la eficacia de ésta. Un campo de producción de extensión dada es susceptible, aquí, de la mayor absorción progresiva de capital. El capital fijo supone gastos especiales de conservación. Pero el capital fijo requiere, además, una inversión positiva de trabajo, para ponerlo en condiciones de funcionar. El tiempo normal de duración del capital fijo se calcula, naturalmente, partiendo del supuesto de que se cumplan las condiciones bajo las cuales puede funcionar normalmente durante este tiempo, del mismo modo que al calcular que el hombre puede vivir 30 años por término medio se da por supuesto que habrá de lavarse. No se trata del trabajo que realiza la máquina, sino del que se realiza en ella, del trabajo en que la máquina no es agente de producción, sino materia prima. El capital invertido en este trabajo forma parte del capital circulante, aun que no entre en el verdadero proceso de trabajo al que debe su origen el producto. Este trabajo tiene que invertirse constantemente en la producción y, por tanto, su valor tiene que reponerse también constantemente mediante el valor del producto. El Librodot El Capital, tomo II Karl Marx capital invertido en él figura entre la parte del capital circulante que tiene que cubrir los gastos generales y que ha de distribuirse entre el producto del valor con arreglo a un cálculo promedio anual. Hemos visto que, en la industria, propiamente dicha, este trabajo de limpieza es realizado gratis por los obreros en sus descansos, razón por la cual se efectúa también frecuentemente durante el mismo proceso de producción, siendo causa de la mayoría de los accidentes. Por otra parte, el capitalista puede ahorrarse por completo, gracias a esto, los gastos de conservación de su maquinaria.

Por su parte, los gastos que imponen los medios de producción se determinan con arreglo a aquel cálculo medio y, a base de este cálculo, entran a formar constantemente parte del valor del producto, aunque de hecho se desembolsen en períodos irregulares, incorporándose, por tanto, al producto o al capital fijo en períodos irregulares también. Este capital invertido en verdaderas reparaciones constituye en ciertos respectos un capital de tipo especial, que no puede incluirse ni en el capital circulante ni en el capital fijo, aunque encaja más bien dentro del primer concepto, por destinarse a cubrir gastos corrientes. Conviene, sin embargo, advertir que, en muchas ramas industriales, es costumbre englobar los gastos de reparaciones con el desgaste efectivo del capital fijo, del siguiente modo. Este cálculo no

impide, naturalmente, que el capital fijo y el capital adicional invertido en reparaciones formen categorías distintas. En los ferrocarriles, el plazo medio de vida de una locomotora son 10 años, pero el desgaste, incluyendo las reparaciones se calcula en un l21/2 por 100, lo que reduce a 8 años el plazo de vida. Tratándose de vagones de mercancías y coches de pasajeros, se calcula el 9 por 100, lo que representa un período de vida de 111/9, anos. En los contratos de alquiler de casas y otros objetos que son para su propietario capital fijo, y se alquilan en concepto de tal, la legislación reconoce en todas partes la diferencia entre el desgaste normal ocasionado por el tiempo, por la acción de los elementos y por el uso natural y las reparaciones a que hay que proceder de vez en cuando para mantener la casa en condiciones durante su período normal de vida y su uso normal. Las reparaciones se dividen, además, en corrientes y sustanciales. Las segundas implican ya en parte la renovación del c...


Similar Free PDFs