Anatomia respiratorio aves PDF

Title Anatomia respiratorio aves
Course Anatomia y fisiologia
Institution Universidad Autónoma de Chiapas
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resumen para examen...


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Contenido Introducción...............................................................................................................4 DESCRIPCIÓN DEL APARATO RESPIRATORIO....................................................5 ANATOMIA DEL APARATO RESPIRATORIO...........................................................6 Estructura de los pulmones y del sistema de sacos aéreos..................................7 Huesos neumáticos..............................................................................................10 MECÁNICA DE LA RESPIRACION.........................................................................12 Musculos respiratorios.........................................................................................13 Duracion de las fases y frecuencia respiratoria...................................................14 Respiración..........................................................................................................16 CIRCULACIÓN DEL AIRE EN LOS PULMONES Y SACOS AÉREOS..................18 Direccion del movimiento del aire........................................................................19 Órganos que intervienen en el proceso de respiración.......................................21 Desarrollo del proceso de respiración.................................................................22 Intercambio de gases...........................................................................................23 RESPIRACIÓN DURANTE EL VUELO...................................................................24 CAMBIOS DE PRESIÓN EN EL APARATO RESPIRATORIO................................25 VOLUMEN POR MINUTO Y RESPIRACIÓN..........................................................26 VOLUMEN DE AIRE EN LOS PULMONES Y SACOS AÉREOS...........................28 PAPEL DE LOS SACOS AÉREOS EN LA RESPIRACIÓN.................................29 Sistema respiratorio de las aves y la siringe.......................................................29 Conclusión...............................................................................................................31 Bibliografía...............................................................................................................32

Introducción

La parvada avícola nacional es de más de 459 millones de aves, considerando un solo siclo de producción de pollo. Estas aves se encuentran alojadas bajo diferentes condiciones y formas de manejo, con diversos calendarios de vacunación y estatus sanitarios. Es de vital importancia comprender la fisiología de las aves y su comportamiento en los distintos climas y explotaciones del país. El sistema respiratorio de las aves presenta características peculiares tanto en su estructura como en la forma en que se desempeña su respiración. Además, el sistema respiratorio, esta involucrado en el mantenimiento del balance de los fluidos del cuerpo, la retención y eliminación de co2, regulación de la temperatura corporal, destrucción de coágulos sanguíneos y producción de mensajeros químicos.

DESCRI PCI ÓN DELAPARATO RESPI RATORI O Tras el pico y la laringe, sigue una tráquea de paredes compuestas por una sucesión de anillos osificados e imbricados (como las tejas en un tejado) y cuya longitud es ligeramente superior al cuello del ave. En su región inferior presenta un ligero ensanchamiento donde se aloja la siringe, órgano encargado de la fonación. Tras ella, la tráquea se divide en 2 bronquios primarios que penetran a su respectivo pulmón por su porción ventral y comunican directamente con los Sacos Aéreos Posteriores. A su paso por el pulmón, estos bronquios primarios se dividen a su vez en secundarios (dorsales y ventrales) y estos en b. terciarios o “Parabronquios”, donde se realizará el intercambio gaseoso. Los Parabronquios son conductos cuya “luz” (interior) está tapizada por una pared de células ligeramente separadas entre sí y rodeadas en su base de infinidad de capilares sanguíneos que portan sangre pobre en O2 a los pulmones. Estos pulmones son anatómicamente

pequeños,

compactos,

estructuras

esponjosas

amoldadas entre las costillas del animal a cada lado de la espina dorsal. No son elásticos, no pueden expandirse o contraerse para aspirar y espirar aire. Pero con su menor dimensión son mucho más

pesados, en comparación, a los de un mamífero de igual tamaño y peso. Esto se debe a la gran densidad de su tejido, que solo ocupa la mitad del volumen. En las aves sanas, están muy vascularizados. Su interior se divide en pequeñas cámaras de aire con paredes compuestas de finos estratos de epitelio escamoso rodeado por capilares. En el interior de los pulmones se produce el intercambio gaseoso y se oxigena la sangre. Sin embargo, no sustentan el peso de la labor respiratoria. Esta función se centra en los Sacos Aéreos, dilataciones de la membrana pulmonar que se expanden entre otras vísceras e incluso penetran determinados huesos largos (como húmero, fémur y pelvis). Su pared es fina y no intervienen en el intercambio gaseoso, pero son los responsables del flujo aéreo en todo el sistema, compensando así el pequeño tamaño de los pulmones. La mayoría de las aves, como es el caso de las columbiformes, cuentan con 9 tipos de sacos aéreos

ANATOMI A DELAPARATO RESPI RATORI O El aparato respiratorio de las aves consta de los pulmones y de las vías aéreas que conducen a ellos. Las vías aéreas comprenden Ias cavidades nasales, faringe, tráquea y siringe, los bronquios y sus

ramificaciones e igualmente los sacos aéreos y ciertos huesos del cuerpo que son neumáticos. Los pulmones son pequeños y están unidos a Ias costillas del tórax; algunos Investigadores los consideran totalmente pasivos, capaces de dilatarse contraerse solamente cuando lo efectúa Ia caja torácica. Otros los consideren capaces de movimientos activos. Aquí es suficiente decir que los pulmones de Ias aves no son capaces de efectuar Ia retracción elástica característica de los pulmones de los mamíferos.

Es t r uct ur adel ospul monesydelsi s t emadesacos aér eos. un gran número de investigadores ha hecho contribuciones sobre la estructura de los pulmones y de los sacos aéreos. La tráquea se bifurca para formar los mesobronquios o bronquios primarios, cada uno de los cuales cursa hacia cada uno de los pulmones. De éstos se originan los bronquios secundarios (ecto y entobronquios, conocidos por algunos investigadores como bronquios dorsales y ventrales o como bronquios laterales) y de éstos a su vez se originan los bronquios terciarios (para-bronquios), que se ramifican y anastomosan

libremente Así, los parabronqios son continuos, formando una red de capilares aéreos, el circuito bronquial, al que se yuxtaponen los capilares sanguíneos. Tal disposición forma una columna hexagonal de un dibujo casi perfecto geométricamente. Los sacos aéreos están conectados a los pulmones por medio de los mesobronquios

y

bronquios

secundarios.

Se

efectúan

otras

conexiones a los pulmones mediante los bronquios recurrentes que emergen de los extremos proximales de todos los sacos (excepto los cervicales) en número variables y que retornan a los pulmones, donde se anastomosan con los para bronquios. Así, los sacos pueden considerarse como unos reservorios dilatados que se encuentran en el curso de los circuitos bronquiales, más bien que como unos sacos terminales (locy y larsell, 1916).akester (1960) ha afirmado que los "denominados bronquios recurrentes" en las aves adultas, no pueden distinguirse de los bronquios terciarios ordinarios. Los pulmones de las

aves

voladoras

(palomos,

patos)

tienen

un

numero

considerablemente mayor de bronquios terciarios que los pulmones de las gallinas.

Se acepta, generalmente que existen 9 sacos aéreos en las gallinas, más sus divertículos, que comunican con los pulmones. Se conocen con varios nombres. McLeod y Wagers (1939) han reunido cuatro terminologías, incluyendo una propia que han sido Utilizadas en Ia literatura. Existen aún otras variaciones. Los sacos pares

son los

torácicos Y Ios abdominales o extratoracicos. Muchos investigadores han señalado que los sacos cervicales también son pares en la gallina. Existen dos pares de sacos torácicos, descritos por algunos como torácicos anteriores y posteriores. En otras terminologías se conocen como anteriores y posteriores, intermedios y diafragmáticos. McLeod y Wagers (1939) se refieren a los sacos intermedios posteriores como

abdominales menores y

los sacos abdominales verdaderos como

abdominales mayores. Rigdon et al. (1958) señalan que los pavos tienen 7 sacos aéreos incluyendo uno cervical impar o saco clavicular, 2 sacos torácicos pares y 2 sacos abdominales pares. Sin embargo, Cover (1953), describe 9 sacos aéreos en el pavo, designándolos como saco torácico anterior impar, sacos torácicos posteriores pares, sacos cervicales pares y sacos abdominales pares. Según Akester (1960), la gallina tiene 8 sacos aéreos, incluyendo uno cervical impar y un saco interclavicular, mientras que el palomo tiene 9 (incluyendo sacos cervicales pares) como el pato. Todos los investigadores están de acuerdo que el saco interclavicular es impar en todas las especies. En el saco intereclavicujar se originan numerosos divertículos, incluyendo

en

ciertas

especies

los

axilares,

suprahumerales,

esternales, y subcapsulares. El suprahumeral es el más prominente de éstos y es responsable de la notable neumaticidad del húmero de algunas especies de aves.

Huesosneumát i cos Hunter, que describió en 1774 los sacos aéreos y su comunicación con los huesos del cuerpo, estableció que para Ia mayoría de las aves,

todas excepto las no voladoras, existían los siguientes huesos neumáticos: fémur, húmero, esternón y columna vertebral. Pensó incluso que el aire podría penetrar en los huesos de la pierna y pie de algunas aves. Varios autores, antes y después mantuvieron el mismo punto de vista. Baer (1897) afirmaba que los huesos del cráneo no eran neumáticos y no eran diferentes a los de los mamíferos excepto en que estaban más desarrollados. Kaupp

(1918)

afirmaba

que

los

sacos

aéreos

abdominales

comunicaban con el sacro, vertebras coxígeas, hueso iliaco y los fémures. Groebbels (1932), que revisó este tema completamente, señaló una considerable variación entre Ias diversas especies de aves en el número de huesos que son neumáticos. Afirmó que, en general, Ia mayoría de las pequeñas aves voladoras tienen pocos o ningún hueso neumático, mientras que las grandes aves voladoras tienen muchos huesos neumáticos. Así, puede parecer que el hecho de que existan o no los huesos neumáticos tiene poco que ver con Ia capacidad para volar. El húmero es neumático en Ia mayoría de las especies, y notablemente en las gallinas, según Groebbels (1932). EI fémur es neumático en algunas especies, pero no en la gallina (McLcod y

Wagers, 1939). Más recientemente, King (1957) ha señalado que los siguientes huesos de las gallinas son neumáticos o están ventilados; la mayoría de las vértebras cervicales, todas las vértebras torácicas excepto la quinta, la cintura pélvica y las dos primeras costillas vertebrales; la protuberancia plana y craneal del esternón; el humero y la mitad distal del coracoides. Todos los

denominados huesos

neumáticos o ventilados no están conectados con los sacos aéreos, pero el humero si, y algunas aves son capaces de respirar a través del humero bajo ciertas condiciones, si este último se rompe y se expone la fractura abierta, incluso aunque se ocluya la tráquea.

MECÁNI CA DE LA RESPI RACI ON Varios

investigadores

han

efectuado

la

descripción

de

los

movimientos que efectúan el tórax y el abdomen durante Ia respiración. Durante la inspiración, el esternón, coracoides, horquilla y costillas esternales se mueven hacia adelante y hacia abajo. Las costillas vertebrales se impulsan hacia delante y hacia adentro. Así, en la inspiración se aumenta grandemente el diámetro vertical del tórax y Ligeramente el transverso. Los pulmones se dilatan durante Ia

inspiración debido a la tracción de Ias costillas y esternón, especialmente este último, según Soum (1896).

Mús cul osr es pi r at or i os La anatomía de estos músculos ha sido descrita por Soum (l896), Zimmer (1935) y Salt y Zeuthen (196O). La mayoría de estos músculos no son necesarios para la respiración, según soum, que estudio los efectos de la sección de algunos músculos inspiradores y espiradores. Sin embargo, sus estudios no fueron conclusivos y deben repetirse. Los músculos pectorales no parecen ser necesarios para respiración, ya

Ia

que su sección quirúrgica no inhibe Ia respiración.

Igualmente, la sección de los músculos abdominales tampoco Ia impide. Sin embargo, el curare paraliza

completamente

todos los

músculos respiratorios y causa la muerte, a no ser que se instaure la respiración artificial (Sturkie, Joiner y Freedmna, 1962). Diafragma. En Ias aves existen dos diafragmas, el pulmonar

y el

abdominal. El diafragma pulmonar se extiende desde la línea dorsal y desde la Se sabe poco acerca de la función de los diafragmas aviares, según soum (1896) Ia función principal del diafragma pulmonar es mantenerse tenso

y estirado sobre la superficie de los pulmones.

Esto se verifica por las finas bandas musculares que bordean Ia periferia de Ia membrana y que se insertan en las costillas. En la inspiración, cuando los pulmones se dilatan, se expande el diafragma; en la expiración se contrae al mismo tiempo que los pulmones. Sin embargo, si este diafragma se paraliza por la sección de la medula espinal, la respiración continúa. (Soum) El diafragma abdominal parece que no tiene función, ya que ha sido seccionado o destruido sin que afecte la respiración.

Dur aci óndel asf asesyf r ecuenci ar espi r at or i a. Se utilizaron los siguientes términos para designar

los tipos y

frecuencia respiratorios: eupnea, el estado ordinario de la respiración tranquila; y disnea, respiración laboriosa de diversos grados; hipernea , un incremento moderado de la frecuencia y/o la amplitud de la respiración; y polipnea, caracterizada por una respiración rápida y superficial, o jadeante, en la apnea existe un cese transitorio de la respiración. La

frecuencia

respiratoria varía dentro y entre las especies,

dependiendo del tamaño somatico,excitación y otros factores, Bert

(1870) y groebbels (1932) presenta tablas sobre la frecuencia respiratoria de las aves.

Respiraciones por minuto. El cóndor y el canario, por ejemplo, respectivamente , 6 y 100 frecuencias respiratorias. La frecuencia es superior en las hembras que en los machos. La exposición a altas temperaturas ambientales y la resultante hipertermia, causan jadeo. Con el incremento de

la temperatura corporal de la gallina. Se

aumenta la frecuencia respiratoria y alcanza un apex de 140-170 a temperaturas orgánicas de 43´5 a 44´5 c ( frankel,hollans y weiss,1962). La frecuencia era más baja, sin embargo, en aves adaptadas al calor que en aves no adaptadas. Resultados similares fueron obtenidos en el palomo por von saafeld (1936), excepto que las

frecuencias respiratorias aren muy superiores, alcanzando 510 por minuto a la temperatura corporal de 43’6’ C.

Respi r aci ón Las aves pueden respirar a través de las fosas nasales o por la boca. El aire que ingresa a través de estas aperturas recorre la faringe para luego dirigirse a la tráquea. Esta última es una estructura tan larga como el cuello, aunque en algunas aves como las garzas, puede llegar a medir hasta 1.5 m y estar enrollada, en otras se dilata. La tráquea se bifurca en dos bronquios primarios en la siringe. Ésta es una estructura única para las aves y se considera como su caja de voz. Los bronquios primarios entran a los pulmones y se convierten en mesobronquios. Ramificándose desde estos últimos, existen tubos más pequeños conocidos como ventobronquios, que a su vez dan lugar a los más pequeños parabronquios. Estas estructuras pueden ser de varios milímetros de largo con un diámetro de 0.5 a 2 mm y cuentan con paredes que contienen cientos de capilares de aire ramificados y rodeados de una densa red de capilares sanguíneos. Es en este lugar en donde el intercambio de gases entre los pulmones y

la sangre ocurre. Los parabronquios se conectan con dorsobronquios que ligan el sistema de vuelta a los mesobronquios. La duración de Ia inspiración y expiración ha sido estudiada por varios investigadores con resultados variantes. Bert (1870) mantienen que en el pato no existen verdaderas pausas inspiratorias y espiratorias ; encontró que los movimientos se sucedían rápidamente, pero que la expiración era ligeramente más larga que la inspiración. huxley también encontró

que la expiración era más larga que el pato

(Winsterstein, 1921) . Baer (1896) en el palomo, soum (1896) en el palomo y en el pato, y Kaupp (1923) en el pato observaron que la inspiración era de mayor duración que la expiración. Soum supuso que estas diferencias eran debidas a un cierre parcial de la glotis, ya que después de la traqueotomía, la duración de las fases era la misma. Kaupp encontró que en la gallina era aproximadamente de igual duración, pero que en el gallo la expiración era más larga que la inspiración. Según graham (1940) la expiración es más larga que la inspiración en ambos sexos en las gallinas. En los pavos, la inspiración es más larga tanto en los machos como en las hembras (kaupp).la inspiración en la gansa es tres veces más larga que la expiración, pero en el ganso las fases son de la misma duración.

CI RCULACI ÓN DELAI RE EN LOSPULMONESY SACOSAÉREOS. en Ia literatura se han expresado varios puntos de vista sobre Ia forma en Ia que circula el aire a través dc los pulmones y los sacos aéreos y sobre cómo influencian estos últimos a la ventilación pulmonar. Poco después de que Harvey describiera los sacos aéreos en 1651. Perrault elaboro la teoría del antagonismo, que sostiene que los sacos torácicos se expanden en la inspiracion,mientras que los sacos interclaviculares, cervicales y abdominales

se contraen durante la

inspiración. Un dogma de esta teoría es que los pulmones se ventilan con

aire

fresco

tanto

en

la

inspiración

como

en

la

expiracion,verificandose así un recambio gaseoso más eficaz. Mery en 1869 y otros desde entonces, dicen haber demostrado este así denominado antagonismo. Colocando a un ave sobre su dorso y disponiendo de tambores registradores sobre el tórax y el abdomen, se observó que los trazados de estos movimientos cursaban en direcciones opuestas. Como estos movimientos se supone que representan los cambios de presión del interior, se concluyó que los sacos

aéreos

antagónicamente.

de

estas Soum

regiones demostró

también

se

comportaban

conclusivamente

que

los

movimientos del esternón

y abdomen

no

son,

normalmente,

antagónicos. El aparente antagonismo aportado por los primeros investigadores

estaba

basado

sobre

registros

efectuados,

manteniendo siempre a la...


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